Conociendo el vecindario [Libre]
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Conociendo el vecindario [Libre]
-Tan fácil como ir de cama al living...sin embargo sí que has dado un gran paso pequeño Jean... El joven genio Jean Sinclair sentía un menjunje de emociones encontradas al usar por primera vez su habilidad de teletransportarse para llegar a los dominios de los dioses. Sabía que funcionaría, apenas tenía alguna pequeña duda propia de su naturaleza humana. Pero hacía tiempo que había comprendido su identidad como el dios viajero, y con ello las facultades que sus poderes despiertos le otorgaban.
Al mismo tiempo que sus ojos contemplaban por primera vez el suelo rocoso del monte sagrado recordó en un instante todo lo que había pasado desde su encierro en aquel reformatorio, tan reciente y tan distante. Sólo unos meses atrás él era un joven prodigio que había sido tentado por los beneficios de la piratería informática.
La horrible sensación que le habían producido esos días de encierro jamás se iría del todo de su ser. Y aquello que despertó en su interior, aquella promesa del ser que yacía dormido en su propio cuerpo: "Yo no he nacido para estar encerrado. Yo he nacido para ir a donde quiera y hacer lo que se me antoje. Para tener una libertad y un conocimiento envidiados incluso por los más grandes dioses. Yo soy un dios. Yo soy el dios viajero que a donde quiera puede ir. Yo soy....¡Hermes!". No fue había sido exactamente alegría lo que había sentido cuando en un instante de desesperación vislumbró su identidad y sus poderes, escapando así de su cautiverio. No había palabras humanas para describir esa mezcla de satisfacción y goce del propio poder.
Una vez libre; pensar, recordar, indagar. En todo el conocimiento que su divinidad le otorgaba. Comprender. No había sido fácil con su mente de humano, pero no por nada Jean Sinclair había sido escogido como contenedor del más astuto de los dioses del Olimpo.
Luego vino explorar. Explorar sus facultades y sus límites. Escuchar. Escuchar las millones de palabras que el viento le traía. Y así averiguar, conocer, aprender. Moverse. Moverse por los confines de la tierra en un parpadeo. Pero los poderes del dios de los mil ingenios no venían solos. Intenciones. No, ambiciones. Ni siquiera eso. Aburrimiento era la palabra humana más apropiada. Esa inexplicable necesidad de divertirse con lo que los humanos calificarían de desleal, cruel o macabro. Con lo que los dioses veían como infantil y pretendían no darle demasiada importancia, aunque en el fondo le temían. Las legendarias travesuras de Hermes.
Fue este afán el que condujo a Jean a la morada de los dioses. Poco había podido averiguar acerca de las aventuras y desventuras de sus pares encarnados en esta nueva era, y mucho menos aún estaba dispuesto a contar. Pero sabía que allí encontraría a Zeus y quizás algo más, y eso era un buen comienzo. En realidad estaba lleno de esperanzas. No de la clase de esperanzas que sostienen los humanos acerca de prosperar o amainar el sufrimiento en su mundo terrenal. Esperanzas de entretenerse con algo, o con alguien.
El Olimpo no lo sorprendió en absoluto a primera vista. Tal vez porque ya lo conocía en sus vidas pasadas como dios, tal vez porque como humano no le pareció nada más que una gran montaña gris con palacios en lo alto rodeados de nubes, o tal vez simplemente porque necesitaba mucho más para sorprenderse.
Silbando una melodía alegre, comenzó una tranquila caminata ascendente con los ojos posados en las alturas del monte, deseoso de interactuar con el primer ser que se mostrara en su camino. Hermes no estaba completo sin alguien con quien socializar.
Al mismo tiempo que sus ojos contemplaban por primera vez el suelo rocoso del monte sagrado recordó en un instante todo lo que había pasado desde su encierro en aquel reformatorio, tan reciente y tan distante. Sólo unos meses atrás él era un joven prodigio que había sido tentado por los beneficios de la piratería informática.
La horrible sensación que le habían producido esos días de encierro jamás se iría del todo de su ser. Y aquello que despertó en su interior, aquella promesa del ser que yacía dormido en su propio cuerpo: "Yo no he nacido para estar encerrado. Yo he nacido para ir a donde quiera y hacer lo que se me antoje. Para tener una libertad y un conocimiento envidiados incluso por los más grandes dioses. Yo soy un dios. Yo soy el dios viajero que a donde quiera puede ir. Yo soy....¡Hermes!". No fue había sido exactamente alegría lo que había sentido cuando en un instante de desesperación vislumbró su identidad y sus poderes, escapando así de su cautiverio. No había palabras humanas para describir esa mezcla de satisfacción y goce del propio poder.
Una vez libre; pensar, recordar, indagar. En todo el conocimiento que su divinidad le otorgaba. Comprender. No había sido fácil con su mente de humano, pero no por nada Jean Sinclair había sido escogido como contenedor del más astuto de los dioses del Olimpo.
Luego vino explorar. Explorar sus facultades y sus límites. Escuchar. Escuchar las millones de palabras que el viento le traía. Y así averiguar, conocer, aprender. Moverse. Moverse por los confines de la tierra en un parpadeo. Pero los poderes del dios de los mil ingenios no venían solos. Intenciones. No, ambiciones. Ni siquiera eso. Aburrimiento era la palabra humana más apropiada. Esa inexplicable necesidad de divertirse con lo que los humanos calificarían de desleal, cruel o macabro. Con lo que los dioses veían como infantil y pretendían no darle demasiada importancia, aunque en el fondo le temían. Las legendarias travesuras de Hermes.
Fue este afán el que condujo a Jean a la morada de los dioses. Poco había podido averiguar acerca de las aventuras y desventuras de sus pares encarnados en esta nueva era, y mucho menos aún estaba dispuesto a contar. Pero sabía que allí encontraría a Zeus y quizás algo más, y eso era un buen comienzo. En realidad estaba lleno de esperanzas. No de la clase de esperanzas que sostienen los humanos acerca de prosperar o amainar el sufrimiento en su mundo terrenal. Esperanzas de entretenerse con algo, o con alguien.
El Olimpo no lo sorprendió en absoluto a primera vista. Tal vez porque ya lo conocía en sus vidas pasadas como dios, tal vez porque como humano no le pareció nada más que una gran montaña gris con palacios en lo alto rodeados de nubes, o tal vez simplemente porque necesitaba mucho más para sorprenderse.
Silbando una melodía alegre, comenzó una tranquila caminata ascendente con los ojos posados en las alturas del monte, deseoso de interactuar con el primer ser que se mostrara en su camino. Hermes no estaba completo sin alguien con quien socializar.
Jean Sinclair- 85
Re: Conociendo el vecindario [Libre]
En el interior del Palacio de la Fragua parecía que todo volvía a la monotonía común, al tedio repetitivo de estar observando el espacio vacío... Takeshi había despertado las armaduras de los Ángeles Ígneos, sin embargo, de poco o nada le valían tener tres armaduras si no tenía quién las vistiera... La perspectiva lo sumió en un hartazgo e inactividad difícil de vencer, ya que, para cuando su mente se sumía lentamente en el letargo cerraba lentamente sus ojos hasta que...
- ¡Señor! ¡Se ha detectado una nueva presencia en la entrada principal del Olimpo! - grita, más que anunciar, el autómata creador por manos de Hefesto... Aquella voz mecánica lo despertó instantáneamente de su sopor, para levantarse inmediatamente para reprender a su sirviente más leal, sin embargo, un segundo destello azulado fue lo que pudo advertir el humano antes de ser tacleado por un segundo autómata, MiniAlfa, quien le había sacado por completo el aire - ¡Señor! ¡Señor! ¡Peligro! ¡Peligro - anunció el segundo, cuando Takeshi lo tomó y lo aventó hacia una fuente cercana, tal vez el agua lograría freír sus circuitos o por lo menos bajar esa euforia ígnea que él mismo había integrado a su programación.
Agua... Una nueva decoración que acompañaba al Palacio de Hefesto en el Olimpo; aquello le provocó un profundo malestar, lo cual lo sumió nuevamente en el límite de una sombra anímica.
- Tal vez sea buena idea saludar - murmuró cuando su cuerpo se llenó de fuego y se consumió instantáneamente; momentos después reapareció con el mismo espectáculo de luces rojizas desprendiéndose de su cuerpo, en la explanada principal del Olimpo... Sí, sí, belleza eterna, poder inigualable, eternidad... Aquellos conceptos que ahora le parecían vacíos a causa de cierto encuentro dolorosamente fresco en su memoria, lo hizo buscar inmediatamente el origen de aquella presencia desconocida.
Escuchó un silbido alegre que contenía una melodía... Aquello era demasiado mundano para ser producido por alguien versado en la música, sin embargo, no abandonó sus esperanzas... Comenzó a subir las escalinatas olímpicas detrás de una figura desconocida ya que, gracias al bienaventurado astro solar, lo único que lograba ver era una silueta:
- ¡Eh! ¡Oye! ¡Voltea! - grita pleno pulmón el recipiente del Dios de la Forja en un intento de capturar la atención del recién llegado al vecindario - ¡No me hagas subir hasta allá ingrato! - adjunta, alegremente mientras espera la respuesta de su interlocutor.
Probablemente serían buenas noticias, o tal vez malas, uno a uno los Dioses Olímpicos parecían despertar.... No necesitaba ser el oráculo de Delfos para presumir que una calamidad se avecinaba para la casa de los inmortales.
- ¡Señor! ¡Se ha detectado una nueva presencia en la entrada principal del Olimpo! - grita, más que anunciar, el autómata creador por manos de Hefesto... Aquella voz mecánica lo despertó instantáneamente de su sopor, para levantarse inmediatamente para reprender a su sirviente más leal, sin embargo, un segundo destello azulado fue lo que pudo advertir el humano antes de ser tacleado por un segundo autómata, MiniAlfa, quien le había sacado por completo el aire - ¡Señor! ¡Señor! ¡Peligro! ¡Peligro - anunció el segundo, cuando Takeshi lo tomó y lo aventó hacia una fuente cercana, tal vez el agua lograría freír sus circuitos o por lo menos bajar esa euforia ígnea que él mismo había integrado a su programación.
Agua... Una nueva decoración que acompañaba al Palacio de Hefesto en el Olimpo; aquello le provocó un profundo malestar, lo cual lo sumió nuevamente en el límite de una sombra anímica.
- Tal vez sea buena idea saludar - murmuró cuando su cuerpo se llenó de fuego y se consumió instantáneamente; momentos después reapareció con el mismo espectáculo de luces rojizas desprendiéndose de su cuerpo, en la explanada principal del Olimpo... Sí, sí, belleza eterna, poder inigualable, eternidad... Aquellos conceptos que ahora le parecían vacíos a causa de cierto encuentro dolorosamente fresco en su memoria, lo hizo buscar inmediatamente el origen de aquella presencia desconocida.
Escuchó un silbido alegre que contenía una melodía... Aquello era demasiado mundano para ser producido por alguien versado en la música, sin embargo, no abandonó sus esperanzas... Comenzó a subir las escalinatas olímpicas detrás de una figura desconocida ya que, gracias al bienaventurado astro solar, lo único que lograba ver era una silueta:
- ¡Eh! ¡Oye! ¡Voltea! - grita pleno pulmón el recipiente del Dios de la Forja en un intento de capturar la atención del recién llegado al vecindario - ¡No me hagas subir hasta allá ingrato! - adjunta, alegremente mientras espera la respuesta de su interlocutor.
Probablemente serían buenas noticias, o tal vez malas, uno a uno los Dioses Olímpicos parecían despertar.... No necesitaba ser el oráculo de Delfos para presumir que una calamidad se avecinaba para la casa de los inmortales.
Takeshi- 216
Re: Conociendo el vecindario [Libre]
- Rayos... no pensé que alguien me tomaría por detrás. Afortunadamente tengo la solución perfecta.
Jean se detuvo a pensar un instante al escuchar que alguien le hablaba y rapidamente se teletransportó un centenar de metros atrás.
- Demasiado lejos...- pensó al ver ahora de espaldas a aquel cuerpo de joven que lo había llamado. Jean estaba seguro de como actuar, y lejos de estar asustado. Se teletransportó una vez más para quedar a unos siete metros de distancia de su interpelador. Con vos amistosa, se dirigió hacia él:
- Preveo este episodio más como un feliz encuentro que como una persecución. No le haré ir a ningún lado, simplemente no le había visto. Yo soy Hermes, reportándome ante el Olimpo despierto en esta era y acudiendo a ocupar mi lugar en la tierra de los dioses. ¿Con quién tengo el gusto?
Jean habló con hidalguía pero sin abandonar ese tono que le hacía escucharse amigable, confiable, conciliador e inofensivo.
Jean se detuvo a pensar un instante al escuchar que alguien le hablaba y rapidamente se teletransportó un centenar de metros atrás.
- Demasiado lejos...- pensó al ver ahora de espaldas a aquel cuerpo de joven que lo había llamado. Jean estaba seguro de como actuar, y lejos de estar asustado. Se teletransportó una vez más para quedar a unos siete metros de distancia de su interpelador. Con vos amistosa, se dirigió hacia él:
- Preveo este episodio más como un feliz encuentro que como una persecución. No le haré ir a ningún lado, simplemente no le había visto. Yo soy Hermes, reportándome ante el Olimpo despierto en esta era y acudiendo a ocupar mi lugar en la tierra de los dioses. ¿Con quién tengo el gusto?
Jean habló con hidalguía pero sin abandonar ese tono que le hacía escucharse amigable, confiable, conciliador e inofensivo.
Jean Sinclair- 85
Re: Conociendo el vecindario [Libre]
"Pero qué diablos..." se pregunta en su fuero interno la reencarnación de Hefesto mientras es testigo de las múltiples teletransportaciones de su interlocutor, tal como si fuera una habilidad apenas descubierta por el recién llegado al Olimpo, finalmente, cuando éste decide reaparecer a siete metros de él puede mirarlo directamente a la cara... Jamás había visto a esa persona, sus rasgos le parecían completamente desconocidos y sin embargo su cosmos lo percibía como alguien que ya había conocido con anterioridad:
"Hermes" murmura con un regusto agridulce en su interior la consciencia de Hefesto "El mensajero de los Dioses... En la época del mito se le conocía por su habilidad por alcanzar lugares que difícilmente otro Dios lograría, por su velocidad... pero sobretodo.... por su genio manipulador... Ten cuidado Takeshi" adjunta el Dios.
"Descuida, iré con cuidado" responde el humano.
- Un feliz encuentro - murmura para sus adentros el humano, dejándose diluir momentáneamente en un ola de recuerdos - Ja, ja, creo que he tenido suficiente de ésos...Yo soy Hefesto, Dios de la Forja Olímpica; si eres aliado de mi padre Zeus no veo la razón por la cual esto se convierta en una persecución... ¡Mucho gusto Hermes!- replica alegremente el humano mientras esboza la mejor de sus sonrisas ante el recién llegado... Otro Dios en el Olimpo... Aquello no presagiaba nada bueno... se preguntaba si Poseidón se estaría armando en el fondo del mar también.
"Cyril"
"Hermes" murmura con un regusto agridulce en su interior la consciencia de Hefesto "El mensajero de los Dioses... En la época del mito se le conocía por su habilidad por alcanzar lugares que difícilmente otro Dios lograría, por su velocidad... pero sobretodo.... por su genio manipulador... Ten cuidado Takeshi" adjunta el Dios.
"Descuida, iré con cuidado" responde el humano.
- Un feliz encuentro - murmura para sus adentros el humano, dejándose diluir momentáneamente en un ola de recuerdos - Ja, ja, creo que he tenido suficiente de ésos...Yo soy Hefesto, Dios de la Forja Olímpica; si eres aliado de mi padre Zeus no veo la razón por la cual esto se convierta en una persecución... ¡Mucho gusto Hermes!- replica alegremente el humano mientras esboza la mejor de sus sonrisas ante el recién llegado... Otro Dios en el Olimpo... Aquello no presagiaba nada bueno... se preguntaba si Poseidón se estaría armando en el fondo del mar también.
"Cyril"
Takeshi- 216
Re: Conociendo el vecindario [Libre]
- ¡Hefesto! ¡Querido hermano mío! - dijo con tono de alegre nostalgia Jean, como quien encuentra un viejo amigo- ¡Qué gusto encontrarte! Creo que eres el único de mis hermanos a quien puedo saludar sin temor a que me ataque o envíe un ejército de humanos a por mi cabeza. Por supuesto que soy aliado de la paz y del sabio reinar de nuestro querido padre. Espero todo esté en su debido Orden aquí en el monte sagrado y haya lugar para que tu pequeño hermano pueda descansar cuando se aburre de sus asuntos con los mortales. A parte de eso, tengo la intención de manifestarme a disposición de nuestro padre y señor Zeus para cualquier cosa que él necesite.
Las palabras de Jean sonaban como las de alguien sencillo, sin mayores ambiciones, amistoso y humilde, que no deseaba más de lo poco que decía.
Las palabras de Jean sonaban como las de alguien sencillo, sin mayores ambiciones, amistoso y humilde, que no deseaba más de lo poco que decía.
Jean Sinclair- 85
Re: Conociendo el vecindario [Libre]
"¿Hermano?" inquiere en un sobresalto mientras las palabras de Hermes logran confundir la consciencia humana de Hefesto... Al mismo tiempo, tras un examen detenido de la fisonomía y actitud de su interlocutor, no logra advertir ningún signo de hostilidad o de agresión en el ánimo de éste, como si tratara de pasar como un simple visitante... El punto es que no era un simple visitante, era un Dios... Digno de todas las fanfarrias, festivales y triunfos que pudieran rendirle, ser tan lastimosamente humilde le parecía algo que bien podría albergar un segundo deseo e impropio de una deidad, sobretodo de un hijo de Zeus ... Entonces un pensamiento malévolo cruzó por la mente del ahora pelirrojo:
"Sí, hermano, efectivamente... No puedo entender cómo diablos se me pudo escapar algo como eso, jajajaja" murmura en el interior de Takeshi el Dios de la Fojra; de poder verlo sabía que tendría una sonrisa cínica en su boca "Pero tal vez sea algo bueno que te haya encontrado a ti... Deberíamos..." adjunta con mayor seriedad mientras extiende su palma derecha frente a su cuerpo, dando nacimiento a una llama "Probarlo" culmina Takeshi quien había intuido con perfecta sincronía las intenciones del inmortal.
- Aburrido dices, sí, de eso tenemos toneladas en el Olimpo, pero tengo la solución perfecta - dice tranquilamente mientras el color rojo de su palma se vuelve aún más intenso a causa de una concentración energética en esta - Tal vez debería probarte antes, hermanito, para saber si le serás de utilidad a nuestro padre... ¡Será divertido! - adjunta cuando sopla sobre la llama recién creada... De su divino aliento combinado con el fuego sobre su palma se generan esferas perfectas, diminutas, que caen como una lluvia de balas ígneas en dirección de Hermes, golpeado y destruyendo con su paso los escalones marmóleos de la escalinata olímpica
- ¡Quien pierda reparará los daños! - adjunta cerrándole el ojo izquierdo en un gesto de compañerismo tras haber generado una lluvia de diminutos meteoros... "¿De verdad está bien que recibas a tu hermano a punta de golpes?" inquiere el humano mentalmente mientras una densa pantalla de humo se levanta como consecuencia del ataque "Si es el Hermes que recuerdo, puede con eso y más".
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OFF: Agradécele a Cyril especialmente que haya pasado a modo batalla xD
"Sí, hermano, efectivamente... No puedo entender cómo diablos se me pudo escapar algo como eso, jajajaja" murmura en el interior de Takeshi el Dios de la Fojra; de poder verlo sabía que tendría una sonrisa cínica en su boca "Pero tal vez sea algo bueno que te haya encontrado a ti... Deberíamos..." adjunta con mayor seriedad mientras extiende su palma derecha frente a su cuerpo, dando nacimiento a una llama "Probarlo" culmina Takeshi quien había intuido con perfecta sincronía las intenciones del inmortal.
- Aburrido dices, sí, de eso tenemos toneladas en el Olimpo, pero tengo la solución perfecta - dice tranquilamente mientras el color rojo de su palma se vuelve aún más intenso a causa de una concentración energética en esta - Tal vez debería probarte antes, hermanito, para saber si le serás de utilidad a nuestro padre... ¡Será divertido! - adjunta cuando sopla sobre la llama recién creada... De su divino aliento combinado con el fuego sobre su palma se generan esferas perfectas, diminutas, que caen como una lluvia de balas ígneas en dirección de Hermes, golpeado y destruyendo con su paso los escalones marmóleos de la escalinata olímpica
- ¡Quien pierda reparará los daños! - adjunta cerrándole el ojo izquierdo en un gesto de compañerismo tras haber generado una lluvia de diminutos meteoros... "¿De verdad está bien que recibas a tu hermano a punta de golpes?" inquiere el humano mentalmente mientras una densa pantalla de humo se levanta como consecuencia del ataque "Si es el Hermes que recuerdo, puede con eso y más".
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OFF: Agradécele a Cyril especialmente que haya pasado a modo batalla xD
Takeshi- 216
¡Estoy detrás de ti!
- Esto.... ¡Mierda! No recordaba este infeliz fuera tan grosero- pensó Jean al ver el ataque que Hefesto le lanzaba. - Ya no me creerá, tendré que jugar rudo con él. El joven dios carecía en ese momento de la expresión banal que lo caracterizaba. Apretaba los dientes y sus ojos temblaban nerviosamente. Pero en un momento, así como el actor de teatro mantiene la compostura en el escenario a pesar de un eventual molestar, esbozó una sonrisa confidente y sus cejas se levantaron achinando sus ojos en una expresión de goce. Sólo entonces se concentró en numerosas esferas flamígeras que ya se dirigían hacia él a gran velocidad.
- Debo esquivar eso- notó inmediatamente. Lo difícil no era evitar el ataque, si no terminar en el lugar correcto. Fijó a su atacante entre sus dos ojos. Sólo tenía un instante para captar perfectamente la posición en la que se encontraba.
- Nueve metros hacia el frente, cuarenta y cinco centímetros hacia arriba. Puedo hacerlo. Se dijo a sí mismo Jean mientras su sonrisa se agudizaba un poco.
El joven mensajero de los dioses se desvaneció en un momento, sin dejar rastro ni estela alguna. Las poderosas balas ígneas siguieron su camino sin encontrar su objetivo y destruyeron algunas construcciones, en cuyos escombros se erigieron poderosas llamas que abrasaban pesadamente incluso a la distancia.
Durante un instante ínfimo en la métrica del tiempo pero gigante en su intensidad, no se oyó en aquel lado del Olimpo más que el fulgor y el caos de las llamas ardiendo, creciendo por allí y amainando por allá. Una voz banal dio fin a aquel momento.
- ¡Estoy detrás de tí!- grito Hermes con entusiasmo, mostrando una gran sonrisa y ojos abiertos de éxtasis mientras dirigía con todas sus fuerzas su caduceo a la nunca de Hefesto, esperando derribarlo con aquel golpe.
Técnica en Spoiler:
- Debo esquivar eso- notó inmediatamente. Lo difícil no era evitar el ataque, si no terminar en el lugar correcto. Fijó a su atacante entre sus dos ojos. Sólo tenía un instante para captar perfectamente la posición en la que se encontraba.
- Nueve metros hacia el frente, cuarenta y cinco centímetros hacia arriba. Puedo hacerlo. Se dijo a sí mismo Jean mientras su sonrisa se agudizaba un poco.
El joven mensajero de los dioses se desvaneció en un momento, sin dejar rastro ni estela alguna. Las poderosas balas ígneas siguieron su camino sin encontrar su objetivo y destruyeron algunas construcciones, en cuyos escombros se erigieron poderosas llamas que abrasaban pesadamente incluso a la distancia.
Durante un instante ínfimo en la métrica del tiempo pero gigante en su intensidad, no se oyó en aquel lado del Olimpo más que el fulgor y el caos de las llamas ardiendo, creciendo por allí y amainando por allá. Una voz banal dio fin a aquel momento.
- ¡Estoy detrás de tí!- grito Hermes con entusiasmo, mostrando una gran sonrisa y ojos abiertos de éxtasis mientras dirigía con todas sus fuerzas su caduceo a la nunca de Hefesto, esperando derribarlo con aquel golpe.
Técnica en Spoiler:
- ¡Estoy detrás de ti!:
¡Estoy detrás de tí!: Cuando es atacado, a menudo Jean evita llegar a ser impactado usando su habilidad para teletransportarse. Cuando hace esto puede aparecer detrás de su rival y derribarlo con un fuerte golpe a sus espaldas.
Jean Sinclair- 85
Re: Conociendo el vecindario [Libre]
Seré severo en las calificaciones, así que espero un buen desempeño en su rol, teniendo en cuenta que no es un entrenamiento sino una pelea ya que no aclararon, proseguiré a calificar.
Takeshi: siendo una introducción junto con un ataque de área, vi muy poco de tu ataque como de la descripción de tus acciones, me gusta el contraste que das hablando con Hefesto, pero me gustaría que en el próximo turno te esforzaras más en las descripciones.
No olvides colocar en spoiler siempre el ataque que usas y la cuenta que se lleva de consumo de cosmos.
Jean: deberás esforzarte más en el combate, separa los párrafos dándole pausas, la lectura de lo contrario se vuelve pesada y molesta. Me gustaría ver un poco más como Hermes se desenvuelve, tu fuerte son los movimientos, céntrate en eso y procura describirlos mejor, al igual que Takeshi necesitas reforzar más el rol. Espero una mejora en el próximo turno.
Recuerda debes llevar la cuenta de tu cosmos, lo que consumes y lo que te queda, como así también recuerda el link en tu perfil.
Puede continuar...
Takeshi: siendo una introducción junto con un ataque de área, vi muy poco de tu ataque como de la descripción de tus acciones, me gusta el contraste que das hablando con Hefesto, pero me gustaría que en el próximo turno te esforzaras más en las descripciones.
No olvides colocar en spoiler siempre el ataque que usas y la cuenta que se lleva de consumo de cosmos.
- Nota:
- 3
Jean: deberás esforzarte más en el combate, separa los párrafos dándole pausas, la lectura de lo contrario se vuelve pesada y molesta. Me gustaría ver un poco más como Hermes se desenvuelve, tu fuerte son los movimientos, céntrate en eso y procura describirlos mejor, al igual que Takeshi necesitas reforzar más el rol. Espero una mejora en el próximo turno.
Recuerda debes llevar la cuenta de tu cosmos, lo que consumes y lo que te queda, como así también recuerda el link en tu perfil.
- Nota:
- 2
Puede continuar...
Cosmos- 276
Re: Conociendo el vecindario [Libre]
Aquella maniobra era propia de un cobarde, de un traidor, no de un guerrero del Olimpo, ni de un Dios, mucho menos de hijo del Divino Zeus, y sin embargo aquella había sido la forma de actuar de Hermes... un golpe a traición por la espalda.
El recipiente humano del alma de Hefesto sintió un impacto en la parte trasera de su cráneo que lo sumió inmediatamente en un aletargamiento generalizado, momentáneamente su rojizo mirar se tornó difuso al tiempo que sintió como ambas rodillas flaquearon momentáneamente, por lo cual posó la derecha sobre el suelo y utilizó ambas palmas para soportar su peso... Sacudió varias veces su cabeza antes de lograr restablecer sus sentidos.
Empero, el rostro de Takeshi, el cual se encontraba escondido bajo la caída de su rojizo cabello mostraba una curiosa transformación; la que hasta hace unos momentos había sido una mueca amable y amistosa para el hermano de Hefesto ahora exhibía una sonrisa rota, cínica, procaz.
"Tampoco podría decirse que recibir a tu hermano con un golpe en la nuca deba ser algo considerado como respetuoso" concluye la consciencia humana en el interior de Takeshi, sin embargo, un sentimiento común en ambos comienza a alterarse, crece exponencialmente hasta que se desborda en el fuero privado del forjador, son las ansias de batalla que le carcomen por dentro "No te preocupes, es algo que el Hermes que yo conozco, en definitiva haría... Atácalo con todo lo que tengas" responde rápidamente Hefesto, dejándose llevar por aquella hambre tan conocida por él; el hambre de poner a prueba la fuerza de uno mismo.
Entonces, pasados algunos minutos posteriores al ataque artero de Hermes, Takeshi se reincorpora hasta posarse totalmente erguido, orgulloso, encarándolo... Sus orbes escarlatas se mantienen fijos en su hermano, tal como si quisiera extraer la esencia de ese Dios.
Finalmente la ira de Hefesto se había desatado; su cuerpo se protegió mediante una materia etérea de color dorado, que alcanzó cada extremidad de su ser... poco a poco, se amoldó a su fisonomía para posteriormente tomar un cuerpo físico... De esa forma, la armadura de Hefesto vistió a Takeshi, tal como un augurio ominoso.
- Seguirás detrás de mi una eternidad, hermano - inicia cuando invoca su cosmos el cual se muestra refulgente en tonalidades escarlatas, las cuales se mueven en una danza que emula el fuego recién encendido, que zozobra y finalmente alcanza su plenitud - Y ahí te quedarás - adjunta cuando rápidamente la energía se concentra con mayor intensidad a la altura de ambos brazos, aquél tono que apenas se fraguaba adquiere una tonalidad semejante a la de la sangre, intensa, arrebatadora, ya que ambos brazos parecen estar siendo consumidos por el fuego... Sin embargo, en un movimiento magistral, el forjador japonés posa ambas manos extendidas frente a su cuerpo formando dos perfectas formas esféricas que giran interminablemente, el tono rojizo ha abandonado sus brazos para fundirse en ambas formas que brillan intensamente en armonía con el airado mirar de Takeshi - De esta forma se pelea hermano, de frente, sin miedos, sin trampas... AHORA SUFRE MI FUNDICIÓN ESTELAR! - adjunta vehementemente cuando produce un choque entre ambas esferas a la altura de su pecho... Los núcleos de ambas esferas chocan de forma estridente cambiando nuevamente de forma pues, donde anteriormente existían dos cuerpos esféricos perfectos, ahora tiene nacimiento uno nuevo con mayor dimensión que el anterior; súbitamente Takeshi proyecta su cuerpo levemente hacia el frente procurando insuflar mayor vitalidad en la nueva esfera la cual sale disparada en una línea perfecta en dirección al cuerpo de Hermes... Tras su paso, el mármol que recubre el Olimpo se destruye, tal como si de hojas de árboles se tratara al tiempo que da nacimiento a intermitentes partículas rojizas que mueren al tocar el suelo ahora desmantelado.
Detrás de todo el bullicio generado por la ofensiva del dios de la forja olímpica su rostro dibuja una sonrisa de oreja a oreja, aguardando que el ataque logre su cometido e impacte a su hermano. Impaciente y aguerrido.
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Quería hacer una aclaración, el ataque que realicé al inicio no es la lluvia de meteoros , sino un ataque basado en la habilidad de pirocontrol, por lo que el gasto de cosmos sería de 200 y no de 300 como un ataque de área, por esa razón no la puse en spoiler... Salvo la mejor opinión del juez.
Conteo:
1000-200 (AD mío)=800-200(CA Hermes)=600-200 (AD)= 400
El recipiente humano del alma de Hefesto sintió un impacto en la parte trasera de su cráneo que lo sumió inmediatamente en un aletargamiento generalizado, momentáneamente su rojizo mirar se tornó difuso al tiempo que sintió como ambas rodillas flaquearon momentáneamente, por lo cual posó la derecha sobre el suelo y utilizó ambas palmas para soportar su peso... Sacudió varias veces su cabeza antes de lograr restablecer sus sentidos.
Empero, el rostro de Takeshi, el cual se encontraba escondido bajo la caída de su rojizo cabello mostraba una curiosa transformación; la que hasta hace unos momentos había sido una mueca amable y amistosa para el hermano de Hefesto ahora exhibía una sonrisa rota, cínica, procaz.
"Tampoco podría decirse que recibir a tu hermano con un golpe en la nuca deba ser algo considerado como respetuoso" concluye la consciencia humana en el interior de Takeshi, sin embargo, un sentimiento común en ambos comienza a alterarse, crece exponencialmente hasta que se desborda en el fuero privado del forjador, son las ansias de batalla que le carcomen por dentro "No te preocupes, es algo que el Hermes que yo conozco, en definitiva haría... Atácalo con todo lo que tengas" responde rápidamente Hefesto, dejándose llevar por aquella hambre tan conocida por él; el hambre de poner a prueba la fuerza de uno mismo.
Entonces, pasados algunos minutos posteriores al ataque artero de Hermes, Takeshi se reincorpora hasta posarse totalmente erguido, orgulloso, encarándolo... Sus orbes escarlatas se mantienen fijos en su hermano, tal como si quisiera extraer la esencia de ese Dios.
Finalmente la ira de Hefesto se había desatado; su cuerpo se protegió mediante una materia etérea de color dorado, que alcanzó cada extremidad de su ser... poco a poco, se amoldó a su fisonomía para posteriormente tomar un cuerpo físico... De esa forma, la armadura de Hefesto vistió a Takeshi, tal como un augurio ominoso.
- Seguirás detrás de mi una eternidad, hermano - inicia cuando invoca su cosmos el cual se muestra refulgente en tonalidades escarlatas, las cuales se mueven en una danza que emula el fuego recién encendido, que zozobra y finalmente alcanza su plenitud - Y ahí te quedarás - adjunta cuando rápidamente la energía se concentra con mayor intensidad a la altura de ambos brazos, aquél tono que apenas se fraguaba adquiere una tonalidad semejante a la de la sangre, intensa, arrebatadora, ya que ambos brazos parecen estar siendo consumidos por el fuego... Sin embargo, en un movimiento magistral, el forjador japonés posa ambas manos extendidas frente a su cuerpo formando dos perfectas formas esféricas que giran interminablemente, el tono rojizo ha abandonado sus brazos para fundirse en ambas formas que brillan intensamente en armonía con el airado mirar de Takeshi - De esta forma se pelea hermano, de frente, sin miedos, sin trampas... AHORA SUFRE MI FUNDICIÓN ESTELAR! - adjunta vehementemente cuando produce un choque entre ambas esferas a la altura de su pecho... Los núcleos de ambas esferas chocan de forma estridente cambiando nuevamente de forma pues, donde anteriormente existían dos cuerpos esféricos perfectos, ahora tiene nacimiento uno nuevo con mayor dimensión que el anterior; súbitamente Takeshi proyecta su cuerpo levemente hacia el frente procurando insuflar mayor vitalidad en la nueva esfera la cual sale disparada en una línea perfecta en dirección al cuerpo de Hermes... Tras su paso, el mármol que recubre el Olimpo se destruye, tal como si de hojas de árboles se tratara al tiempo que da nacimiento a intermitentes partículas rojizas que mueren al tocar el suelo ahora desmantelado.
Detrás de todo el bullicio generado por la ofensiva del dios de la forja olímpica su rostro dibuja una sonrisa de oreja a oreja, aguardando que el ataque logre su cometido e impacte a su hermano. Impaciente y aguerrido.
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- Técnica:
- Fundición estelar.- Takeshi eleva su cosmos para acumular energía en ambos brazos, la cual al alcanzar el nivel deseado será moldeada en forma esférica en cada una de sus palmas, posteriormente las unirá en una sola para incrementar su poder, finalmente lanzará esa única esfera hacia el enemigo.
Quería hacer una aclaración, el ataque que realicé al inicio no es la lluvia de meteoros , sino un ataque basado en la habilidad de pirocontrol, por lo que el gasto de cosmos sería de 200 y no de 300 como un ataque de área, por esa razón no la puse en spoiler... Salvo la mejor opinión del juez.
Conteo:
1000-200 (AD mío)=800-200(CA Hermes)=600-200 (AD)= 400
Takeshi- 216
¡Estoy detrás de ti otra vez!
La encarnación de Hermes sonreía al escuchar el descargo su hermano mitológico. Había extraído el conocimiento de la forma de ser del dios de la forja del ser divino que habitaba en su interior. Otro ataque temible se le sobrevenía, pero él esbozó una vez más su cínica sonrisa característica. Sabía exactamente qué molestaría más que ninguna otra cosa al joven dios que lo atacaba, y eso era exactamente lo que haría el embustero del Olimpo. A pesar de carecer del gusto por los combates propio de los guerreros, Hermes disfrutaba mucho poder burlarse de los ataques de poderosos seres y ser para ellos más que un rival más irritante que temible.
- Supongo que el viejo truco funcionará una vez más... - pensó con satisfacción por su capacidad de ser un adversario terriblemente molesto, mientras ya podía sentir el penetrante calor de la poderosa esfera rojiza que se acercaba velozmente hacia él, haciendo trizas todo a su paso.
- Esta vez resistiré hasta último momento, para mayor dramatismo.- se dijo así mismo el dios mensajero. El poderoso ataque ya casi lo tocaba cuando las luces de la esfera y el polvo levantado no dejaron ver exactamente lo que pasaba.
La explosión producida por la fundición estelar fue terrible. Rapidamente innumerables fisuras en el suelo serpentearon caóticas por varios metros a la redonda, levantando en largas columnas ascendentes pequeños trozos de piedra, como si de agua saliendo de géiseres se tratara. Los pilares en las cercanías se vieron desmoronarse y ser tragados por la tierra, como si el sólido suelo que antes los sostenía desde la base se hubiera convertido en vapor. Un aterrador y humeante cráter de grandes proporciones quedó formado allí donde impactó la poderosa técnica, como si un meteoro hubiera golpeado el monte de los dioses.
- ¡Lo siento hermano! ¡Soy un hombre de paz y no sé pelear! Dijo Hermes mientras, con la misma sonrisa y la misma expresión de éxtasis volvió a aparecer detrás del herrero olímpico. Con la precisión de un experto de Kendo intentó imitar exactamente el golpe anterior, descargando secamente, con justeza, el cadúceo tomado con las dos manos sobre la nuca de su adversario.
Técnica usada:
Conteo: 1000 - 100 (primer CA) - 100 (segundo CA) = 800.
Contraataques restantes: 0/2
Aclaración: Espero no se lo tome a mal juez, pero no tengo interés en describir mis acciones más de lo que a mí me parece apropiado. Califique con un número natural tan bajo como quiera, ya que para eso tiene usted sus facultades y no le cuestiono en ningún aspecto. Tomo el consejo del espaciado entre párrafos.
- Supongo que el viejo truco funcionará una vez más... - pensó con satisfacción por su capacidad de ser un adversario terriblemente molesto, mientras ya podía sentir el penetrante calor de la poderosa esfera rojiza que se acercaba velozmente hacia él, haciendo trizas todo a su paso.
- Esta vez resistiré hasta último momento, para mayor dramatismo.- se dijo así mismo el dios mensajero. El poderoso ataque ya casi lo tocaba cuando las luces de la esfera y el polvo levantado no dejaron ver exactamente lo que pasaba.
La explosión producida por la fundición estelar fue terrible. Rapidamente innumerables fisuras en el suelo serpentearon caóticas por varios metros a la redonda, levantando en largas columnas ascendentes pequeños trozos de piedra, como si de agua saliendo de géiseres se tratara. Los pilares en las cercanías se vieron desmoronarse y ser tragados por la tierra, como si el sólido suelo que antes los sostenía desde la base se hubiera convertido en vapor. Un aterrador y humeante cráter de grandes proporciones quedó formado allí donde impactó la poderosa técnica, como si un meteoro hubiera golpeado el monte de los dioses.
- ¡Lo siento hermano! ¡Soy un hombre de paz y no sé pelear! Dijo Hermes mientras, con la misma sonrisa y la misma expresión de éxtasis volvió a aparecer detrás del herrero olímpico. Con la precisión de un experto de Kendo intentó imitar exactamente el golpe anterior, descargando secamente, con justeza, el cadúceo tomado con las dos manos sobre la nuca de su adversario.
Técnica usada:
- ¡Estoy detrás de ti!:
¡Estoy detrás de tí!: Cuando es atacado, a menudo Jean evita llegar a ser impactado usando su habilidad para teletransportarse. Cuando hace esto puede aparecer detrás de su rival y derribarlo con un fuerte golpe a sus espaldas.
Conteo: 1000 - 100 (primer CA) - 100 (segundo CA) = 800.
Contraataques restantes: 0/2
Aclaración: Espero no se lo tome a mal juez, pero no tengo interés en describir mis acciones más de lo que a mí me parece apropiado. Califique con un número natural tan bajo como quiera, ya que para eso tiene usted sus facultades y no le cuestiono en ningún aspecto. Tomo el consejo del espaciado entre párrafos.
Jean Sinclair- 85
Re: Conociendo el vecindario [Libre]
Espero entiendan que es un combate donde el rol es lo que tengo para calificar, si es pobre o no veo que tenga fuerza entonces calificare como crea conveniente, aclarado esto buena suerte a ambos.
Takeshi: me agrada el rico vocabulario que tienes, un amplio abanico de palabras para describir sin recurrir y caer siempre en las mismas. El dialogo interno con Hefesto enriquece el carácter de tu personaje. Tu técnica fue bien ejecutada, como consejo al usar fuego y tener ataques destructivos en si no te prives, destruye a tu alrededor sin miedo, el ambiente también juega a favor en el rol.
Jean: recuerda que al repetir una técnica tu gasto de cosmos es de un 20% por lo que el segundo contra ataque consumirá 120 y no 100 de tu cosmos. Esta vez no me costo tanto llevar la lectura y pude ver un poco más la agilidad de tu personaje, lo único que te juega en contra de nuevo es que no llego a ver realmente desarrollarse tu técnica, que en si en un combate de rol es la fortaleza y lo que te hará ganar, saber desarrollarla.
Pueden continuar.
Takeshi: me agrada el rico vocabulario que tienes, un amplio abanico de palabras para describir sin recurrir y caer siempre en las mismas. El dialogo interno con Hefesto enriquece el carácter de tu personaje. Tu técnica fue bien ejecutada, como consejo al usar fuego y tener ataques destructivos en si no te prives, destruye a tu alrededor sin miedo, el ambiente también juega a favor en el rol.
- NOTA:
- 7
Jean: recuerda que al repetir una técnica tu gasto de cosmos es de un 20% por lo que el segundo contra ataque consumirá 120 y no 100 de tu cosmos. Esta vez no me costo tanto llevar la lectura y pude ver un poco más la agilidad de tu personaje, lo único que te juega en contra de nuevo es que no llego a ver realmente desarrollarse tu técnica, que en si en un combate de rol es la fortaleza y lo que te hará ganar, saber desarrollarla.
- NOTA:
- 5
Pueden continuar.
Cosmos- 276
Re: Conociendo el vecindario [Libre]
Raudo y veloz, como una estrella a punto de golpear la faz de la Tierra, el ataque de Hefesto erra el objetivo apenas a unos instantes de alcanzarlo... La figura de Hermes desaparece de su ubicación mientras la ofensiva del Dios de la Fragua golpea inevitablemente el mármol donde antes se posaba el hijo de Zeus... El lugar se encuentra privado de todo sonido, tal como la calma que precede a la tormenta, para que una explosión tenga lugar... Acrecenta su radio en una perfecta circunferencia destructiva que abrasa todo lo que se encuentra en su interior, mármol y roca se funden... Sin embargo la escena se ve llena de llamas que comienzan a consumir cualqueir cosa que esté a su paso; la ira de Hefesto, lo que todo los destruye, todo lo quema... Provoca que el infierno se desate en el Olimpo.
Empero, el mensajero de los Dioses tiene la firme convicción de mantenerse imbatible, indemne, impoluto... Que un Dios no desee ensuciarse las vestimentas no es algo nuevo, sin embargo es algo que tanto Takeshi como Hefesto encuentran alejado de los ideales de Zeus, se aproximan tiempos aciagos para el Paraíso, no es ocasión para que las deidades continúen en su estado gozoso y letárgico que trae consigo la inactividad:
-Predecible, demasiado predecible- murmura el Dios con un tono que parece ser de desaprobación - nunca pensé que un hijo del Divino Zeus fuera capaz de huir de un combate, esconderse en la espalda del rival - continúa con ese mismo tono que ahora se ve mezclado con repulsión - no puedo creer que pretendas ganar con esos golpes a la espalda, sin mirarme a los ojos Hermes - consigue adjuntar cuandl el contraataque del hijo de Zeus está a punto de impactar la nuca de su hermano... Pero, a una escasa distancia de lograr impactar, la energía de Hefestos tiene un cambio abrupto de forma; aún cuando la ira de Hefesto es legendaria la esencia de su alma es el fuego... El fuego que jamás se apaga, que ilumina el camino, que brinda calor... el fuego que protege; por lo que en un espectáculo digno de la autoría de los Dioses Olímpicos, un tornado carmesí se da cabida alrededor del cuerpo del forjador japonés ya que danza, envolviéndolo en su - ¡Manto ígneo! - dice con vehemencia cuando la barrera carmesí se interpone en la trayectoria de la ofensiva de Hermes y el cuerpo de Takeshi, despidiendo partículas rojizas con cada vuelta que logra completar - Como tu hermano te lo digo, nadie puede darse el lujo de decir que es hombre de paz... mucho menos que no sabe pelear... Allá abajo, existen millones de almas que deben ser protegidas, nosotros hemos nacido con la sangre del Padre del Cielo en nuestras venas... Nuestra labor es proteger el reino del cielo así como la Tierra... Un dios en paz es tan útil como intentar iluminar el Inframundo con una vela, como amarrarte de una flor en medio de la inundación... Como orarle a un Dios sordo - culmina cuando rechaza con éxito el nuevo ataque de Hermes, acompañado por un sonido característico del metal golpeando una superficie irrompible, imbatible...
Cumplido su objetivo, el manto ígneo del Artífice Divino se desintegra dejando una leve estela de colores escarlata que adorman su armadura divina... Mientras tanto, el jorfador japonés da media vuelta para encarar a su hermano... Sus orbes encendidas exhiben fuerza, orgullo e indignación, pero su rostro se mantiene pétro, congelado en una mueca que no revela ningún sentimiento en él:
"Jamás entenderá ese mensaje Hefesto, tratar de lidiar con alguien así resulta más costoso que el beneficio que logres sacar... También yo recuerdo haber intentado permear el mismo sentimiento en compañeros de armas en mi vida mortal, simplemente hay personas que no nacen con la naturaleza combativa" comparte mentalmente Takeshi con Hefesto, como quien trata de consolar a alguien en el fracaso "Si comparte la sangre de Zeus que corre por mis venas, no hay ninguna duda de que el ardiente deseo de batalla está inmerso en él... y el Padre del Olimpo necesita dioses que estén dispuestos a guerrear a su lado" es el argumento con el que zanja la discusión que tiene lugar en el interior de Takeshi.
Las cenizas caen cual lluvia, llenan cada paraje cercano con su grácil caída y efímera existencia... Sin embargo, aún no termina aquél encuentro entre hermanos, la esperanza de Hefesto no decae. Aguarda... aguarda.
-------
400-40(Defensa)=360
Tirada de dados:
Empero, el mensajero de los Dioses tiene la firme convicción de mantenerse imbatible, indemne, impoluto... Que un Dios no desee ensuciarse las vestimentas no es algo nuevo, sin embargo es algo que tanto Takeshi como Hefesto encuentran alejado de los ideales de Zeus, se aproximan tiempos aciagos para el Paraíso, no es ocasión para que las deidades continúen en su estado gozoso y letárgico que trae consigo la inactividad:
-Predecible, demasiado predecible- murmura el Dios con un tono que parece ser de desaprobación - nunca pensé que un hijo del Divino Zeus fuera capaz de huir de un combate, esconderse en la espalda del rival - continúa con ese mismo tono que ahora se ve mezclado con repulsión - no puedo creer que pretendas ganar con esos golpes a la espalda, sin mirarme a los ojos Hermes - consigue adjuntar cuandl el contraataque del hijo de Zeus está a punto de impactar la nuca de su hermano... Pero, a una escasa distancia de lograr impactar, la energía de Hefestos tiene un cambio abrupto de forma; aún cuando la ira de Hefesto es legendaria la esencia de su alma es el fuego... El fuego que jamás se apaga, que ilumina el camino, que brinda calor... el fuego que protege; por lo que en un espectáculo digno de la autoría de los Dioses Olímpicos, un tornado carmesí se da cabida alrededor del cuerpo del forjador japonés ya que danza, envolviéndolo en su - ¡Manto ígneo! - dice con vehemencia cuando la barrera carmesí se interpone en la trayectoria de la ofensiva de Hermes y el cuerpo de Takeshi, despidiendo partículas rojizas con cada vuelta que logra completar - Como tu hermano te lo digo, nadie puede darse el lujo de decir que es hombre de paz... mucho menos que no sabe pelear... Allá abajo, existen millones de almas que deben ser protegidas, nosotros hemos nacido con la sangre del Padre del Cielo en nuestras venas... Nuestra labor es proteger el reino del cielo así como la Tierra... Un dios en paz es tan útil como intentar iluminar el Inframundo con una vela, como amarrarte de una flor en medio de la inundación... Como orarle a un Dios sordo - culmina cuando rechaza con éxito el nuevo ataque de Hermes, acompañado por un sonido característico del metal golpeando una superficie irrompible, imbatible...
Cumplido su objetivo, el manto ígneo del Artífice Divino se desintegra dejando una leve estela de colores escarlata que adorman su armadura divina... Mientras tanto, el jorfador japonés da media vuelta para encarar a su hermano... Sus orbes encendidas exhiben fuerza, orgullo e indignación, pero su rostro se mantiene pétro, congelado en una mueca que no revela ningún sentimiento en él:
"Jamás entenderá ese mensaje Hefesto, tratar de lidiar con alguien así resulta más costoso que el beneficio que logres sacar... También yo recuerdo haber intentado permear el mismo sentimiento en compañeros de armas en mi vida mortal, simplemente hay personas que no nacen con la naturaleza combativa" comparte mentalmente Takeshi con Hefesto, como quien trata de consolar a alguien en el fracaso "Si comparte la sangre de Zeus que corre por mis venas, no hay ninguna duda de que el ardiente deseo de batalla está inmerso en él... y el Padre del Olimpo necesita dioses que estén dispuestos a guerrear a su lado" es el argumento con el que zanja la discusión que tiene lugar en el interior de Takeshi.
Las cenizas caen cual lluvia, llenan cada paraje cercano con su grácil caída y efímera existencia... Sin embargo, aún no termina aquél encuentro entre hermanos, la esperanza de Hefesto no decae. Aguarda... aguarda.
-------
400-40(Defensa)=360
Tirada de dados:
- Número aleatorio (1,3) : 2
- Defensa:
- Manto ígneo. Consiste en un torbellino de llamas que tendrá en su epicentro a Takeshi para servir como defensa.
Takeshi- 216
Re: Conociendo el vecindario [Libre]
Las llamas que envolvieron al dios de la forja hacían una formidable presión hacia atrás deteniendo el ataque de Jean. El joven genio solía enamorarse de sus planes, y esto lo volvía un poco obstinado en los momentos de reaccionar rapidamente, empecinándolo con culminar con lo pensado. Así que concentró todo su poder para intentar contrarrestar aquella defensa sumando fuerza a su cadúceo, aún sujetado con las dos manos. El forcejo de cosmos divinos duró un largo instante, en el que Hermes mantuvo los dientes apretados y la mirada expectante.
Finalmente retrajo su ataque y salió flotando varios metros hacia atrás y hacia arriba antes de reincorporarse en su levitación. Al iniciar aquel vuelo dejó ver una sonrisa profunda, de íntima satisfacción.
- Le he dado...no ha sido un golpe de lleno, pero he conseguido hacerle daño. Ji ji ji... se reía pícaro en sus adentros.
Al quedarse quieto retomó su expresión habitual de genio abstraído tras la más perfeccionada de las sonrisas, y con su gesticulación habitual levantando el dedo índice de la mano derecha, le habló a su hermano mitológico.
- Quizás en algo tengas razón. Si yo fuera un dios de paz como dije hace un momento, habría detenido el ataque y evitado quemarme.
El joven mostró ambas manos. Los guantes que vestía habían desaparecido por completo, y dejaban ver varias quemaduras dispersas por ambas manos. De sus mangas quedaban sólo algunos retazos anecdóticos colgando de sus brazos, que alternaban el negro del hoyín con el pálido rojizo de las quemaduras.
- Pero déjame decirte que yo te he venido a mirar a los ojos, hermano, y fuiste tú quien me atacó.- prosiguió el suizo en desahogo, seco, sincero.- Mirar a los ojos y recibir los ataques de frente no viene a ser exactamente lo mismo... De cualquier forma, me has demostrado que no eres tan ingenuo. Entonces entenderás dos cosas...
Como un docente explicando algo sencillo a un estudiante, hablando en forma rápida y banal, mostrando que la cuestión puede ser comprendida sin detenerse demasiado, así habló entonces la encarnación del dios elocuente.
- En primer lugar, hay amenazas de las que un noble guerrero que todo lo resuelve atacando de frente no puede defender al Olimpo. Sé que lo sabes, hermano. Incluso con nuestro pequeño incidente has gastado demasiada energía y has quedado expuesto. - Jean dirigió entonces una mirada desde arriba a su interlocutor. La expresión era completamente neutral e incomunicativa, como queriendo decir que el herrero tenía la decisión.
- La segunda cosa es que ser un noble guerrero no significa atacar a cualquiera que venga a preguntar cómo están las cosas. Deberías guardar tus energías para quienes se muestran un poquitín más hostiles, y lo sabes bien.
Hermes se mostró muy tranquilo en todo su discurso, evitando acentuar las palabras, sonando así imparcial, sensato y conciso.
Cosmos: 800 - 20 (corrección del juez) = 780
CA restantes: 0/2
Habilidad en Spoiler:
Finalmente retrajo su ataque y salió flotando varios metros hacia atrás y hacia arriba antes de reincorporarse en su levitación. Al iniciar aquel vuelo dejó ver una sonrisa profunda, de íntima satisfacción.
- Le he dado...no ha sido un golpe de lleno, pero he conseguido hacerle daño. Ji ji ji... se reía pícaro en sus adentros.
Al quedarse quieto retomó su expresión habitual de genio abstraído tras la más perfeccionada de las sonrisas, y con su gesticulación habitual levantando el dedo índice de la mano derecha, le habló a su hermano mitológico.
- Quizás en algo tengas razón. Si yo fuera un dios de paz como dije hace un momento, habría detenido el ataque y evitado quemarme.
El joven mostró ambas manos. Los guantes que vestía habían desaparecido por completo, y dejaban ver varias quemaduras dispersas por ambas manos. De sus mangas quedaban sólo algunos retazos anecdóticos colgando de sus brazos, que alternaban el negro del hoyín con el pálido rojizo de las quemaduras.
- Pero déjame decirte que yo te he venido a mirar a los ojos, hermano, y fuiste tú quien me atacó.- prosiguió el suizo en desahogo, seco, sincero.- Mirar a los ojos y recibir los ataques de frente no viene a ser exactamente lo mismo... De cualquier forma, me has demostrado que no eres tan ingenuo. Entonces entenderás dos cosas...
Como un docente explicando algo sencillo a un estudiante, hablando en forma rápida y banal, mostrando que la cuestión puede ser comprendida sin detenerse demasiado, así habló entonces la encarnación del dios elocuente.
- En primer lugar, hay amenazas de las que un noble guerrero que todo lo resuelve atacando de frente no puede defender al Olimpo. Sé que lo sabes, hermano. Incluso con nuestro pequeño incidente has gastado demasiada energía y has quedado expuesto. - Jean dirigió entonces una mirada desde arriba a su interlocutor. La expresión era completamente neutral e incomunicativa, como queriendo decir que el herrero tenía la decisión.
- La segunda cosa es que ser un noble guerrero no significa atacar a cualquiera que venga a preguntar cómo están las cosas. Deberías guardar tus energías para quienes se muestran un poquitín más hostiles, y lo sabes bien.
Hermes se mostró muy tranquilo en todo su discurso, evitando acentuar las palabras, sonando así imparcial, sensato y conciso.
Cosmos: 800 - 20 (corrección del juez) = 780
CA restantes: 0/2
- Aclaración:
- A nivel reglas de combate, esto sería un "Paso.". No tengo intención de atacar a Hefestos a menos que él me ataque, nunca las tuve.
Habilidad en Spoiler:
- Sugestión:
Sugestión: Jean tiene una habilidad excepcional para la diplomacia y el convencimiento (o la manipulación) de las personas. Sus palabras siempre suenan sabias y bienintencionadas, sus argumentos sensatos e inteligentes y sus consejos oportunos y convenientes. Si bien no convencerá a nadie de tirarse a un pozo, es normal que las personas en necesidad que no tienen ninguna razón para desconfiar de él terminen confiando en sus palabras. (Off: La decisión siempre es de los otros jugadores, claro).
Jean Sinclair- 85
Re: Conociendo el vecindario [Libre]
Takeshi: no tengo nada que corregir de tu post.
Jean: me agrada ver como vas mejorando en cada post, sigo recomendandote que te hagas más amigo de las descripciones y no tanto de los diálogos, deben complementarse.
Hefesto no atacara más por lo que daré por finalizado el combate.
Por el recuento de notas, Takeshi es el ganador.
- NOTA:
- 7
Jean: me agrada ver como vas mejorando en cada post, sigo recomendandote que te hagas más amigo de las descripciones y no tanto de los diálogos, deben complementarse.
- NOTA:
- 6
Hefesto no atacara más por lo que daré por finalizado el combate.
Por el recuento de notas, Takeshi es el ganador.
Cosmos- 276
Re: Conociendo el vecindario [Libre]
El discurso de su hermano olímpico tenía sentido, ciertamente él había atacado primero, pero lo había hecho de forma justificada... Podía percibirlo, la deidad era plenamente consciente de que tiempos aciagos no tardarían en llegar al Olimpo... Esa era la única razón por la cual había atacado a su hermano, tenía la imperiosa necesidad de aprender más de él, de comprobar su fuerza... Para él existían algunas cosas que únicamente en un intercambio de golpes podía entender... y no se equivocaba.
Con Hermes no se trataba de fuerza, se trataba de astucia, prueba de ello era su habilidad por evitar cualquier tipo de daño y su eterno rechazo a batirse en batalla abierta... Se requería inteligencia, una cabeza fría y una mente calculadora para lograr ese nivel de batalla. Hefesto siempre fue un Dios tosco, demasiado impetuoso... incluso para su propio bien:
"Siento que nuestro cosmos está cerca de extinguirse Hefesto... Si querías comprobar si era un Dios digno ahora ya lo sabes... También puedes estar seguro que si alguien llega a invadir estos sagrados recintos tendrán sobre de ellos a más de un Dios.." le comenta mentalmente Takeshi a Hefesto, como quien secunda la propuesta de Hermes "Lo sé, y él apenas tiene un rasguño... En verdad es un enemigo formidable" contesta el señor de la fragua mientras resiente un mareo "Vámonos de aquí entonces.." intentó el humano, sin embargo únicamente tuvo una negativa por respuesta de la deidad.
- Reconozco tu valor hermano, no sólo has logrado llevarme al límite de mis fuerzas sin que haya logrado hacerte un daño importante... No muchos pueden jactarse de esa hazaña - dice esbozando una sonrisa de oreja a oreja, tal como si todo lo anterior hubiese sido borrado como una marca a la orilla del mar - Zeus necesita dioses para la guerra, aquella que se libra a plena luz... Pero también necesitará guerreros que sean capaces de luchar en la oscuridad, en el anonimato... Y algo me dice que serás perfecto para ese fin - adjunta el hijo del Dios del Trueno mientras con la exigua fuerza que le resta logra extinguir cualquier fuego que se mantenga encendido en la escena...
Sin embargo, también las placas de mármol que ornamentan la residencia de los dioses se reconstruyen poco a poco, como si de pronto el tiempo diera marcha atrás... Desde la pieza pulverizada hasta las colosales columnas que se derrumbaron a causa de las ofensivas, una a una fueron ensamblándose hasta quedar en perfecto estado, tal como si su enfrentamiento jamás hubiera ocurrido.
- En fin, aclarados los puntos entre tú y yo hermano y cumplida la apuesta de quien perdiera tendría que arreglar el desorden... ¿Hay algo que quieras decirme o preguntarme? Tampoco tiene mucho que he despertado pero con gusto te apoyaré en lo que pueda - culmina, en un gesto de genuina amabilidad.
Con Hermes no se trataba de fuerza, se trataba de astucia, prueba de ello era su habilidad por evitar cualquier tipo de daño y su eterno rechazo a batirse en batalla abierta... Se requería inteligencia, una cabeza fría y una mente calculadora para lograr ese nivel de batalla. Hefesto siempre fue un Dios tosco, demasiado impetuoso... incluso para su propio bien:
"Siento que nuestro cosmos está cerca de extinguirse Hefesto... Si querías comprobar si era un Dios digno ahora ya lo sabes... También puedes estar seguro que si alguien llega a invadir estos sagrados recintos tendrán sobre de ellos a más de un Dios.." le comenta mentalmente Takeshi a Hefesto, como quien secunda la propuesta de Hermes "Lo sé, y él apenas tiene un rasguño... En verdad es un enemigo formidable" contesta el señor de la fragua mientras resiente un mareo "Vámonos de aquí entonces.." intentó el humano, sin embargo únicamente tuvo una negativa por respuesta de la deidad.
- Reconozco tu valor hermano, no sólo has logrado llevarme al límite de mis fuerzas sin que haya logrado hacerte un daño importante... No muchos pueden jactarse de esa hazaña - dice esbozando una sonrisa de oreja a oreja, tal como si todo lo anterior hubiese sido borrado como una marca a la orilla del mar - Zeus necesita dioses para la guerra, aquella que se libra a plena luz... Pero también necesitará guerreros que sean capaces de luchar en la oscuridad, en el anonimato... Y algo me dice que serás perfecto para ese fin - adjunta el hijo del Dios del Trueno mientras con la exigua fuerza que le resta logra extinguir cualquier fuego que se mantenga encendido en la escena...
Sin embargo, también las placas de mármol que ornamentan la residencia de los dioses se reconstruyen poco a poco, como si de pronto el tiempo diera marcha atrás... Desde la pieza pulverizada hasta las colosales columnas que se derrumbaron a causa de las ofensivas, una a una fueron ensamblándose hasta quedar en perfecto estado, tal como si su enfrentamiento jamás hubiera ocurrido.
- En fin, aclarados los puntos entre tú y yo hermano y cumplida la apuesta de quien perdiera tendría que arreglar el desorden... ¿Hay algo que quieras decirme o preguntarme? Tampoco tiene mucho que he despertado pero con gusto te apoyaré en lo que pueda - culmina, en un gesto de genuina amabilidad.
Takeshi- 216
Re: Conociendo el vecindario [Libre]
Jean miró con atención a un Hefesto que parecía debatir dentro de su mente. Le observaba expectante cuando comenzó a hablar, y a las pocas palabras del discurso del dios de la forja mostró una sonrisa menos aguda, más sincera. Era en realidad una sonrisa de victoria. Estaba lejos de creer que su victoria habría sido segura si el combate hubiese continuado, pero había cumplido su objetivo pasando la dura prueba que su hermano olímpico le había impuesto.
Hermes comenzó a bajar lentamente hacia el suelo mientras el dios que lo había atacado le expresaba ahora respeto, siempre con la sonrisa anteriormente descripta. Vio con tanto asombro como alivio como el herrero divino reparaba todos los daños que su batalla había causado en el monte sagrado, reintegrando cada partícula dispersa en su antiguo lugar, rearmando de las cenizas cada imponente ornamento de mármol que expresaba la hidalguía de los doce grandes dioses de esta era divina en su mismísimo hogar.
- Ehm... yo no habría podido hacer eso.- pensaba ya relajado el joven suizo mientras descendía de los aires y veía la obra de su par japonés. Continuó en sus pensamientos analizando la situación en la que se encontraba:
- Realmente este tipo parece ser lo que aparenta, la redundancia me valga. No creo que tenga segundas intenciones. Definitivamente me ha puesto una dura prueba.
El dios mensajero llegó a apoyar los pies en el piso justo cuando el del fuego terminaba su discurso proclamando la paz entre ambos.
- Sigo pensando que tus formas no han sido las más correctas- dijo el francés que hablaba ahora relajado, casualmente. Aunque no por eso sus palabras dejaban de estar cuidadosamente seleccionadas.
- Pero estamos de acuerdo en que el fin importa más que los medios, recuerda eso. Necesitamos tolerar diferencias más que remarcarlas. Debemos estar unidos si queremos defender lo que hemos construído, y me alegra que me lo entiendas y me aceptes en función de dicho fin.- el dios de la elocuencia fue retomando su tono pedagógico y autoafirmante.
- En realidad he venido aquí más que nada para presentarme ante mis hermanos, para saber cómo se encuentra todo en el Olimpo. Para mostrarme dispuesto a colaborar con lo que el señor del rayo pueda necesitar en pos de seguir construyendo una eterna edad de oro para él y sus divinos hijos. - el sagaz Jean decía estas palabras naturalmente, con liviandad, hasta con cierta distracción. Como si se encontrara pensando en otra cosa y el discurso emergiera solo de su hábil lengua.
- Sin embargo, ya que lo dices, puede que sí haya algo en particular que pueda preguntarte. Se trata de algunas cosas que he oído. - siempre con liviandad y confianza, hizo una pequeña pausa antes de continuar.
- Hay una mortal que estuvo relacionada con Hades. Me refiero a una mujer llamada Etsu, según tengo entendido. He oído que podría venir aquí a pedir asilo. ¿Ha estado una mortal así en el monte de los dioses? - Hermes habló en un tono dubitativo, como no dando total seguridad en nada de lo que decía. Esperó atento la respuesta del dios herrero.
Hermes comenzó a bajar lentamente hacia el suelo mientras el dios que lo había atacado le expresaba ahora respeto, siempre con la sonrisa anteriormente descripta. Vio con tanto asombro como alivio como el herrero divino reparaba todos los daños que su batalla había causado en el monte sagrado, reintegrando cada partícula dispersa en su antiguo lugar, rearmando de las cenizas cada imponente ornamento de mármol que expresaba la hidalguía de los doce grandes dioses de esta era divina en su mismísimo hogar.
- Ehm... yo no habría podido hacer eso.- pensaba ya relajado el joven suizo mientras descendía de los aires y veía la obra de su par japonés. Continuó en sus pensamientos analizando la situación en la que se encontraba:
- Realmente este tipo parece ser lo que aparenta, la redundancia me valga. No creo que tenga segundas intenciones. Definitivamente me ha puesto una dura prueba.
El dios mensajero llegó a apoyar los pies en el piso justo cuando el del fuego terminaba su discurso proclamando la paz entre ambos.
- Sigo pensando que tus formas no han sido las más correctas- dijo el francés que hablaba ahora relajado, casualmente. Aunque no por eso sus palabras dejaban de estar cuidadosamente seleccionadas.
- Pero estamos de acuerdo en que el fin importa más que los medios, recuerda eso. Necesitamos tolerar diferencias más que remarcarlas. Debemos estar unidos si queremos defender lo que hemos construído, y me alegra que me lo entiendas y me aceptes en función de dicho fin.- el dios de la elocuencia fue retomando su tono pedagógico y autoafirmante.
- En realidad he venido aquí más que nada para presentarme ante mis hermanos, para saber cómo se encuentra todo en el Olimpo. Para mostrarme dispuesto a colaborar con lo que el señor del rayo pueda necesitar en pos de seguir construyendo una eterna edad de oro para él y sus divinos hijos. - el sagaz Jean decía estas palabras naturalmente, con liviandad, hasta con cierta distracción. Como si se encontrara pensando en otra cosa y el discurso emergiera solo de su hábil lengua.
- Sin embargo, ya que lo dices, puede que sí haya algo en particular que pueda preguntarte. Se trata de algunas cosas que he oído. - siempre con liviandad y confianza, hizo una pequeña pausa antes de continuar.
- Hay una mortal que estuvo relacionada con Hades. Me refiero a una mujer llamada Etsu, según tengo entendido. He oído que podría venir aquí a pedir asilo. ¿Ha estado una mortal así en el monte de los dioses? - Hermes habló en un tono dubitativo, como no dando total seguridad en nada de lo que decía. Esperó atento la respuesta del dios herrero.
Jean Sinclair- 85
Re: Conociendo el vecindario [Libre]
Para sorpresa de Takeshi, Hermes podía llegar a ser bastante parlanchín cuando lo deseaba y eso logró calmar la tensión que había creado Hefesto a base de todos los ataques en contra de él:
- Si planeas visitar a Zeus vas por muy buen camino... Supongo que de no haberte detenido de forma tan abrupta en este momento estarías en audiencia con él; estoy seguro que le alegrará tu arribo al Olimpo, que siempre será tu hogar... y tienes razón, no fueron las formas correctas - comenta de modo amable mientras se abalanza sobre el mensajero de los dioses en un afectuoso abrazo, elevándolo brevemente del suelo - Bienvenido hermano - dice cálidamente para después alejarse algunos pasos de éste y recargarse en una columna recién formada - Ahora que corregí las formas, tienes razón, deberíamos ser capaces de tolerar las diferencias.. Perseguimos un mismo fin... la protección de este sagrado recinto - adjunta mientras el nombre de Etsu resuena en la mente del forjador... poco a poco se pierde y algo escondido parece reclamar su atención... Con claridad recordó a la mujer de cabello bicolor que hace algunos días había despertado la armadura de Héctor - Etsu... sí, hace algunos días llegó a mi templo... Si bien es cierto no pudo explicarme cómo diablos llegó hasta acá, sí me comentó que originalmente era una partidaria de Hades... Felizmente la puse a prueba, sin que hasta el momento haya resultados de su parte... la mandé en una misión especial - contesta francamente el Dios de la Fragua mientras entrelaza sus manos detrás de su nuca - ¿Algún interés particular en mi ángel ígneo? - culmina mirando con particular curiosidad a su interlocutor.
- Si planeas visitar a Zeus vas por muy buen camino... Supongo que de no haberte detenido de forma tan abrupta en este momento estarías en audiencia con él; estoy seguro que le alegrará tu arribo al Olimpo, que siempre será tu hogar... y tienes razón, no fueron las formas correctas - comenta de modo amable mientras se abalanza sobre el mensajero de los dioses en un afectuoso abrazo, elevándolo brevemente del suelo - Bienvenido hermano - dice cálidamente para después alejarse algunos pasos de éste y recargarse en una columna recién formada - Ahora que corregí las formas, tienes razón, deberíamos ser capaces de tolerar las diferencias.. Perseguimos un mismo fin... la protección de este sagrado recinto - adjunta mientras el nombre de Etsu resuena en la mente del forjador... poco a poco se pierde y algo escondido parece reclamar su atención... Con claridad recordó a la mujer de cabello bicolor que hace algunos días había despertado la armadura de Héctor - Etsu... sí, hace algunos días llegó a mi templo... Si bien es cierto no pudo explicarme cómo diablos llegó hasta acá, sí me comentó que originalmente era una partidaria de Hades... Felizmente la puse a prueba, sin que hasta el momento haya resultados de su parte... la mandé en una misión especial - contesta francamente el Dios de la Fragua mientras entrelaza sus manos detrás de su nuca - ¿Algún interés particular en mi ángel ígneo? - culmina mirando con particular curiosidad a su interlocutor.
Takeshi- 216
Re: Conociendo el vecindario [Libre]
El dios de la elocuencia se encontraba ahora en la situación en la que mejor se sabía desenvolver. Había ganado la confianza de su interlocutor y estaba obteniendo la información que quería sin siquiera haber tenido que mentir en forma literal. Sin embargo, la respuesta recibida lo hizo pensar por un largo segundo: era algo imprevisto. Había llegado tarde y sus planes necesitaban adaptarse rápido. El mencionado segundo le bastó para reacomodarse transitoriamente.
- Zeus tendrá que esperar. - pensaba mientras el joven contenedor del alma del dios de la forja terminaba de contestar a su injerencia.
Aguardó un instante, el justo para que todo suene perfectamente natural. Habló rápido, superficialmente y con un toque de desdén, como quien explica lo que no vale la pena explicar.
- No, no es nada. Sólo me llamaba la atención que un mortal que haya jurado lealtad a Hades venga ahora a "cambiarse" al Olimpo. En realidad yo pensé que quizás vendría pretendiendo no haber tenido ninguna relación con el dios del inframundo y por eso iba a advertiros, pero ya que ha confesado su pasado desde un primer momento, no sé qué decirte ahora hermano. Sólo era por eso.
Jean se quedó callado, sonriente, casi congelado aunque su cabeza se meneaba imperceptiblemente. Tendría que conversar un poco más antes de despedirse.
- Zeus tendrá que esperar. - pensaba mientras el joven contenedor del alma del dios de la forja terminaba de contestar a su injerencia.
Aguardó un instante, el justo para que todo suene perfectamente natural. Habló rápido, superficialmente y con un toque de desdén, como quien explica lo que no vale la pena explicar.
- No, no es nada. Sólo me llamaba la atención que un mortal que haya jurado lealtad a Hades venga ahora a "cambiarse" al Olimpo. En realidad yo pensé que quizás vendría pretendiendo no haber tenido ninguna relación con el dios del inframundo y por eso iba a advertiros, pero ya que ha confesado su pasado desde un primer momento, no sé qué decirte ahora hermano. Sólo era por eso.
Jean se quedó callado, sonriente, casi congelado aunque su cabeza se meneaba imperceptiblemente. Tendría que conversar un poco más antes de despedirse.
Jean Sinclair- 85
Re: Conociendo el vecindario [Libre]
El escenario que explicaba Hermes no era desconocido para Takeshi. Él también había dudado de las intenciones de Etsu en primer término, sin embargo la respuesta de la armadura, la lealtad demostrada hasta el momento en que ambos dioses intercambiaban palabras, le hacía pensar que el cambio había sido genuino.
Aún en ese momento se preguntaba qué diablos tendría que haber hecho Etsu para ser expulsada del infierno, pero de nada serviría hacer preguntas al aire; en su lugar decidió intentar hablar a favor de su guerrera:
- Yo también pensé que resultaba algo peligroso aceptar a alguien así como así... Le encargué una tarea que en definitiva me demostrará si es genuina su lealtad o es una simple mentira - explica brevemente a Hermes mientras el cansancio da cuenta de su estado anímico y físico - Sin embargo, lo que no pongo en tela de juicio es su calidad como guerrera, es portadora de un cosmos increíble... y de una ferocidad leonina - alaba al ángel ígneo mientras suelta un largo bostezo.
- Hermano, si no tienes inconveniente me iré al Palacio, tal vez debas apurar tu camino si planeas ver hoy a Zeus... creo que ya te he quitado bastante tiempo - se excusa en espera de la respuesta del dios de la elocuencia mientras en el fondo de la escena agoniza el astro rey.
Etsu; en definitiva era un enigma, un acertijo y un rompecabezas. En el fondo de su alma deseaba con todas sus fuerzas que probara su lealtad, que su alma dejara la pestilencia de l Infierno y que adaptara como propio la esencia del Paraíso, sin embargo era una decisión que únicamente ella con un poco de tiempo podría realizar.
¿Que haría Hades si supiera el paradero de su guerrera extraviada? También era una pregunta que rondaba en la mente del forjador pero que no se atrevió a exteriorizar. ¿Iría personalmente a matarla? Así se trataba a los traidores ¿O enviaría a alguien por la cabeza de su ex guerrera? Tal vez él había puesto en peligro a su ángel.
Pero los ángeles de fuego domaban la llama, hacían suyo el ardor que funde cualquier cosa. Si ella salía airosa de su misión tendría la certeza de su elección... y si no volvía...
Aún en ese momento se preguntaba qué diablos tendría que haber hecho Etsu para ser expulsada del infierno, pero de nada serviría hacer preguntas al aire; en su lugar decidió intentar hablar a favor de su guerrera:
- Yo también pensé que resultaba algo peligroso aceptar a alguien así como así... Le encargué una tarea que en definitiva me demostrará si es genuina su lealtad o es una simple mentira - explica brevemente a Hermes mientras el cansancio da cuenta de su estado anímico y físico - Sin embargo, lo que no pongo en tela de juicio es su calidad como guerrera, es portadora de un cosmos increíble... y de una ferocidad leonina - alaba al ángel ígneo mientras suelta un largo bostezo.
- Hermano, si no tienes inconveniente me iré al Palacio, tal vez debas apurar tu camino si planeas ver hoy a Zeus... creo que ya te he quitado bastante tiempo - se excusa en espera de la respuesta del dios de la elocuencia mientras en el fondo de la escena agoniza el astro rey.
Etsu; en definitiva era un enigma, un acertijo y un rompecabezas. En el fondo de su alma deseaba con todas sus fuerzas que probara su lealtad, que su alma dejara la pestilencia de l Infierno y que adaptara como propio la esencia del Paraíso, sin embargo era una decisión que únicamente ella con un poco de tiempo podría realizar.
¿Que haría Hades si supiera el paradero de su guerrera extraviada? También era una pregunta que rondaba en la mente del forjador pero que no se atrevió a exteriorizar. ¿Iría personalmente a matarla? Así se trataba a los traidores ¿O enviaría a alguien por la cabeza de su ex guerrera? Tal vez él había puesto en peligro a su ángel.
Pero los ángeles de fuego domaban la llama, hacían suyo el ardor que funde cualquier cosa. Si ella salía airosa de su misión tendría la certeza de su elección... y si no volvía...
Takeshi- 216
Re: Conociendo el vecindario [Libre]
El joven suizo tenía el poder de mostrarse más tranquilo en los momentos en los que más atareada su mentes estaba. En su cabeza movía las piezas del rompecabezas rapidamente, pero habló despacio e indiferente.
- No quise preocuparte en realidad hermano. No sé a ciencia cierta nada sobre esa humana, y seguramente tu sabrás juzgarle bien.- dijo el dios mensajero. A continuación hizo una pausa durante la cual examinó su capa y ropajes.
- Supongo que debo irme a recomponer un rato- prosiguió. - La verdad es que aún estoy instalado en la tierra y prefiero ir hasta allá a recuperar mi compostura. Pero volveré pronto.
- No quise preocuparte en realidad hermano. No sé a ciencia cierta nada sobre esa humana, y seguramente tu sabrás juzgarle bien.- dijo el dios mensajero. A continuación hizo una pausa durante la cual examinó su capa y ropajes.
- Supongo que debo irme a recomponer un rato- prosiguió. - La verdad es que aún estoy instalado en la tierra y prefiero ir hasta allá a recuperar mi compostura. Pero volveré pronto.
Jean Sinclair- 85
Re: Conociendo el vecindario [Libre]
Las palabras de Hermes fueron lentamente sopesadas en la mente de Takeshi... Sí, aceptar a un personaje de otro reino resultaba algo sospechoso, incluso temerario... Pero así eran las cosas, una armadura que él mismo había forjado ahora protegía la humanidad de Etsu; era un pacto irrompible, un pacto de vida y muerte, tal como él le dijo el día que se conocieron.
Advirtió con algo de pena el estado deplorable de la vestimenta de Hermes, él había sido la causa. Sin embargo él reparaba armaduras y no tela. También escuchó con claridad que él residía actualmente en la tierra... lo cual lo hizo aconsejar:
- Deberías quedarte en el Olimpo de manera permanente, y no de visita... Haz de este sagrado espacio tu hogar Hermes, no perteneces a la Tierra... Estoy seguro de que Zeus estará complacido con tu presencia aquí - dice mientras posa su mano derecha sobre el hombro de su interlocutor - Siempre serás bienvenido... Siéntete libre de pasar a mi palacio en el momento que quieras - adjunta mientras separa su mano del Dios Mensajero.
- Y acerca de Etsu - continúa con una voz llena de dudas - sólo el tiempo dirá si la he juzgado de forma correcta - finaliza cuando su cuerpo comienza a desintegrarse de pies a la cabeza, en cientos de partículas rojizas - Hasta pronto, hermano - se escucha cuando finalmente Takeshi desparece completamente de la escena... Las partículas danzan brevemente a merced del viento y fenecen finalmente en el mármol impoluto.
"Uno a uno los Dioses continúan despertando... La tormenta se acerca" piensa gravemente el Dios de la Fragua al reaparecer en la estancia principal de su palacio que lo recibe con silencio absoluto en medio de oscuridad "Solamente nos queda prepararnos..." contesta Takeshi, quien no puede dejar de sentir que el hecho de que conociera a Hermes fuera una coincidencia.
Advirtió con algo de pena el estado deplorable de la vestimenta de Hermes, él había sido la causa. Sin embargo él reparaba armaduras y no tela. También escuchó con claridad que él residía actualmente en la tierra... lo cual lo hizo aconsejar:
- Deberías quedarte en el Olimpo de manera permanente, y no de visita... Haz de este sagrado espacio tu hogar Hermes, no perteneces a la Tierra... Estoy seguro de que Zeus estará complacido con tu presencia aquí - dice mientras posa su mano derecha sobre el hombro de su interlocutor - Siempre serás bienvenido... Siéntete libre de pasar a mi palacio en el momento que quieras - adjunta mientras separa su mano del Dios Mensajero.
- Y acerca de Etsu - continúa con una voz llena de dudas - sólo el tiempo dirá si la he juzgado de forma correcta - finaliza cuando su cuerpo comienza a desintegrarse de pies a la cabeza, en cientos de partículas rojizas - Hasta pronto, hermano - se escucha cuando finalmente Takeshi desparece completamente de la escena... Las partículas danzan brevemente a merced del viento y fenecen finalmente en el mármol impoluto.
"Uno a uno los Dioses continúan despertando... La tormenta se acerca" piensa gravemente el Dios de la Fragua al reaparecer en la estancia principal de su palacio que lo recibe con silencio absoluto en medio de oscuridad "Solamente nos queda prepararnos..." contesta Takeshi, quien no puede dejar de sentir que el hecho de que conociera a Hermes fuera una coincidencia.
Takeshi- 216
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