One minute i held the key [Priv. +18]

Llegamos a Rodorio casi que en tiempo record sin duda alguna, después tantos brincos y pasar entre ramas de árboles, termine ensuciándome de nuevo con todas las hojitas y las cosas que se adherían a mí en el camino, pero eso sí, cumplí con mi palabra y no deje que siquiera la más inútiles de las ramas le tocara.

-Bueno, creo que desde aquí podemos caminar como gente normal.- y por más que quisiéramos actuar con normalidad, el cómo nos veíamos impedía que eso sucediera.

Llegamos a parar en una avenida un tanto desierta frente a un club nocturno, no sabía que había de esos en Rodorio, pero de cualquier forma, no había nadie afuera. Me pare atrás de un árbol, agarrando a la rubia de la mano como si fuese una niña pequeña, no tenía idea de cómo proceder ahora.

-Necesitamos encontrar un lugar en el que podamos quedarnos.- dije divagando, recordé entonces la mansión de mi familia, pero después de todo lo que había pasado quede desheredado, desterrado y se me paso ese pensamiento.

-Ropa.- note la fila de carros estacionados en la avenida frente al local de diversión, todos eran automóviles de modelos lujosos, que costaban más que una casa promedio, y entonces se me ocurrió una idea no muy brillante pero que podría resultarnos si jugamos bien nuestras cartas.

-Sabes… esos carros se ven costosos.- le comente a Anastasia. –La mayoría de sus dueños han de ser solteros, con el suficiente dinero para vivir cómodamente por aquí, y manejan carros como esos para conquistar chicas.- suspire, el plan que tenía en mente era un tanto egoísta, pero creo que funcionaria.

-Al primer hombre que salga, sedúcelo, sé que con eso que llevas puesto no estás en posición de hacerlo, pero… usa tus encantos.- le sonreí, sabía que ella podía, y sé que cualquiera se aprovecharía de una chica que a primera vista parece necesitada. –Lo matare antes que tenga la oportunidad de abrirte las piernas.- le saque la lengua, aunque dudo que a ella le parezca muy buena la idea.

Habia disfrutado el viaje el viento en su cara, la estaba durmiendo me sentia una niña a upa de su padre, me abrace fuerte a Nessi mientras mantenia apoyada mi cabeza en su hombro; es un buen medio de transporte esto de andar saltando de arbol en arbol, me hacia acordar a una pelicula de un vampiro y una chica, que me hizo dormirme era muy melosa, pero todas las chicas terminaban enamoradas del vampiro...

No tardamos en llegar a la ciudad y nos situamos frente a un boliche, yo ya lo conocia era uno de los tantos donde solia venir a buscar presas masculinas para mis noches de locura, me sorprendi cuando me agarro la mano y por un poco me llegue a sonrojar pero al segundo se me paso sin darle mucha importancia..

-Un hotel no podemos ir porque no tenemos plata, una casa o un departamento con pileta, eso es importante..!!

No pedia mucho necesitaba mi lugar para nadar, era importante para vivir bien y con energias; me quede en silencio pensando posibilidades para vivir, pero yo no tenia ningun lugar adonde ir siempre solia dormir en las casas de mis presas o en algun hotel que ellos pagan y sino conseguia ninguno los bancos de plaza son muy comodos; refunfuñe un poco pensando en dormir en esos bancos porque varias veces se habian querido propasar alguno vagos y linyeras ya tenia muchas cicatrices peliando con esas personas, no queria vivir mas asi, asique apenas escuche el plan de Nessi no dude ni un segundo en ponerme en marcha...

-Podemos mejorar la ropa....

Me rasgue la remera en medio de mis pechos dejando un escote que llegaba hasta mi ombligo, no dejando mis pechos al aire solo vislumbrandose un poco los lados de estos, y luego rasgue las mangas dejandola musculosa para luego hacer un escote en la pierna que deje notar mi falta de ropa interior...

-Estoy lista.!! Escondete bien si?

Le di un beso en la comisura de los labios y me dirigi hacia uno de los coches, un ferrari rojo, el color de la pasión; me quede esperando apoyada en el capot de este y no tardo ni un segundo que un hombre de unos cuarenta y tantos bastante buen mozo se acerco al mismo, y con voz sorprendida por verme apoyada en el mismo me comento:

-Que hace tan hermosa diosa sobre mi auto? Necesitas que te lleve a algun lado preciosa? Tal vez a un lugar donde no tengamos que usar ropa...

Emitio una leve risita, mientras paseaba la mano sobre el escote de su pierna, mostrandole al chico mi total falta de ropa interior...

-Solo me preguntaba a cuanta velocidad puede ir este hermoso auto, me encanta la velocidad; aunque ademas podemos jugar un ratito, no?

Sin emitir palabra el hombre me abrio la puerta del auto dejandome entrar sentandome en el lugar del copiloto, me cruce de piernas esperando que entre en el lugar del conductor mientras observando a mi alrededor y vi unas llaves de una casa deben ser, espero que sea muy linda, sino bueno conseguiamos otra presa y listo; al escuchar el sonido de la puerta cerrarse me hizo volver a la realidad.

-Bueno adonde vamos nena? A mi departamento o a un lindo hotel?

Mientras arrancaba ponia la mano para arrancar el auto, y rapidamente le agarre la mano metiendome su dedo indice dentro de mi boca succionandolo un poco, para luego mover mi boca de adelante para atrás, jugando un ratito..

-Mejor juguemos aca dentro del auto...

Y con un leve movimiento me sente sobre las piernas de él dejando mis piernas a los costados de las suyas, y agarre sus manos para que las posicione sobre mi trasero, mientras con mi boca le aprisionaba los labios en un beso, intentando que su atencion se vaya y solo situa su mirada en mi...

Eso dolió.

A pesar de que ella accedió al plan cuando ni siquiera lo había terminado de explicar literalmente, y que me regalo un besito antes de ponerse en acción, sentí como si trozos de mi alma hubiesen sido arrancados en el momento que ella rasgo esa camiseta. No era una simple prenda de vestir, era un regalo que me dieron hace años, sin importar lo sucio y gastado que estaba, yo aún le tenía cierto valor sentimental. Bueno, no puedo vivir aferrado a algo que en algún momento se dañaría de alguna otra forma.

Espere entonces escondido entre arbustos y la sombra de un auto, sin quitarle la vista del culo a Anastasia en lo posible. No fue mucho tiempo que tenía para admirarlo, dado a que un hombre salió del club nocturno, y de pura casualidad era el dueño de aquel Ferrari rojo en el que ella se posó en un inicio. Si las casualidades extremas existían, esa era una de esas… que posibilidades había de que si ella se paraba alado de esa lexus plateada el dueño aparecería en cuestión de minutos? Y el del Ferrari ni siquiera puede decir que la vio por las ventanas del club, porque ese edificio no tenía ventanas frontales hasta donde podía notar, no las tenía por ninguna parte.

En fin, los se subieron al carro y me estaba preparando para perseguirlo cual perro estúpido ladrándole a un automóvil, pero las cosas no resultaron como las tenía en mi cabeza desde un inicio, juguetear con él en pleno estacionamiento? Enserio? Y yo aquí tratando de ser lo más discreto posible, carajo.

Vi que lo beso y hasta ahí pude soportar, le había dicho que no dejaría que le abrieran las piernas y planeaba apegarme a esas palabras. Camine rápidamente hacia el carro, con una mirada de pocos amigos que si pudiese mataría a cualquiera con solo verlo. –So let it be written, so let it be done…♫- recitaba una de las pocas canciones que me gustaban, preparándome para arrebatarle la vida a una nueva víctima.

Abrí la puerta de la parte de atrás del carro, mirando mi reflejo un momento por el retrovisor a ver si el hombre reaccionaba. –To kill the first born pharaoh’s son…♫- entre con cautela, teniendo cuidado de que los amortiguadores no delataran mi presencia dentro del vehículo al responder a la adición de mi peso.

Lentamente aproxime mi mano a su cuello, al menos la rubia tendría que saber que yo estaba aquí así que era cosa de ella si no apartaba su cara de él.

Me canse de la cautela, agarre su cuello con un fuerte agarre que le indujo un severo ataque de pánico por la forma en la que intentaba zafarse, aferrándose a Anastasia en busca de ayuda, el no podía hablar ni gritar. –IM CREEPING DEATH! YEAH YEAH YEAH OHHHHH!… ♫- grite con euforia al terminar la estrofa, y en menos de un parpadeo termine torciendo su cuello y haciendo que su cabeza diese un giro de 180 grados para que viese bien quien le había matado en los últimos segundos de su vida, sacándole la lengua en señal de burla, luego reírme como un completo lunático y al soltarlo le hice el popular gesto ofensivo de mostrar el dedo corazón.

Vaya, no me había entretenido tanto matando a alguien, pero ahora, como demonios iríamos a donde sea que vive? Y más importante que eso, de que esta hecho su cuerpo? No veo sangre filtrarse por ninguna parte.

Me di unas palmadas en la mejilla para calmarme, y respire hondo. –Dame un momento, necesito deshacerme de este saco de mierda.- mire el cadáver, no podíamos tenerlo dando vuelta con nosotros, y por lo visto no estábamos completamente en apuros, o eso pensé al ver el sistema de gps que venía integrado al carro. –Buen trabajo por cierto, se murió con las ganas.- desde aquí podía notar el efecto que tuvo la rubia sobre él, que pues, el tipo no pareció impotente… con eso lo decía todo.

Salí del carro, abrí la puerta del conductor y me lleve el cuerpo a rastras todo el camino al otro extremo de la calle y de ahí atrás de los árboles de donde habíamos venido. Antes que nada, le quite su ropa, menos la interior porque no me interesaba ver lo que había dentro, y también los accesorios extras como su reloj de oro y un collar. Mi boca asimilo a la de una piraña en mayor escala y devore la carne de sus brazos y torso a una velocidad impresionante, dejando las extremidades bajas y la cabeza intactas.

En lo que termine de comer, patee su cabeza tan fuerte como pude y esta salió volando hasta un punto en que ya no la podía ver, eso y que la fuerza de la patada la hizo añicos en el trayecto. Lo mismo hice con el resto, solo que en vez de patearlo lo tire lo mas lejos posible de rodorio, hacia lo profundo del bosque, esperando que cayera en alguna parte por donde nadie pasaba.

Finalizando todo eso, me quite mis pantalones y me puse la ropa que anteriormente le quite, incluso los accesorios. Agarre mis pantalones y me los lleve, sin dejar rastro alguno… bueno, un poco de sangre.

Me aproxime al carro, y en el camino mi boca volvió a la normalidad y relamí un poco mis labios para quitar la sangre, aunque igual sentía algunas gotas en mi rostro. –Listo.- tire mis pantalones en la parte de atrás, y me subí al asiento del conductor, cerrando el carro en lo que me subí.

-El hombre…- eructe, interrumpiendo mi habla involuntariamente. –Como decía, el hombre nos dejó su billetera, no le veo ninguna tarjeta de crédito pero si un montón de efectivo.- le pase la billetera a la rubia, encendí el carro y me puse a jugar con la pantalla de gps, viendo las opciones guardadas. “Casa”, que cosa más simple fue esta. La máquina mostraba un mapa con todas las venidas, y me daba un aproximado de 20 minutos para llegar.

-Umm…- nunca en mi vida maneje, de hecho intente hacerlo pero siempre me vencían los nervios. Mejor aun, en este preciso momento me sentía nervioso, así como cuando estaba dentro del lago y no pude poner mis pies sobre la superficie, respirando hondo de vez en cuando, liberando un suspiro o dos antes de decidirme a hacer esto. –Puedo hacer esto… puedo hacer esto…- murmure un par de veces, y sin previo aviso arranque el carro, a pesar de que mi rostro mostraba que me encontraba relajado, por dentro sentía a mi yo del pasado, ese debilucho bueno para nada que llevaba mucha inseguridad en su corazón, que no confiaba en sí mismo.

Me parece que me habia pasado un poco de la raya con el hombre, tal vez no era esto lo que me había pedido nessi que haga, pero no importa yo estaba intentando distraerlo totalmente para que su conciencia se vaya a otro lugar; siempre de reojo observaba si mi amigo se dignaba a entrar  a  cumplir su cometido, pero se estaba tardando mucho tanto que el hombre habia empezado a desabrocharse el pantalón, y fue ahí cuando el peli plata entró en acción, rápidamente aleje mi cara del cuarentón y como sin querer ver la cosa me tape los ojos mientras me corría al asiento del copiloto.

Puse música en el gran stereo con dvd y me movía de un lado a otro, esperando que termine el trabajo....

- le gusta el sexo en exceso y en el proceso me pide un beso ♪ ..

Cantaba sin importar nada de lo que estaba pasando; no pasaron ni dos minutos que Nessi volvió y se sentó en el asiento del conductor.

- Menos mal que llegaste porque me estaba por salir *se rió por lo que iba a decir* porque aunque me dijiste que lo deje con las ganas lo que tenia ahi abajo me iba a dejar con las ganas a mi... muy chiquito, me gustan más como el tuyo...

Espero que no lo haya puesto incómodo, bajo la ventanilla dejando que el aire recorra el interior del auto, y el viento moviera sus cabellos, subió el volumen de la música y mientras el peliplata manejaba ella se movía de un lado para otro, revoleando la billetera del hombre de mano en mano.

-Espero que sea linda la casa...

Empezó a husmear lo que tenía en la guantera, sacó unos pañuelos de papel que los uso para limpiarle la sangre de la cara a Nessi, guardandolos en su lugar nuevamente,  luego sacó una hilita de envoltorios plateados, que según lo que sabía ella eran para que los humanos no se reproduzcan, pero eran molestos era mejor hacerlo sin ellos.

-los usas o los tiro?

Se los deje apoyados, mientras seguía husmeando, después no había nada más solo papeles, cerré la guantera y me quede golpeando la puerta con mis dedos al son de la música.

-Quiero manejar yo...

Y cuando se detuvo en un semáforo me sente arriba de Nessi acomodandome en medio de sus piernas, llegando justo a los pedales y poder ver bien por el parabrisas..

- Ya estamos cerca...

Acurrucandome sobre él,  doble a la izquierda y luego a la derecha haciendo dos calles y en la mitad de cuadra se alzó un gran edificio que tendrá alrededor de unos 22 pisos, se lo veía muy elegante y además también muy grande; entro al garage y un chico los recibió al parecer era nuevo porque se lo veía nervioso; baje del coche esperando que Nessi haga lo mismo mientras me dirigía a la entrada al departamento. ..

El hall era un lujo, sillones de terciopelo y piso de mármol y yo vestida con esas fachas; otro chico al parecer de seguridad nos pidió la llave mientras me se me quedó mirando con cara de pobre chica, le entregue la llave que al parecer tiene una especie de chip de identificación, para ver que no entre cualquiera con una llave extraña,  al salir correcta la verificación nos entregó las llaves y nos dirigimos a los ascensores,  me movía nerviosa y ansiosa por cómo iba a ser el departamento.

No era tan difícil como pensé.

Manejar digo, tengo la idea básica de como se hace, aunque a veces me pongo impaciente sin motivo alguno, supongo que son efectos de la ansiedad que me provoca tener que conducir para seguir un mapa, en lugar de simplemente ir a pie y dar brincos, pero, al mismo tiempo esta es la manera inteligente, si no sería extraño que este carro nunca se moviera de enfrente de aquel club nocturno y su dueño sea declarado desaparecido, se levantarían demasiadas sospechas al final.

-Oh vamos, tampoco es para tanto.- su comentario sobre mi miembro viril fue como una caricia a mi ego, y pienso que cualquier hombre reaccionaria de la misma manera siendo seguros o no de lo que llevaban entre las piernas.

-Gracias.- Ani se puso un poquito servicial, me limpio las pocas gotas de sangre que tenía en la cara con un paño que encontró en la guantera, y no fue solo eso lo que hallo. Me dejo unos condones sobre mi muslo derecho, sonreí al verlos por que usualmente no me los ponía, no los había necesitado si la única persona con la que lo hice fue por violación y me dio igual se quedaba o no embarazada si al final la mate. –Si tu no quieres, yo tampoco.- y los tire por la ventana.

Inclusive hubo un momento en el que me detuve en un semáforo, en el que al fin pude tomar un respiro dado a que todos los que habíamos pasado se encontraban en verde en aquel momento, y las calles no estaban tan llenas de trafico como pensé que lo estarían, siendo este un sitio remoto a la capital y más cerca al santuario que otra cosa. Fue ahí que las cosas que pusieron un tanto diferentes, la rubia se acomodó entre mis piernas y se puso a maneja, la deje hacerlo porque estaba lo suficientemente entretenido con su culo sobre mi ingle. –Solo recuerda que yo no soy como ese hombre, yo no me quedo con las ganas.- le advertí de manera amistosa, suspirando y luego mirando el panorama, ya saben, que si por la ventana, que si su cabello, lo que tuviese al alcance de mi vista más que nada.

Llegamos al fin al edificio, uno un tanto más grande de lo que pensé, desde la entrada hasta la recepción me habían dejado un tanto sorprendido, aunque estaba familiarizado con este tipo de ambientes más que nada porque me crie en un sitio similar. Sin embargo, aquí yo hacia el papel del chico ricachón dueño del departamento, así que mi rostro era una tumba, solo le seguí el protocolo y agarre de la cintura a la sirenita, solo para que el encargado de la entrada le quitara los ojos de encima, y en lo que caminábamos a los ascensores, examinaba la llave tarjeta que tenía, marcaba el piso al que debíamos ir, además de eso aproveche para agarrarle el glúteo derecho y apretarlo. –El tipo se te quedo mirando mucho tiempo, solo te lo quitó de encima.- murmure.

Luego de subir a los ascensores y subir al piso indicado, llegamos a nuestra humilde morada de ahora en adelante. El lugar era más grande de lo que había pensado, este era el ultimo piso, el maldito penthouse, de donde habrá sacado plata este tipo como para financiarse una cosa como esta? Este tipo de departamentos no los alquilan, los venden, y solo te cobran una cifra por el mantenimiento y las cuentas. –Bueno, parece que elegiste el carro correcto blondie.- lo primero que quería hacer era tirarme a la cama, o darme un baño correctamente, ver su colección de libros, no me había sentido tan… en casa…

-Tienes hambre?- me quite la camisa, colocándola sobre mi hombro y camine hacia la cocina, la nevera era grande, de acero inoxidable y tenía dos puertas arriba, y una que se jalaba y deslizaba en la parte de abajo, el cual me imagino es el congelador. En la cocina en general, había una canasta con frutas, revise la alacena y venía con cereal, avena y otras cosas que necesitaban prepararse. –Que te gusta comer después de todo?- ella me conto que su raza comía hombres, pero me aclaro que no le gustaba hacerlo a pesar de que me estaba mordiendo el torso.

Me apoye sobre la barra un tanto pensativo. –Que estilo de vida llevaremos?- más que preguntarle a ella, era una pregunta para mí mismo solo que en voz alta, todo esto era tan extraño para mi con lo acostumbrado que estaba al olor de los cadáveres, la viscosidad en mis pies, entre muchas otras cosas, pasar de eso a un sitio como este tan limpio, moderno y refinado. –Y por cierto, deberías ponerte otra cosa, esa camiseta no es la cosa más limpia del mundo.- le saque la lengua, jugando un poco con ella.


____

apartamento:

Durante el trayecto del ascensor me sentía realmente ansiosa,  mis piernas temblaban y no las podía detener, iba a ser la primera vez que iba a tener un hogar, un lugar adonde volver después de un día agotador; sera que mi vida se iba a tornar buena y feliz?, espero que Nessi siempre esté a mi lado no soportaría que nuevamente traicionen..

-eyyy!! Acaso eso fueron celos?

Me sonrei despues de haber sentido su apretujada en mi trasero y sus palabras, a pesar de saber lo que comía y cómo conseguía la comida el peli plata me parecía un chico muy tierno y bueno, me mantuve caminando al lado del chico hasta la puerta del departamento mientras jugaba con mis dedos nerviosa, cuando lo abrió entré despacio tratando de que la emoción no se notará demasiado, pero no pude evitarlo, mis ojos brillaban cual niño mirando un juguete en la vitrina de la juguetería, pero yo si pude conseguir el juguete.... una departamento enorme, que no sabia que hacer primero, así qué tan solo seguí a Nessi hasta la cocina.

-Pues Nessis con salsa *bromee un poco* Me gustan las verduras, frutas y legumbres; ustedes tienen muchas variedades de comidas, en el mar sólo algas, y no es muy rica..

Me senté sobre la mesada para luego agarrar una manzana,  movía las piernas de adelante para atrás pensativa,  para luego atraer con mis manos a Nessi hacia mi abrazandolo también con mis piernas.

- Muchas gracias,  vos me salvaste...

Le di un tierno beso en los labios dándole un fuerte abrazo para luego bajarme de la mesada yendo en dirección a lo que sería el cuarto de lavandería, en donde me saque la remera de Nessi dejándola dentro de una de las lavadoras; andando desnuda por la casa después de todo ya no habia nada que el peli plata no haya visto, no?.

Bostece unas cuantas veces y mi cuerpo ya se sentía cansado, ya era hora de descansar,  asique me acerque al chico manoseador..

-Me voy a dormir, mmmm si quieres puedes venir a dormir conmigo o sino bueno nos vemos mañana para ir a comprar la ropa, si?

Me dirigí hasta el cuarto que al parecer era el más grande y me dejé caer sobre la cama tapandome con las sábanas intentando dormir....

Después de aquel beso que recibí, la rubia se fue a la habitación a tomarse un merecido descanso, yo sin embargo no tenía sueño a pesar de que mi cuerpo me pedía que buscara reposo al igual que ella.

-Así que a esto e llegado.- murmure para mí mismo, y al poco tiempo apareció la peli purpura tomando algo de distancia de mí, mirándome con una sonrisa en su rostro como si se alegrara por mí. –Mi corazón está contigo.- era la primera vez que sentía una presión en mi pecho, era… culpa? Si, era mi culpa que ella ya no estuviese viva, aunque si lo estuviese era probable que ni siquiera estaría a mi lado. Intente poner mis manos sobre ella, pero desapareció antes de que pudiese lograrlo, no la haría aparecer de nuevo si eso no era la que ella realmente quería a pesar de que se trataba de una mera proyección de mi imaginación, la dejaría ser por el momento, mañana tomaría tiempo para estar con ella.

Ahora bien, que se supone que haría? Abandone la cocina y me dirigí a la habitación, todo estaba a oscuras y la rubia parecía muy cómoda en la cama como para ir a juguetear con ella e incomodarla, la dejaría dormir todo lo que tenía que dormir esta noche. Tire mi camisa al suelo y empecé a dar vueltas por los aposentos, mis aposentos, explorando un poco el sitio.

El armario estaba lleno de ropa elegante, algunas que otras prendas casuales. El gabetero tenía toda la ropa interior y pertenencias extras, relojes, joyas, perfumes, este hombre mantenía sus cosas escondidas de la vista de los demás, por qué? Quizá la cantidad de mujeres interesadas en sus riquezas le obligo a actuar de esta forma.

Me llamo la atención un cuadro, era moderadamente grande y el dibujo en si era abstracto, pero note que era el único cuadro pintado en todo el departamento, el resto eran fotos de paisajes y demás. Sin hacer mucho ruido, baje el cuadro de su lugar y encontré una caja fuerte del mismo tamaño que el cuadro, aunque no sé qué tan profundo seria. La clave de eso era obvio que no me lo sabía, tenía una interfaz electrónica que pedía huella digital y te mandaba a presionar una serie de números. No tenía tiempo para eso.

Era obvio que haciendo uso de cosmos lo único que lograría seria joder la caja y el contenido de la misma, así que a pura fuerza bruta forcé la cerradura de la forma más silenciosa posible, que había dentro? Una pila de billetes que cubría todo el espacio de la caja misma, así que… no debíamos preocuparnos mucho por mantener las apariencias, Ani estaría contenta. –Eso es mucho.- murmure para mí mismo, dejando la caja fuerte abierta para que la sirena viese su contenido cuando despertara, me dirigí al baño esta vez.

Me quite los pantalones y los zapatos, metiéndome a la ducha para darme un baño caliente y lavarme el cabello, uno rápido, también llevaba tiempo sin hacer esto y lo extrañaba muchísimo, pero no iba a quedarme mucho tiempo. En lo que termine me seque y me cubrí con una bata negra, saliendo del baño con el cabello más decente que antes, nada especial.

Salí de la habitación, aun no tenía sueño y no me acostaría, por mas que quisiera sentir la cama. Merodeando el departamento, encontré una habitación que me llamo la atención, era lo que quería en teoría, un estudio-librería? Tenía un escritorio con computadora, y las paredes estaban cubiertas por los líberos repletos de libros. Encendí la computadora y deje andando su biblioteca de música, tenía buen gusto.

Al final, no tome ninguno de los libros, pero tome asiento en lo que parecía ser un trono. Era la silla más única de toda la casa, parecía el asiento de un rey. En este momento era un rey, uno que no poseía corona ni reino que le sirviese, pero tenía un palacio de ensueño y una doncella que con su cuerpo te puede dejar sin aliento, que más podría pedir?

Ya sé, que nadie del inframundo venga a mi puerta a joderme, eso es lo que me falta pedir.

Continúe meditando aquí sentado, relajado con la música y el silencio nocturno, me preguntaba a mí mismo si me había vuelto a humanizar, si un pedazo de culo había sido la causa de todo esto. Tenía la respuesta a eso? No del todo, jamás volvería a ser un humano común por más que las cosas vuelvan a ser como antes, yo solo… estoy evolucionando, supongo.

No tardé  ni dos segundos en quedarme dormida profundamente, que ya las pesadillas empezaban a pasar por mi mente...

La oscuridad reinaba en esta, me encontraba en mi hogar? No era el hogar donde jamás quería volver,  de pronto me ci rodeada de mis hermanas y padres cada uno con una varilla en la mano, la cual usaban para golpearme, sentí que moría y fue cuando abrí los ojos para despertarme pero no de la pesadilla sino que me desperté dentro de un tubo lleno de agua atada con fuertes y pesadas cadenas, estaba en una especie de laboratorio muchos hombres con guardapolvos blancos rondaban por el lugar;  de repente sentí como me estaban tirando de los brazos sacándome del tubo para ponerme en una especie de bañera con poca agua y uno de los hombres se acercó con un bisturí comenzando a cortarla al medio... y acá fue cuando se despertó de verdad, gritando tan fuerte que seguro se escucho en todo el departamento,  estaba toda transpirada y con la respiración agitada,  el corazón me palpitaba sin parar, lágrimas brotaban de mis ojos sin parar...

-Malditas pesadillas siempre lo mismo.

Se restregó los ojos,  para luego dirigirse hacia el baño se lavó la cara sacando un par de restos de lágrimas,  y se ató el cabello con un nudo y se fue al vestidor a buscar ropa, encontró un par de boxers usándolos como mini shorts y una musculosa deportiva blanca arremangandola con un nudo dejando mi vientre al descubierto,  aunque me sentía un poco molesta porque no le gusta andar con tanta ropa encima..

-Ammmm tengo hambre....

Caminando despacio me dirigí hasta la cocina agarrando una banana, no tenía sueño la pesadilla me habia dejado atemorizada no dejándome dormir, por lo cual me iba a perseguir al sueño buscando un libro que leer, es por eso que entre a esa habitación que había visto antes con grandes bibliotecas y muchas cantidad de libros; pero al entrar a esa habitación me lleve una gran sorpresa,  y fue que Nessi se encontraba ahí.

-amm no me digas que te desperté con el grito?  Perdón

Mientras ojeaba la librería buscando un libro para leer, pero ninguno le interesó asique tan solo se sentó encima del peli plata acurrucandose bien pues necesitaba uno de esos abrazos fuertes después de esa maldita pesadilla...

-Tuve una pesadilla,  siempre las tengo cuando duermo.

Suspiro mientras se acurrucaba y al moverse le corrió un poco la bata al chico notando su desnudez. .

-Qué haces desnudo? Ohhh estuviste jugando con agua y no me invitaste..

Acariciando sus cabellos húmedos mientras hacía un pequeño berrinche infantil,  sacandole la lengua...

-Mmm estoy aburrida, a que podemos jugar?

Le dije sugerentemente mientras pasaba mi dedo índice por su pecho. ..

Pánico.

Mis ojos anduvieron perdidos entre los diferentes libreros, desde que tome asiento me sumergí en mis pensamientos intentando conciliar el sueño pero sin tener éxito. No sé cuánto tiempo paso, pero llego un momento en el que la computadora dejo de reproducir las canciones y al rato escuche el grito de la rubia, algo que me llamo la atención pero no lo suficiente para hacerme levantar, ella habrá tenido alguna pesadilla, su reacción es normal, no podía haber otra explicación.

Podía sentir sus pasos, ella se movía de un lado a otro por el departamento, hasta que llego a la misma habitación en la que me encontraba, dándose vueltas de la misma forma en el que lo hice en búsqueda de algún libro interesante, al final termino sobre mi, la recibí con un abrazo a medias y acaricie constantemente su cabeza como si fuese una niña, intentado confortarla, aunque ella insinuaba otra cosa. –No me despertaste, nunca me dormí.-  y como sospeche, ella tuvo una pesadilla.

-No creo habértelo dicho, pero se supone que soy Ícelos, dios al que se le atribuyen las pesadillas…- acomode a la sirena como se me dio la gana, haciendo que estuviese de rodillas sobre mi asiento, teniendo inevitablemente una de sus rodillas cerca de mi entrepierna. –Seguiré tratando de hacerte la vida más fácil, no permitiré que tengas una sola pesadilla… nunca más…- la abrace, colocando mi rostro sobre su pecho en el proceso, dándole una leve mordidita traviesa en el derecho, sin importarme que la camisa estuviese en el camino.

-Sabes, desde que era niño e conseguido todo lo que quería, sin importar el tiempo que me tomara hacerlo siempre lo conseguía.- seria esta una historia sobre mí? Si, y era la primera persona a la que le contaba algo que no fuese lo que le hice a Natasha. –Puedes llamarme niño mimado, no me importa, no hay algo o alguien que no consiga… solo hubo una persona que no pude conseguir…- lo que comenzó como un abrazo, paso a hacer algo un tanto diferente, mis manos buscaron otro lugar que agarrar, su culo para ser exacto. Tenía un glúteo en cada mano y los manoseaba continuamente. –A que quiero llegar?... i want you to be my bitch…- separe un poco mi rostro de su pecho y levante levemente la mirada, quería que nuestros ojos se encontraran para que supiese lo muy enserio que estaba hablando.

-No me malinterpretes, no prometí cuidarte para volverte mi esclava, eres libre de tomar todas tus decisiones.- quise aclarar. –Tampoco te pido que me des tu corazón, dármelo es algo que debes decidir por tu cuenta.- interés amoroso? Tampoco era el caso, no la conocía el suficiente tiempo para sentir un fuerte lazo. –Quieres jugar, verdad? Porque yo quiero jugar al conquistador, un juego en el que yo soy el conquistador, y tú eres el mundo.-  una de mis manos se deslizo un poco hasta llegar a una parte de su tatuaje, ella sabría que se encontraba ahí. –Sería estupendo que aquí dijese “Nessy little girl”, no?- sonreí pícaramente, estaba decidido a hacer de ella mía.

-Que más necesitas para ser feliz?- un lugar donde vivir? Se lo di, compañía? Tiene la mía tanto como yo tengo la suya.

Mi corazón se estaba calmando como también mi respiración después de haber tenido esa pesadilla,  ya me había acostumbrado a vivir con ellas pero era algo que siempre marcaba mis noches....

- ohhh en serio puedes evitar que las tenga? Estás haciendo demasiado por mi no se como voy a devolverte tantos favores...

Me acople perfectamente a la forma que quería que Nessi me acomodé encima suyo, pasando mis brazos por detrás de su nuca jugando con sus cabellos entre mis dedos, estos se encontraban húmedos pero suaves; al sentir su mordida entorne un poco los ojos mientras me mordía el labio inferior...

-ey porque tu puedes hacerlo y yo no?  

Le saque la lengua, jugando con mi índice sobre su pecho, dibujando círculos abriendo de a poco su bata, mientras escuchaba con atención sus palabras; así que fue un niño mimado, no.me sorprendia después de todo se lo veia muy cómodo en este ambiente,  pegue un pequeño saltito pegando mi pecho al suyo al sentir sus manos en mi trasero...

- Mmm bueno lo seré con todo gusto,  siendo lo único que puedo hacer para agradecerte, además es lo único que sé hacer bien.

Le fije la vista sin pizca alguna de sonrojo en mi rostro,  no era de esas chicas que le hablan de sexualidad y se ponían todas rojas, yo sabía lo que mi cuerpo quería y solo le hacia caso, era un animal de instintos y placeres.

 -  No lindo, mi corazón jamás lo entregaré a nadie, esta muerto, tan solo busco placeres sin sentimientos. ..así que me alegra que vos pienses lo mismo.

Le mostré una gran sonrisa, de verdad estaba contenta de haber encontrado a alguien con pensamientos parecidos al de ella...

- Mmm y cuántos mundos quieres recorrer?

Y al sentir su manos sobre mi espalda todos los músculos se me endurecieron, hasta habia dejado de respirar, rápidamente cuando pude tomar coraje suavemente corri sus manos para que vuelvan a mi trasero....

- Sólo una condición de mi parte,  no tocarme la espalda,  después todo mi cuerpo es tuyo....*le mostré una sonrisa amigable* mmm que mas necesito para ser feliz?  Solo hacerte feliz a vos...

Entonces me levanté de encima de él sacándome la remera, pero no el bóxer quería jugar antes de darle acceso tan rápido; por lo cuál le tome de la mano dirigiéndolo hasta la mesa de billar, sentándome encima de ella atrayendolo hasta mi con mis piernas, tomé un extremo del cinturón de su bata abriendosela dejando totalmente libre a su desnudez..

- Si el conquistador quiere conquistar el mundo será sumiso,  no? Por primera vez en mi vida seré sumisa y dejaré que vos me digas lo queres que haga.... además podemos agregar un condimento más suculento... mantenerme atada. ..

Estire el cinturón enfrente de sus ojos para que me atara las manos, dejándome totalmente indefensa...

- Que harías si ahora me levanto y me voy y te dejo con las ganas. ...

Le saque la lengua mientras acerque mi boca la suya dándole un apasionado beso...

Su espalda eh?

Bueno, era la segunda vez que ponía mi mano sobre su espalda y era obvio que a ella le incomodaba aquello. Sería difícil cumplir con su exigencia, soy una persona muy curiosa, cuando algo me llama la atención no puedo simplemente dejarlo quieto, pero me resistiría con tal de que ambos fuésemos felices.

Después de que me despojo de mi bata, y haber cambiado la librería por el salón de juegos, nos dimos un beso apasionado en el que nuestras lenguas se encontraron por un tiempo corto, pero lo suficientemente largo para haberla arrinconado contra la mesa de billar. Cabe destacar que mi miembro viril ya se encontraba… vivo… de hecho, daba toques continuos al abdomen de la rubia repetidas veces.

-Si intentas dejarme con las ganas.- tome el cinturón que ella me ofreció con una de mis manos, estaba pensando sobre su propuesta de atarla. –No irías muy lejos, una vez me pones así no hay vuelta atrás.- sonreí, estaba tan ansioso como si fuese un chico en su primera vez, porque esta quizá podría ser mi verdadera primera vez, no tomaba en cuenta lo que le hice a Natasha, ya que fue forzado de la misma forma en que Ani sugiere que lo haga con ella, o al menos eso entendió mi retorcida cabeza. –No te mataría, esa no es una razón para matarte, pero me aseguraría de que no hubiese forma de que te escapes, me podría poner creativo y sacar tentáculos como cuando estábamos en el lago.- mi sonrisa demostraba lo muy retorcido que podía ser, esa parte de mi naturaleza que hasta ahora no le había mostrado a mi nueva amiga. –Podría incluso multiplicar partes de mi cuerpo, tener cuatro manos para poder hacerte lo que quiera sin soltar esas tetas, o quien sabe, un pene extra para ir por dos lados al mismo tiempo.- reí al respecto, la verdad que aquello no parecía una mala idea ahora que contemplaba esas opciones, pero… eso no era lo que quería.

-Realmente no quiero atarte, me gustaría que fueses tu misma, quisiera que ver tu verdadera naturaleza en lugar de que me dejaras usarte como una muñeca inflable.- pero, perdería yo la oportunidad de poder tenerla a mi merced? A mí no me importaba, pero es una oferta que no quisiera perder. –Sin embargo, esto es un juego, no?- me separe un poco de ella, juntando sus manos al frente y haciendo un nudo fuerte alrededor de sus muñecas, tomando agarrando firmemente lo que sobro del nudo para guiar sus manos hacia arriba.

-Bueno, no me salió mal.- y ahora que seguía, la haría ponerse sobre sus rodillas? No, sería algo mucho mejor. –Vamos, no es justo que todavía lleves puesto esos boxers.- arranque esa prenda de ropa como si fuese el papel más frágil, con fuerza pero sin dañar una sola fibra del cuerpo de mi querida compañera. –Así está mejor.- la volví a arrinconar, presionando mi miembro contra su abdomen por un momento más y procedí a hacerla recostar su espalda sobre la mesa de billar.

-En estos momentos solo hay un mundo que quiero conquistar, tu cuerpo.- respondiendo a la pregunta que hizo con anterioridad. –Quiero conocer cada rincón de él, dominarlo sin tener que usar la fuerza, conquistarlo sin dañar tu verdadera naturaleza.- me incline sobre ella, plantando besos sobre sus pechos, paseando de la misma forma por el resto de su abdomen, haciendo que cada uno de estos señalaran el camino al que me dirigía conforme los plantaba sobre su piel, siendo el ultimo un poco debajo de su ombligo, hasta que mi cabeza quedo entre sus hermosas piernas.

Spoiler:

Eso si, mi espalda me estaba empezando a joder, no era una de los lugares más cómodos para hacer algo como esto, una mesa de billar? Que va, hubiese preferido el cómodo asiento que tenía en la librería, o devolverme a la habitación para inaugurar la cama.

Di las ultimas lamidas y enderece mi espalda, no haría eso de nuevo nunca más en mi vida, no en estas condiciones por supuesto, pero yo no había terminado con ella. Si usar mi lengua resultaba incomodo, prefería seguirla contentando con mis dedos. –Usualmente no me como los genitales de las mujeres que me como, pero debo admitir que tiene cierto sabor peculiar, nada mal.- ...

Spoiler:

–Bonito juego no? Conquistar es algo mas que ganarse a la gente, es también hacerlas felices…- la parte que no dije, es que los conquistados dedicaban su vida haciendo felices a quien sea que estuviese sobre ellos, de esta forma ellos ganaban favores y se hacían más felices, convirtiéndose en un acuerdo mutuo.

-Umm si que te la dejaría bien adentro…- Mencione sin ocultar mis ansias, si fuera posible mi boca se haría agua por deseoso que estaba, mi miembro no había recibido la atención debida en… en todo lo que llevo viviendo? No, sigo sin tomar en cuenta ese encuentro sangriento.

La temperatura de mi cuerpo aumentaba a cada caricia,  y sentir su desnudez me producía efectos nerviosos que iban directo a mi zona íntima, como si cada parte de mi cuerpo estuviera conectada a esta, me sentía en paz y contenta después estaba en mi salsa por así decirlo,  ya que desde todo lo sucedido en su vida lo unico que hacia era estar con hombres usarlos, para robarles y además calmar placeres propios; pero con el peli plata era diferente? No, no quería usarlo, solo queria de la única manera que se y puedo agradecerle todo lo que me estaba dando,  por lo cual ya no tendría que vender mi cuerpo para satisfacer mis necesidades;  por esto estaba feliz se sentía en paz..

- Mmm la de dos miembros suena interesante eh!

Le dije bromeando mientras me saboreaba los labios, como haciendo un gesto de que eso se sentiría bien; cuando empezó a dilucidar si atarme o no me quede en silencio apoyando mis manos sobre la mesa sin soltar mis piernas de él, manteniendolas enroscadas en las suyas, finalmente aceptó lo cual me mostré muy sumisa y sin quejarme si me las ato fuerte o si me lastimaban dejandome atar las manos dificultandome un poco el usarlas.

- Quería que vos me los sacarás..

Le mostré una sonrisa pícara mientras me movía ayudandole a sacarme la última prenda de ropa que tenía sobre mi cuerpo,  volviendome a sentir en libertad, amaba estar desnuda si las leyes no lo prohibieran estaría así todo el día, después de todo al ser sirena vivía así porque en él mar no se necesita ropa; al arrinconarme con su cuerpo desnudo sintiendo si hombría sobre mí lo abracé como pude pero no duro ni un segundo que me hizo recostar sobre la mesa.

- En éste momento ya soy toda tuya Nessi, solo te queda marcar territorio...

Al sentir sus labios sobre mis pechos me quede sin aire, después de todo desde el hecho de hacerme recostar me tomó por sorpresa ya que estaba dispuesta a bajar de la mesa para empezar mi trabajo con su masculinidad; cada beso que me daba sobre mi piel producía un efecto que recorría todo mi cuerpo hasta terminar en mi  entrepierna,  no estaba acostumbrada a recibir este tipo de besos después de todo yo siempre trabaje sobre los hombres que engatusaba nunca ellos prestaron mucha atención en mí más que manosearme un poco.

Spoiler:

La sirena la paso bien en ese tiempo en el que la atendí, pero no quería dejarme llegar al plato fuerte aun, me detuvo en seco reincorporándose sobre la mesa de billar, insistiendo en querer darme felicidad. Se bajó de la mesa, me dio una rápida mordida en mi labio inferior y sin titubear bajo a estar cara a cara con mi masculinidad.

Spoiler:

-Hey, eso no es divertido.- proteste, aunque ella parecía tener alguna idea circulando por su cabeza, esta chica era perversa sin duda alguna. Me llevo a la cocina, haciéndome ir por la casa con mi miembro goteando un poco de líquido pre seminal, dejando escasas gotitas caer en el suelo. –Si no terminas las pelotas me van a doler.- al llegar a la cocina, ella abrió el congelador como pudo y se puso a jugar con… hielo?

Spoiler:

Si la dejaba seguir a su ritmo, el placer se acabaría en cualquier momento y yo quería prolongarlo un poco más, me gustaba estar en el borde, en ese punto en el que liberaría mi carga, y al mismo tiempo tendría un espectacular orgasmo por todo el tiempo en sequía.

Spoiler:

-Soy feliz…- se lo hice saber, ese era su objetivo después de todo, hacerme feliz como pago por el nuevo estilo de vida al que me había sometido yo por el bienestar de ella. –Pero lo seria aun mas si terminara de reclamar tu cuerpo.- risitas traviesas sonaron luego de esas palabras, la ayude a levantarse del suelo y la lleve cargada sobre mi hombro, con una de mis manos sobre su pedazo de culo.

A dónde iríamos? Al lugar donde parejas, amantes o solo amiguitos para coger eligen a menudo para destapar sus deseos más profundos. La cama.

Spoiler:

-Grita sin miedo, tus gemidos son música para mis oídos.- con cada entrada era como si la empujara, con cada salida la jalaba de la cola en busca de más. –Who’s your daddy?-pregunte en tono desafiante, dándole fuertes nalgadas a su glúteo derecho hasta que quedara la marca de mi palma impresa sobre su piel. quería escucharlo, quería escuchar mi nombre de sus labios cuantos antes, eso alimentaria mi ego un poco, y en el momento en el que lo hiciera ella me reconocería como el ganador de este juego.

No iba a parar hasta hacerlo llegar al maximo placer que pudiera sentir, mis movimientos iban aumentando de velocidad y ya mis manos no las necesitaba usar porque mi boca cumplia muy bien su función...

Spoiler:

-ohhh entonces yo también soy feliz, si lo deseas esto se puede repetir siempre que quieras, mi cuerpo es tuyo...

Spoiler:

- aaahh Nessi eres genial... me encantas....

Dije entre jadeos, mientras mis movimientos se aminoraron un poco ya que estaba por llegar al climax y no quería hacerlo antes que Nessi, quería que lo hagamos al mismo tiempo.

Spoiler:

-Eso fue increíble…- si nos ponemos así de juguetones frecuentemente no me quejare un poquito del cambio de estilo de vida, ella era especial, lo suficientemente especial para saber qué hacer, como moverse, donde tocar, todo lo que se necesitaba para hacer un hombre igual de especial como yo completamente feliz. –Podemos dejarlo así por hoy, estoy satisfecho.- suspire, mejor polvo no podíamos haber tenido, aunque habrían muchos en el horizonte.

-Por cierto, que quieres hacer mañana?- gire la cabeza a un lado y vi el reloj en la pared, ya eran las cinco de la madrugada y nosotros aun seguíamos despiertos, uno la verdad no se para a ver qué tan rápido pasa el tiempo, yo no me di cuenta. –Oh mejor dicho, hoy…- a donde la llevaría? Una mujer como esta debo cuidarla para que siga dentro de mi definición de perfección, debo alimentarla con la mejor comida que le pueda ofrecer, brindarle las mejores comodidades. Espera… espera un momento… no tenía que dejarme llevar tanto así, ni que estuviésemos hablando del mejor gato…

Mierda, recién recordé que debo buscar mi gato, bueno, eso lo dejare para mas tarde. –Podría llevarte a comer si gustas, algún restaurante costoso o algo, aunque si tienes alguna otra idea te escucho.- y pensar que volvería a planear actividades de gente normal después de lo manchada de sangre que estaba mi mano, no literalmente.

Spoiler:

- Cada día me gusta más las relaciones con los humanos...

Le saque la lengua, le di un beso suave en sus labios y m baje de él quedandome boca abajo sobre la cama, me sentía pegajosa por la transpiración y otros fluidos, necesitaba bañarme pero a la vez estaba cansada ya tenia sueño, mis ojos de a poco cedían y se empezaban a cerrar.

- Primero ahora quiero dormir,  si? Y podemos ir a cenar porque yo tengo que ir a comprar ropa, y no creo que me quieras acompañar, después de todo seguro te resultará aburrido.

Me acomodé de costado y con una mano estiré el brazo del chico para que se recostara detrás mio abrazandome; no tardé ni dos segundos que me quede dormida profundamente,  y por primera vez pude dormir bien sin pesadillas, ni nada que lo perturbe.

Alrededor de las once de la mañana me desperté, era un día hermoso soleado y sin ninguna nube, me levanté de la cama dejando a Nessi dormir, y me dirigí al baño me lave la cara y mientras estaba lista la ducha para bañarme fui a buscar ropa adecuada,  encontré una calza de ciclista que se amoldaria bien a mi cuerpo, una musculosa blanca y para los pies usaría unas zapatillas aunque me quedarían enormes pero bien ajustadas no tendrían porque salirse; al entrar en la ducha mi cuerpo se relajo y las energías volvían de a poco, una vez ya bañada y vestida aunque no me habia puesto las zapatillas porque un poco me incomodaban y las usaría cuando salga de casa.

Moría de hambre!, corrí hasta la cocina y empecé a prepararme el almuerzo porque la hora del desayuno ya pasó;  puse agua en la hornalla eléctrica, para prepararme arroz mientras cortaba unas verduras en trozos para mezclar con el arroz, a Nessi le prepararía un café después de todo el no come  esto,  por lo cual prepare la máquina de café; mientras esperaba que se preparé todo prendí la radio y justo estaba sonando uno de los temas que me gusta,  comenzando a cantarlo después de todo no había nadie a su alrededor que puede hipnotizar con su canto.

-All my life I've been good but now, I'm thinking what the hell, All I want is to mess around and I don't really care about, If you love me, if you hate me, you can't save me...

Bailaba al compás de la música mientras preparaba la mesa para comer; pero de repente la música en la radio cambió y empezó a sonar una banda que ella escuchaba con su ex? Si su ex, y al escucharla provocó que se desestabilizara haciendo que el vaso que tenía en la mano.se cayera lastimandole el pie produciendole un grande y profundo tajo..

- Ay maldición! !!!

Grito entre llantos, cómo pudo salto los vidrios rotos y moviéndose con un solo pie se dirigió hasta la mesada de la cocina y sentándose encima metió debajo de la canilla del lavaplatos su pie sacando de a poco los vidrios que le habían quedado en la herida, la sangre no paraba de brotar de está,  saltando en un solo pie fue hasta el botiquín del baño para vendarse el pie con gasas, no quería ir al hospital para que la cosan o algo, iba a evitar a toda costa caer en un hospital.

No podía vivir así, todo lo que lo recordaba a él le producía un gran dolor en su corazón,  lo tenía que olvidar de alguna manera; una vez curada la herida barri los restos de vidrio y me dispuse a comer, espero que Nessi no se despierte con tanto drama...

Canción que canta:

Canción que escucha:

Y así fue como la mejor noche de mi vida termino, quede exhausto y satisfecho, dormí como todo un bebe, aferrándome al cuerpo esbelto de la sirena rubia.

Pero cuando desperté las cosas eran diferentes, estaba solo en aquel colchón de sábanas blancas, parpadeaba lentamente tratando de ordenar mis pensamientos. Recién recordé donde estaba, que hacia aquí y el por qué estaba pasando la buena vida, había decidido cambiar mi estilo de vida para proteger a una chica de la que ya había conseguido lo que quería, pero no podía dejar botada a un lado como si se tratara de una prostituta, le hice una promesa, dos promesas, varias promesas, y rara vez las rompía.

Me incorpore e hice aparecer una figura femenina a mis espaldas, una que no poseía ropa que cubriera sus atributos ni sus curvas, era Natasha, de quien solo deseaba una cosa en un momento como este, algo que ella podría darme que no conseguiría de la sirena teniendo en cuenta los parámetros de nuestra relación, confort.

La peli purpura rodeo mi cuello con sus delgados brazos, su cabello reposaba sobre mi cuerpo, cubriendo parcialmente mi pecho y parte de mi rostro como si de una cortina se tratara, reposando su mejilla sobre mi cabeza y pegando su cuerpo a mi espalda. –Natasha…- murmure bajito, no creo que la rubia tuviese idea de que me encontraba despierto, y no le quería dar razones para que pensara de esa manera, no en este momento.

Las manos de la peli purpura se colocaron sobre mi pecho, sintiéndome cuidadosamente con la la yema de sus dedos, su rostro se escondía en mi cuello como si la vergüenza la invadiera por completo. –Te lo prometo, yo jamás de olvidare.- que por que no hacia con ella lo mismo que con Anastasia? Porque a diferencia de la sirena, esta era solamente un producto de mis sueños, de mi imaginación, una copia perfecta de una persona que ya no existe y que lo único que me queda de ella son memorias y deseos, sueños que se atesoran en mi mente, este era uno de los tantos deseos que tengo, una situación en la que pudiésemos disfrutar de la compañía del otro, sin embargo mi mente retorcida no podía verla a ella con los mismos ojos perversos con los que veía a las demás, incluyendo a la mujer que compartió la cama conmigo anoche.

Ella no podía darme lo que Anastasia si, a fin de cuenta a las necesitaba a las dos.

Cuando quise corresponder a sus caricias, Natasha desapareció y se me hizo un nudo en la garganta, eso era todo, estaba perdiendo control sobre sus apariciones y me hacía sentir estúpido, la frustración poco a poco aumentaba.

Me levante de la cama en dirección al baño, por lo visto mi amiguita ya se había duchado antes que yo, vi la toalla de ella a un lado, no era tan ordenada supongo, aunque me pregunto si encontró algo que ponerse. Sin perder el tiempo me puse en pie bajo la regadera y al cabo de un rato termine mis asuntos ahí, saliendo a la habitación con una toalla que utilice para ir secándome parcialmente.

Estando seco a medias, me puse unos boxers un tanto ajustados, agarre tres fajos de billetes de la caja fuerte y me dirigí a la cocina con la toalla sobre mi hombro, en lo que llegue la vi ahí sentada frente al comedor, comiendo, y una tasa extra de café que aun parecía caliente, me estaba esperando. –Anastasia.- murmure su nombre en cuanto la vi, no me encontraba muy animado que digamos con todo eso que paso antes de bañarme, podía notarse una leve depresión en mi rostro.

Baje la mirada un poco, la estaba contemplando desde la cabeza hasta los pies aunque estuviese sentada, se las arregló para verse… sexy… aun con ropa del antiguo dueño de este departamento. Ella siempre conseguía que la ropa se le ciñera perfectamente a la piel? La camiseta le quedaba apretada porque sus pechos así lo permitían, esos pantalones inclusive se amoldaban a su figura, bueno, estaban hechos para eso precisamente.

Mi mirada se detuvo en el vendaje que estaba en sus pies, eso es nuevo. –Que te paso en el pie?- me acerque a la rubia, tratando de sostener su mirada con la mía conforme nuestra distancia se acortaba, luego, mis ojos se desviaron al cubo de basura no muy lejos y vi el vidrio de algo, de ahí también percibí el aroma de la sangre, de alguna forma u otra me di la idea de lo que paso, un simple accidente de cocina.

Coloque los fajos sobre la mesa y me agache un poco para que mis labios alcanzaran la altura de su frente, plasmándolos en ese sitio como una simple muestra de cariño. –Gracias por el café.- murmure cuando finalice con el beso y tome asiento diagonal a ella, sosteniendo mi tasa y dando un sorbo al líquido que ahora estaba tibio.

-Toma ese dinero y compra todo lo que quieras, ropa, accesorios, un regalo para mi si así lo deseas, pero preferiría que lo usaras todo a tu gusto, si no crees que es suficiente toma un poco más de la caja fuerte.- mis palabras eran de buena voluntad, aunque el tono en el que las decía era casi como si estuviese entrenado para decirlas, no como si saliesen de mi corazón. –Consigue lo más sexy que encuentres, hazme el hombre… más feliz…- y en realidad lo era, en estos momentos me sentía afortunado de tenerla, pero las palabras que le dije anoche resonaban en mi mente y me hacían reconsiderar un poco, que se supone que quiero yo de ella? Conseguí placer, pero me siento más ambicioso que eso, su corazón? Ella me dijo que no me lo daría, y el intentar conseguirlo a la fuerza solo causaría otra tragedia más.

-Dormiste bien?- lo decía por sus continuas pesadillas, la verdad es que tengo el poder para suprimirlas, pero nunca lo hice, mi mente estaba lo suficientemente distraída en otra cosa anoche, y olvide por completo aquella promesa, me sentía estúpido.

Me había comido casi más de la mitad del plato en tres bocados, estaba hambrienta después de todo ayer a la noche no había comido bien solo una fruta; hace cuanto no comía bien mi cuerpo se encontraba feliz al haber adquirido todo ese alimento, era como si estuviera saltando de alegría por sentir esas calorías y nutrientes, ya no me desmayaría tanto por estar bajo el sol mucho tiempo o por falta de comida, eso es bueno después de todo varias personas se habían querido aprovechar de mi estado de indefensión.
 
Mi mirada se perdió recorriendo la casa, todo esto era mío va de Nessi y mío, pero a cambio de qué? de haberme convertido en la muñeca sexual del chico, aunque de eso no me quejaba, aun sentía inseguridad y miedo de él… y si tan solo fue un ratito de diversión y luego la mata o la entrega? No sería el primero en hacerlo después de todo, además ya había conseguido bastante, que más podía conseguir de mí, claramente es obvio que soy una molestia y una carga…
 
Los pensamientos fueron interrumpidos por la voz del peliplata, al momento no reaccione pero agitando mi cabeza volví a la realidad…
 

-Buen día dormilón…pensé que te ibas a quedar todo el día acostado con  el hermoso día que hace.
 
Bromee medio desanimada con una sonrisa forzada, mientras me metí otro bocado de arroz a la boca, masticando sin ganas ya que se me fue el hambre, maldita inseguridad y si tal vez me equivocaba, y el chico realmente cumplía con todo lo que me prometió, me estaría haciendo problema por nada, pero nada en esta vida es seguro.
 
 
-Ammm nada grave, un vaso se me resbalo de las manos y m cayó en el pie, una pequeña cortada, ya se me curara.
 
Mentí después de todo era profunda la cortada y ya la venda se me había llenado de sangre, tenía que encontrar una forma de esconder el pie de Nessi, no debía verlo porque no quiero que me lleven al médico, a esos hombres con guardapolvos que te hacen estudios, son otra versión un poco más amigable que los científicos, pero terminan siendo lo mismo; me quede atónita al ver tanta plata junta, por fin podría ayudar a mis amiguitos después de tanto tiempo no aparecer por esos lares, al sentir sus labios en mi frente cerré los ojos instintivamente y una sonrisa se dibujo en mi rostro, la niña interior saltaba como si eso fuera un signo de aprobación, aprobación de qué? De que si podía servirle después de todo, de que tal vez no era una carga, no sé todavía me quedan muchas dudas, además después de todo yo tampoco era una santa.
 
-Ammm gracias!!!! Es mucha plata, eso dale por hecho, después de todo no me gusta usar mucha ropa, me es molesta pero las normas impiden estar desnuda..
 
Bufe molesta por eso después de todo acostumbrada a no usar nada ahora estaba obligada a hacerlo, un suspiro de resignación dejo a un lado eso y sonreí, ya que me había gustado esa muestra de parte del chico, porque si se iba a deshacer de mi no iba a dar plata, no?, pero aun seguía con dudas..



-Mmm Nessi podemos hablar?? –Y sin esperar su respuesta empezó a hablar – Vos sabes toda mi historia, ya te la conté y sabes qué... que tengo miedo, si miedo de que me entregues de que todo esto sea temporario, y que te des cuenta que solo soy una carga, además porque yo? Me podrías haber matado fácilmente y por qué no lo hiciste?, no soy una  buena persona, yo… yo engaño, si engaño a los hombres los uso, me acuesto con ellos y  a la mañana cuando se despiertan tienen la casa desvalijada; y porque deberías confiar en mí? No soy buena.
 
Me levante de la mesa quedándome en silencio, di unos pasos pero no podía me dolía mucho el pie, sentía que estaba levantando temperatura y que me ardía, me apoye en la barra de la cocina no quería que sospeche que me dolía asique disimule que solo esperaba su respuesta; me dejaría después de todo esto, o mejoraría nuestra relación, espero que sea lo segundo porque no quería alejarme de él, no quería romper mi promesa de nunca traicionarlo ni dejarlo solo.
 
-Ah y si dormí bien, me desmaye, gracias por preguntar…
 
Todo lo que le había dicho era verdad, pero había algo que nunca se enteraría, mi más profundo secreto…

Ella tiene miedo, eso era de esperarse.

La escuche detenidamente, compartía conmigo sus miedos e inseguridades y yo comprendía a medias el porqué de ellas, estaba viviendo conmigo después de todo y de por si eso es algo de lo que cualquiera sentiría un leve temor, podría atacarla a sus espaldas, podría matarlo, anoche no parecía estar pendiente de ese detalle, pero ahora que la calentura nos bajó a los dos, su mente se aclaró y pensó las cosas detenidamente.

Yo por mi parte, bebía del café que me preparo mientras se expresaba, y justo cuando ella termino de hablar, yo acabe con el líquido que hace un momento estaba vertido en mi tasa, riendo bajito en aquel momento, por qué? Sus palabras no se me hacían graciosas, pero solía reírme de reacciones como esas, se asimilaba un poco a alguna de mis victimas suplicando por su vida, solo que en este caso ella no lo estaba haciendo.

-Yo comprendo todo lo que me dices, tienes todo el derecho a sentirte de esa forma, inseguridad? Miedo? Es normal.- me lleve los brazos atrás de la cabeza, cruzándolos, apoyando mi cabeza en ellos y levantando mi mirada hacia el techo de la casa. Por qué hacia todo esto por ella? Era especial, era una sirena, tenía buen culo y tetas, me gustaba su cabello, sus labios, se mirada y la peligrosa manera en que me podría tener comiendo de sus manos si se lo propusiera, pero aquellos no eran motivos suficientes para llevarla de la mano por mi vida… o sí?

Yo ya me había establecido una cierta atracción por ella, a pesar de que ella ya me había dejado claro que su corazón y sus sentimientos eran intocables, y yo abrí mucho mi boca diciendo que tampoco buscaba eso, grave error o actué con prudencia?

-Confió en ti porque pensé que confiabas en mi- fue mi respuesta, para empezar, y es que nuestra relación empezó en el momento que le pedí ser mi amiga, y le deje claro que en el momento que me traicionara pagaría con su vida. –No te voy a entregar a nadie porque no tengo obligación alguna de hacerlo, ni interés de descubrir cosas que podría simplemente compartir conmigo. Tampoco te voy a matar, yo no mato a mis amigos.- pero, como decirle a ella que mis palabras de anoche podrían no haber sido enserio, como decirle que aunque lo que tenemos no debería influir en lo que cada uno siente, hace florecer una atracción que poco a poco se intensificara.

Me puse en pie y camine hacia ella, lo pude notar, ese esfuerzo suyo de no querer apoyarse sobre su pie lastimado, la cortada era un tanto más grave de lo que me había contado y no quiso darme ese detalle, es entendible. –Por que a ti?- hice la misma pregunta, acercándome a la rubia a la que superaba en estatura levemente, levantándola del suelo para que se sentara sobre la barra, apoyando una mano a cada lado de ella para bloquearle el paso y no dejar que se bajara, acercando mis nariz a su cuello para drogarme de alguna forma con el olor perfumado del jabón con el que ambos nos bañamos.

-Es porque eres especial, es porque tu y yo somos diferentes del resto, nos expresamos como queremos, hacemos lo que queremos y no nos sometemos a los estándares de los demás.- el roce de mi nariz sobre su piel se detuvo, apoye mi rostro húmedo sobre su pecho, mi cabello no estaba totalmente seco así que algo de agua le iría a salpicar, no creo que le importe. –Ambos tenemos corazones heridos, yo tengo muchas necesidades tanto físicas como emocionales que suplir, y con solo tener tu presencia aquí puedo apaciguar esa punzada que siento en mi pecho todo el tiempo.- me estaba sincerando con ella para que confiara un poco más, quería que viese que no solo era un demente con problemas mentales, una máquina de matar, que no pensaba en ella solamente con la cabeza de abajo.

-Por eso decidí llevarte conmigo, tenerte conmigo, placer no es lo único que puedes darme, tendría tu compañía y no estaría solo nunca más.- separe mi rostro de ella hasta que nuestros ojos se encontraran, mi mirada era la de alguien seguro de si mismo, pero mis ojos reflejaban una profunda desesperación que encerraba en mi interior. –Y bien, si todo esto no es suficiente, que más necesito hacer para que confíes en mí?- termine de hablar, estaba esperando a escuchar lo que tenía que decir.

Me habia quedado cabizbaja luego de haber hecho mi planteo,  estaba loca? O estaba en lo cierto el haberle hecho esas preguntas;  cualquier chica linda de esas q salen en la tele estaría feliz en mi situación,  vivir con un hombre joven en la casa que la mantenga y que lo único que tenga q hacer ella sea mantenerlo feliz, pero a mi eso no me completaba, tampoco estaba buscando amor y todo lo que conlleva eso, porque mi corazón estaba sellado y cerrado a cualquier sentimiento desde mi fallida anterior relación;  lo único que esperaba era sentirme segura si eso era, porque no lograba confiar en las personas totalmente siempre algún dejo de miedo quedaba en mi interior,  por esto no tenía amigos.

Se estaba riendo?  No en serio? Estaba provocando mi ira, no era una chica que se enojara pero siempre había una primera vez; acaso era una broma lo que le habia dicho,  o claramente no tenia importancia para él, si pudiera caminar mejor me hubiera ido a encerrar al cuarto para evitar que le diga de todo; pero de pronto empezó a hablar y me tranquilice, me quede en silencio escuchando lo que tenia para decirme.

- Si confío en vos, pero el miedo es parte de mi es algo que no puedo sacar de un día para el otro, pues para mi los humanos son todos iguales,  engañan, mienten y lastiman,  a lo largo de mí vida fui demostradolo; por eso tienes una ardua tarea para cambiar mi pensamiento, tu decidiras si seguir o dejar. ..

Suspiro quedandome en silencio nuevamente, cuando observe que se acercaba a mi, pero en este momento no quería que se me acerqué, quería alejarme de él pero el dolor de mi pie me lo impedía, así que tan solo deje que él levantará mi cuerpo dejandome sentada en la barra, quedando mis piernas a los costado de las suyas; cuando acercó su rostro a mi cuello mi cabeza quería tirarse para atrás pero el cuerpo no reaccionaba,  por que? Porque cada caricia o acercamiento del peliplata me hace sentir indefensa ya que provocaba que mi cuerpo sucumbiera ante sus deseos.

Lo que siguió hablando Nessi me quede en silencio,  acariciando sus cabellos al tener su cabeza usando mis pechos de almohada, mi respiración era lenta y tranquila pero a la vez medio entrecortada al tragar saliva, porque estaba liberando con eso el nudo en la garganta cada palabra de Nessi era una caricia a mi corazón; cuando terminó de hablar me quede en silencio un segundo mirándolo fijamente,  y sin mediar palabra mis labios se posaron sobre los suyos dándole un tierno beso, el cual duró unos leves segundos.

- Supongo que con el tiempo ambos iremos confiando más en el uno en el otro, no? Pero lo único que sé ahora es que no me alejare de ti, quedandome contigo no dejándote solo nunca.

Lo abracé apoyando mi cabeza en su hombro, cuando de pronto se escucho que la puerta de entrada se estaba abriendo y rápidamente se me ocurrió una idea, empujé levemente al chico, camine rápido con dificultad arrastrando del brazo a Nessi..

- Quédate escondido en el dormitorio haré pensar al que venga que soy una amante del ex dueño, después de todo era un soltero, ya vengo!

Le di un ligero beso y m acerque al living,  encontrándome con una mujer de unos 50 años que al parecer era la mujer de limpieza,esta me miro de arriba a abajo quedándose en silencio por un tiempo.

- oh veo que moleste al señor Thompson, Soy Elizabeth la mujer que le limpia el departamento y le cocina al señor.  

- Mucho gusto soy Anastasia,  novia de su señor;  y justo de usted estuvimos hablando el otro día,  debido a que me mudare a vivir con él,  ya no requerimos de sus servicios pues yo me quedaré en casa para realizarlos.

- No no puede ser,  hace años que cuido del señor,  no me puede despedir por por una mujer!!! Esto lo tengo que hablar en persona con él!!!! Quiero que me lo diga en persona el mismo!!!!

La mujer estaba iracunda,  y salió rápidamente en dirección al cuarto,  en donde su perdición la estaba buscando;  al entrar al cuarto y ver a Nessark la hizo quedar helada..

- Dónde está mi señor?  Usted quién es? Lo mataron?!! Los voy a denunciar !!! Van a pudrirse en la cárcel.

Se alejó a pasos agigantados dirigiéndose hasta la puerta,  pero yo ya estaba ahí parada impidiéndole la salida.

- Lo siento pero  ya no se puede ir de acá. .

Agaché la mirada no podía mirar a los ojos a una persona que sabría que iban a matar..

Me escondí en la recamara? No exactamente, no sentía que lo hacía porque no se trataba de no querer ser visto por la tipa que toco la puerta, si no de no darle motivos para entrar y ponerse alerta, solo me quedaba esperar a ver que sucedía.

Durante la espera me quede de pie en medio de un trance a medias, escuchando la voz femenina protestar acerca de algo que le habrá dicho la rubia, pero al mismo tiempo con la mirada perdida en la nada, con la boca abierta, con el dedo sobre mi labio inferior y un chorrito de baba deslizándose desde el índice a mi muñeca y gotear al suelo.

Sera una mujer joven? Tendrá buen cuerpo? Sera bonita? Mi cabeza estaba llena de pensamientos que realmente no tenían por qué pasar por mi mente, y en cuanto la vi todo se fue a la mierda, era una mujer con un poco de sobrepeso y entrando a la tercera edad, lo noto por las numerosas canas que adornan su cabello. Ani le bloqueaba la salida luego de amenazarnos con denunciarnos a las autoridades, y yo tarde un poco en salir de mi total decepción. –Me, que fea eres…- esboce con total indiferencia a sus palabras.

Mis ojos se volvieron totalmente negros, el derecho obtenía una pupila de coloración rojo. Mis dientes se volvieron afilados en su totalidad y mi boca aumento su capacidad para abrirse, solo para facilitar la ingestión de la carne. Mi saliva ya no era normal, se tornó acida mas no era exactamente para lastimar la piel.

La mujer temblaba, sus tiemblas no dejaban de moverse hasta el punto en el que quedo de rodillas al ver algo que para cualquier humano es fuera de este mundo.

Piedad.

Sus palabras sonaron claras a mis oídos, sin embargo las ignore completamente y preste más atención a la llamada de mi estómago, gruñidos como los de un león hambriento. Sin hacerla esperar, le di un final rápido e indoloro, di un golpe sobre su nuca y el inicio de su columna vertebral, dejándola completamente inmóvil al instante y provocándole la muerte instantánea, aunque no la mate yo, fue el pánico del momento.

-Anastasia, date la vuelta y cierra los ojos…- le pedí, por alguna extraña razón no me sentía con ganas de que ella me viera en mi verdadera naturaleza, aunque habrá visto suficiente la vez que mate al dueño de este departamento en su auto.

Empecé entonces con el festín, enfocando mis mordidas en las áreas que me gusta comer, los brazos, piernas, la mayor parte del torso incluyendo algunos órganos, dejando a un lado la cabeza, que de por si es difícil de moder, y el área del coxis, porque no tenia ganas de andar comiendo genitales o sentir el sabor para nada agradable de un culo mal limpiado, era una caníbal refinado supongo. El ácido de mi lengua disolvió la ropa de mi cena en su mayoría, era su función, así no perdía el tiempo teniendo que desvestirla.

Al finalizar, deje lo que no quería en el suelo, y me fui a una esquina de la habitación, sentándome, abrazando mis piernas, perdiendo mi mirada en la nada nuevamente, mientras mi boca y torso se encontraban cubiertos del fluido carmesí del cuerpo de la mujer. –Termine.- dije, no había un motivo exacto para lo que hacía en aquel momento, nada especifico, yo simplemente lo hice porque sentí la necesidad de hacerlo.

-Después limpio.- no sonaba para nada contento con lo sucedido, aunque estaba totalmente satisfecho, no tendría que volver a comer hasta más tarde en la noche.

Eructe, y luego sonreí, recién me di cuenta que ella es una buena amiga, una amiga que se preocupa lo suficiente por mi como para conseguirme algo de comer sin que le pida que me ayude, pero al mismo tiempo no me gusta que se involucre en esos asuntos, no la tengo conmigo para que ser mi carnada o mi camarera.

-Por cierto, que quieres hacer esta noche?- antes de dormirnos le dije que la quería llevar a comer, aunque aquello podría transformarse en otra cosa, una salida a alguna otra parte que no fuese un restaurante estaría bien en estos momentos. Mientras esperaba a que respondiera, pensé en un regalo para ella, algo que pudiese usar y que al mismo tiempo me deje saber dónde se encuentra, solo como una medida preventiva por si nos separamos y necesito saber su ubicación, no es que estemos juntos como gatos siameses todo el rato.

Miedo,  pavor, pánico, no sabía como describir lo que sentí mientras estaba viendo ese acto horrendo de asesinato, y yo era la cómplice, a la que también meterían presa si se descubría lo que estábamos haciendo,  unas tremendas ganas de vomitar invadían mi cuerpo, pero me aguante no queria ensuciar más de lo que ya estaba.

- Ne..

Me di vuelta como el peli plata lo pidió, pero era en vano ya habia visto su accionar antes,  por qué ahora era diferente?, mi cuerpo temblaba, será de miedo? Seguro cualquiera en mi lugar saldría corriendo al ver esa escena, pero no podía hacerlo parte de mi quería irse pero otra no la dejaba, tal vez con la leve esperanza que algún día va a cambiar sus costumbres, pero si nunca lo hacía? Sería algo a meditar con tiempo.

Tardó menos de lo que esperaba, al darme vuelta vi todos los restos desperdigados por el suelo, debía limpiarlo a pesar de que dijo que él lo haría pero tenía una forma más rápida, apenas con un leve movimiento hizo aparecer un charco de agua salada bajo sus pies y moviendolo debajo de los restos estos fueron tragados por el agua dirigiendolos a lo más profundo del mar, todo resto hasta de sangre desapareció del suelo,  sin dejar rastro de lo sucedido; ahora quedaba limpiar a Nessi, saltando en un pie porque aún la cortada me seguía doliendo me dirigí hasta la cocina a buscar un trapito húmedo, volví a la escena del crimen por así decirlo, arrodillandome enfrente al chico pasándole suavemente por todos los lados que tenía manchado con esa sustancia rojiza.

- Cochinooo, mira como te ensuciaste!

Bromee sacandole la lengua, mientras terminaba de limpiarlo, me levanté sin apoyarme en el pie herido y le ofrecí una mano para que se levantará, cuando se levantó le di un suave beso en sus labios y me escape rápido al baño a higienizarme la herida; sin titubear y aguantandome el ardor me puse alcohol en la herida para matar cualquier bacteria y desinfectarla, la vende nuevamente y esta comenzó a sangrar un poco menos, me coloque las zapatillas que al quedarme grandes no apretaban la herida y volví al lado del peli plata.

-Estuve meditando tu pregunta, y me gustaría prepararte comida, aunque sea una picada para vos *me rei* podemos comer en el balcón hay muy linda vista y después nadar un rato,  vi una piscina enorme en la terraza, te puedo enseñar a nadar para que no tengas miedo!!

Le sonreí tiernamente mientras tomaba el dinero de la mesada guardandola en una especie de riñonera que usaria de cartera.



- Pero primero debemos ir a comprar la comida, cuando vinimos vi un supermercado aca a dos cuadras, vístete y vamos! Yo enseguida vengo tengo que atar un cabo,  o sea hipnotizar al de la puerta para que no se acuerde que esta señora vino acá, cuando estés listo baja,  si? Te espero ahi.

Le di un fugaz beso y sali del departamento en dirección al ascensor,  tararee al son de la música instrumental, y al llegar abajo me acerqué al recepcionista, y sin mediar palabra una suave melodía salió de mis labios encandilado al hombre quedando completamente a mi merced, bastaron dos palabras para hipnotizar y hacer olvidar al hombre de lo ocurrido hace un instante.

Listo, me encontraba solo en el departamento luego de esa salida fugaz que hizo la rubia. Me preocupaba un poco que anduviese por la calle con esa herida en el pie, pero si ella creía que podía andar con eso entonces no era nadie para decirle lo contrario.
Me estire y sonreí como un pendejo, no me sentía tan feliz desde que esas cosas pasaron. Me sentía afortunado de tenerla a ella viviendo conmigo, no solo porque lo de coger estaba asegurado, no, era más que eso. Sus besos eran como leves caricias a mi corazón, me provocaban emociones que estaría a poco tiempo de desconocer si ella no hubiese aparecido, ya no sabía que decir.

Cierto, tenía que vestirme.

Me fui a la habitación y observe el armario con cuidado, tenía más ropa elegante que casual este tipo, tengo que pedirle a Ani que me compre otras cosas.

Me vestí con lo que había entonces, una camisa manga larga, corbata, pantalones de porte elegante y unos zapatos bien lustrados, aprovechando también para peinarme el cabello totalmente hacia atrás y tirarme algo de colonia, adoptando la imagen de niño rico que usaba hace ya algunos años.
Agarre las llaves del departamento, algo que la rubia dejo descuidadamente, un poco de dinero para cualquier cosa que fuese a surgir, y las llaves del carro.

Salí del departamento y agarre el elevador, llegando a la entrada del edificio donde me esperaba Ani pacientemente, al llegar tenía la mirada del portero sobre mi todo el tiempo, como si me estuviese tratando de identificar con el pensamiento, no era el mismo de anoche y no creo que conozca a todos los residentes así que actué con normalidad, aunque su mirada también se desviaba hacia mi acompañante de a ratos.

-Ten.- le di las llaves del carro. –No me gustaría que te lastimaras el pie más de la cuenta, además, necesito que hagas otras paradas y me compres ropa a mí también.- con eso ya le había dejado claro que andaríamos por separado. –Llévate esto también.- le di las llaves del departamento, no hay copia para mí pero eso no era problema porque yo tengo la capacidad de teletransportarme a su interior, aunque pobre de los porteros, pondrían en duda su cordura cuando me vean salir sin haberme visto entrar.

-Yo tengo que buscar algo que deje en Rodorio, es importante.- solo le dije eso, quería dejar a mi gata como una sorpresa, no sé si le gustan los animales, e independientemente de eso Zampa andaría con nosotros sí o sí.

-Creo que eso es todo.- mire hacia otro lado, pensando a ver si me estaba olvidando de algún detalle, recordé, pero esto era más un comportamiento instintivo masculino que algo de relevancia.

Le di una leve nalgada, con cariño obviamente, dejando salir una pequeña risita que se esfumo en nada. Me le acerque un poquito y clave un beso prolongado por unos leves segundos sobre sus labios. Al separarnos le acaricie la cabeza como si de una niña pequeña se tratara. –Bien, anda con cuidado, volveré a la noche más tardar.- le avise, no sabía cuánto me tomaría encontrar a esa gata, pero aprovecharía para darme una vuelta por Rodorio mientras tanto.

Camine en dirección opuesta a donde estaba aparcado el carro, y me despedí a la rubia una vez más con un movimiento de la mano, ahora, a buscar a mi mascota.

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Termina el tema con tu siguiente post.

Luego de terminar mi cometido me dirigí al umbral de la entrada a esperar al peliplata, no pasaba mucha gente por la puerta, al parecer toda la zona era casi residencial en donde pocas personas adineradas podía comprar y vivir, me quede husmeando dentro de la riñonera y encontré un Mp3 con bastante música cargada no duda en ponerme a escucharla mientras esperaba a Nessi, este tipo escuchaba de todo desde música clásica a reggeatton, la música que usualmente escucho cuando salgo de fiesta, que de hecho hace bastante no hago un día le preguntaría a Nessi si quiere ir.

-Puff como tarda este chico!!

Dije para mí y fue cuando justo escuche el ascensor subir y luego bajar con él dentro un sonrisa tonta se dibujo en mi rostro mientras lo veía acercarse a mí, puse en pausa el reproductor de música y me saque los auriculares dejándolos sobre mis hombros; tome las llaves del auto de esa ferrari increíble!!! Todavía seguía saltando como tonta por tener semejante auto, guarde las llaves del auto en la riñonera al igual que las del departamento..

-Eso no vale!! Me dejas todo el trabajo pesado a mi!!

Le saque la lengua divertida haciendo un mohín infantil bromeando con él nomas, al sentir el golpe en mi trasero tan solo pegue un pequeño saltito después de todo no me esperaba su reacción, su beso fue más inesperado aun cerré mis ojos dejándome llevar por el movimiento de sus labios llevando mi cuerpo lo más cerca del suyo, cuando se separo me quede como si me hubieran sacado un dulce.

-Bueno nos vemos! Pórtate bien!!

Dije casi gritando mientras se alejaba, yo di la vuelta y me adentre en el garaje y sin dudar entre a la Ferrari roja en la cual todo esto había comenzado, me quede unos segundos dentro observando todo, prendí el estéreo poniéndolo a todo volumen y comencé mi camino hacia el supermercado.

FIN DEL TEMA