De paseo [Libre]

Jade se había encontrado algo aburrida en los últimos días, y extrañaba en cierto modo cuando paseaba por la ciudad comprando o buscando un buen sitio para sus negocios, cansada de estar bajo el reino marino decidió dar un pequeño paseo fuera de los terrenos de Poseidón.

"No creo que pase nada malo además, los generales marinos pueden cuidarse solos"- pensaba la chica con un aire un tanto infantil.

Mientras tanto se había dirigido a Rodorio, un bello y pintoresco lugar del cual un amigo le había enseñado ya el camino, Jade extrañaba a Kurama, aquel chico de cabellos azules amante del chocolate, pero no sabía donde se encontraba solo esperaba que se encontrara bien.

Continuando con su caminata, pasó por las casas pintorescas, en las calles varios niños jugaban alegremente y uno accidentalmente tropezó con ella, Jade sonrió y decidió jugar un poco con ellos, al terminar dichos juegos continuó su caminata dirigiéndose a un lugar solitario cercano a un riachuelo algo alejado del pueblo.

Sentada mientras sus pies tocaban las aguas jugaba aventándola de un lado a otro, sonriendo sin preocupaciones.

Había decidido hacerle caso a Erik, después de todo él había hecho por mí muchas cosas, por fin había ido a pedir trabajo a la panadería más cercana y aunque lo dudaron me contrataron para poder barrer el suelo y atender a los clientes, me sentía feliz de poder salir adelante, porque finalmente eso es lo que deseo, poder progresar cada día y dejar de ser aquella a la que llamaron "rata". Mi jornada del día había terminado, por lo que tenía mi primera paga y un pedazo de pan, caminé por Rodorio y encontré a algunos de mis "amigos", esa gente que no me había lastimado ni traicionado, les di en pedazos todo el pan que tenía y una moneda a cada uno.

-Esfuércense, no todo está perdido, si podemos vernos bien y llevar una vida honesta las cosas cambian, todo va a mejorar, por favor piensen en abandonar esos hábitos en los que conseguíamos todo fácil, trabajar no está tan mal, te pagan y si eres una buena persona te recompenzan con algunos productos, sean fuertes chicos, cuando tenga suficiente dinero quizá pueda comprarme o alquilar donde vivir para que podamos estar ahí juntos y no sé, salir todos juntos adelante, un techo no suena mal, ¿eh?-

Les dediqué esas palabras, caminé y caminé hasta llegar a un riachuelo, ahí a una chica casi como de mi edad que estaba jugando en el río, me le acerqué sonriente, pestañeé un par de veces y me senté a su lado, no había qué temer, no parecía una pordiosera ahora, estaba limpia y con ropa decente, un polo sin mangas y un jean corto, mi cabello como siempre en coletas.

Se sacó las sandalias y las dejó sobre el césped, empezó a chapotear, tenía una hermosa sonrisa en el rostro. Giré rápidamente.


-Sasha, ¿y tú?-

Le dije sonriendo. Quería poder conocer el mundo, saber qué me depara el futuro y quizá con ella podría empezar a formar un vínculo, sería hermoso encontrar a mi primera amiga.

La muchacha me dijo su nombre amablemente "Jade", un bonito realmente un bonito nombre, cual piedra preciosa, lo sé porque obviamente vivir en la calle te enseña muchas cosas, entre ellas los nombres de los objetos de valor, pues así evitas que los mayores te estafen o te tomen el pelo alguno que otro comerciante diciendo que lo que les llevas es basura, me ha pasado y por eso había decidido aprender. Estaba muy metida en una plática conmigo misma hasta que su voz me sacó de aquellos pensamientos, la observé volviendo a la realidad.

-Eh...pues, salí del trabajo, estoy laborando en una panadería y pues ha sido mi primer día en este nuevo estilo de vida, ya sabes-

Le contesté tranquila, no tenía miedo, no tenía verguenza, trabajar en algo honesto era lo que había hecho y que estaba haciendo, ya no estaba en las calles robando a gente inocente y por ello me sentía orgullosa, había podido salir de aquél oscuro agujero gracias a la bondad reciente de aquellas bellas personas como Ludo y Erik, quienes me mostraron piedad y otro lado de la vida, me reconfortaron y me llenaron con su calor, aunque claro, Ludo era el rubio al que le había causado ciertos inconvenientes, esperaba poder devolverle aquello que había tomado de su casa.

-Sabes, la vida me parece muy hermosa ahora-

No podía dejar de sonreír, tenía las mejillas rojas, realmente me sentía como una chica llena de esperanza y que tenía un largo camino qué recorrer, metas y sueños, todo por delante, mucho por hacer y el tiempo suficiente como para esforzarme. Sentía lo que muchos llamarían alegría, para mí es una gran felicidad e ilusión.

-No me prestes atención, estoy demasiado feliz, encontré un buen trabajo y estoy emocionada! Ay, perdón *risas* La vida me ha demostrado que si al final uno toma las decisiones correctas pues las cosas terminan bien, antes...te confesaré que estaba en la calle y probablemente estaría rebuscando tus bolsillos pero hoy soy diferente, esta vez no caeré por ese camino "Fácil" como le dicen algunos, mi vida ha empezado a cambiar-

Sentía ganas de arrojar confeti y saltar de alegría, pero me limité a mover los pies en el agua, chapoteando y jugando conmigo misma.

-Sueño con poder comprar o alquilar un departamento para poder albergar ahí a mis compañeros de la calle, un techo es suficiente, tendrían donde bañarse y podrían ser tratados amablemente al trabajar, me esforzaré por lograrlo. Y tú, ¿tienes algún sueño?-

Le pregunté con ilusión.

La chica estaba atenta escuchando a Sasha, y lo primero que dijo le pareció muy interesante, algo animada le dijo a la pelirosa.

-¿entonces sabes preparar pan?... me encantaría aprender a hacer unos panes que son rellenos de queso dulce con chocolate... es tan delicioso que podría comer varios sin hartarme... – dijo ya animada mientras se tocaba el rostro al pensar en el pan y su boca producía mucha saliva aunque no lo dejaba notar.

-Tienes mucha razón, la vida es muy hermosa... no importa que en el pasado surgieran dificultades, siempre la vida nos mostrará su lado más amable para darnos esperanza y fuerzas para salir adelante...

Continuó escuchando a la chica aunque no pudo evitar ponerse triste por lo que aquella le decía, se veía que Sasha había tenido una vida muy dura pero que había salido adelante mientras que Jade había tenido un pasado feliz y lleno de comodidades hasta que sus padres murieron y se convirtió en la cabeza de la familia Phantomhive, y ahora había descuidado esa labor por ser la representante del Dios de los Mares.

-y-yo... pues... – agacho la cabeza para pensar un momento y luego contestarle a Sasha – por ahora me gustaría servirle a mi señor en todo lo que pueda... dar lo mejor de mi tanto para el como para mis compañeros, ayudarles y que salgamos todos juntos adelante... eso quiero y eso sueño.

No había dicho otra cosa, no quería revelar lo de su Dios porque muchos no creen y otros podrían mal interpretarlo, por eso había dicho de esa manera refiriéndose a su labor como representante, queriendo ayudar a todos sus compañeros de armas pues aunque solo había conocido a dos de ellos, les tenía cierto aprecio.


Luego se le ocurrió una idea traviesa, como cabeza de su familia manejaba todo el dinero y las propiedades de los Phantomhive, además que tenían intención anteriormente de comprar un terreno en Rodorio para ampliar su negocio, ¿Por qué no hacer una casa hogar para las personas que no tienen un hogar?

-Sabes, tal vez pueda ayudarte a que cumplas tu sueño – dijo sonriente y con voz animada.

Me sentí llena de energía y esperanza, desvié un poco avergonzada la mirada, pues la verdad auqnue trabajara en la panadería todavía no llegaba a ser ayudante, pero me pregunto, ¿debería omitir ese detalle? No es que fuera algo tan importante, trabajo ahí pero no soy quien hace los panes aún, sí lo seré algún día pero todavía no. Pero si mi vida honesta está empezando, no debería engañar a Jade:

-La verdad que aunque trabajo en la panadería...no soy quien hace los panes, solo barro el suelo por ahora pero sí he visto cómo los preparan, no sé cómo se llaman los ingredientes pero bueno, cuando sea asistente o ayudante de panadero de lo haré saber, Jade-

Sonreí un poco tímida. La escuché entonces hablar sobre servir a su "señor", ¿es una criada? Mencionó a unos compañeros, quizá sea una de las personas que sirven a esos dioses, ¿pero a cuál? Igual no creo que sea algo importante, no parece de esos matones del Santuarios, ¿a quién servirá?

-¿Eh? No entiendo Jade, ¿cómo podrías ayudarme?-

Le pregunté desconcertada, ¿a qué se refería? La miré estupefacta, ¿se refería al hogar para los indigentes? Pero entonces, ¿cómo podría sustentarlo? Aunque la idea me agradaba, sabía que todo tenía un precio, ¿cuál era el precio de esta joven?

-Sé que tienes buena intensión pero, ¿qué esperas lograr con esto? Ellos se resistirán si ven que es algo "comercial"-

Y los conocía, incluso si aún estuviera en la calle desconfiaría de las bellas promesas/palabras de la joven que delante mío estaba.

-Hemos sufrido mucho con engaños y promesas falsas...de verdad, es demasiado doloroso-

Jade escuchó la contestación de Sasha pero no le desanimó, por el contrario así que respondió.

-ya veo, pero al trabajar ahí puedes respirar los aromas que salen del horno, que delicia...

Luego se fue desanimando un poco por lo dicho de la pelirosa pero era algo comprensible, en la actualidad nadie ayuda porque sí sin recibir algo a cambio, y más ella que había tenido un pasado muy duro era normal que desconfiara.

-No gano nada, pero quería ayudarte, como cabeza de la familia Phantomhive puedo comprar las propiedades que desee, realmente no me interesa tener tantas propiedades... solo quería comprar una y dejártela con todos los papeles en regla para que tú seas la dueña absoluta y puedas ayudar a los que lo necesiten... no tengo porque engañarlos, si quieres puedes ir tu misma a elegir la propiedad y que directamente la pongan a tu nombre...así verás que no te engaño... pero no hay problema si dices que no... No me ofenderé además es comprensible.

El tono de voz de la albina era calmado y amable, no se había enojado ni mucho menos ofendido, en cierta forma ya esperaba la respuesta.

Por un momento perdió la vista en el horizonte dejando de jugar con sus pies, luego volvió en sí y siguió moviendo aquellos pies en el agua para que este saltara de vez en cuando salpicando su vestido negro.

“Soy una tonta, queriendo hacer una buena acción”
 

-

La escuché hablar, me quedé más que sorprendida, ¿en serio ella podía hacer eso? Vaya, no pensé que las personas fueran a tener tanto poder adquisitivo, para mí pensar en tener esa pobilidad es solo un sueño/ilusióno una broma de mal gusto; aunque esta joven parece de confianza y por lo que ha dicho está hablando con la verdad, me quedé un momento en silencio y la observé cálidamente, sonreí y entonces tomé el atrevimiento de tomar una de sus manos.

-Si lo que dices es cierto Jade, por favor, no te preocupes con dejármelo a mí, con que lo abras y dejes a alguien que pueda guiarlos ellos aceptarán, yo me encargaré de hacerles llegar el aviso, por favor espero no haberte ofendido antes, realmente siento si lo he hecho, no ha sido jamás mi intensión, solo deseaba...olvídalo, te agradezco este maravilloso gesto, ¿cómo podría pagarte esto?-

Algunas lágrimas brotaron de mis ojos. No podía controlar aquellos sentimientos que estaban embargando todo mi ser, imaginarme que mis compañeros podríant ener un techo dónde vivir y qué comer, su esfuerzo podrían brindarles aquella ayuda que necesitan, esa bondad que les llega por aquella acción que esta joven está dispuesta a realizar.

-Yo...haré lo que sea, solo dilo-

La emoción cautivó todo mi ser, me sentía tan feliz de que las cosas para los demás también pudieran arreglarse, más cuando esta preciosa y generosa chica estaba tan dispuesta a ayudar. No podía creerlo, ¿en dónde estaban todas estas personas antes? Digo, siempre he sido repudiada por otra gente pero ellos siempre parecen abrir sus corazones para mí, una amistad, un alivio, no podía terminar de creerlo.

-Lo siento, me he emocionado mucho-

Le digo soltándole las manos para intentar secar mis lágrimas con las mangas. Tenía una expresión rara en el rostro, como si estuviera feliz pero a la vez triste, no sé; solo sé que el rostro me dolía por la sonrisa que tenía estampada. Mis amigos y un hogar, la oportunidad de cambiar de vida, empezar a hacer las cosas honestamente, la recompenza y la bienvenida, todo sería hermoso.

De entre las sombras que otorgaba un árbol de manzano, cercano a donde se encontraban dos muchachas conversando amablemente, una figura infernal se hizo presente posándose en una de las ramas como un ave de carroña esperando su presa, unas alas que posaban en su espalda negras solo hacían notar como un animal, unos ojos brillantes como rubíes se iluminaban por la luz del sol, mientras que estaba a la espera. 

Aquel hombre misterioso sonrió con malicia al posar su mirada en la chica de cabellos albinos que estaba en ese sitio.
-Esa jovencita parece perfecta... - susurró misteriosamente.

En momentos anteriores dentro del inframundo, le había mandado a ofrendar un alma para su Dios, y aunque le causaba pereza realizar la tarea, se vio algo animado el solo pensar en matar a una muchacha, aunque era una pérdida lastimosa sin antes haberla "probado".

Aquel ser infernal esperó un momento propicio, al parecer ninguna muchacha había sentido su presencia  y eso le otorgaba el privilegio de la sorpresa.

Mostró una expresión de sadismo cuando extendió sus alas y se dirigió hacia donde se encontraban aquellas con suma rapidez.
Mientras seguía en el aire, el espectro elevó su cosmos en sus alas y estas se encendieron, luego se dispararon como bolas de fuego a gran velocidad pero el aire que empezó a correr hizo que cambiaran su dirección ahora se dirigían peligrosamente a la chica de cabellos rosados.

-El destino ha elegido por sí mismo... - dijo con  cierta felicidad en sus labios al ver como esas esferas como proyectiles se impactaban en la espalda de la chica penetrándola al quemarle la piel y haciéndose camino por en medio de sus vísceras.

El bennu se colocó enfrente de ambas al ver a la chica que empezaba a quemarse al extenderse el fuego de los proyectiles en su cuerpo, Leo se acercó y con cosmos en su mano le tocó para evitar salir lastimado.

-Ahora tu alma le pertenece a mi señor...

Acto seguido, elevó más su cosmos para que el fuego terminara de consumir el cuerpo de la peli-rosa. Y sin demora le tomó como si la cargara, pero en realidad no había tocado su cuerpo quemado, era el alma de la chica que la había separado del cadáver.

-Mi trabajo aquí ha concluido...- y diciendo esto se fue con el alma de la chica en sus brazos, desapareciendo gracias a sus alas negras.

Spoiler:

Ella dijo que mis intensiones eran buenas y que por eso no tenía que hacer nada, su alma e intensiones eran tan puras como las de Erik ese día, además su buen humor me recordaba a Ludo, aquél rubio al que todavía le debía algo, algo que guardé en mi único lugar secreto y que jamás revelaría, Jade dijo que nunca antes había pensado en la posibilidad de hacer aquello con el dinero que al parecer tenía, me quedé ligeramente asombrada, sabía de personas con mucho poder y que se aburrían por no saber qué hacer con ello, era para mí un alivio haberla podido encontrar, pues de esa manera, ella podría ayudar a los demás. Ella incluso podría darles trabajo, cosa que me parecía de lo más justo, comprendí que ciertamente de alguna manera nosotros mismos nos marginamos y nos aislamos de la sociedad al punto en el que somos nosotros los que provocamos que las personas no nos vean, aunque también otros factores ingresan como nuestro aspecto fuera de lo convencional y obviamente nuestro errado estilo de vida.

-Me alegro haber podido brindarte esa información, que ahora hayas podido verlo-

Sonreí, entonces ella se me acercó para darme un abrazo, gesto que correspondí, no me molestaba en lo absoluto, puesto que estaba el problema e inconveniente antes de que estuviera sucia pero ahora estaba irreconocible, bastante más limpia y hasta olía rico. La mujer que me brindaba aquél cálido gesto me parecía reconfortar, si tuviera que describirla pensaría en una persona maravillosa con olor a mar, una brisa marina muy particular, pero ciertamente con un corazón de oro.

-Gracias Jade, espero que pueda funcionar, por favor, si ocurre algo solo trata de contactar con Erik, es un chico de cabellos naranja, es un buen amigo que está siempre por Rodorio, ustedes dos se llevarían muy bien,  gracias por tus palabras, sé que podrás cumplir también los tuyos jade, sé que tu alma generosa podrá provocar un cambio en el mundo. Gracias por esto que estás haciendo-

Era simplemente algo maravilloso, no podía creer que realmente se estuviera llevando a cabo, pensé entonces en el precio que costaría aquella fecilidad colectiva, posiblemente ya habíamos pagado todo, nuestro sufrimiento anterior, nuestra agonía constante, realmente todo aquello que nos dolía en el alma era ofrecido a los dioses de la formtuna, todo. Me sentía feliz. Nos separamos un poco y entonces la vio sonreír y jugar con el agua, me dedicó unas bellas palabras y sonreí.

-¿De verdad?-

Escuché un sonido, si bien es cierto, he vivido mucho tiempo en las calles y era una ladrona, escondernos para evitar ser capturados y escuchar atentamente todo lo que pasaba a nuestro alrededer era vital para nuestra "supervivencia", un sonido como el de un ave volando me alertó, giré y entonces ante la sensación de peligro empujé a Jade lejos para que no pudiera lastimarse. Entonces sentí en mi espalda un dolor sumamente fuerte, primero el impacto y luego una explosión contra mi carne, seguido de un inteso ardor por mi cuerpo, era como si el fuego me consumiera, mi carne estaba reduciéndose, cerré los ojos ante el dolor pero no era tan diferente a aquellos años. Observé a Jade, estaba bien, sentía el líquido de mi cuerpo empezar a desaparecer. Observé a un hombre de cabellos negros, nunca olvidaría su rostro, por lo menos se ocupó de mi y no de Jade, iba a defenderla pero solo soy una humana mortal, mas me siento liviana, escucho sus palabras.

De mis labios no brota nada, pues siento cómo el dolor desaparece, en un instante es como si me hubieran quitado un peso de encima. Un breve instante fue aquél intenso dolor, como si me desgarraran la piel, ¿a qué se debe esto? Finalmente, todo se volvió negro. Recuerdo ver caer mi cuerpo en llamas.


Off:
-Sasha murió (?)-