De Regreso Entre Los Vivos (Libre)

Al llegar al mundo humano, apague mi cosmos por completo, llevar el cosmos a 0 no era fácil desde un principio pero tras entrenar y entrenar, uno terminaba por controlarlo sin problemas. Había estado observando a los civiles por varias horas, y cada vez me quedaba mas claro que ningún civil común y corriente tendría información valiosa para mi.

Tras esconderme en un callejón llame a un sujeto que pasaba por la vereda, no necesitaba ni cosmos ni sapuri para aquella tarea, y tras golpearlo robe su camisa y anteojos negros... el hombre estaría inconsciente un buen rato, así que no debía perder tiempo, me aleje de aquel lugar con aquella camisa floreada, seguramente se trataba de un turista, pero serviría..

Cuando mas cerca me encontraba del Santuario, podía sentir mas y mas cosmos, guardias seguramente, aprendices tal vez, pero no podía arriesgarme a revelar mi identidad ante cualquiera de ellos, tal vez no tenían información de su diosa, y mi presencia alertaría al santuario entero de que cualquier posible ataque de Hades...

El primer templo se podía ver a algunos cientos de metros, pero no creía que debiera acercarme mas sin algo mas que me ayudara, me detuve en un pequeño kiosco y compre una bebida en lata

Bebida:

Al principio no estuvo mal, pero no tarde en arrojar aquella cosa, eso era veneno! - malditos estafadores - me quede apoyado contra una pared, tal vez alguien pasara, y si me llamaba la atención, me acercaría a el..

Me incline a levantar la lata, tirándola al cesto más cercano, me cruce de brazos deteniéndome justo al pasar junto al hombre de cabellos azulados y remera floreada, sonreí de lado. Era increíble lo obvios que podía ser, lo simples de localizar, no importaba si entrenábamos para que nuestro cosmos no se hiciera notar, siempre quedaba un hilo que nos ataba y si otro era lo suficientemente perceptivo eran delatados, más aun si su compañero había levantado tanto vuelo dejándose ver, su cosmos era perceptible a la distancia por los dorados.

- No es época de turismo… tu rostro te delata – murmure mirándole de reojos.

Estaba seguro de que él, por su propia cuenta, ya había notado como se había delatado su compañero, era predecible que no vinieran solos, lo único que teníamos que hacer era concentrarnos en buscar aquel hilo de cosmos que apenas se sentía y alguien que no pertenecía al pueblo que constantemente protegíamos.

- A este punto creo que es inútil que estén acá o no? - ahora mi mirada se clavo en la suya, fría, distante e inexpresiva, como una máscara de hielo sobre mi rostro no le dejaba ver cómo me sentía o en que pensaba, si iba a atacar, a retroceder o estar calmado.

Nunca confiaba en nadie, ni en mis propios compañeros, era bastante distante y solitario por lo que siempre prefería manejarme solo o tantear antes de actuar, quizás si solo estuviese de vacaciones o simplemente de visitas, pero me agradaría escuchar que historia inventaría.

Problemático Harpia!! nos había delatado a los dos, desprendí mi camisa y la deje en el piso, debajo de esta llevaba una remera negra a la cual le faltaba una manga y mientras que la otra era una manga larga...

Sonreí de todos modos, al menos era claro que el era un caballero, y eso me ahorraba tiempo, - entonces ya no tiene sentido ocultar nada, venimos de parte de la Señora Pandora, ella desea otorgarle un regalo de bienvenida al niño que en 9 meses sera el nuevo Hades, y que mejor obsequio que la cabeza de Athena! aquella que siempre obstaculiza el camino a nuestro señor.. -

Mis dedos se tensaron, y comense a sonar mis huesos, - ni tu ni ningún dorado tendrá el poder de detenernos! - No podía ver su rostro, pero solo un caballero dorado podría tener un control de usar el Hielo de aquella manera - da la vuelta y vete, y tal vez así tu rostro no acabe en Cocythos caballero -

Levante mis manos, mostrando que no lo atacaría y me acerque - pero si lo que buscas es enfrentarme, puedo darte el beneficio de elegir el lugar, o prefieres que cargue con las almas de quienes nos rodean? - Sonreí burlonamente..

No había estado tan errado en mi deducción, podría haberme equivocado, pero el momento y su forma de ser habían sido delatores de su verdadero rostro, el cosmos de Géminis comenzaba a sentirse con más fuerza, con eso de momento a otro alarmaría de seguro al resto de los dorados, por un momento una idea paso por mi cabeza y si solo eran distracción?, no creía que fuesen a atacar no de repente… no si según las palabras de espectro que tenía en frente eran ciertas y su dios no había despertado, ellos no atacaban sin ordenes de Hades.

Aunque pensándolo me pregunte si seguirían ordenes de Pandora, bien sabia que esa estrella le pertenecía al Heraldo de Hades, no era más que una sirvienta en su castillo según lo que me habían enseñado o leído, una protegida quizás y que los espectros actuaran bajo sus órdenes, tan pronto a atacar sin Hades presente me sonó más a mentira que a realidad pero deje pasarlo, otra cosa me llamo la atención pero preferí hacer conjeturas después.

- Demasiado temperamental, un gasto de energía inútil – hable más para mi mismo que para él, mientras parecía ponerse agresivo y casi preparado para lanzarse yo no me movía y parecía tranquilo.

Pero como un iceberg, el verdadero peligro dormía bajo las aguas heladas, lo que no se podía ver en realidad, me cruce de brazos y voltee para verle de frente – es probable… pero espectro, olvidas que no estás en tus dominios cuando este en el inframundo amenázame de retirarme si te sientes cohibido de mi presencia – lo mire tranquilo, de manera despectiva.

No estaba intimidándome en lo más absoluto, si fuese espectro un pestañeo le bastaría para morir y regresar directo al inframundo, si era un juez podía hacerme pelea pero no me estaba preocupando, no pelearía con él si se retiraba antes con su compañero, tampoco entendía cual era la gracia en todo aquello como para que sonriera de esa forma.

- No logro comprender porque gastas energías en intentar atemorizarme riéndote solo o amenazándome sin sentido alguno – suspire, relajando los brazos a los costados de mi cuerpo.

No iba a levantar un revuelo aquí en el pueblo, tampoco tenía ninguna postura de pelea para darle a entender que lucharía, si él se atrevía solo tenía que congelarle en el lugar, me encargaría de él luego en ese caso – espero comprendas que no estás en posición de amedrentar a nada ni a nadie aquí, deberías considerar tu retirada y la de tu compañero.

Aun seguía con la mirada clavada en él, sin moverme un centímetro incluso aunque se hubiese acercado, no había un ápice de que mi estado normal cambiara, seguía frío, inmutable, sin perderle de vista hasta que se retirara.

- puedes decirle a Pandora, cuando regreses, que tendrá que esperar a que Athena reencarne si desea su cabeza...

Estaba en lo cierto aquel caballero? era un gasto de energía innecesario? No lo veía así, era importante que mostrara algo que no era en realidad, las piezas estaban en el tablero desde el principio, pero había que hacer ruido con los peones si querías que pasara desapercibida la movida con la torre.. si yo me mostraba agresivo e impaciente por pelear, seria de esperar que acatara enseguida o una vez en combate arrojara golpes uno detrás del otro como un animal torpe que solo busca mostrar su fuerza.

Por lo que un enemigo que piense cada movimiento detalladamente seria alguien que sorprendiera en aquella situación, volviéndolo impredecible sin importar su velocidad... muchas vidas habían llevado a cabo la madures de la vida actual..

Rei con sus palabras - Temo que solo podre reconsiderar mi retirada, ya que dudo que aquel que muestra su cosmos a mi compañero reconsidere la idea de dejarlo ir, verdad? - devolvía mis amenazas con frialdad, al fin de la discucion descubriríamos quien gastaba energía en quien...

Cuando de su boca las palabras provocaron que se repitan con eco en mi cabeza "- puedes decirle a Pandora, cuando regreses, que tendrá que esperar a que Athena reencarne si desea su cabeza... -" me mostré molesto, tanto que me atreví a sujetar un poste de luz con una mano y abollarlo con los dedos..

- Bluffeas! - dije dándole la espalda - es imposible que hayamos venido en vano - apreté mis dientes y hasta deje libre mi cosmos de una vez por todas, y hablando mas para mi mismo pero dejando a la vez que oiga - la señora no pudo estar equivocada, no pudo - lo mire por encima de mi hombro con la misma frialdad con la que me había tratado hasta ese momento - salgamos de aquí caballero, ya no importa mi objetivo entonces, pero me niego a marcharme con las manos vacías -

No parecía contento, estaba atento a Géminis también, a diferencia de su compañero que nunca había elevado su cosmos pero no parecía ser similar en lo absoluto al cosmos que ahora liberaba el caballero que ahora estaba alterado frente a mí. Quería evitar la pelea a toda costa, no le veía sentido desperdiciar energías tan pronto, suspire, mi mirada se desvió al santuario, el cosmos del caballero de dos caras ya no estaba en el pueblo, había regresado al igual que el espectro, volvía a mirarlo.

- No tiene sentido alguno pelear ahora… si te derroto ahora no volverás al santuario, nunca – murmure, fijando la mirada del caballero que ahora seguía – si tienes honor aceptaras… de lo contrario retírate y vuelve para la verdadera pelea.

Mientras le seguía detuve a un pequeño que pasaba, agachándome a su altura le pedí que advirtiera a sus vecinos y que se alejaran o resguardaran, no importaba si nos alejábamos de esa calle el frio de mi cosmos alcanzaría el pueblo, al menos la parte cerca a donde pelearíamos y no deseaba que ninguno saliera lastimado; enseguida el pequeño se alejo algo asustado y a avisar y retome el camino por el que me guiaba el esbirro de Hades.

Mi cosmos se elevo lo necesario, un llamado a mi armadura que acudió desde mi templo hasta vestirme por completo, la capa blanca ondeo al cubrirme, el dorado brillaba en un tinte anaranjado por el sol del atardecer, si el espectro no se retiraba, sería una tarde demasiado fría para el pueblo y la derrota de aquel que no sabía cuando retirarse.

- Deberías ser inteligente como tu compañero y regresar a tu señor…

Habíamos salido apenas del pueblo cuando me detuve en seco, alrededor mío, pequeñas esferas brillantes habían comenzado a rodearme, el césped bajo mis pies comenzaba a escarcharse y el frio comenzaba a sentirse en los alrededores cercanos, la capa volvió a ondear ante la brisa helada que pronto atraparía los pulmones de aquel espectro de Hades.

Era la última oportunidad de regresar por donde había venido, junto a su compañero al inframundo, si él retrocedía y se marchaba ambos habríamos evitado una pelea innecesaria, pero si él decidía seguir y llamaba su armadura entonces no me quedaría otra opción que derrotarlo, echándole por las malas de Grecia.

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Introducción

Tras la partida del niño, la gente comenzó a abandonar el lugar, la sensación de que solo mi enemigo existía en aquel plano era imposible de evitar, la gente se movía rápido a nuestro al rededor mientras que nosotros manteníamos nuestra mirada... el atardecer se apodero del cielo y el lugar parecía ahora un pueblo fantasma, ni un misero alma rondaba las calles, el viento agolpaba las puertas de algunas casas, las cuales habían sido abandonadas temporalmente.. - entonces sucederá aquí? - el camino un momento hasta detenerse, yo le seguía con pasos firmes.

No había palabra para describir la sensación que mi garganta degustaba en aquel momento, había cumplido cientos de misiones, asesinado y enfrentado a cientos de personas personas por Hades, pero que esta vez, todo se volvía mas emocionante, mas vivido. Después de todo seria un legendario caballero de Athena a quien me enfrentaría...

El aun se mostraba frió y distante, pero yo sabia bien que estaba listo para atacar en cualquier momento, después de todo, la mayoría de los que caminaban en el inframundo, eran fríos y distantes, y con el tiempo se volvía fácil leerlos... pero eso no le quitaba lo emocionante, si no que lo enriquecía, el era diferente, el era de un mundo distinto para nosotros.

El pasto fue convirtiéndose bajo mis pies de una suave alfombra a pequeños cristales, la temperatura bajaba proporcionalmente al aumento de su cosmos.

Su presencia crecía de forma magistral, no podía negar sentir una sensación nueva en todo mi cuerpo, jamas había estado frente a un cosmos así antes, y por momento me hacia entender porque aquella armadura lo vestía a el y no a cualquier otro, pero no me sentía amedrentado, ni mucho menos, emparejaría mi cosmos al suyo y lo superaría con creces. Por que yo era un Juez del inframundo, y nosotros no le temíamos ni a la muerte misma, no importaba cuan fuerte nos golpearan ni cuando terrible sea la tortura, el abrazo de Thanatos no llegaría a todos, pero a diferencia de muchos, nosotros volveríamos de pie del inframundo para volver a pelear...

Su armadura lo cubrió, y el se preparo para el inicio, el inicio del fin de uno de los dos, unas esferas brillantes comenzaron a girar a su alrededor, no comprendía bien de que se trataba aquello, pero me mantendría alerta de no tener contacto con ellas.. mis dedos expresaron fuerza en ellos curvándose, como si fueran garras, y levantando mis brazos a la altura de mi pecho la tierra se resquebrajo a mi alrededor.. del mismísimo inframundo la armadura del Juez de griffon vino parte por parte a unirse a mi cuerpo, y tras cada parte que se unía una llama brillaba entre unión y unión.. al llegar a mi la ultima pieza, el casco, la sujete con ambas manos, - el latido de mi corazón, es algo de lo que puedes dudar caballero de Athena, pero jamas dudes de que el honor sea uno de los hilos que tira de mi destino - levante mi casco en alto y me lo coloque, un mecho azulado tapaba uno de mis ojos, mientras que por la espalda colgaba varios centímetros de cabellos..

- pero debes saber que si la victoria me favorece, deberás cumplir la misma promesa, de no volver al santuario! - mis ojos se abrieron tan grandes como pudieron y la cejas marcaron mi seriedad bajando hacia el centro, mi cosmos ardió en forma de torbellino alrededor de mi cuerpo rompiendo el frió que poco a poco me alcanzaba... mis alas se extendieron de punta  a punta y mis brazos se mostraron en posición para comenzar el combate..

Extendí mi mano frente a mi rostro y mi puño se apretó con fuerza. una delgada luz violácea envolvió mi brazo por completo, aquel brazo poseía una fuerza descomunal de por si, pero cuando mi cosmos lo envolvía, se convertía en un arma infalible... Mis alas comenzaron a batirse, primero lento y luego con mas fuerza, haciendo que el viento soplara de forma desordenada a nuestro alrededor.. "Primera técnica" pensé en mi cabeza... - Destierrooo! - aquella palabra no solo representaba el ataque, si no el castigo que el perdedor sufriría..

Mis alas me impulsaron con fuerza por el aire, levantándome del piso, envestí hacia el caballero dorado en forma recta a la velocidad máxima que mis alas y el viento me permitieron,y al estar frente a el arroje mi puño derecho buscando su cuerpo de abajo hacia arriba... la presión en el aire que provocaban ambos cosmos era intolerable para cualquier humano normal, el tiempo pareció detenerse.. y todo sucedió en cámara lenta para mis ojos..

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Destierro: Ataque Directo: 200 (100)

La respuesta se hacia obvia de donde tendríamos el combate, no iría más lejos ni él ni mucho menos yo, bastaba con haber alertado al joven para que la gente se dispersara enseguida, era el pueblo a los pues del Santuario, los que vivían allí sabían de sobra que si se liberaba un combate era mejor alejarse.

Coloque con cuidado el casco que llevaba entre mis manos al momento de llamar mi armadura, cerré los ojos un instante, no se podía evitar, no había logrado persuadir a aquel ser del inframundo para que se marchara sin pelear, tenía la necesidad de no pelear innecesariamente, aquel hombre no despertaba en mi ningún interés en lucha y creía con fervor que esto era una pérdida de tiempo, me fastidiaba, aunque el sentimiento no se dibujara en mis labios lo sentía punzante.

El aire iba cambiando a nuestro alrededor, ambos cosmos se elevaban, distintos, pero poderosos al mismo tiempo, creando una presión apenas soportable para alguien que nunca hubiese entrenado o tuviera un cosmos que ardiera en su interior. Había sentenciado el inicio de la pelea al convocar a su sapuri, abrí los ojos para reconocer la que vestía, Juez de Griffon, por eso era que su cosmos era diferente al otro espectro, aun seguía sin interesarme, no provocaba ningún gusto tener que pelear sin un propósito más que echarlo de aquí.

El sol iba ocultando su presencia en el horizonte, como si temiera salir dañado, tenia de ocre la armadura dorada, un brillo peculiar, cálido, nada característico en mi semblante o mi cosmos que permanecía estable, pasivo, cauteloso, observando detenidamente a mi enemigo, no lo subestimaba, sin embargo tampoco le temía lo suficiente como para dar pasos en falso o detenerme cuando tuviese que atacarlo.

Sus palabras hicieron eco en mi cabeza, apreté los puños y las esferas a mi alrededor giraron un poco más rápido, aumentaban su velocidad, ahora le sonreía de lado – acepto... no perderé y no temo hacerlo – estaba extrañamente tranquilo quizás era porque sabía que Acuario no dejaría que perdiera esta batalla contra un ser oscuro que cegado ante los caprichos de su Dios buscaba hacer daño cuando no había necesidad, ya no tenía ninguna duda de que Hades había despertado también como Athena y solo esperaba que ella al sentir mi cosmos, en caso de que cayera, no apareciera revelando su presencia en el santuario, porque en ese caso el mayor temor caería sobre nosotros, aun no estábamos los doce, no podía permitir que Hades se enterara que Athena había despertado.

Cambie de postura, defensiva aunque no tenía planeado defenderme del primer ataque que comenzaba a ejecutar el juez, mi armadura, mi cuerpo aguantaría el principio, luego cambiaría de estrategia, mi oponente era instintivo, impulsivo, natural, como lo era Escorpio, podía leerlo con claridad, no había misterio en sus movimientos ni en su mirada ardiente, ansiosa por derramar sangre, la conocía a la perfección. Mi cosmos hizo que el lugar comenzara a escarcharse por completo, congelando parte del suelo, la temperatura comenzaría a disminuir con el pasar del tiempo y pronto el frío lo privaría de sus funciones motrices, haciéndolo más lento, torpe, era estrategia, estaba preparado pare recibirle porque mi concentración no estaba en atacarle tan pronto sino en bajar sus defensas en un corto plazo para atacarle después con mayor intensidad sin necesidad de esforzarme demasiado.

Sus alas desplegadas, la velocidad de su cuerpo al impulsarlo, podía verla, ambos nos movíamos a la misma velocidad, logre cruzar los brazos, formando una cruz, frente a mi rostro. Una descarga de dolor se apodero de mi un instante, mi cuerpo empujado por el golpe se arrastro hasta la pared más próxima, mi espalda absorbió por completo el golpe contra la piedra que se hundía formando una silueta, caí hacia adelante, apoye mi rodilla en el piso y me sostuve con un brazo, mi mano limpiaba ahora el hilo de sangre que corría por la comisura de mis labios.

- Buen golpe… - murmure – pero no seré yo el desterrado -  el aire había descendido ya a grados inferiores a cero, la respiración comenzaba a hacerse visible en el aire, el vaho que se formaba frente a mis labios denotaba que el golpe me había impactado lo suficiente como para agitarme un poco.

Me puse de pie, las esferas que antes estaban a mí al rededor habían quedado esparcidas por todos lados, mi cosmos no había disminuido, ni aumentado en ningún momento, permanecía escalofriantemente estable, al menos hasta el momento. Clave mi mirada en mi oponente, estaba rodeado, no tenía a donde escapar, mi cosmos aumento estrepitosamente, rodeándome, era blancuzco como la nieve, congelaba el suelo que ahora pisaba, la capa ondeo con violencia, la briza aumento contra el juez empujándole.

- Freezing Spheres...

El tiempo se detuvo porque todo comenzó a moverse más rápido de lo normal, las esferas dispersas cambiaron de forma por el viento que soplaba, se afilaban como dagas fueron llamadas por mi cosmos a atacar a un solo objetivo, mis manos se abrieron y todas las estacas de hielo se abalanzaban a la velocidad de la luz contra el objetivo, al cual miraba fijo, mis puños se cerraron una milésima antes de que estos impactaran contra él, las dagas estallaron y las miles de astillas se clavaban con una fuerza descomunal en las partes que no cubría la armadura, algunas llegaban a golpear la armadura, las que golpeaban directamente se enterraban y entraban dentro del cuerpo del juez, el dolor que le provocaría tener una cantidad considerable de astillas que no se derretirían por el frió que seguía descendiendo tendría que detenerle lo suficiente para que su siguiente ataque se viese entorpecido.

Las astillas que no habían llegado a impactar contra él ahora adornaban la tierra helada como si fuesen agujas clavadas, enseguida se unieron en el mismo hielo que cubría el campo creando así un obstáculo de espinas a nuestro alrededor, a pesar de haber tan solo comenzado el combate, el escenario que nos rodeaba era hostil, caótico, a mis ojos hermoso, bañado de aquel blanco puro, de ese frío que cala los huesos y al mínimo golpe los quiebra, hermosa fragilidad.

- espero entonces, que ese no aya sido tu mejor golpe... - murmure provocando al animal que se encontraba frente a mi, pronto caería, calcule cuanto le podía llegar a quedar antes de que perdiera el conocimiento, al empezar el combate había descartado por completo su rendición, el sol ya no calentaba, asustado se había terminado escondiendo, el frío ahora seria peor, más doloroso de lo que cualquier caballero pudiese soportar, solo aquellos que dominaban el cero absoluto, que habían crecido y entrenado en climas extremos podían soportarlo. El hielo corría por mis venas y hacia que mi corazón latiera más lento como si ya estuviese muerto, podía ver todo de manera distinta a los demás, era doloroso y al mismo tiempo útil.

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No me defiendo y ataco.

TECNICA:

El golpe había sido certero, su cuerpo se levanto en el aire y golpeo con una construcción cercana, no podía no sonreír, rara vez mi brazo me fallaba, y aun intentando hacer memoria buscando, no lo conseguía...

Pero no duro mucho aquella sonrisa, no tarde en notar como la escarcha que había provocado el cambio brusco en la temperatura ahora era una firme capa de hielo, y aun no acababa ahí podía ver con claridad que tomando a mi oponente como centro, todo a su al rededor se congelaba mas y mas rápido.. y ahora era él el que sonreía, al parecer lo frio y distante era una mascara, podía imaginar como el mismo peleaba por ocultar aquella necesidad de expresarse para mantener una imagen innecesaria.. pero su sonrisa no era aquella que describía un rostro sediento de sádica venganza, si no lo contrario, una sonrisa picara, de " caíste en mi trampa" e instantáneamente me hice aquella pregunta *¿había caído en su trampa? ¿era posible que aquel caballero estuviera un paso por delante mío? *

Al ver el movimiento de sus manos supe que preparaba su respuesta, pero mis pies nunca respondieron a mis ordenes, instintivamente mire el piso, el hielo!!! asesino silencioso y traidor! el hielo había trepado por mis piernas por debajo de mis rodillas sin que lo notara si quiera!, la temperatura estaba tan baja como el sol en el horizonte, que lentamente desapareció dejando una ínfima línea anaranjada en el horizonte sobre algunas pequeñas casas... (La sorpresa le gano al veredicto, el juez nunca se movió a tiempo) sus ojos se hipnotizaron con las esferas cristalinas que le levantaban del suelo en todas direcciones - estoy en el centro... - murmure, era exactamente eso, el centro, el centro de un huracán de brisas heladas que hacia que las esferas se movieran mas y mas rápido a mi alrededor.. la luz anaranjada desapareció por completo, pequeños destellos azulados iluminaban mi rostro cada vez que una esfera pasaba por delante, era una cuestión de reflejos pensé sin darle mucha importancia, pero la luz paso a ser mas permanente a medida que el remolino de viento se cerraba sobre mi...

A continuación cerré mis ojos.. debía caer para aprender a levantarme, y aquella era la forma en la que la mayoría de los caballeros aprendíamos las técnicas de nuestros adversarios, y una vez que caíamos en una, aquello no volvía a repetirse de la misma manera.

Las esferas me golpearon como tales, podía soportar los golpes con facilidad pero aun así algo no me permitía moverme con libertad, Las esferas cambiaron su forma y los golpeas que antes crujían contra mi sapuri ahora rasgaban, eran apenas rasguños para la armadura, pero esta no cubría todo mi cuerpo, aquellas “dagas de hielo” parecían buscar las uniones, donde era vulnerable, pero de repente el brillo de aquellas cosas aumento y pude oír como estallaban en el aire, solo llegue a cruzar un brazo frente a mis ojos, pero ni siquiera el rostro completo logre cubrir.. el Aire fue apaciguándose a mi alrededor.. la tierra había dejado de volar, pero yo aun seguía con mi brazo en alto, pero no todo de mi estaba igual, me encontraba de rodillas ahora..

El Dolor recorría mi cuerpo por completo, cada uno de mis miembros había sido apuñalado por aquellas astillas.. baje mi brazo, no podía mas que quejarme, al menos dos astillas finas habían atravesado de un lado a otro mis mejillas, sujete una con la mano y la arranque de mi despacio.. un delgado hilo de sangre y saliva corrió hasta mi mentón… saque el resto de la misma forma… moví mi mandíbula.. molestaba demasiado, escupí a un lado, a mi alrededor todo se teñía de sangre – no voy a mentirte, eso fue muy molesto – dije sin mirar a mi oponente por un momento, trataba de ver cuantas de esas cosas me habían alcanzado, y para ser franco eran mas de las que pudiera desear... pero juraría que mi vista aunque perdida en el ataque comenzaba a entender la naturaleza de aquella técnica..

El escenario había cambiado por completo, todo era hielo ahora, las púas se habían unido al piso formando un plano completamente diferente al inicial… sonreí, y aquello provoco que algo mas de sangre brotara por los orificios de mis mejillas, gota tras gota se alejaron de mi, arremetiendo en un salto suicida al hielo que ahora pisaba para convertirse en pequeños vahos de vapor… mi sangre hervía por así lo deseaba y… mi piel comenzaba a quemarse desde adentro, tomando un tono grisáceo… - mi mejor golpe? – reí – mi mejor golpe es aquel que planee justo aquí caballero – dije dándome golpecitos en la cabeza – no tratas con un cavernícola amigo mío, la fuerza es importante, pero la certeza… la certeza puede volcarse mortal – mi sonrisa comenzaba a mostrar ese sabor que tanto apreciaba de una buena batalla, aquel tipo de contienda que me llevaría a mis limites y mucho mas allá..

Levante mis dedos hacia el frente, como si apuntara con cada uno, aunque se separaban tanto como podían uno de otro… y una pequeña flama surgió de cada yema – al parecer somos elementos opuestos – el calor que ahora emanaba de mi cuerpo, hizo que un charco se formara bajo mis pies, y debajo de cada uno de los pasos que di a continuación.. mis hombros ladearon de un lado a otro siguiendo un movimiento simétrico y preciso como el de un péndulo marcando la hora en un viejo reloj – tu cosmos.. es sorprendente, es una pena.. que deba de consumirse… -

El tac de mis botas sobre el firme hielo comenzó a  perderse en los charcos mientras mi camino era marcado por pequeñas flamas violáceas que flotaban detrás mío. El fuego de mis dedos comenzó a tomar forma solida y al girar mis palmas hacia arriba en estas se genero el antiguo libro de los muertos… - yo te invoco… - dije casi en un suspiro y frente a mi una llama negra como la noche se hizo presente, era pequeña al igual que las demás, así que tomarla con una mano no fue problema alguno… se trataba del alma del anterior portador de la sapuri que ahora me vestía..

Y sin pensarlo dos veces la devore en un par de bocados… el blanco de mis ojos se torno por su puesto, dejando que el amarillo del iris se marcara mas que nunca.. delgadas venas se oscurecieron alrededor de mis labios y parpados.. podía sentir como el alma de mi antecesor inundaba mi ser complementándose, su sabiduría, su fuerza, era una técnica que rara vez usaría, pero en esta ocasión haría la excepción…

La garra de mi mano derecha sufrió una metamorfosis, muto, cambio, sinónimos diferentes.. pero todos llevaban a un mismo destino, la tumba de Acuario… Las garras crecieron y se afilaron de ambos lados, el tamaño de aquel brazo de la armadura creció en grosor y peso, pero era insignificante para la fuerza de mi brazo mortal, podría manejarlo con total facilidad… el contorno del filo comenzó a dibujarse como si se tratara de un delgado hilo, y realmente no sabia cual de los dos era mas peligroso, si el filo o el mismísimo cosmos que lo contorneaba de aquella forma..

Fije mi vista en aquel caballero, me había causado muchos problemas, retrasaba mi informe, me hacia frente, pero por sobre todo podía asegurar que me engañaba con en su relato..

Mis pies presionaron el mundo, para impulsar las siguientes tres zancadas, SOLO tres zancadas me había tomado acercarme al caballero, y imponiendo mis 2 metros de altura frente al caballero, hice que mis alas atacaran primero para ocultar entre estas el golpe real... –Mi Legado! Es tu muerte santo de Athena! – Grite, mientras un zarpazo violáceo se dibujaba en diagonal por el aire..

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Tecnicas:

Ver el carmín de su sangre, espesa, desagradable, correr por su rostro no era señal de que hubiese ganado ni mucho menos de estar cerca de ello, no me confiaba nunca en un combate aunque tuviese la ventaja siempre procuraba eliminar por completo al objetivo antes de dar la espalda para marcharme, muchos no sabían cuando quedarse abajo durmiendo un rato y seguían poniéndose de pie cuando menos lo esperabas, había aprendido aquello por las malas y no volvería a repetirse jamás en alguna de mis batallas, eso lo tenía bien en claro.
 
Por una fracción de segundos desvié la mirada hacia el pueblo, acaso tenía miedo?, quizás un poco, podía alardear lo que deseara y demostrar que podía con cualquier cosa pero aquel juez no era lo primero que habría deseado para pelear, podía mi maestro haberme entrenado de la mejor manera y yo demostrado ser totalmente capaz de poder enfrentarme a él pero aquel que ahora tenía en frente era diferente, mis piernas se tensaron por unos segundos sin dejarme poder mover, mi cuerpo no quería moverse acorde mi mente le ordenaba mientras veía frente a mí los ojos de aquel hombre, por primera vez un escalofríos recorrió mi espalda, la piel se erizo y tuve que mantener firme la mirada sobre él para no dar un paso atrás.
 
- Mi cosmos no se consumirá hoy… ni por ti… 
 
Murmure para mi mismo apretando los dientes, una brisa helada rodeo mi cuerpo creando neblina espesa que llegaba hasta nuestra cintura, mi cosmos comenzaba a encenderse más y más quemando el hielo interno que me mantenía frio, con el movimiento de este la neblina se movía, creando hilos que se elevaban molestando la visibilidad, mi mano se poso sobre mi hombro, la capa se desprendía con suavidad al mismo tiempo que el espectro se adelantaba hacia mí para alcanzarme, la blanca tela cruzo la línea de visión de ambos y en ese preciso momento, una fracción de segundos basto para que mi cosmos se elevara por completo, acariciando al principio, terminando por rodear mi brazo por completo, también al igual que había pasado con el de él segundos antes, se comenzaba a cubrir y el hielo ser parte de mi piel fundiendo todo en un arma letal, una espada afilada, y las puntas de ambas armas inmaculadas, rodeadas del cosmos de cada uno, haciéndolas propias, peligrosas, mortales estaban preparadas para acabar con el otro.
 
La capa descanso en el suelo en el instante que ambos brazos se cruzaban, mi brazo desvió el suyo, no lo suficiente para evitarlo, el impacto fue brusco contra mi pecho a la altura de las costillas pero la armadura protegía esa zona por lo que solo la había dañado superficialmente.
 
Fue un segundo que deje de sentir todo, no sabía donde había impactado mi brazo porque mi mirada ahora se había perdido en mi brazo, sentí enseguida la fría sangre que humedecía mi piel, había atravesado mi brazo donde la armadura no cubría, un temblor recorrió mi cuerpo, previo al dolor insoportable que se agolpo en la herida enseguida haciendo que soltara un leve ero audible grito, no pude evitarlo, había llegado a alcanzar el hueso, pero no a quebrarlo, aun así el dolor era insoportable y había dejado de sentir el brazo por un instante. Moví apenas los dedos para tranquilizarme de que aun mi brazo estaba en su lugar, podía ver la carne abierta, eleve mi cosmos para congelar el sangrado pero este disminuyo bastante, estaba nervioso y no podía concentrarme, no había esperado que impactara contra una zona no cubierta, confiado de que la armadura protegería el impacto me había tirado casi encima de él para herirlo.
 
Las pocas esferas que aun rodeaban el lugar se apagaron levemente, mi cosmos subía y bajaba intranquilo quería alejarme de él, pero mi orgullo no permitía que abandonara aun la batalla, di un salto hacia atrás liberando mi brazo de su arma, al igual que el hielo liberaba mi brazo por completo, no estaba consiente si lo había herido, la mano libre apretaba con fuerza la herida abierta para detener el sangrado y congelar la piel creando un sello de hielo sobre este.
 
Mi capa que dormía en el piso, antes blanca ahora se había tenido por completo de rojo sangre. Me pare firme una vez más… no me iba a rendir tan fácil, aun sintiendo el dolor del impacto anterior en mi espalda o que el brazo no respondiera del todo por la herida seguiría dándole batalla hasta el final a aquel esbirro de Hades.
 
Había sido torpe mi otro brazo, el que había sido fundido con el hielo, las venas se marcaban más porque se habían comenzado a congelar, al haberme distraído no había podido mantener la temperatura exacta que necesitaba para la técnica, si hubiese permanecido con el hielo un tiempo más habría congelado mi propio brazo, mi los dedos de mis manos y los apretaba cerrando el puño una y otra vez para que la sangre circulara regresándose calor más rápido.
 
En ese momento por mi mente paso su rostro y sacudí para evitar pensar en otra cosa más que en el que tenia ahora en frente. No pude evitarlo, flexione una de mis piernas dejando descansar una rodilla sobre el suelo helado y otra elevada, apoyando el brazo helado, el hielo propio había llegado hasta el pecho, sabía que era imprudente realizar aquella técnica tan rápido y sin estar tranquilo del todo, pues necesitaba nivelar exactamente la temperatura de mi cuerpo para poder ejecutarla y en aquel momento había hecho todo como no debía, ahora pagaba el dolor por mi propio error. Sentí gotear mi propia sangre por mis dedos, estas legaban al piso y manchaban el hielo que se había formado a mí alrededor.
 
- Aun no acabamos… de jugar hasta que uno muera….

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Técnica:

La neblina cubrió lugar por completo en cuestión de segundos, mientras yo avanzaba hacia el.. Su capa voló por el aire cubriendo la vision de ambos.. y cuando dejo de cubrirnos la sorpresa fue toda mía, al notar que mi brazo encontraba algo que le hiciera frente... al parecer su brazo se había cubierto de hielo y cosmos, ambos miembros chocaron con fuerza, y se desviaron de sus rumbos, pero ambos lograron en parte su objetivo...

Mi mano había atravesado con sus garras la carne del caballero dorado, no podía saber con certeza si había hecho añicos parte de su armadura, ya que las rocas mas duras se sentían como papel al tacto con mi brazo en aquella técnica, o si había asestado el golpe en una parte descubierta, porque la sangre había brotado con tal fuerza que era casi imposible para mi diferenciar algo serca de puño...

Pero el no era el único que teñía de sangre la batalla... así como mi brazo había bajado y terminado cerca de sus costillas, el suyo en el choque había subido, y perforado mi hombro derecho... mi sangre broto como lluvia por mi espalda al vaciarse el ahora hueco que atraviesa mi cuerpo... ambos nos alejamos uno del otro... el bajo su cuerpo hasta quedar con una rodilla en el suelo...

Por mi parte, aun podía estar de pie, inspeccione la herida, había atravesado entre la unión de la pechera y la hombrera, y una vez que la punta del hielo había encontrado el punto de la unión se había abierto camino entre mi carne y huesos... "maldita sea mi suerte" pensé para mi mismo..

Mis dedos se undieron en la herida, pero al fin de cuenta la mano completa podía caber sin problemas también, el hielo había entumecido un poco mi hombro, pero eso no quedaría así... mi mano elevo la temperatura que mando la carne, no me desangraría en aquel lugar! mis dientes se apretaron con fuerza, sin preocuparme que pensaría el en verme en aquel estado.. moví mi brazo con libertad para ver como se sentía.. pero no tarde en arrepentirme... el dolor paralizo por completo los musculos de mi brazo, haciendo que los gemidos escapen de mi boca... levante la vista, mi enemigo aun se encontraba ahí.. podía sentirlo.. el moría de miedo! la ventaja era mía y perdía mi tiempo en vez de aprovecharlo para eliminarlo por completo, sujete con mi mano izquierda la muñeca del brazo inutilizado y obligandome a soportar el dolor la pege a mi pecho y la sujete con fuerza...

Mi piel oscureció mas cuando mi cuerpo empezó a despedir llamas... la pechera y el brazalete de la armadura se pusieron al rojo vivo, uniéndose para que aquel estúpido brazo no sea una carga, y junto con el metal la carne se quemo y fundió... y un grito desgarrador semejante al graznido de un griffo herido de muerte atravesó el aire..

PERO NO CAERÍA!! NO DARÍA UN PASO ATRÁS! Jamas! Se lo debía a mi Señor Hades! me lo debía a mi mismo! mi cosmos se volvió llama, una llama violacea que me rodeo en forma de torbellino... Y al roce con el hielo que cubría el piso, se despedía el vapor calido que volvía mas húmedo y pesado al aire que nos rodeaba..

Tenia que terminar con aquella batalla antes de desfallecer, debía cumplir mi mision, pero la mayoría de mis técnicas utilizaban ambas manos, y en aquel estado, jamas lograría alcanzar la perfección con un solo brazo, - piensa piensa piensa - susurre... y las crepitar de las llamas me trajo la respuesta - Morir!? solo puede morir aquel que posee un alma! y eso caballero! solo deja a uno de nosotros con posibilidades de morir! -

Mi pecho se inflo.. y sentí el ardor subir por mi garganta... una leve tos mostró la molestia que aquella técnica me generaba, y como si fuera lava en estado liquido flamas violetas chorrearon por mis labios hasta obtener la suficiente presión como para lograr arrojar una llamarada que comenzó a cubrir todo frente a mi de derecha a izquierda siguiendo el movimiento de mi cabeza.. las llamas cubrieron todo lo que mi vista podía llegar a ver, aunque a esa altura tampoco podía decir que podía ver perfectamente, entre la niebla, vapor, la sangre perdida y las llamas en el aire, nada se veía con claridad...

Detuve mi ataque, el vapor y el humo que generaban los elementos que chocaban en aquella batalla se volvían molestos, escupí a un lado, se podía ver con claridad que era sangre lo único que salia de mi boca ahora.. ya comenzaba a perder el sentido de la ubicación, las imágenes se volvían borrosas y la cabeza no me daba para mas, se convertía en un esfuerzo sobre humano el hecho de mantenerme de pie... el vapor comenzó a disiparse y las llamas bajaban su tamaño... - aun respiras caballero...? - dije con algo de dificultad... hasta las alas se volvían pesadas en aquel momento y comenzaba a escucharse un chirrido de las plumas metalizas raspando contra el piso.. me detuve de golpe, y trate de esperar, debía intentar enfocar mi vista para poder centrar mi objetivo nuevamente... pero me era imposible...

Las venas alrededor de mis ojo oscurecidos, se marcaron a un mas, y aunque probocando una fuerte punzada en la cabeza logre usar " El Ojo del Juez " originalmente usaba aquella habilidad para juzgar las almas que llegaban a mi en el inframundo, pero había sido una forma inteligente de ubicar a mi enemigo entre las llamas, mientras mirara con aquella habilidad el mundo, lo vería en luces, sin ver objetos con claridad, pero si veeria perfectamente donde se encontraba aquel caballero..

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Tecnicas empleadas:

Habia estado en espera de resultados en mi templo, siguiendo muy de cerca el cambio en los cosmos de las dos carcazas de carne que se batian una con la otra en las cercanias de rodorio, el pueblo proximo al santuario. No sabia quien habia salido victorioso de la larga contienda, y quien habria de pasar por la humillación de cargar con la derrota, sea cual haya sido el resultado, tenia que ir a buscar al caballero de acuario. Haciendo uso de mi practica habilidad, desgarre la realidad con mis dedos, generando un portal dimensional en la casa de geminis, lo suficientemente grande para que pudiese pasar agusto, tenia que dirigirme hacia aquel sitio de la manera mas rapida, y esto era lo mas rapido que podia ir.

Al ingresar al portal, este se cerro a mis espaldas, y enseguida uno nuevo se formo en medio de aquel campo de batalla, entre los dos participantes de la carniceria. Sali de este, escuchandose los choques metalicos provocados por mis pasos cubiertos de oro, dejando el portal abierto para su reutilización, mire hacia ambos lados y suspire, por un lado estaba el santo de acuario, cubierto de hielo y sangre, por el otro, estaba el espectro, ambos incapaces de continuar el combate, los dos hechos mierda literalmente, tendria que llevarme a acuario rapidamente para atender su herida.

-Espectro, juez, sea lo que seas, vete.- Fueron mis unicas palabras para el oponente de mi compañero lastimado. Me acerque a este ultimo, se veia miserable, asustado, lleno de dolor, era mejor sacarlo del dolor y de todas esas preocupaciones. Le di un leve golpe en el cuello, en un punto de presión, lo suficientemente fuerte para mandarlo a dormir, al menos de esa manera no andara sintiendo el dolor, aunque si se fue a dormir o no, es incierto, su cuerpo no pudo haber soportado aquello.

Pero, no tenia idea de como llevarlo sin lastimarlo. De momento lo llevare cargandolo con mi espalda, no me importa que sus pies se arrastraran por el suelo, no queria tener nada que ver con joderle el brazo o algo por el estilo, no mas de lo que esta. Fue de esta forma, que ya habiendo adquirido el cuerpo con vida del caballero de oro, ingrese nuevamente al tunel dimensional que genere anteriormente, este se cerro en el momento que ambos ingresamos, de aqui nos iriamos a lo mas lejos que pudiese llegar desde aqui al interior del santuario.

Al haber visto el estado de ambos, todavia no puedo distinguir quien a sido el ganador, quien perdio, ambos estaban cubiertos en sangre, sus cuerpos estaban destrozados, no me quedaban palabras.

La sangre Brotaba de mis extremidades, al parecer mi esfuerzo habia sido mayor de lo esperado, me mantenia de pie con dificultad, pero aun asi me mantenia. Comense a acercarme al aura del caballero, cuando plano se partio en dos, alguien con una habilidad bastante peculiar, la de crear portales dimensionales entraba en escena, mis ojos volvieron a la normalidad, y aunque algo borroso pude notar como un caballero se llevaba a mi adversario... injusto desarrollo. Hubiera deseado que aquello terminara de otra manera...

Una flama violeta aparecio frente a mi, la sujete con mi mano que aun era util, y la debore, aquella era un alma del inframundo, las heridas dejaron de sangrar... con eso alcanzaria por el momento... El caballero me dijo que me me retirara, y a decir verdad no tenia mas objetivos por cumplir en aquel lugar...

Pero lo que me lleno de sorpresa, fue la segunda voz que se oyo a continuacion, sonrei, no sabia en que momento habia llegado, pero eso no era demaciado importante - aun espero la rencarnacion de mi dios, por lo que nadie espera mi retorno, no deseo pelear, pero si eso buscas seras bienvenido... - Camine hacia el - por otro lado, me retirare gustosamente pero me gustaria saber el nombre del caballero a cual me enfrente, no eh tenido la oportunidad de presentarme conrrectamente con el - rei un poco, y solo un poco, porque hasta reir me costaba trabajo...

Al parecer no conseguiria nada en aquel lugar, el caballero de Acuario nego la rencarnacion de su diosa, y este nuevo caballero negaba conocer su nombre... Sonrei ya nada mas que eso podia hacer...

- entonces ya no ahi objetivos para mi en este lugar, espero nos volvamos a ver caballero y enviale mis saludos a Jack Frost... aun tenemos deudas pendientes... -

Mi cuerpo comenso a quemarse a medida que caminaba alejandome del lugar, las llamas crecias sobre mi hasta que solo eso quedo.. llamas, que volaron por el viento llevandome lejos de aquel lugar... la destruccion que habia causado junto con aquel caballero en aquel lugar habia sido en vano? esperaba que Hades encontrara sentido a alguna de aquellas acciones... porque si no era asi.. habia fallado.

El viaje duro algunas horas pero al fin mis pies volvieron a formarse sobre la tierra, habia llegado a una de las muchas entradas al reino, esta se encontraba en un cementerio, una tumba sin nombre se abrio solo frente a mi presencia, y ahi comenze el descenso al mundo de los muertos..