Venus bajo las alas de Griffon [combate]
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Venus bajo las alas de Griffon [combate]
Las secuencias pasaban demasiado rápido, tanto como el ritmo de mi corazón que aumentaba con todo lo que a mi alrededor se iba generando, dibujando veloz toda una pintura que ni yo mismo me habría imaginado posible de pintar, como Hades podía traer en una abrir y cerrar de ojos el mismo caos a cualquier lado, quizás era por eso que mi señor mantenía a su hermano casi confinado en el mismo infierno.
Mi dios no reconoció que aquel que estaba defendiéndome era mi propia sangre, mi hermano y aquel que llevaba el mismo sello que yo en la espalda para permanecer estable, solo con su voz, esa que tanto amaba, aquel perfume que solo él desprendía, mi amado Mor, solo así mi corazón dejo de latir desesperado y se calmo, como si le cantara una canción antes de irse a dormir para soñar con las cosas más maravillosas, ni mi propio dios podía generar esa sensación, ante mi llamado… él estaba a mi lado y yo bajo la máscara sonreí con calidez.
Quizás lo suficientemente distraída como para no ver cómo era separada de mi hermano, arrastrada fuera de la sala. Vi como nuestros cuerpos pasaban entre columnas prendidas fuegos, vi alejarse a mi dios y a mi hermano en un abrir y cerrar de ojos, no me desespere pero me sentí invadida por un repentino sentimiento que no reconocí hasta que mis pies volvieron a tocar suelo, dándome firmeza en mi postura, era ese vacío que odiaba, el que no quería sentir al separarme de mi gemelo.
Mi armadura tenía una fina capa de seda sujeta apenas en el centro de la espalda, lo que hacía que pareciera un velo hermoso que llamaba la atención al andar, cuando camine lejos de él. Calmada, en pausa, así eran mis pasos, con cada uno iba dejando impregnado mi propio perfume y mi cosmos se hacía presente, dulce cual doncella virgen seduciendo a su príncipe para que la llevara hasta lugares inimaginables, si iba a pelear, nunca rechazaba una pelea pero tampoco nunca perdía, era tranquila en la pelea pero letal como la mordida de una serpiente, me movía como tal, siseante, a la espera del momento justo.
- Alguna vez no has dado todo de ti en un combate? – mi voz, a pesar de tener la máscara, seguía sonando tranquila, dulce, seductora, atrayente, como si alguien cantara susurrando al oído, esperando a que te duermas, para arrancarle los ojos cuando ya no sintiese nada, ese sería mi trofeo si vencía a aquel adversario al cual no temía en lo absoluto, me quedaría con uno de sus hermosos ojos de recuerdo y quien sabe quizás más si me ponía caprichosa.
Mis pies bailando al girar mi cuerpo para quedar de frente a él, a una distancia razonable, no peleaba cuerpo a cuerpo si no era necesario, aun se podían ver las estrellas en el cielo, pero pronto haría que amaneciera si era necesario, el jardín en donde estaban ahora era hermoso, uno de sus preferidos a decir verdad, en el Olimpo existían casi todas las especies de plantas, se decía que el único lugar donde todas estaban eran los Elíseos, pero dudaba de querer ir y si lo hacia alguna vez al menos no pretendía hacerlo sola. Las flores al sentir su presencia se movieron como si una brisa las acariciara – te gusta el perfume a mujer caballero de Griffon verdad, sino mal recuerdo? – levante una mano y mis dedos delicados, gentiles acariciaron el aire, las flores desprendieron de ellas su perfume dulzón, que invitaba a dormir una siesta allí mismo, relajando todos los músculos tensos, arrastrando a cualquiera a un hermoso cuento de hadas donde nada era malo ni nada podía salir mal.
Mi cosmos aumento apenas y volvió a desaparecer, estaba tranquila y mi cuerpo casi no se movía de su lugar solo lo hacían la seda y las hebras plateadas de mi cabello, que dibujan sin sentido curvas, enredándose entre ellos, mis ojos se cerraron un instante tras la máscara, mientras mis labios formaban una sonrisa cálida que mi adversario no podía ver, esta pronto se teñiría, estaba segura, de algo más que un simple deseo de acabar rápido con esta pelea.
Estoy bien Mor... no perderé, volveré contigo... lo prometo.
Mi dios no reconoció que aquel que estaba defendiéndome era mi propia sangre, mi hermano y aquel que llevaba el mismo sello que yo en la espalda para permanecer estable, solo con su voz, esa que tanto amaba, aquel perfume que solo él desprendía, mi amado Mor, solo así mi corazón dejo de latir desesperado y se calmo, como si le cantara una canción antes de irse a dormir para soñar con las cosas más maravillosas, ni mi propio dios podía generar esa sensación, ante mi llamado… él estaba a mi lado y yo bajo la máscara sonreí con calidez.
Quizás lo suficientemente distraída como para no ver cómo era separada de mi hermano, arrastrada fuera de la sala. Vi como nuestros cuerpos pasaban entre columnas prendidas fuegos, vi alejarse a mi dios y a mi hermano en un abrir y cerrar de ojos, no me desespere pero me sentí invadida por un repentino sentimiento que no reconocí hasta que mis pies volvieron a tocar suelo, dándome firmeza en mi postura, era ese vacío que odiaba, el que no quería sentir al separarme de mi gemelo.
Mi armadura tenía una fina capa de seda sujeta apenas en el centro de la espalda, lo que hacía que pareciera un velo hermoso que llamaba la atención al andar, cuando camine lejos de él. Calmada, en pausa, así eran mis pasos, con cada uno iba dejando impregnado mi propio perfume y mi cosmos se hacía presente, dulce cual doncella virgen seduciendo a su príncipe para que la llevara hasta lugares inimaginables, si iba a pelear, nunca rechazaba una pelea pero tampoco nunca perdía, era tranquila en la pelea pero letal como la mordida de una serpiente, me movía como tal, siseante, a la espera del momento justo.
- Alguna vez no has dado todo de ti en un combate? – mi voz, a pesar de tener la máscara, seguía sonando tranquila, dulce, seductora, atrayente, como si alguien cantara susurrando al oído, esperando a que te duermas, para arrancarle los ojos cuando ya no sintiese nada, ese sería mi trofeo si vencía a aquel adversario al cual no temía en lo absoluto, me quedaría con uno de sus hermosos ojos de recuerdo y quien sabe quizás más si me ponía caprichosa.
Mis pies bailando al girar mi cuerpo para quedar de frente a él, a una distancia razonable, no peleaba cuerpo a cuerpo si no era necesario, aun se podían ver las estrellas en el cielo, pero pronto haría que amaneciera si era necesario, el jardín en donde estaban ahora era hermoso, uno de sus preferidos a decir verdad, en el Olimpo existían casi todas las especies de plantas, se decía que el único lugar donde todas estaban eran los Elíseos, pero dudaba de querer ir y si lo hacia alguna vez al menos no pretendía hacerlo sola. Las flores al sentir su presencia se movieron como si una brisa las acariciara – te gusta el perfume a mujer caballero de Griffon verdad, sino mal recuerdo? – levante una mano y mis dedos delicados, gentiles acariciaron el aire, las flores desprendieron de ellas su perfume dulzón, que invitaba a dormir una siesta allí mismo, relajando todos los músculos tensos, arrastrando a cualquiera a un hermoso cuento de hadas donde nada era malo ni nada podía salir mal.
Mi cosmos aumento apenas y volvió a desaparecer, estaba tranquila y mi cuerpo casi no se movía de su lugar solo lo hacían la seda y las hebras plateadas de mi cabello, que dibujan sin sentido curvas, enredándose entre ellos, mis ojos se cerraron un instante tras la máscara, mientras mis labios formaban una sonrisa cálida que mi adversario no podía ver, esta pronto se teñiría, estaba segura, de algo más que un simple deseo de acabar rápido con esta pelea.
Estoy bien Mor... no perderé, volveré contigo... lo prometo.
Leliana- 244
Re: Venus bajo las alas de Griffon [combate]
El Lugar estaba regado de flores, casi tantas como estrellas en el firmamento. Era la primera vez que pelearía con una dama de igual a igual, nunca antes había pasado por aquella experiencia.
Mis dedos se movieron inquietos hasta terminar cerrando los puños con tal fuerza que se dejo oír un sordo oído de las falanges, su hermosa silueta contrastaba con la noche, se movía elegante y despacio por el, en minutos, campo de batalla.
Mis pasos inevitablemente largos, comenzaron a rondar en círculos alrededor de Venus, una pequeña presa? O acaso Wyvern tendría razón y se trataba de ese tipo de personas a las cuales alguien ve indefenso y en realidad son el mayor peligro que alguien podría cruzar?
El aroma de las flores comenzó a acrecentar, imperceptible al ojo, pero aun así el olfato imposible de engañar se inundaba en su perfume.
Comencé a elevar mi cosmos de forma par al de ella, pero ella se detuvo, nunca hablaba mucho y menos en batallas, pero era tal la curiosidad que me generaba aquella persona que podía sentir mi lengua aflojarse para intentar formar preguntas. Pero las comenzó ella. – Podría decirse que no me desagradaban, la naturaleza dota al hombre de las cosas mas hermosas – pronuncie tranquilo, mis ojos analizaban a la joven de pies a cabezas – así como de cosas terribles - complete la frase.
Mis puños se envolvieron en fuego – así es, soy Vidd Dishagge, portador de la Sapuri de Griffon -, me encontraba estúpidamente emocionado, dejando de se trataba de una dama, ella era un caballero de Zeus!!, nunca había escuchado ni un mínimo susurro de ellos en batalla, todo lo que este mundo ofrecía eran completos misterios para mi, y por lo tanto me hacían sentir como un niño en una dulcería.
Al contrario de ella, yo no detuve mi cosmos, le permitiría crecer gradualmente, minuto a minuto, crecería de forma pareja, inundaría el aire con la pesadez del inframundo, me puse de rodillas y tome una flor, la levante a la altura de mi rostro, - realmente hermosa – mis dedos perdieron su carne, volviéndose huesudos y blancos, y cuando esto sucedió, la flor comenzó a marchitarse, como si una fuerza fuera de este mundo cortara su vida hasta que hasta el ultimo de sus pétalos se desprendió ennegrecido y se volvió polvo antes de tocar el mismo suelo del que había sido arrancado.
Sonreí alegremente, no había pasado mucho tiempo de mi ultimo combate, y eso lo hacia todo mas emocionante, la adrenalina que corría por mis venas parecía que nunca mas volvería a detenerse. Observe mi brazo orgulloso de el, como una katana podía ser el mejor arma de un samurái, aquel brazo era la mía, mi cosmos aunque no dejo de crecer, ya no se encontraba libre a mi alrededor, si no que era enviado directamente a mi brazo derecho, recubriéndolo, inundándolo con tanto poder como podía, - de hecho, solo pude dar todo de mi una sola vez en mis largas vidas – sonreí insolentemente.
Mi puño se cerro y mis alas se expandieron doblando mi tamaño, una luz brillante y violácea rodeo la silueta de mi brazo de forma completa, desde la punta de los dedos hasta el hombro. En un abrir y cerrar de ojos un único aleteo me impulso hacia delante con mi mano derecha en alto, odiaría golpear un rostro tan hermoso como el que había visto dentro de aquella sala pero no había posibilidad de misericordia a los que osaran enfrentar a mi dios, - Destieerrooo!! Al los enemigos de Hades!!! -
Al encontrarme frente a ella libere mi puño con fuerza, buscaría su pecho y la posibilidad de acabar aquella batalla con un golpe certero, aunque mis ansias de que aquella fuera una batalla para recordar fuesen grandes mi cabeza no dejaba de decirme que aquellos no eran enemigos para tomar a la ligera y siempre cabía la posibilidad de que Hades necesitara de mis servicios lo mas pronto posible.
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Mis dedos se movieron inquietos hasta terminar cerrando los puños con tal fuerza que se dejo oír un sordo oído de las falanges, su hermosa silueta contrastaba con la noche, se movía elegante y despacio por el, en minutos, campo de batalla.
Mis pasos inevitablemente largos, comenzaron a rondar en círculos alrededor de Venus, una pequeña presa? O acaso Wyvern tendría razón y se trataba de ese tipo de personas a las cuales alguien ve indefenso y en realidad son el mayor peligro que alguien podría cruzar?
El aroma de las flores comenzó a acrecentar, imperceptible al ojo, pero aun así el olfato imposible de engañar se inundaba en su perfume.
Comencé a elevar mi cosmos de forma par al de ella, pero ella se detuvo, nunca hablaba mucho y menos en batallas, pero era tal la curiosidad que me generaba aquella persona que podía sentir mi lengua aflojarse para intentar formar preguntas. Pero las comenzó ella. – Podría decirse que no me desagradaban, la naturaleza dota al hombre de las cosas mas hermosas – pronuncie tranquilo, mis ojos analizaban a la joven de pies a cabezas – así como de cosas terribles - complete la frase.
Mis puños se envolvieron en fuego – así es, soy Vidd Dishagge, portador de la Sapuri de Griffon -, me encontraba estúpidamente emocionado, dejando de se trataba de una dama, ella era un caballero de Zeus!!, nunca había escuchado ni un mínimo susurro de ellos en batalla, todo lo que este mundo ofrecía eran completos misterios para mi, y por lo tanto me hacían sentir como un niño en una dulcería.
Al contrario de ella, yo no detuve mi cosmos, le permitiría crecer gradualmente, minuto a minuto, crecería de forma pareja, inundaría el aire con la pesadez del inframundo, me puse de rodillas y tome una flor, la levante a la altura de mi rostro, - realmente hermosa – mis dedos perdieron su carne, volviéndose huesudos y blancos, y cuando esto sucedió, la flor comenzó a marchitarse, como si una fuerza fuera de este mundo cortara su vida hasta que hasta el ultimo de sus pétalos se desprendió ennegrecido y se volvió polvo antes de tocar el mismo suelo del que había sido arrancado.
Sonreí alegremente, no había pasado mucho tiempo de mi ultimo combate, y eso lo hacia todo mas emocionante, la adrenalina que corría por mis venas parecía que nunca mas volvería a detenerse. Observe mi brazo orgulloso de el, como una katana podía ser el mejor arma de un samurái, aquel brazo era la mía, mi cosmos aunque no dejo de crecer, ya no se encontraba libre a mi alrededor, si no que era enviado directamente a mi brazo derecho, recubriéndolo, inundándolo con tanto poder como podía, - de hecho, solo pude dar todo de mi una sola vez en mis largas vidas – sonreí insolentemente.
Mi puño se cerro y mis alas se expandieron doblando mi tamaño, una luz brillante y violácea rodeo la silueta de mi brazo de forma completa, desde la punta de los dedos hasta el hombro. En un abrir y cerrar de ojos un único aleteo me impulso hacia delante con mi mano derecha en alto, odiaría golpear un rostro tan hermoso como el que había visto dentro de aquella sala pero no había posibilidad de misericordia a los que osaran enfrentar a mi dios, - Destieerrooo!! Al los enemigos de Hades!!! -
Al encontrarme frente a ella libere mi puño con fuerza, buscaría su pecho y la posibilidad de acabar aquella batalla con un golpe certero, aunque mis ansias de que aquella fuera una batalla para recordar fuesen grandes mi cabeza no dejaba de decirme que aquellos no eran enemigos para tomar a la ligera y siempre cabía la posibilidad de que Hades necesitara de mis servicios lo mas pronto posible.
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- Datos/ Técnica Utilizada:
- Datos Personales:
Nivel: 2
Cosmos // Vida: 850
Técnica: Ataque Directo: AD: 250 (110)
Destierro: La fuerza de su brazo derecho es superior en muchos aspecto, y sabiendo esto Vidd confía ciegamente en su poder, llevando su cosmos a este brazo incrementa aun mas su fuerza, y tras impulsarse con las alas hacia el enemigo, busca aplicar un gancho de abajo hacia arriba que para arrojar a su enemigo al aire rompiendo huesos, órganos, y armadura según quien sea su enemigo.
- Habilidad utilizada en la flor:
- La mano de la muerte: Su brazo derecho no es un brazo común y corriente, en sus huesos esta el mismísimo poder de la muerte, este brazo tiene mayor fuerza, agilidad y velocidad, pero por sobre todo, puede aguantar grandes temperaturas como las mas bajas si es necesario, no seria de extrañar que si el cuerpo de Vidd explotara, su brazo fuera encontrado intacto.
Vidd- SSES - Moderador
- 278
Re: Venus bajo las alas de Griffon [combate]
Bueno bueno, como les gusta darle trabajo al buen amo y señor de todo lo conocido... *cof cof* Y sepan disculpar la tardanza a la que los eh sometido, pero bueno... ¡¡Es hora de resoluciones!!
Venus:
Primero (que no es relevante a la nota pero si a mi interés) me encanto el titulo, muy gráfico. Luego debo decir que trabajaste bastante la parte interna, y esta bueno pero en un punto comente a dudar si en verdad continuarías tratando el resto de la temática. Mas avanzado en el post me encanto, transmitiste la elegancia y seducción de tu personaje a toda la secuencia de acciones y al propio ambiente dándole al post el "perfume de mujer" que queda perfectamente para esto, ahora estaré atento a ver como te manejas en las acciones ofensivas/defensivas. Fuera de eso vi algún que otro detalle gramatical, pero son pavadas...
Vidd:
Tengo sensaciones encontradas respecto a tu post, vi cosas MUY buenas y otras que no me gustaron. Vamos primero con lo bueno: Las sensaciones de tu personaje, las asociaciones como la de la katana y como transmitías la personalidad a través de las acciones. Otra cosa que me agrado fue el uso de la habilidad, transmitiste una forma de ser y una actitud en contraposición de lo que tu oponente había echo. Lo que no me gusto es que sentí que faltaban algunas descripciones (oraciones muy largas que decían varias cosas pero algo incompletas) y esto especialmente en la descripción del ataque (muy buena la introducción al ataque, pero muy resumida la acción final del mismo, osea el impacto).
En resumen, tu nota es un:
Ahora si... CONTINUEN
Venus:
Primero (que no es relevante a la nota pero si a mi interés) me encanto el titulo, muy gráfico. Luego debo decir que trabajaste bastante la parte interna, y esta bueno pero en un punto comente a dudar si en verdad continuarías tratando el resto de la temática. Mas avanzado en el post me encanto, transmitiste la elegancia y seducción de tu personaje a toda la secuencia de acciones y al propio ambiente dándole al post el "perfume de mujer" que queda perfectamente para esto, ahora estaré atento a ver como te manejas en las acciones ofensivas/defensivas. Fuera de eso vi algún que otro detalle gramatical, pero son pavadas...
- Nota:
- 7
Vidd:
Tengo sensaciones encontradas respecto a tu post, vi cosas MUY buenas y otras que no me gustaron. Vamos primero con lo bueno: Las sensaciones de tu personaje, las asociaciones como la de la katana y como transmitías la personalidad a través de las acciones. Otra cosa que me agrado fue el uso de la habilidad, transmitiste una forma de ser y una actitud en contraposición de lo que tu oponente había echo. Lo que no me gusto es que sentí que faltaban algunas descripciones (oraciones muy largas que decían varias cosas pero algo incompletas) y esto especialmente en la descripción del ataque (muy buena la introducción al ataque, pero muy resumida la acción final del mismo, osea el impacto).
En resumen, tu nota es un:
- Nota:
- 6
Ahora si... CONTINUEN
Cosmos- 276
Re: Venus bajo las alas de Griffon [combate]
Mis ojos se mantuvieron fijos sobre la flor que volvía a ser polvo, simples cenizas que regresarían a la tierra para alimentar a sus hermanas y volver a crecer, los cerré un instante, no pensaba simpatizar ni un poco con aquel sujeto, aunque fuese apuesto al igual que su dios, Griffon dejo de agradarme al instante que daño la primera flor, sabía que no sería la única pero procuraría que yo fuese la única a la que le prestara atención durante el combate mientras mis hermosas y delicadas compañeras seguían haciendo un poco más de las suyas, al menos un instante más, era lo único que necesitaban para que el perfume quedara impregnado y esparcido por todo el campo de batalla.
Lleve mis dedos a mi mascara, acariciando, contorneando los detalles grabados en esta, delicados como quien los portaba pero igual de fuerte y dura, difícil de quebrar, protegiendo hasta el final de cualquier veneno o golpe directo o indirecto hacia mi rostro, el mismo fin tenia la armadura divina que portaba, sublime en cada detalle, delicado como Venus lo era ante los ojos de quienes la observaban en el firmamento, la estrella más brillante, camuflándose entre estas sin ser una en esencia, dejándose ver tan solo si eras lo suficientemente capaz como para acercarte tanto.
Vidd… grabe ese nombre en mi memoria mientras mi lengua contorneaba mis labios cubiertos de rubor con un tinte rojo y sabor a fresas, pero su nombre o su persona no llegarían a agradarme como el sabor que se impregno en mi lengua.
- Entonces es una buena oportunidad para darlo todo porque yo no seré suave ni me contendré si debo de matarte caballero de Griffon – mi vos seguía sonando cálida pero algo vacía por culpa de la máscara que cubría mi rostro, aquel simple accesorio no era para que el enemigo no pudiese admirar mi rostro sino para que no pudiese determinar si estaba mirándole directamente o sintiendo dolor, un rostro que no poseía expresión era un rostro que el enemigo no podía leer y como tal le era imposible predecir si estaba asustada o eufórica.
Entonces como las imponentes alas de un águila las alas de su armadura se desplegaron dejándome ver la magnitud de aquella armadura forjada en el mismísimo Inframundo, su brillo no podía compararse con ningún otro, debía de admitir que me gustaba el color y la calidez que esta desprendía pero no dejaría que su portador se acercase demasiado ni a mí ni a mi jardín, ya bastante daño hacia su presencia misma en el mismo Olimpo, debía de sacarle de aquí pronto, antes de que su señor Hades decidiera atacar a mi amado Dios, no lo perdonaría si no llegaba a tiempo para defender a mi querido Zeus.
Aquellas alas que no perdían tiempo en impulsar al Juez hacia mi posición, mi cuerpo se movió elegante, como si danzara, esquivando a tiempo, o casi a tiempo su ataque, el cual llego a rozar mi brazo descubierto de armadura, el velo se engancho en el brazo deformado de Vidd y lo arranco de mi armadura llevándoselo consigo como quien pasa rápido por un campo de flores arrancando de este el perfume y alguna que otra flor.
Las gotas de sangre tocaron el piso y este triste por el derrame de aquel liquido de su guardiana se enfurecieron y tan rápido como Griffon había abierto sus alas mi cosmos estallo y las flores en el campo se multiplicaron y cobraron vida, como un cuento de hades, estas poseían vida propia, agrandándose, expandiéndose por todo el lugar buscaron desesperadas a mi enemigo, enredando sus tobillos y buscando atraparle, la presión que estas hacían sobre su presa llegarían a dejarle casi inmovilizado si lograban atraparle, me conformaba con que alcanzaran las extremidades de Griffon, por sobre todo le orde a mis amadas que se ocuparan de las alas del pájaro, así este ya no podría volver a volar.
- Aghh… - replique algo molesta, cuando lleve los dedos a la herida me di cuenta lo profundo que había llegado y la razón por la que sangraba tanto, dejando en el aire esa mezcla de mi perfume y sangre, ardía por lo que deje de tocarla y tras la máscara mire bastante enojada a mi adversario y así como yo me enojaba las enredaderas que buscaban atraparle también lo hacían multiplicándose más y mas con cada segundo que pasaba.
- No me gusta que mi sangre manche mis flores, pagaras por ello… - y las plantas que parecían inofensivas y buscaban atraparle de repente comenzaron a liberar toxinas que habían absorbido del cosmos de su enemigo y se mezclaba con el mío que era venenoso, a diferencia de él yo poseía una máscara que me protegía de dichas toxinas aunque no me hicieran casi efecto siempre prefería no respirarlo de ser posible.
Pero a diferencia de él que estaba completamente expuesto a estas sufriría el enojo de las flores que antes había pisoteado, vengando a su compañera antes muerta en sus manos, el veneno aunque no fuese respirado se impregnaría en su piel directamente entrando de todas formas en su organismo. Mi cosmos se apaciguaba tranquilo pero no se apagaba, siempre iba con calma como si no fuese a ser capaz de atacar nunca pero este volvió a explotar levantando una brisa potente que rodeo a Griffon ayudando al veneno a no alejarse de mi hermoso adversario, del cual tenía un plan para su final… el mismo que el que él le había procurado a mi flor en sus manos.
- Descansa Vidd… es un lindo jardín… ellas te cuidaran mientras duermes – di por sentado que mis pequeñas se terminarían de encargar de matarle o su veneno lo haría por lo que voltee, debía de volver junto a mi dios cuanto antes, mire mi espalda buscando el velo de seda, pero no le encontré por lo que gire de nuevo en su búsqueda, encontrándole con la mirada aun enganchado en el brazo de Griffo – hummm… - suspire, no quería sacarlo de su cadáver pero era lo suficientemente precavida como para no acercarme aun a este. Decidí entonces esperar a que callera dormido para poder ir por este, mi armadura no estaba completa sin aquel pañuelo de seda blanco que la adornaba con delicadeza, si era un detalle molesto que poseía, estar en cada pequeño pormenor de lo que me rodeaba por lo que en ese momento observe mejor el brazo del Juez notando lo mucho que me desagradaba verle.
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Lleve mis dedos a mi mascara, acariciando, contorneando los detalles grabados en esta, delicados como quien los portaba pero igual de fuerte y dura, difícil de quebrar, protegiendo hasta el final de cualquier veneno o golpe directo o indirecto hacia mi rostro, el mismo fin tenia la armadura divina que portaba, sublime en cada detalle, delicado como Venus lo era ante los ojos de quienes la observaban en el firmamento, la estrella más brillante, camuflándose entre estas sin ser una en esencia, dejándose ver tan solo si eras lo suficientemente capaz como para acercarte tanto.
Vidd… grabe ese nombre en mi memoria mientras mi lengua contorneaba mis labios cubiertos de rubor con un tinte rojo y sabor a fresas, pero su nombre o su persona no llegarían a agradarme como el sabor que se impregno en mi lengua.
- Entonces es una buena oportunidad para darlo todo porque yo no seré suave ni me contendré si debo de matarte caballero de Griffon – mi vos seguía sonando cálida pero algo vacía por culpa de la máscara que cubría mi rostro, aquel simple accesorio no era para que el enemigo no pudiese admirar mi rostro sino para que no pudiese determinar si estaba mirándole directamente o sintiendo dolor, un rostro que no poseía expresión era un rostro que el enemigo no podía leer y como tal le era imposible predecir si estaba asustada o eufórica.
Entonces como las imponentes alas de un águila las alas de su armadura se desplegaron dejándome ver la magnitud de aquella armadura forjada en el mismísimo Inframundo, su brillo no podía compararse con ningún otro, debía de admitir que me gustaba el color y la calidez que esta desprendía pero no dejaría que su portador se acercase demasiado ni a mí ni a mi jardín, ya bastante daño hacia su presencia misma en el mismo Olimpo, debía de sacarle de aquí pronto, antes de que su señor Hades decidiera atacar a mi amado Dios, no lo perdonaría si no llegaba a tiempo para defender a mi querido Zeus.
Aquellas alas que no perdían tiempo en impulsar al Juez hacia mi posición, mi cuerpo se movió elegante, como si danzara, esquivando a tiempo, o casi a tiempo su ataque, el cual llego a rozar mi brazo descubierto de armadura, el velo se engancho en el brazo deformado de Vidd y lo arranco de mi armadura llevándoselo consigo como quien pasa rápido por un campo de flores arrancando de este el perfume y alguna que otra flor.
Las gotas de sangre tocaron el piso y este triste por el derrame de aquel liquido de su guardiana se enfurecieron y tan rápido como Griffon había abierto sus alas mi cosmos estallo y las flores en el campo se multiplicaron y cobraron vida, como un cuento de hades, estas poseían vida propia, agrandándose, expandiéndose por todo el lugar buscaron desesperadas a mi enemigo, enredando sus tobillos y buscando atraparle, la presión que estas hacían sobre su presa llegarían a dejarle casi inmovilizado si lograban atraparle, me conformaba con que alcanzaran las extremidades de Griffon, por sobre todo le orde a mis amadas que se ocuparan de las alas del pájaro, así este ya no podría volver a volar.
- Aghh… - replique algo molesta, cuando lleve los dedos a la herida me di cuenta lo profundo que había llegado y la razón por la que sangraba tanto, dejando en el aire esa mezcla de mi perfume y sangre, ardía por lo que deje de tocarla y tras la máscara mire bastante enojada a mi adversario y así como yo me enojaba las enredaderas que buscaban atraparle también lo hacían multiplicándose más y mas con cada segundo que pasaba.
- No me gusta que mi sangre manche mis flores, pagaras por ello… - y las plantas que parecían inofensivas y buscaban atraparle de repente comenzaron a liberar toxinas que habían absorbido del cosmos de su enemigo y se mezclaba con el mío que era venenoso, a diferencia de él yo poseía una máscara que me protegía de dichas toxinas aunque no me hicieran casi efecto siempre prefería no respirarlo de ser posible.
Pero a diferencia de él que estaba completamente expuesto a estas sufriría el enojo de las flores que antes había pisoteado, vengando a su compañera antes muerta en sus manos, el veneno aunque no fuese respirado se impregnaría en su piel directamente entrando de todas formas en su organismo. Mi cosmos se apaciguaba tranquilo pero no se apagaba, siempre iba con calma como si no fuese a ser capaz de atacar nunca pero este volvió a explotar levantando una brisa potente que rodeo a Griffon ayudando al veneno a no alejarse de mi hermoso adversario, del cual tenía un plan para su final… el mismo que el que él le había procurado a mi flor en sus manos.
- Descansa Vidd… es un lindo jardín… ellas te cuidaran mientras duermes – di por sentado que mis pequeñas se terminarían de encargar de matarle o su veneno lo haría por lo que voltee, debía de volver junto a mi dios cuanto antes, mire mi espalda buscando el velo de seda, pero no le encontré por lo que gire de nuevo en su búsqueda, encontrándole con la mirada aun enganchado en el brazo de Griffo – hummm… - suspire, no quería sacarlo de su cadáver pero era lo suficientemente precavida como para no acercarme aun a este. Decidí entonces esperar a que callera dormido para poder ir por este, mi armadura no estaba completa sin aquel pañuelo de seda blanco que la adornaba con delicadeza, si era un detalle molesto que poseía, estar en cada pequeño pormenor de lo que me rodeaba por lo que en ese momento observe mejor el brazo del Juez notando lo mucho que me desagradaba verle.
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- contra ataque:
- .Trampa Tóxica: Un centenar de plantas comienzan a crecer en un abrir y cerrar de ojos sobre el campo de batalla, hermosas, incapaces de hacer daño alguno, parece una broma cuando estas aparecen pero de un momento a otro se comienzan a mover por su cuenta, se cruzan y forman un barrera perfecta, impenetrable gracias al cosmos de Venus que las rodea, frente a ella, protegiéndola de cualquier tipo de ataque y cuando lo absorbieron liberan de sus flores toxinas similares al ácido, lo cual al aspirarlo comienza a hacer estragos en el interior de cualquier ser vivo que no sea su princesa a quien protegen.
- habilidad:
- .Perfume: tiene la habilidad de segregar perfume de su propio cuerpo, como si fuese una flor, deleitando, envenenando, adormeciendo, provocando un sinfín de estados a todo aquel que llegue a respirar el perfume de su piel estando cerca de ella.
- Spoiler:
Leliana- 244
Re: Venus bajo las alas de Griffon [combate]
Mi ataque no habia sido lento precisamente, pero aun asi ella lo habia logrado leer con facilidad, habia esquivado con un sutil movimiento, como a una flor a la que la mueve una leve brisa de verano, moviendose solo lo justo para evitarme, pero mis garras eran las de un ave rapaz, garras que talvez no llegaban a capturar a su presa pero era imposible que no se llevaran parte de ti, me detuve al pasar de largo y mire mi premio, un largo velo de seda blanco, manchado con sangre tan roja como la de cualquier mortal. Me senti enorme, me senti vencedor, no importaba ya de quien se tratase, mi oponente habia sangrado como cualquier otro a los que me habia enfrentado.
Pero tanta fue mi propia adulacion, que no note como las plantas que me rodeaban, como enredaderas salvajes atrapaban mis tobillos, brazos y alas, comenzando a precionar mas y mas fuerte al tiempo que se extendian sobre mi cuerpo las ramificaciones, y de ellas salian mas y mas, inmovilizando gran parte de mi cuerpo, tiraban de mis alas al tiempo que tiraban de mis brazos en la direccion contraria, las garras y la fuerza superior de mi brazo derecho daban pelea pero aquellas no era plantas normales, y solo cuando mi cosmos comenso a reducirse, asfixiandose en aquellas enredaderas que me sujetaban, pude sentirlo, aquellas plantas empapadas con la misma presencia de la joven, como si fuesen una extencion de ella misma, recubiertas con su cosmos al cual habia ignorado por sobrevalorarme a mi mismo!.
Enfureci tanto que yo mismo ayude a las plantas a tirar, forcejeaba inutilmente, podia escuchar su vos, pero no entendia con claridad lo que decia, estaba mas perdido en mi propia mente que en lo que me rodeaba, la noche aun gobernaba el cielo, las plantas cobrian cada vez una mayor parte de mi cuerpo… un crujir estrepitoso llego a mis oidos, sabia exactamente de donde venia aquel sonido. Una de mis alas de partia, estaba siendo arrancada de mi espalda, eso jamas de hubiera dañado pero yo me unia a mi armadura para mantener fuerte las garras de mi mano derecha, una conexión tan poderosa como dolorosa si recibia daño alguno.
Estaba cegado de ira, ira hacia mi mismo, por ser tan debil, un grito de furia salio de mi boca, mientras levantaba mi brazo fuerte hasta la espalda y sujetaba mi ala lacerada, y sin pensarlo dos veces, o mas bien sin pensarlo con claridad, arranque de cuajo el ala de mi espalda, probocando un dolor tan agudo que me revolvio el estomago, como si lo puciera de cabezas, al separarme de aquel ala mi cuerpo dejo de estar tan tenzo sujetado en por aquellas plantas endemoniadas. Que ahora podia ver con claridad como de ellas se hiban abriendo flores por todos lados, sobre mi cuerpo, mi vista comenzo a nublarse, multiplicando todo lo que veia, era veneno!!
Busque a mi oponente con los ojos, estaba tan borrosa como el resto de las cosas que podia ver, mis ojos se cerraron solo para volver a abrirse, estaban negros como la noche y en el centro los iris brillaban en amarillo con la misma intencidad de la luna, ya no necesitaba ver con claridad, podia ver su alma, fija, de pie, frente a mi, esperando que aquellas flores hicieran el trabajo sucio.
Mis manos dejaron de pelear, al igual que mis piernas, mi segundo ala fue retorcido, podia sentir como mi cuerpo se humedecia, estaba sangrando atravez de la piel, aquel veneno me mataria, moriria una vez mas despues de todo, levante mi rostro buscando neuvamente ver su alma y sonrei, aquel que mirara mi cuerpo podria ver como lentamente este se volvia violeta, y como si se tratase de una ilusion optica comensaria a moverse como fuego empujado por el viento, y era porque eso era exactamente lo que estaba sucediendo, mi cuerpo se convertia en flamas, y ahora era yo el que “trepaba” por aquellas ramas y flores, cubriendo sus hojas, subiendo y bajando por ellas, una gran llamarada violacea era ahora, ya no habia un cuerpo fisico. Las plantas se quemaron poco a poco junto a aquel velo que nunca habia liberado de mis manos…
Las llamas se desprendieron de las ramas secas y carbonizadas y se reunieron en un punto, un gran circulo de fuego sobre el piso, y de alle, mi cuerpo comenzo a salir a la superficie. Formandose de a poco con cuidado, el ala ni colgar podia, ropesaba sobre el suelo como si de una capa de plumas negras se tratara, mis ojos rodeados de venosidades que sobresalian marcandose en mi piel por mantener la “mirada de juez”, y mis brazos cansados a los lados de mi cuerpo, agotados del forsejeo con las plantas.. – has roto mis alas niña, has quebrado mi cuerpo, pero mi espiritu es de un fuego imposible de apagar… te quemare a ti, y a todas tus flores malditas, sentiras el inframundo en carne y huesos!!! - la sangre habia bañado toda mi piel, y se habia secado oscureciendose sobre mi, el fuego que me quemaba de ira, subio por mi garganta, subio con fuerza, y como un dragon despidiendo su aliento de fuego, las llamaradas salieron de mi boca quemando todo a su paso, cubriria el maldito lugar por copleto, quemaria hasta la ultima flor de aquel jardin y mi oponente con ellas.
Las flamas violetas cubrieron el lugar, er a hermoso antes, y ahora parecia que el apocalipsis mismo habia pasado en aquel lugar, la tierra se habia vuelto negra, las plantas ya no eran mas que meras cenizas, y el humo se desprendia del suelo como lo haria en un incendio forestal, pero eso no me detendria, seguiria arrojando mis llamas sobre ella, Venus!, ni siquiera el caballero dorado habia despertado semenjante ira en mi, nadie habia logrado hacerme sentir tan debil! Mis llamas cesaron.. pero el humo no me dejo ver con claridad el resultado, aun podia ver el brillo de su alma detrás del humo, pero nada con demaciada claridad.
El humo comenzo a dispersarse y yo me mantuve de pie, estable, adolorido, aun muy furioso, mi cosmos se sentia inestable a mi alrededor, comenze a preguntarme que habria sucedido dentro de aquella sala, como se encontraria los demas Jueces, mis piernas sedieron, y cai sobre una de mis rodillas, estaba agotado?, un solo ataque y ya me encontraba al limite, hades habia reparado mi sapuri y sanado mi cuerpo hacia tan poco tiempo, pero al parecer aun no me encontraba listo para algo asi…
Mis ojos cansados volvieron a la normalidad tambien, ahora solo veia las grises nubes de humo y una figura oscura tras aquella cortina…
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Pero tanta fue mi propia adulacion, que no note como las plantas que me rodeaban, como enredaderas salvajes atrapaban mis tobillos, brazos y alas, comenzando a precionar mas y mas fuerte al tiempo que se extendian sobre mi cuerpo las ramificaciones, y de ellas salian mas y mas, inmovilizando gran parte de mi cuerpo, tiraban de mis alas al tiempo que tiraban de mis brazos en la direccion contraria, las garras y la fuerza superior de mi brazo derecho daban pelea pero aquellas no era plantas normales, y solo cuando mi cosmos comenso a reducirse, asfixiandose en aquellas enredaderas que me sujetaban, pude sentirlo, aquellas plantas empapadas con la misma presencia de la joven, como si fuesen una extencion de ella misma, recubiertas con su cosmos al cual habia ignorado por sobrevalorarme a mi mismo!.
Enfureci tanto que yo mismo ayude a las plantas a tirar, forcejeaba inutilmente, podia escuchar su vos, pero no entendia con claridad lo que decia, estaba mas perdido en mi propia mente que en lo que me rodeaba, la noche aun gobernaba el cielo, las plantas cobrian cada vez una mayor parte de mi cuerpo… un crujir estrepitoso llego a mis oidos, sabia exactamente de donde venia aquel sonido. Una de mis alas de partia, estaba siendo arrancada de mi espalda, eso jamas de hubiera dañado pero yo me unia a mi armadura para mantener fuerte las garras de mi mano derecha, una conexión tan poderosa como dolorosa si recibia daño alguno.
Estaba cegado de ira, ira hacia mi mismo, por ser tan debil, un grito de furia salio de mi boca, mientras levantaba mi brazo fuerte hasta la espalda y sujetaba mi ala lacerada, y sin pensarlo dos veces, o mas bien sin pensarlo con claridad, arranque de cuajo el ala de mi espalda, probocando un dolor tan agudo que me revolvio el estomago, como si lo puciera de cabezas, al separarme de aquel ala mi cuerpo dejo de estar tan tenzo sujetado en por aquellas plantas endemoniadas. Que ahora podia ver con claridad como de ellas se hiban abriendo flores por todos lados, sobre mi cuerpo, mi vista comenzo a nublarse, multiplicando todo lo que veia, era veneno!!
Busque a mi oponente con los ojos, estaba tan borrosa como el resto de las cosas que podia ver, mis ojos se cerraron solo para volver a abrirse, estaban negros como la noche y en el centro los iris brillaban en amarillo con la misma intencidad de la luna, ya no necesitaba ver con claridad, podia ver su alma, fija, de pie, frente a mi, esperando que aquellas flores hicieran el trabajo sucio.
Mis manos dejaron de pelear, al igual que mis piernas, mi segundo ala fue retorcido, podia sentir como mi cuerpo se humedecia, estaba sangrando atravez de la piel, aquel veneno me mataria, moriria una vez mas despues de todo, levante mi rostro buscando neuvamente ver su alma y sonrei, aquel que mirara mi cuerpo podria ver como lentamente este se volvia violeta, y como si se tratase de una ilusion optica comensaria a moverse como fuego empujado por el viento, y era porque eso era exactamente lo que estaba sucediendo, mi cuerpo se convertia en flamas, y ahora era yo el que “trepaba” por aquellas ramas y flores, cubriendo sus hojas, subiendo y bajando por ellas, una gran llamarada violacea era ahora, ya no habia un cuerpo fisico. Las plantas se quemaron poco a poco junto a aquel velo que nunca habia liberado de mis manos…
Las llamas se desprendieron de las ramas secas y carbonizadas y se reunieron en un punto, un gran circulo de fuego sobre el piso, y de alle, mi cuerpo comenzo a salir a la superficie. Formandose de a poco con cuidado, el ala ni colgar podia, ropesaba sobre el suelo como si de una capa de plumas negras se tratara, mis ojos rodeados de venosidades que sobresalian marcandose en mi piel por mantener la “mirada de juez”, y mis brazos cansados a los lados de mi cuerpo, agotados del forsejeo con las plantas.. – has roto mis alas niña, has quebrado mi cuerpo, pero mi espiritu es de un fuego imposible de apagar… te quemare a ti, y a todas tus flores malditas, sentiras el inframundo en carne y huesos!!! - la sangre habia bañado toda mi piel, y se habia secado oscureciendose sobre mi, el fuego que me quemaba de ira, subio por mi garganta, subio con fuerza, y como un dragon despidiendo su aliento de fuego, las llamaradas salieron de mi boca quemando todo a su paso, cubriria el maldito lugar por copleto, quemaria hasta la ultima flor de aquel jardin y mi oponente con ellas.
Las flamas violetas cubrieron el lugar, er a hermoso antes, y ahora parecia que el apocalipsis mismo habia pasado en aquel lugar, la tierra se habia vuelto negra, las plantas ya no eran mas que meras cenizas, y el humo se desprendia del suelo como lo haria en un incendio forestal, pero eso no me detendria, seguiria arrojando mis llamas sobre ella, Venus!, ni siquiera el caballero dorado habia despertado semenjante ira en mi, nadie habia logrado hacerme sentir tan debil! Mis llamas cesaron.. pero el humo no me dejo ver con claridad el resultado, aun podia ver el brillo de su alma detrás del humo, pero nada con demaciada claridad.
El humo comenzo a dispersarse y yo me mantuve de pie, estable, adolorido, aun muy furioso, mi cosmos se sentia inestable a mi alrededor, comenze a preguntarme que habria sucedido dentro de aquella sala, como se encontraria los demas Jueces, mis piernas sedieron, y cai sobre una de mis rodillas, estaba agotado?, un solo ataque y ya me encontraba al limite, hades habia reparado mi sapuri y sanado mi cuerpo hacia tan poco tiempo, pero al parecer aun no me encontraba listo para algo asi…
Mis ojos cansados volvieron a la normalidad tambien, ahora solo veia las grises nubes de humo y una figura oscura tras aquella cortina…
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- Tecnicas:
- Ataque: Flama Infernal: (ataque de area)Muchos en el inframundo utilizan el fuego violáceo, pero Vidd es uno de los pocos que lo lleva dentro, Vidd es capas de arrojar de la boca aquel fuego, como si se tratase de un lanzallamas viviente, la presión generada hace que el fuego arrase todo a su paso con un gran radio de ataque.
Habilidades: Estado Flama: Vidd puede convertir su cuerpo en llamas, dejando de ser un "ser físico" en ese momento, puede convertirse el flamas que aunque separadas en varios o juntas en una sola, son controladas perfectamente. Y siempre que allá una pequeña chispa de aquellas llamas el podrá volver a formarse desde ahí. (le agrada usarla para entrar en sus objetivos y quemarlos desde dentro)
Ojo del Juez: Los ojos del Juez es una habilidad que aprendió de su antecesor, el podrá ver a las personas rodeados de un aura de color, cuanto mas negra es el aura se tratara de alguien terrible, mientras que cuanto mas clara, seré una buena persona, la de los dioses, es tan resplandeciente que se volvería casi cegadora para los ojos de un humano normal, esta habilidad no solo le permitirá diferenciar a un civil, de un caballero que no viste su armadura, si no que también podrá ver cuando su alma abandona el cuerpo, ya que al morir aquel aura se separara de su cuerpo para partir al inframundo.
Vidd- SSES - Moderador
- 278
Re: Venus bajo las alas de Griffon [combate]
La batalla se a visto prolongada lo suficiente por lo que concluyo que e de declarar un empate, en el que es cierto que uno le iba ganando al otro, pero ambas partes han aceptado dar por terminado el combate. Prosigo, aclarando que el combate termina con ambos en el estado en el que andan, dañados o no. (si salieron lastimados o ilesos) y que si asi lo desean pueden hacer un ultimo post cada uno para dar por concluido el tema o simplemente postear en otro lado.
Cosmos- 276
Re: Venus bajo las alas de Griffon [combate]
EL fuego y el humo aun no me permitían ver con claridad a mi objetivo, pero aun en medio de la batalla aquello pasaba a un segundo plano, el llamado de Hades siempre era primero, no tendía a pensar si quiera en desobedecer una orden, pero aquella mujer era un buen contrincante, algo que no encontraba seguido.
Pero con el llamado de mi Dios también vino a mi el estado de Etsu – demonios, que hiciste niña? – dije en vos baja. Después de todo el efecto de mi ataque me serviría de cortina para salir de aquel lugar.
Mi cuerpo comenzó a volverse llamas nuevamente, me retiraría pero no sin dejarle un mensaje a la joven con quien había peleado, mis llamas quemaron el suelo escribiendo mis palabras – nos volveremos a ver – las flamas se movieron por el lugar trepando por las paredes y quemando a su paso, cada que los diferentes caminos que tomaban se reencontraban se podía ver mi cuerpo formado de llamas para volver a dividirse.
No olvidaría que esta batalla no había terminado, y sin saber bien su estado tras mi ultimo ataque aquella joven tenia la ventaja, por lo que personalmente creía haber fallado.
Las llamas me permitían ver todo a mi alrededor, y al entrar en la sala de los tronos, pude verlos, dos jóvenes de cabello blanco, uno desconocido otro no tanto, era mi segundo encuentro con aquel sujeto, tal vez significaba algo, debería revisar mi lista mas seguido. Reí para mis adentros mientras las llamas atravesaron el portal tras el rastro de sangre que el cuerpo de mi compañera iba dejando.
Pero con el llamado de mi Dios también vino a mi el estado de Etsu – demonios, que hiciste niña? – dije en vos baja. Después de todo el efecto de mi ataque me serviría de cortina para salir de aquel lugar.
Mi cuerpo comenzó a volverse llamas nuevamente, me retiraría pero no sin dejarle un mensaje a la joven con quien había peleado, mis llamas quemaron el suelo escribiendo mis palabras – nos volveremos a ver – las flamas se movieron por el lugar trepando por las paredes y quemando a su paso, cada que los diferentes caminos que tomaban se reencontraban se podía ver mi cuerpo formado de llamas para volver a dividirse.
No olvidaría que esta batalla no había terminado, y sin saber bien su estado tras mi ultimo ataque aquella joven tenia la ventaja, por lo que personalmente creía haber fallado.
Las llamas me permitían ver todo a mi alrededor, y al entrar en la sala de los tronos, pude verlos, dos jóvenes de cabello blanco, uno desconocido otro no tanto, era mi segundo encuentro con aquel sujeto, tal vez significaba algo, debería revisar mi lista mas seguido. Reí para mis adentros mientras las llamas atravesaron el portal tras el rastro de sangre que el cuerpo de mi compañera iba dejando.
Vidd- SSES - Moderador
- 278
Re: Venus bajo las alas de Griffon [combate]
El humo se extendió en todo el lugar provocando la perdida de visibilidad, perdía a mi enemigo, no podía verlo pero si sentirlo, mientras sus pasos tocaran la hierba yo sabia por donde caminaba; tape mi boca con mi mano y con la otra sacudía apenas el aire para poder alejar el humo que nos cubría
Hice que las plantas se alzaran y comenzaran a mover las hojas, provocando un viento fuerte que dispersara la cortina que se cernía ante mis ojos, tosí, me había movido cuando pude notar el calor de las llamas pero él ya no estaba allí.
- demonios...
Su cosmos desapareció del jardín, corrí hasta donde antes había estado parado deteniéndome a ver lo que quemado en mi hermoso jardín había dejado, maldije molesta, cobarde se retiraba!
- cobarde - murmure.
Me calme había otras cosas que ahora me inquietaron, mi hermano... mis hermanos, mis dioses. Hades y sus esbirros habían desaparecido sin más?, que estaba pasando, me impulse para llegar rápido a la sala donde antes estábamos reunidos.
Hice que las plantas se alzaran y comenzaran a mover las hojas, provocando un viento fuerte que dispersara la cortina que se cernía ante mis ojos, tosí, me había movido cuando pude notar el calor de las llamas pero él ya no estaba allí.
- demonios...
Su cosmos desapareció del jardín, corrí hasta donde antes había estado parado deteniéndome a ver lo que quemado en mi hermoso jardín había dejado, maldije molesta, cobarde se retiraba!
- cobarde - murmure.
Me calme había otras cosas que ahora me inquietaron, mi hermano... mis hermanos, mis dioses. Hades y sus esbirros habían desaparecido sin más?, que estaba pasando, me impulse para llegar rápido a la sala donde antes estábamos reunidos.
Leliana- 244
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