[Libre]Donde hay cenizas...

Dejando su habitual traje rojo en el armario, Guma se vistió con una ligera camisa verde manga corta y unos jeans negros. Los reportes indicaban un buen clima en Rodorio; sí, la primera excursión de Guma a la superficie.

El espectro debía cumplir la misión que Hades le había encomendado: Un ingenio que bloquee el sello del santuario. El aparato en cuestión ya estaba construido en la mente de Guma pero faltaba una pieza clave: La muestra de un guerrero de Athena. Guma no tenía intenciones de armar alboroto solicitando directamente un duelo con alguno de ellos, sería absurdo. Según unos registros emitidos hace poco uno de los tres jueces, Jack de Garuda, atacó al pueblo de Rodorio a quemarropa (literalmente), sin embargo un obstáculo se interpuso en sus planes: Un caballero dorado. La magnitud de su duelo fue de proporciones colosales según los reportes y si fue así cabe la posibilidad de que los vestigios contengan algo interesante, la basura de unos es el tesoro de otros.

Saliendo desde una cueva Guma cierra violentamente los ojos en protesta a la intensa luz solar que llevaba un tiempo sin sentir; inspirando profundamente el espectro llenó sus pulmones de aire, era extraño su cadáver conservaba sus capacidades biológicas intactas, un fenómeno digno de ser estudiado. Las ruedas de la maleta de Guma (donde llevaba sus aparatos de medición) rodaban suavemente por el camino al pueblo, Rodorio estaba a unos pocos metros por lo que Guma sacó su mapa del bolsillo.

¡! Al llegar se dió cuenta de que la reconstrucción había avanzado a un ritmo inesperado y que su mapa había quedado obsoleto. Guma chasqueó su lengua en señal de mal humor- Ve Nasu- Con esa seca orden, la mosca asintió y emprendió vuelo hacia el pueblo mientras Guma trataría de obtener información adicional. Un corpulento hombre de casi dos metros de altura cargaba un viga sobre sus hombros, su acelerado andar denotaba que se dirigía a una obra en progreso; no obstante Guma decidió ir a preguntar, por más trabajo que haya siempre debe haber tiempo para las cortesías- Buenas tardes caballe- ¡Muévete!- El imponente hombre giró sus caderas y la parte trasera de la viga golpeó a Guma en la nuca para luego proseguir raudo su camino. El espectro se sentó en el suelo rascando la parte posterior de su cabeza mientras maldecía en voz baja, sus lentes y maleta volaron unos metro... "Alguien se ganó su pasaje al inframundo"- Pensaba el espectro mientras veía al sujeto alejarse.

Según cuentan las leyendas, Hermes guiaba a las almas perdidas en su camino por el inframundo. A la encarnación de Hermes en esta era mucho le gustaba desempeñarse en esta función: el guía de los perdidos.

Se encontraba esa mañana deambulando por la entrada misma del pueblo de Rodorio, vestido en camisa a cuadros y tiradores como muchos lugareños. Con su despreocupado gesto habitual, llevaba un bolso de cuero y una pila de panfletos en las manos.

- Un candidato perfecto... - pensó al ver a un evidente turista que acababa de ser golpeado por un obrero que cargaba una viga al querer pedirle indicaciones.

El forastero yacía aún en el suelo, mirando a su agresor alejarse mientras se rascaba la cabeza. El joven suizo se acercó y colocó una mano sobre su hombro, dirigiéndose al hombre abatido en un cordial inglés.

- ¿Se encuentra bien, caballero?

Luego de un momento le ofreció ayuda para levantarse mientras le decía con expresión amable  y tranquila:

- Los lugareños pueden ser hostiles. Por eso necesita usted un guía.

Nasu la tenía fácil: Solo debía volar y observar,algo rutinario para ella. Por otra parte Guma debía lidiar con sujetos como el que acababa de derribarlo, seres brutos y simples que se preocupan tan sólo de mantener la simplicidad de sus vidas sin grandes cambios, "Qué desagradables".

El espectro estaba por levantarse cuando una presión en su hombro le hizo voltear sorprendido, un delgado sujeto le ofrecía su ayuda. Correspondiendo a la lengua del joven, Guma responde en un inglés fluido- Ciertamente, gracias por su consideración- El espectro se reincorpora asistido por el joven, algo aturdido pero nada grave mira a su alrededor. Una mamá regañando a su hijo, un joven de larga y blanca cabellera, un grupo de niños jugando, dos amigos riendo; vidas que no esperaban más a que se acabe el día para iniciar otro, sin propósito, tan solo almas en pena que rebosaban de vida.

Guma da unos pasos al frente y recoge sus lentes cuya presencia fue delatada por el reflejo del sol, los limpia con un pañuelo y los posiciona en su lugar habitual. Alfred Chürch, arqueólogo alemán, un verdadero honor Luego de una reverencia, agrega- Si fuese usted tan amable de darme un tour por este pueblo le estaría en gran deuda- La cara de Guma es sincera al expresar esa petición, pero algo llama a su curiosidad- Que gran cantidad de panfletos ¿No le importaría mostrarme qué contienen?

La más inofensiva de las miradas, la más sincera de las sonrisas, el más confiable de los apretones de manos. Estaban en su repertorio habitual.

- Jean Sinclair, trotamundos franco-suizo. - el instruido joven cambió rapidamente su lengua a la germana, que también dominaba a la perfección.

- Y es para guiarlo que estoy aquí. - dijo fiable y seguro, ayudado por la fortaleza de la fonética teutona. - Aquí en mis manos puede usted encontrar un mapa del pueblo, una guía de servicios, folletos de los principales restaurantes, joyerías y tiendas artesanales, un poco de historia del pueblo...
Parecía que el parlanchín guía iba tomando al azar los papeles de una nutrida pila. Sin embargo siempre parecía saber lo que sacaba.

- Sin embargo... - se auto-interrumpió repentinamente cambiando el tono de voz. - si es usted un estudioso de los vestigios de la antigüedad, debe saber usted que el sitio de mayor interés en esta región no es siquiera mencionado en estos panfletos... Hermes tenía la habilidad de transformar en unas pocas sílabas su acento al del contador de cuentos en el momento cumbre de su historia.

- Le hablo del antiguo santuario de Atenea del que tantas historias extrañas se cuentan. Habrá usted oído hablar de él.

Dejó de hablar en un tono muy incipiente aunque atractivo, como tentando al interlocutor a responder con avidez.

El sujeto se presentó bajo el nombre de Jean Sinclair y comenzó a mostrarle panfleto tras panfleto al espectro mientras su lengua, sin atadura alguna, disparaba palabras con total elocuencia y acierto con los papeles que mostraba, esa velocidad y precisión eran dignas de un acto circense llevado a la perfección en meses de entrenamiento.

Guma pensó que Jean no era más que otro de esos guías que no paraban de hablar, te hacían caminar por todas partes y, cuando ya estás exhausto física y mentalmente, te pide una paga astronómica a la que ya no te quedan ganas de rebatir. Guma se preparaba para una charla eterna, pero entonces Jean cambia su tono de voz súbitamente y menciona aquel lugar donde residen los defensores de la humanidad y, por el momento, aliados de la muerte y Hades. Domina idiomas, amigable, conocedor y directo. Es usted un guía muy versátil Jean, no sé si pueda costear sus servicios- Dijo sonriente el espectro - En efecto... ¿Ha oído usted hablar de las Guerras Santas?. No me refiero a las Cruzadas por supuesto; los conflictos a los que me refiero han sido tachados de cuentos de hadas, relatos que solo sirven para hacer que los humanos sientan que tenemos un mayor propósito cuando no somos más que polvo de estrellas- Dijo el espectro mirando al cielo con un cierto tono de nostalgia fingida- Pero yo sé que son reales; he viajado por muchos países asiáticos y europeos reuniendo evidencia y experiencias que me han llevado a estar más que convencido. Y ha sido dicha búsqueda la que me trae hoy a Grecia, cuna de Atenea, específicamente a su santuario. Lugar que perece usted conocer bien- Dijo el espectro incitando a Jean  para que lo alimente con más información.
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Nasu sobrevolaba a paso ágil la ciudad, ya había detectado al menos cuatro puntos de recolección de escombros, indicios de un gran incendio...O algo más macabro. Guma estará complacido- Pensaba la servicial mosca sin saber que estaría por enfrentar un gran desafío.

Nasu sobrevolaba un mercado al aire libre: Frutas brillantes, frescas y jugosas; artesanías baratas o atrapa-turistas, grandes parrillas exponiendo finos cortes de carne de todas clases. *snif*... Ese filete está por podrirse... *snif*- Siguiendo sus más primitivos instintos la mosca desciende unos metros sin sospechar que un humano sigue su vuelo. En un segundo el mundo de Nasu se vuelve oscuro y confinado, trata de embestir los muros que la apresan intentando obtener su libertad pero estos no ceden un centímetro. Finalmente la luz vuelve a su mundo y se encuentra a un humano completamente diferente a Guma. Al parecer solo quería conversar, pero la forma en que disminuyó su cosmos y lo mantuvo estable no es un conocimiento que un humano normal adquiere así como así, Nasu debía ser precavida. La mosca regurgita en pequeña cantidad un líquido amarillento en la mano del joven, que a pesar de verse viscoso es absorbido por la piel de este en menos de un segundo. ¿Me oyes?... He establecido un momentáneo vínculo contigo... "¿Pequeño recuerdo terrenal?" Mocoso grosero, tú te referirás a mí por mi nombre y nada más. Tres, cuatro, cinco moscas sobrevolaban las cercanía buscando comida bajo el intenso calor más ninguna como Nasu: Bellas, largas y aerodinámicas alas; tamaño superior, patas fortalecidas a través de los milenios... Nasu era sin duda, la obra maestra de ingeniería en los insectos.

La mosca hizo una pirueta en el aire- Yo soy Nasu, reina de la putrefacción, me encargo de separar las almas de sus cuerpos terrenales cuando se acaban sus miserables vidas. Trátame con respeto- Dijo el insecto en evidente frustración.

Habiendo dominado su temperamento la mosca se posó en el hombro del joven con total confianza- Habiendo dejado claro ese punto, el motivo de mi visita no es más que un paseo. Gran ciudad ¿no crees?- Dijo vagamente la mosca- Ya que tienes tantas ganas de que te brinde mi compañía ¿Qué tal si me llevas de paseo y me muestras Rodorio? Hablando en susurros nadie te creerá un loco que habla con las moscas rjarjarjajrajajrja.

El guía oyó atentamente a su potencial cliente. No evitó una sonrisa cuando éste mencionó las Cruzadas.

- Creo que mi amigo no sabe de qué se trataron las Cruzadas... No siempre se tachan estas historias como cuentos de hadas, Alfred. A veces se encubren como ordinarios conflictos entre mortales...

El de las mil elocuencias dejó terminar de expresar sus inquietudes al visitante alemán y luego de una breve pausa se expresó con transparencia y convicción. Su voz era firme pero de franca armonía.

- Despreocúpese usted por mis honorarios, señor Church. Tengo buenas comisiones en la mayoría de los sitios aquí.  Con mencionar usted mi nombre en el hotel donde vaya a dormir esta noche ya nada más me deberá. - miró a su interlocutor a los ojos, buscándole reflejo a su propia seguridad.

- Debo decirle, sin embargo, que a pesar de sus elogios no conozco yo el santuario de Atenea por sus adentros. Aunque es un sitio muy grande, al descubierto y sin cercar, los guardias rondan. Las veces que me he acercado me han pillado sin poder convencerles por nada de que me dejen continuar. Es cuestión de suerte, supongo.  Pero sé cómo probar la nuestra.- En esta última frase Hermes mostró alegría y confianza a su unipersonal audiencia.

Era un alivio para Guma saber que no tendría que pagarle a Jean, el espectro había salido con poco dinero ya que no planeaba una estadía muy larga en Rodorio, sin embargo el encuentro con el joven trotamundos abrió la posibilidad a un futuro más prolongado, pero auspicioso, en la ciudad.

Suena a un sitio bastante peligroso- Dijo el espectro con un semblante preocupado- ¿Está seguro de querer arriesgar su integridad para complacer a este humilde viajero?- El espectro moría de ganas por ir al santuario y sus alrededores, estaba seguro que sus aparatos se volverían locos al llegar e incluso encontrar la muestra que ansiaba. Ganancia total. Sin embargo debía mantenerse calmado, mostrar demasiadas ansias podría ahuyentar a Jean, su pasaje al santuario.

Vera usted Jean, no soy un hombre de dejar las cosas a la suerte; la fortuna es una dama caprichosa. Pero si tiene usted un buen plan para ganar su corazón soy todo oídos- La sonrisa en la cara del espectro se borró cuando se le cruzó un fugaz pensamiento "¿Donde andarás Nasu?... Te necesito".
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El joven albino parecía ser bastante educado y formuló una apropiada disculpa para Nasu. Se presento bajo el nombre de Arcânus y aunque parecía un sujeto decente, la demostración de cosmos hace poco le daba una aire de peligro para los planes de la mosca. Es un error común, los humanos son tan supersticiosos... Los descomponedores nos encargamos de reciclar la materia orgánica de los cadáveres en el ciclo natural, es verdad, pero también nos encargamos de romper los lazos con el cuerpo terrenal y permitir a las almas alcanzar su destino final. Somos un paso fundamental para el andar de toda alma en el mundo. Dijo la mosca con elocuencia total.

El joven le ofrece alimento a Nasu- Vaya, la mejor propuesta en todo el día. Deja que yo y mis agudas antenas te guiemos, antes de ser secuestrada estaba por saborear un filete caduco. Los humanos son muy divertidos, serían capaces de vender carnes invadidas de gusanos solo para llenar sus bolsillos jrajrjarajajajra- Rió de buena gana Nasu.

Nasu escuchó atentamente la reflexión de Arcânus- Qué profundo... De casualidad, ¿Tus estudios tiene algo que ver con filosofía?- Preguntó la mosca con total curiosidad.

"Guma...¿Cómo estará?. Ya voy, pero aún no es el momento". Pensó en silencio, la conexión entre sapuri y espectro es un lazo irrompible.

Todo iba sobre ruedas. Hermes habló relajado.

- No sobreestime usted el riesgo de nuestra intrigante empresa, mi compañero. En el peor de los casos, ante una invitación indeclinable, nos retiraremos sin más. Le aseguro, sin embargo, que si recibimos tal invitación indeclinable a retirarnos, será por parte de un auténtico santo de Atenea. Sé cómo tratar al resto. - sonaba sereno y seguro, pero nunca altanero.

- La referencia es para los guerreros de increíble poder destructivo que se dice habitan el templo. No sé cuánto haya podido oir o leer usted sobre ellos. Sé que existe una sociedad de estudiosos que se dedica a investigarlos, ¿quizás forme usted parte - en estas frases su tonó cambió un poco, sonando interesado y algo inquisidor. - Sabrá al menos que este pueblo aún no se acaba de recuperar de una terrible batalla aquí mantenida, según dicen, por uno de los santos de Atenea. Las llamas invadieron el pueblo entero, y cerca de la tercera parte de las contrucciones resultaron dañadas, extinguiéndose varias sobre sus cimientos. Y todo esto - habló con el énfasis que el increíble reporte merecía-producto del combate entre dos hombres, uno que presuntamente vino en un gran barco volador arrojando gigantes llamaradas y un santo de atenea que lanzaba rayos de luz.

- Verá entonces que poco tenemos para perder y sin duda será una tarde entretenida. Esperaba en realidad alguien interesado en visitar el santuario para emprender el intento. Posee entonces su guía algo muy parecido al plan que usted invocaba, y la comprobada preferencia de la caprichosa dama de la que una sonrisa esperamos.

Terminó el mismo sus palabras con una sonrisa, mostrando la elegancia y cordialidad que toda persona desea en quien contrata.

Jean sonaba seguro de sí mismo. Aunque el simple hecho de saber sobre el santuario y ofrecerle una visita a un completo extraño como si de un museo se tratase era altamente sospechoso, Guma había decidido seguir el juego, además de que el espectro poseía un par de ases que podrían salvarle el cuello si las cosas se descontrolaban.

Hace un buen tiempo recibí la invitación a dicha sociedad, sin embargo decidí declinar dicha oferta y ahora trabajo financiado por el gobierno de mi país. Aunque claro el gobierno no está interesado en los guerreros de los dioses, tuve que convencerles de que el evento que usted acaba de relatar se debió a la caída de un meteorito y que debían dejarme venir a constatar los potenciales daños arqueológicos a una cultura tan trascendental como la griega... N-no diga esto a nadie por favor- Dijo Guma algo avergonzado.

Por supuesto que Guma estaba en conocimiento sobre la tragedia por la que tuvo que atravesar Rodorio; Jean parecía conocerla bastante bien para ser un extranjero y si era un residente de la ciudad se mostraba extrañamente indolente ante lo sucedido. A Guma no le agradaban los sujetos que le ocultaban información sin embargo, sin Nasu cerca para asistirlo, el espectro debía aferrarse a cualquier tipo de ayuda adicional.

El relato contado por usted es realmente fascinante, no lo conocía en tanto detalle. Sería de sumo interés- El espectro le mostró un mapa de Rodorio que había recogido entre los panfletos de Jean-Que me señale aquellos lugares que contengan restos de tan dantesco suceso, le estaría sinceramente agradecido- Dijo Guma con franqueza, sería un buen plan de respaldo si su visita al santuario resulta infructuosa.

El espectro arqueó una ceja-"¿Poco que perder?...¿Ser atravesado por un rayo de luz no cuenta?"- Su incipiente paranoia le pedía a gritos que no vaya, pero su curiosidad era aún más fuerte lo cual volvía volvía el impulso de ir al santuario irresistible. "Un poco de reconocimiento no hará daño, a fin de cuentas mi próxima visita al santuario podría tener un tinte más... Hostil"- Pues no hay más que decir, mis dudas han sido removidas. Todo depende ahora de usted y su plan, guía- Dijo Guma en tono cordial sin despegar los ojos de Jean.
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AJRAJAJAJJAJRARJAJ ¡Precisamente! ¡Precisamente! Chilló la mosca ante el comentario de que los humanos se pudren. Arcânus había dado en el clavo.

No estoy segura sobre cómo piensa un dios. Pero de lo que si estoy segura es que los humanos tienden a antropomorfizarlos, si cuestionas la autoridad de un humano seguramente se enfadará más con un dios no es seguro, sus mentes son más grandes de las que cualquier humano puede dimensionar. No sientas que te castigaran por pensar en estos asuntos, el único lugar seguro de un humano es su propia mente.

Finalmente llegaron al mercado, las antenas de Nasu vibraban mientras su inquieta cabeza giraba en todas direcciones- ¡Gotcha!- La mosca voló en dirección a su objetivo: El filete. El calor del soleado día había transformado al trozo de carne en un auténtico cultivo de bacterias, sin embargo Nasu encontraba en ello el máximo placer gastronómico y sin perder tiempo regurgitó su verde jugo gástrico para luego volver a succionarlo llevando hacia su pequeño cuerpo los "nutrientes" de la comida. Luego de repetir el procedimiento un par de veces, el pequeño estómago de la mosca se llenó y torpemente emprendió vuelo de vuelta al hombro de Arcânus. Ahhh... Desearía un estómago más grande.

¿Uu? ¿Qué pregunta sería esa? Preguntó la mosca inocentemente. Pronto Nasu podría reunirse con Guma, ese olor le indicaba que el moemnto estaba cerca.

El oportuno turista mostraba inseguridad en todo lo que declaraba. De todas formas terminaría accediendo, y servía perfectamente como excusa para visitar el santuario.

- Y hasta puede que mi cliente guarde algún secreto digno de descubrir... - pensó el trotamundos suizo mientras el alemán terminaba de confirmar que lo acompañaría al santuario.

Notando que su interlocutor se encontraba algo nervioso ante la situación, la encarnación de Hermes habló ahora muy tranquilo, con sensible suavidad.

- Mmm... Como le dije, gran parte del pueblo se vio afectado. En realidad la persona que con más detalles parecía recordar el incidente es un zapatero que tiene su taller cerca del mercado. La mayoría de los daños han sido ya reparados, pero si es de su interés buscar todos los posibles rastros, supongo que a él podríamos empezar preguntándole dónde. Además, necesitaremos provisiones para un viaje de medio día, y este sitio nos quedará de paso. Cuando usted lo disponga, señor Chürch......terminó su calmada oratoria con una sonrisa transparente.

OFF: Si te parece abro post en Comercios para rolear la visita a este zapatero...

De todas maneras, un testimonio confiable sería sin duda un gran aporte a mi investigación y si logra darme las ubicaciones que requiero mejor aún. Si queda de paso como dice usted Jean, entonces nada malo pasará en darle una visita a ese hombre y aprovisionarnos para el viaje posterior. En marcha. Dijo el espectro como si fuera él el guía. Dando un paso al frente el espectro mostró que ya estaba preparado para moverse.
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"Uhm...Esto se volvió incómodo"- Pensó Nasu al oír las interrogantes de Arcânus. Sabiendo que su escape estaba pronto a realizarse la mosca respondió en tono confiado- Te diré qué. Responderé a una pregunta y te daré un consejo ¿Si?. Primero, la razón por la que estoy aquí es por los reportes de un incidente curioso en este pueblo: Una batalla campal entre un dorado de Atenea y un juez del inframundo. El pueblo quedó casi en ruinas y yo venía a constatar los daños, pero parece que el pueblo se las ha apañado bien por si mismo- Dijo Nasu elogiando la capacidad regenerativa de Rodorio- Puede deberse en parte a la "fe" que depositan los humanos en los santos de la diosa-Añadió en tono indiferente, pero su voz cambió a una más traviesa-Y ahora el consejo: Bebe mucha agua, porque tu cuerpo está lleno de feromonas.

El líquido que inyectó Nasu en el joven no era un enlace entre ellos; Nasu solo necesita contacto físico para hablar con un humano, el fluido en cuestión era un extracto de feromonas que se extendió por el cuerpo de Arcânus. El cielo sobre ese mercado al aire libre se oscureció con un gran cúmulo de partículas negras y una infernal convergencia de zumbidos. La gente gritaba horrorizada, la escena recordaba al relato bíblico de una de las siete plagas de Egipto: La invasión de langostas. La diferencia era que las moscas tenía un objetivo único, Arcânus, quien lleno de feromonas era tan atractivo como una montaña de carne podrida.

La mosca aprovechó para mezclarse entre sus similares, abriéndose paso hasta salir de esa ensordecedora órbita formada sobre Arcânus. "Jrajarja, solo la orina o el sudor puede liberarlo, suerte con eso Jarjara".
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La mosca se aproxima Guma quien avanzaba a paso firme; sin que el espectro se diese cuenta, la mosca se escondió en el bolsillo de sus jeans y aleteó. El ruido se asemejaba al ruido vibratorio de un celular. Mil perdones Jean, debo atender esta llamada- Dando sus respectivas disculpas el espectro  se alejó y puso su mano en el bolsillo para darse cuenta que su espectral compañera estaba allí. Sorprendido pero no demasiado, Guma saca su celular fingiendo una llamada siendo que, en voz baja, había entrado en modo conferencia con Nasu.

¿Donde diablos estabas?-No es mi culpa, un sujeto me secuestró-¿Un sujeto?-Albino y caballeroso, pero controlaba su cosmos perfectamente-¿Qué ganaría alguien con secuestrar a una mosca?-Él me distinguió de entre las demás-Interesante, ¿Crees que es-?-¿Un santo de Atenea? Es muy probable...¿Quién es él?-Se llama Jean Sinclair, acepté sus servicios como guía y nos llevará al Santuario-¿Eh?¿Para qué?-Explorar nada más. ¿Sientes algo en él?-Hmmm...Nop, nada ¿Tú si?-Tampoco yo, pero tiene conocimientos y actitudes que no van con su personaje-Okey, lo tendré vigilado-Gracias.

Gracias por su paciencia. Prosigamos. El espectro reanudó su andar, pero esta vez con su compañera, nada podría salir mal.