(Flashback) Una tranquila, y radiante mañana (Jade)

Jade pudo notar la tristeza de Kurama y en cierto modo se sentía culpable por aquello, pues todo daba a indicar que la casa le traía malos recuerdos y aquel no se sentía feliz, así que en un impulso de la muchacha,  tomó su mano donde sostenía el paño y se lo quitó y luego lo jaló para que aquel caminara con ella, abrió la puerta y salió de ahí con Kurama.


Soltó su mano un segundo, cerró la puerta y volvió a tomar la mano de aquel empezando a caminar tratando de alejarse de aquel sitio, Jade no hablaba en esos momentos pero se veía  con un rostro decidido y con determinación.


Ya cuando vio que se alejó lo suficiente, volteó para quedar frente a frente y abrazó a Kurama de nueva cuenta.

-Tú no estás bien, algo tienes y no quieras ocultarlo porque es inútil esconderlo...  fue mi error el haberte pedido que me llevaras a tu casa, no conozco tu pasado pero lo que si puedo ver es que tienes un dolor muy grande dentro de ti.


La chica guardó silencio mientras pasaban los minutos y abrazaba más a Kurama, quería que aquel se desahogara pues no era buen que se guardara todos los sentimientos dentro de sí. Aún así se sentía culpable y quería  tratar de enmendar las cosas.


"No debí de pedirte que me trajeras a tu casa, ojalá pudiera hacer algo por ti Kurama"

No podía responder bien mientras combatía contra mi mismo en mi interior, pero no fue necesario prolongar más el sufrimiento, ella misma fue quien me arrebató el paño para que dejara de martirizarme por limpiar la cocina y me tomó de la mano para sacarme de ahí. En mi cabeza solo podía pensar como era que había llegado a estar así solo por volver aquí, es decir, era un caballero pero no superaba mi pasado, si bien no estaba bien olvidarlo, cosa que intenté hacer, de todas formas superarlo me era imposible ahora mismo como estaba. Por eso, internamente, agradecí su decisión por sacarme de la cocina para alejarme de los recuerdos que me atacaban sin cesar, aunque no lo demostrara con ningún gesto o palabra, sino que con algo de alivio en cuanto a mi mente.

Sentí su abrazo pero no sabía como hablarle, yo mismo me había ofrecido como guía, le ofrecí ir a mi casa y todo, terminando al final yo como el que sufre o tiene un problema, eso no era un buen anfitrión ni mucho menos un buen guía. Solo podía mantener una expresión neutra mientras el tiempo pasaba, lento, a nuestro alrededor, y algo de calma iba recuperando haciendo que esas aguas arremolinadas disminuyeran su fuerza y el caos que se generaba dentro de mi.

-Lo siento...no debí hacer eso....no está bien sentirse mal cuando intentas enseñarle cosas nuevas a alguien....-

Una pequeña y tenue sonrisa se forma en mi rostro, intentando llevar las cosas ligeramente a un entorno con más humor y ánimos, aunque difícil, porque parecía todo muy apagado como para volverse una fiesta.

-Solo...recordé muchas cosas de cuando vivía aquí......y bueno, no he podido superarlo Jade.....no puedo hacerlo, no se como.....-

Cerré mis ojos unos instantes tomando aire profundamente, si estuviera en condiciones normales ahora mismo estaría avergonzado porque una chica me abrazara, pero no era el caso, y ni aunque invocara al humor podía yo sentirme algo más alegre. El tic tac continuaba, el mundo nunca espera aunque te estés derrumbando y necesites ayuda, el mundo nunca espera....solo si tienes suerte, alguien se para a atenderte y ver como estás, pocos se juegan a ayudar y llevarte con ellos....y casi nadie, es capaz de incluso quedarse contigo atrás solo para que no te consuma la soledad. Cosa que me sorprendía de esta chica, normalmente alguien ya se habría retirado y me hubiera dejado a mi aire con mis problemas, o se hubiera incomodado o tal vez molestado y marchado....pero bueno, ella en particular parecía ser de esos que se detenían a ayudar....claro, que no podía forzarle a que me acompañara en caso de no poder retomar la marcha, sería muy egoísta.....sobretodo con alguien que apenas conocí este día.

La chica al escuchar a Kurama recordó su propio dolor y el peso que tenía en los hombros de ser la cabeza de la familia Phantomhive, así que en cierto modo podía entender al chico.

-Te entiendo Kurama y en verdad lamento haber provocado que recordaras tu pasado, tu solo tratas de ayudarme y yo te estoy pagando con sufrimiento... no tengo palabras como disculparme. - volvió a abrazar al chico. - Yo también tengo un dolor grande del pasado que no supero y su peso me cubre, ahora tengo una gran responsabilidad pero decidió tomarla si no todo lo que conozco se vendría abajo y no quedaría nada, siento que tomando el lugar que me corresponde puedo honrar a los que ya no están... me gustaría poder ayudarte, tu ya me has ayudado mucho...

La chica se puso un poco triste, no sabía como animar a Kurama, no quería verlo triste le dolía mucho como se encontraba aquel, aunque había pasado poco tiempo el trato con ese chico le hacía sentir como si estuviese con el hermano que nunca tuvo.

-Kurama, se que sonará algo tonto y mal educado pero... creo que lo mejor será que no regresemos a tu casa, por ahora no esta bien que recuerdes...

La chica no sabía que más hacer, solo se le ocurría que al alejar a Kurama del lugar que le causaba tristeza, podría poco a poco recuperarse aunque no del todo, también otra cosa sería averiguar más sobre el pasado del chico pero no quería ser tan entrometida en los asuntos que no le correspondían asi que ese tema quería tocarlo por el momento.

Le escuchó un poco mientras ahora notaba como la noche había caído sobre el pueblo de rodorio, se podía ver el cielo estrellado y despejado, lleno de todas esas luces que creía él, eran los espíritus de todos aquellos caballeros de athena que lucharon y murieron luego de cumplir su destino, sin ninguna tarea pendiente en este mundo que los atara. En ese entonces pudo darse cuenta como él no era el único con cierto sufrimiento en su corazón, sino que aquello había afectado a la joven que le acompañaba también, contagiándole de su tristeza aunque en menor grado. Supo así que debía de cambiar de actitud, ya fueron suficientes lamentaciones, incluso ella tenía una determinación sobre lo que quería hacer, mencionando que entendía su dolor pero al mismo tiempo llevaba su propia carga sobre sus hombros....

-Tiene razón....yo soy un caballero dorado, si no cumplo con mi parte todo lo que he hecho hasta ahora para superar ese pasado será en vano....no me esperaba recibir ánimos y consejo en estos momentos, haha...-

-Está bien....-

Se anima a soltar para entonces separarse un poco de ella y ser capaz de observarle a los ojos, con un rostro un poco más alegre dibujada una pequeña sonrisa en este.

-Gracias por despertarme, hacía tiempo que necesitaba un buen golpe para recordar porqué estoy aquí hoy......y tienes razón, yo también seguiré hacia adelante por el camino que he llevado hasta ahora, y enfrentaré cualquier dolor que aún falte por venir a mi vida, solo así me haré más fuerte para algún día ser capaz de proteger lo que quiero con mis propias manos....-

Asiente un par de veces afirmándose a si mismo, había grabado sus propias palabras, él mismo lo había dicho ahora, seguiría hacia adelante y portaría la cabeza en alto, mirando al frente con seriedad, tranquilidad y una ferviente determinación. Con espíritus renovados finalmente el joven estaba listo para dar un paso más hacia adelante en su vida, pronto enfrentaría su propia casa y viejos recuerdos, después de todo debía asumir eso como una parte de su vida, la quisiera o no, la cual cambió para siempre el camino que recorrería, llevándolo hoy a estar donde estaba.

Un ligero viento cambiaría un poco el ambiente de esa noche, cuando la luz de un poste en la esquina de la calle, dejaría ver a un grupo de personas con traje oscuro, un aspecto que les hacía ver violentos y peligrosos, acercándose todos hacia los dos jóvenes con claras intenciones de fastidiar.

-Pandillero: miren que tenemos aquí, una pareja de tontos, que hoy nos van a dar algo de dinero no?-

El rostro del lenonino se puso más serio, miraba a la chica frente a sí dándole a entender que deberían postponer su charla unos pocos instantes para encargarse de ese grupo primero. Así que se dio vuelta para mirar de frente a los pandilleros, que como estaba oscuro y no se veía bien, no salieron corriendo, sino al reconocer al guardián dorado ya se hubieran hecho en los pantalones y disculpado por su ofensa.

-¿golpe?... vaya forma de decir que te ayude - dijo la chica sonriendo por escuchar mas animado a su amigo, estaba feliz de verle así pero una voz hizo que se asustara, Jade puso atención al sujeto que había hablado, giró su cabeza hacia donde se escuchaba la voz y vio al tipo con otros siguiendole, todos anque de distintos tamaños y complexiones, vestidos de negro y con unos rostros que mostraban peligrosidad.

-Kurama... - dijo en susurro la chica para que los otros no le notaran pero el tono de voz de la albina era con miedo, se había colocado con lentitud detrás de Kurama, Jade estaba asustada, temía lo peor, miraba con lentitud hacia todos lados para ver si había un sitio o ruta a donde escaparse y que no les pasara nada, pero no tenía éxito en ello.


Dentro de ella, el corazón empezó a latir con fuerza y rapidez, no podía calmarse, quería hacer algo, gritar para que alguien los ayudase, o mínimo defenderse de aquellos sujetos pero ¿que podía hacer siendo solo una chica de sociedad?, recordando eso empezó a temer que aquellos le reconocieran como heredera y quisieran secuestrarle o peor, matarle, su cabeza empezó a imaginar una serie de cosas que todas terminaban en sangre y muerte.


Las manos de la chica empezaron a temblar, pero dentro de ella algo empezó a cubrirle por dentro, se sentía como algo "Frío" pero no lo suficiente como para hacerle congelar, era algo agradable que empezaba a recorrer su cuerpo y que poco a poco iba tranquilizándola aunque no sabía que era.