¿Extraviada? - [Libre]

Ya había caído el sol para darle paso a la oscuridad de la noche, y la joven muchacha poseedora del alma divina de Afrodita había emprendido su camino de vuelta a aquel templo que había reconstruido por su cosmos, pero hacía algunas noches que la mortal no había podido descansar y añadido a la oscuridad que reinaba a pesar de estar con una linterna para poder alumbrar su camino, se perdió por completo.

Ya estaba algo cansada pues había caminado mucho tiempo y Afrodita no quería usar su habilidad divina para transportarse más rápidamente ya que consideraba un pérdida de cosmos innecesaria además que eso alertaría a cualquiera de su presencia.

Lo único que la Diosa había hecho era ocultar su cosmos divino para simular una simple mortal, pero era lo único ya que no pensaba siquiera en ayudar a Shlainn para orientarla en el camino o mínimo para decirle donde se encontraban.

El terreno por donde caminaba la mujer estaba lleno de rocas junto a algunos pilares destruidos que adornaban el lugar como un cementerio silencioso, Shlainn estaba cansada, sus ojos le ardían por el desvelo y en ciertos momentos perdía el equilibrio por el mismo cansancio.

Fue que decidió sentarse en un pilar para poder descansar, la linterna la colocó a su lado derecho mientras que con sus manos se sostenía la cabeza para poder calmar un poco el dolor que tenía en la cabeza y que era un dolor punzante (casi como si le estuvieran martillando la cabeza).

Shlainn todavía mantenía la cabeza agachada, agarrandola con sus dos manos puesto que le dolía demasiado, fue que levemente escuchó la voz de una mujer quien le preguntaba si estaba bien. La dama respiró profundamente para agarrar fuerza y poder responderle.

-Tengo un terrible dolor de cabeza, aparte que me he perdido y no se siquiera donde me encuentro - dijo con tono amable pero le era notorio el dolor que sentía en sus palabras, ya que su hablar era algo pausado, como tomando aire en cada palabra para poder decirla.

La chica se levantó lentamente y estando de pie sintió un vértigo el cual casi la hace perder el equilibrio, para disculparse explicó.

-Desde hace días no he podido dormir- - no quería ser una molestia para aquella joven muchacha que se había acercado, y Shlainn se sentía tan mal que no se había percatado de las esferas brillantes que aquella había creado para iluminar su camino.

La chica escuchó con algo de dificultad, realmente se sentía mal y en esos momentos su ser Divino decidió esconderse en lo más profundo para no ser detectada, Shlainn no entendía el porque de aquella acción pero lo que si estaba segura era que si Afrodita lo había decidido de esa manera, debió de tener un buen motivo el cual posiblemente más tarde le informaría del objetivo de aquello.

-Muchísimas gracias por su ayuda ....- contestó la chica tratando de sonreír un poco, y al mismo tiempo sostenerse con sus pies débiles que casi perdían el equilibrio.

-Ya es muy tarde y desconosco.... si hay maleantes por estos lugares, sería bueno ir a un sitio seguro... - Dijo con lentitud, aunque había escuchado la seguridad con que aquella dama le había dicho que no les pasaría nada estando con ella, Shlainn no quería exponerle por causa suya, si algo tenía en común con la Diosa que residía en ella era que no le gustaba que otros estuviesen en un peligro y más por su causa.

La noche avanzaba y cierta energía proveniente del ser interior de Shlainn le estaba proporcionando la energía necesaria para poder caminar, aunque si era notorio que necesitaba un buen descanso.