Now the old king is dead, long live the king [Anastasia]

Este mundo es una mierda…

Pero era una mierda sobre la que me estaba divirtiendo, una forma asquerosamente diferente de ver las cosas. Tengo demasiados enemigos como para decir que vivo feliz, amigos? Digo yo que tengo alguno, pero en mi interior sé que ellos realmente no lo son y que estoy buscando afecto donde no lo voy a encontrar. No hay nadie en esta tierra que me apruebe como soy, nadie que me quiera de la manera en la que soy, solo hay gente que me juzga, no hay lugar para mí.

Y bien… donde estaba? En un lago, uno en medio de un bosque al que llegue no hace mucho. Era un sitio tranquilo, no esperaba hacer mucho aquí más que escapar de todas los susurros que escuchaba en los pueblos por los que pasaba, acallar los gritos que a veces se volvían gloriosas melodías cuando me dejaba llevar por mis instintos y hacia lo que mejor sabía hacer, este era un sitio de ensueño y prefería mantenerlo así a querer convertirlo en una pesadilla, como normalmente hago.

Aparte de eso, necesitaba darme un baño ya que hubo mucho calor el día de hoy y me sentía con ganas de refrescarme. Pero era cuidadoso, no me metía muy al medio del lago porque yo no sabía nadar, me mantenía lo suficientemente cerca de la orilla hasta que el agua llegara a mi torso y pudiera seguir teniendo mis pies sobre la superficie bajo el agua.

Mi ropa? La deje ahí en la orilla, una camiseta negra y unos pantalones cortos blancos, ambos totalmente desgastados por el tiempo que llevaba dando vueltas por ahí.

Algo que me llamaba la atención de este lago era lo clara que era el agua, podía ver todo lo que ocurría bajo el agua y la luna llena se reflejaba perfectamente sobre el lago, como si este fuese un espejo frente a ella. Era este tipo de lugares, este tipo de vistas y ambientes los que me hacían reconsiderar las cosas que pensaba, los que me hacían ver un lado del mundo que no habría visto si no hubiese venido aquí… el mundo no es una mierda en su totalidad sin duda…

Necesitaba tocar el agua que mi piel recobrara un poco de suavidad, ya que al estar tanto tiempo bajo el sol mi piel de sirena se resecaba y se lastimaba, despues de todo no estaba hecha para recibir  los duros y fuertes rayos del sol; habia llegado a un lago escondido en medio del bosque, el agua era fria y dulce pero se sentia bien volver a mi origen.

Estaba nadando un poco boca arriba mientras vislumbraba la luna, cuando de pronto escuche moverse las hojas a lo lejos y rapidamente me meti en lo mas profundo del lago donde no llegaba la luz y nadie me podria ver; fue cuando vi a joven adentrarse en la orilla del lago sin ropa, eso es interesante, asique despacio nado hasta la superficie intentanto disimular la cola de sirena, por suerte a ella nada se le veia ya que sus cabellos largos tapaban sus pechos.

-Ohhh el nene tiene miedo de ahogarse!!!

Se reia burlona mientras aparecia a lo lejos para que no pueda ver su cola, se lo veia una presa muy apetitosa con la que usaria todos mis juguetitos, pero primero vamos a estudiarlo para ver como reaccionar...

-No sabes que hay muchos mounstruos en el lago que comen personas...

Me relami los labios para luego quedarme mirandolo mordiendome el labio

-Aunque asi como estas yo te podria comer, no? No soy ningun mounstruo ni nada...

Me rei picaramente acercandome unos metros mas cerca.

Frotaba mi cuerpo ya dentro de las aguas del lago, ensuciándola con leves trazos de sangre ajena que se desprendían de mi piel, aguante aire y me agache para enjuagar mi cabello, el cual probablemente también se encontraba en el mismo mal estado. Se sentía tan refrescante, no había nadie que me molestara, era el sitio perfecto.

Emergí del agua cuando no pude contener más el aire, al menos podía hacer ese tipo de cosas pero nadar… aquello era imposible para mí, a menos claro que usara mis poderes para ingeniármelas de alguna forma.

Escuche repentinamente una voz femenina, mire de reojo en dirección de donde venía y me encuentro con una chica rubia, una cuya belleza fue suficiente para que pusiera mi total atención sobre ella. Aunque no era exactamente el tipo de mujer súper amigable, lo decía por sus palabras, pero tampoco parecía peligrosa a primera impresión. El asunto es que, para que yo no me haya dado cuenta de que había alguien más en este lago, con todo y lo clara que es el agua, habría dos conclusiones obvias en el asunto…

O desprecio demasiado a los humanos como para no enfocarme en sus pequeños cosmos, o ella no parecía ser quien era, de cualquier manera le seguiría el juego, aún tenía que decidir si me la quería comer como bocadillo nocturno, o si me la quería “comer”.

-Que no sepa nadar no quiere decir que me vaya a ahogar.- sonaba un tanto despreocupado por aquello, aunque a decir verdad me asustaba un poco la idea de no poder poner mis pies sobre algo firme cuando me encontraba en el agua, y me molestaba más teniendo a una chica, a la que se le ve muy astuta, bañándose conmigo en el lago… quien sabe de lo que ella era capaz…

-Comerme? Inténtalo…- conforme ella se fue acercando, yo hice lo mismo siempre y cuando pudiese seguir poniendo mis pies sobre la tierra, cosa que para mí fortuna se pudo hasta que quedamos a menos de un metro de distancia el uno del otro. –No eres un monstruo, al menos no lo pareces, pero… blondie… hasta la flor más hermosa puede resultar ser la más peligrosa.- una leve sonrisa se plasmó en mi rostro, una un tanto engreída. Luego de ello, era mi turno de relamer mis labios, dejando ver mi lengua enrojecida con la sangre de la presa más reciente que fue hace unas horas.

-Que en el lago hay muchos monstruos? Estas frente a uno…- le tome entonces de la cintura, acercando mi rostro a su oído, consiguiendo en el proceso un pequeño respiro de la fragancia de su cabello, algo que le hacía a cada chica que conocía, no era ninguna obsesión rara… o al menos eso pensaba, yo lo veía más como saber apreciar los diferentes perfumes y fragancias femeninas, ella no era ninguna excepción. –Dame una razón…- acariciaba su piel, incluso bajo el agua se sentía tan suave, estaba despertando algo en mí y no era precisamente mi apetito. –Un motivo para no convertirte en mi bocadillo, literalmente.- mi mano bajo un poco más buscando sus piernas, pero encontré algo totalmente diferente, ni siquiera me lo esperaba.

Se sentía escamado, un poco resbaloso, era una sirena? –Vaya, eso no me lo esperaba.- arquee una ceja y soné mas sorprendido, una sirena? Aún seguía sin creérmelo y quizá estaba malentendiendo las cosas. Pero, qué tal si de verdad es una sirena? No me la comería, de eso no había duda. Su vida vale más que la de un humano, pero tampoco podría pasar el rato con ella, es una sirena… -Razón aceptada.- murmure, alejándome de su oído, separándome un paso hacia atrás y soltándola por supuesto. –No estas molesta cierto?- cualquiera que me escuchara pensaría que era un niño regañado queriendo no ser castigado por su madre, pero era todo un juego, era mi forma de jugar con las personas.

Me recoste sobre el agua vislumbrando la luna tan hermosa tan brillante, era tan feliz en el agua pero sabia que nunca podia volver a mi hogar estaba encerrada en un umbral entre el mundo al que pertenezco y el mundo que me lastimo tanto, en los dos encuentro dolor y sufrimiento, algun dia encontrare la paz, espero que sea pronto...

-Estas asi tan desnudo tan indefenso que comerte no seria problema... un problema menos de andar sacando el cascaron llamado ropa, cual cascara de banana...

Me rei, mientras lo veia mas cerca no podia escapar ya, mi curiosidad y algo mas me atraia no pudiendo alejarme de él, estaba vigilando todos sus movimientos, lo seguia fijamente con la mirada hasta que lo tuve frente a frente y mi secreto mi profundo secreto estaba ya en peligro de saberse, otra vez volveria a escapar o esta vez me atraparian, mi corazon latia a mas no poder tenia miedo pero a la vez impotencia; cuando comence a sentir sus manos sobre mi cuerpo cerre los ojos de miedo como si me fuera a lastimar, pero se me erizo todo el cuerpo cuando me toco la cola de sirena... ya estaba descubierta.

-Molesta claro que no, pero no puedo permitir que salgas con vida de aca, mi secreto no debe ser descubierto, no permitire que me traicionen otra vez...

Mientras una lagrima recorrio mi mejilla, no podia vivir asi pero este mundo no me daba la oportunidad de comportarme asi con los que sabian que era una sirena; es por esto que lo abrace y lo arrastre conmigo hasta la mitad del lago, la parte mas profunda de este...

-Te das cuenta que puedo ir hasta el fondo y ahogarte, y luego devorarte hasta el ultimo bocado?...Ahora si vez que existen los mounstruos.

No queria hacer esto jamas fui asi, nunca mate ni comi humanos solo lo hice una vez porque me traicionaron, y es por esto que nadie debe saber mi secreto, debia matarlo...

-Aunque prefiero jugar un poco antes.....

Lo arrastre hasta una roca y con un poco de fuerza le amarre las manos con unas especie de lianas que habia sobre la roca, y me quede viendolo un rato mordiendome el labio inferior.

-Mmm que voy a hacer contigo....

Y de repente transforme mis dientes en agujas parecidos a los de un tiburon, y comence a morderle el torso lastimandolo apenas pero provocandole un dolor que se puede soportar, me encantaba provocar dolor, era mi placer mas profundo...

Suficiente.

Fui tratado como un maniquí, un muchacho debilucho que se supone debía temer a la sirena que se valoraba demasiado. Podía comprenderla, no, sé que ella y yo teníamos algo en común, mucho? Quizá, pero no me iba a quedar quieto mientras ella me clavaba esos molestos dientes por el cuerpo, era una sensación fastidiosa y daba gracias de que esos mordiscos no fueron en mis bolas.

Use entonces mis poderes, generando numerosos tentáculos que se originaban de mi espalda, bueno… ni tantos… solo eran alrededor de seis. Con dos de ellos sostuve a la rubia de las muñecas, otra enrolle su cola para que no pudiese moverla frenéticamente y se me escurriera, y con las sobrantes no hacía nada más que sostenerme lo mejor posible, deshaciendo después del nudo que mantenía juntas mis manos con solo un poco de fuerza.

-Hay monstruos en el lago eh…- me lo repitió dos veces, y pareció ignorarme cuando intente decirle de la manera más educada que ya se había encontrado uno, pero ella no quiso entender. –Este lugar es peligroso, hermoso, pero peligroso…- me impulse con las extremidades extras, desplazándome por las aguas del lago lentamente hacia la orilla, hasta tierra firme donde ella no debería poderse mover con libertad y nunca me podría jalar al medio del lago de nuevo.

Una vez ahí, la eleve con los tentáculos, y enrolle por completo su cola hasta que quedo invisible a mis ojos, manteniendo firme mi agarre en sus muñecas, manteniéndola frente a mí, cerca, lo suficiente para que estuviese obligada a verme a la cara o ver al suelo. –I AM THE DANGER!- grite completamente agresivo, mientras una macabra sonrisa adornada por completo mi rostro, sin embargo se esfumo tan rápido como apareció, volviéndose el rostro de alguien dócil y tranquilo, y a la vez melancólico.

-Aquella lagrima… aunque no lo creas tu y yo tenemos cosas en común, blondie…- no podía enojarme con ella, no podía enloquecerme de la misma forma en el que lo hacía frente a los demás, ella solo actuaba siguiendo su juicio, defendiendo su seguridad. –Ambos fuimos traicionados en algún punto de nuestras vidas, ambos llevamos con cuidado nuestras vidas por culpa de ese suceso.- lleve mi mano a su rostro, identificando la línea húmeda que había dejado su lagrima, de entre todas las gotas que salpicaron sobre su rostro cuando anduvimos dentro del lago.

-Pero te equivocaste al pensar que de alguna forma te traicionaría.- solté su rostro y la hice girar lentamente, estaba dándole un buen vistazo a la sirena, uno que no podía darle estando dentro del lago. Me detuve al ver unas marcas negras sobre su espalda. Tatuajes? Aparte su cabello mojado y observe con atención, como se supone que una sirena consigue un tatuaje estando todo el tiempo metida en el agua? –Eres una sirena, y qué? Gran cosa.- pase mi mano suavemente sobre su espalda, sentía mucho curiosidad por conocerla, algo un tanto inusual en mi cuando normalmente como o me marcho.

-No voy a ganar nada de una sirena, comerte? Eres demasiado linda para convertirte en comida. Darme placer contigo? Asumiendo que mantenga tu boca ocupada todo el tiempo, no le veo sentido, además de que esos dientes son para temer…- soné atemorizado, de hecho se me erizo la piel de solo pensar en que aquello hubiese ocurrido, podía regenerarme si… pero la sensación, la experiencia, esas cosas jamás las olvidaría.

-Que te sucedió?- murmure un tanto intrigado, conforme mi mano acariciaba la piel de su espalda, podía sentir imperfecciones, cicatrices que no debían estar ahí. –Si de algo te sirve saberlo, soy un dios, uno que se considera humano.- separe mi mano de su piel nuevamente, girándola para verle de frente, creo que había sido suficiente tiempo amarrada para darle a entender quien podía joder a quien.

La atrae hacia mis brazos y la abrace, soltando el agarre de sus muñecas en el proceso. –No te hare daño si tu no me das razones para hacerlo.- y a diferencia de cualquier otra persona que ella podría haber encontrado, o con la que quisieran compararme, yo si cumplía con mi palabra. Era sincero y la mayoría del tiempo decía la verdad, por más que sonara como una burla muy mala. –Quieres ser mi amiga?- le pregunta que le hacía a muchas, si traicionaba mi confianza la mataría en el acto, si se portaba bien conmigo yo me portaba bien con ella, y quería ver su reacción por la forma tan infantil en la que hice la pregunta.

Me sentia poderosa dominandolo asi de esa manera, cada vez iba bajando mas pero no iba a llegar a esa parte porque solo me interesaba torturarlo un poco no matarlo de dolor, me saboreaba un poco de la sangre que en alguna de las mordidas se le escapo, era dulce pero espesa, no parecia una sangre de cualquier humano...

y de repente me di cuenta que no era cualquier humano al ver esos enormes tentaculos salir de su espalda, agarrandome de manos y aprisionandome la cola que al estar fuera del agua muy pronto se transformarian en piernas, me intente mover de un lado para otro para safarme pero era imposible, hasta intente que mi boca llegue a morderle los tentaculos para liberarme y escapar...

-HEY! Soltame...!!

Pero ya era tarde, ya estaba a su merced seguro me entregaria a la ciencia para que me maten y experimenten conmigo como lo hicieron antes; me quede con la cabeza gacha con el gesto triste, mi vida llego a si fin, y mas cuando lo escuche gritar eso claramente ya no tenia esperanza de vida; pero rapidamente el volumen de su voz y su semblante cambio, que chico raro pero me agrada...

-Todos traicionan en nadie se puede confiar, por que deberia confiar en vos?

Mi cuerpo de endurecio al ver que lo estaba inspeccionando, y cuando toco mis cicatrices empece a temblar sentia pavor hasta me daba panico cuando las rozaban en lo mas minimo, porque esas marcas quedaron en mi mente provocandome heridas profundas, por eso no me gusta ni mi mente soporta que las toquen; me estaba debilitando devuelta el estar fuera del agua me dejaba vivir con media energia pero intente disimularlo.

-Muchas cosas me pasaron...

Apenas me libero intente frotarme un poco las muñecas y las piernas pero no logre hacerlo porque me sujeto en un abrazo, del cual me deje llevar abrazandolo a él tambien, no lograba entenderlo pero algo me decia que era sincero, ademas era un dios nunca conoci a ninguno tal vez es diferente a los humanos que traicionan....

-Amigos?? solo amigos que aburrido *le saque la lengua burlona*Si quiero ser tu amiga eso si nunca uses mas esos tentaculos, si??

Al acordarme que estaba totalmente desnuda intente abrazarme a mi misma como si eso tapara mi desnudes, pero no lo hacia asique solo me fui a sentar a la orilla del rio metiendo mis piernas en el agua nada mas, las cuales inmediatamente se transformaron en una cola de sirena.

-Mmm vos me preguntaste que me sucedió en la vida, no? Es la larga la historia, pero ya que somos amigos, los amigos no se cuentan historias y demases asique aca va la mia; mi raza es come hombres los engatuzan con sus cantos y luego se los devoran, yo nunca quise hacer eso de chica siempre me escapaba de las cacerias, y es por esto que mis hermanas me lastimaban y golpeaban, por eso todas las cicatrices en la espalda, y entonces me escape de mi hogar... *trage saliva esta era la parte que mas me dolia de mi vida* cuando llegue a tierra firme encontre a un hombre del cual me enamore perdidamente, y confiaba plenamente por lo cual le conte que era una sirena; y ni un dia paso que  varias personas cientificos se hacian llamar, para mi eran asesino, vengan a buscarme para matarme eh investigarme, por suerte logre escapar, pero ahora estoy presa.... no quiero volver a mi hogar pero tampoco puedo vivir tranquila en este...

Me quede en silencio ya no habia mas nada que decir, ya me expuse totalmente frente a el, por lo cual doble mi cola para poder apoyar mi cabeza en ella y quedarme perdida mirando el paisaje...

-Oh…

Su historia tenía sentido, los humanos somos seres curiosos, lo que es nuevo para nosotros tendemos a investigarlo, a hacer experimentos en base a esa existencia con el pretexto de que de esa forma sabremos todo lo que debamos saber, podemos ser crueles y despiadados cuando se trata de una criatura como una sirena, pero estoy seguro que si se trata de cerberos ni siquiera se le acercarían… ellos la ven como una chica indefensa, lo es, y entiendo por qué ella no confié en ninguno de nosotros.

-Y quien te tiene apresada? Yo veo una chica con libertad suficiente como para devolverse al interior del lago y aprovecharse de que yo no sé nadar.- cabe destacar, que aún seguía desnudo y empapado de agua, el frio que estaba sintiendo en aquel momento era molesto, lástima que no tenía una toalla para secarme y debía dejar que el agua se me escurriera antes de pensar en ponerme mi ropa.

Hice desaparecer todos los tentáculos que genere de mi espalda, todos y cada uno, era de las pocas veces que hacía uso de mi poder y créanme que habiendo visto que su cola se transformó en un par de bonitas piernas, tenía muchas otras cosas que podía haber hecho, pero… no soy así de retorcido... bueno si, quizá un poquito.

-No tengo forma de solucionar tu problema, pero te diré mi historia solo para estar parejos.- de unos pasos hasta estar a las espaldas de la sirena, viéndola de esa manera te mostraba a una persona totalmente diferente a la chica que buscaba engatusarme con sus encantos. –No tengo padres, no había nadie al que le importara que estuviese respirando, solo una amiga. Ella no se separaba de mí, y yo no de ella, yo dependía de ella para mantenerme tranquilo. Hubo un tiempo en el que estuvimos varados en una isla, ella, yo y otro grupo de personas. Ella se cansó de mí, me abandono y me estaba por reemplazar.- una leve sonrisa se dibujó en mi rostro, disfrute entonces de lo que seguía? Ni yo mismo lo sé, a veces me causa tanto dolor pero la mayoría del tiempo solo me emociona. –Cuando estuvimos a solas, la golpee, la estrangule, la torture de las peores formas posibles, profane su cuerpo y me deje llevar por el placer, y al final? Se convirtió en mi primer bocadillo, me la comí de pies a cabeza.- y entonces, una risita se me escapo, no fue intencional y tampoco creo que a ella le haga gracia, pero es que… no podía evitarlo. –Me sentí traicionado, sabes?-

Bien, yo ya no tenía mucho que hacer en el lago ya que había cumplido con mi objetivo, lo único que me mantenía aquí aguantando frio era esa sirena, el hecho de que fuese una sirena era lo que más me llamaba la atención de ella, eso y que su piel era tan suave… she is hot as fuck… pero incluso si quisiera llevármela conmigo no tengo a donde llevarla, no tengo nada que brindarle que no le fuese prometido, cuál sería el punto de ir por el mundo con una sirena?

-Tampoco tengo a donde ir, se supone que el dios al que represento le lame los pies a otro dios que al mismo tiempo le lame los pies a otro, y los asuntos del infierno no me importan tanto como para ir a asumir responsabilidades.- así que si, estábamos en el mismo barco básicamente, aunque a diferentes extremos porque nuestros casos eran como el sol y la luna, extremadamente diferentes.

-Por cierto, lindas piernas.- aunque era un poco tarde para decirle algo como eso, con lo emocional que se puso con solo haberle tocado la espalda. Nota para mí mismo: no vuelvas a poner tus manos en esas cicatrices, aunque quien sabe si tendré la oportunidad para volverlo a hacer.

-Ser amigos es una forma bonita de decir que no me morderás y yo no te morderé, hay muchos tipos de amistad.- me di la vuelta y me senté en el suelo, para dejarle tener la privacidad que quería, digo, con lo bien tapada que estaba dudo que quiera ser vista más de la cuenta.

-Alo?- no me dijo una sola palabra cuando deje de hablar, y yo aún seguía pensando que hacer… no es que no tuviese a donde ir, quedaba mi templo en aquel lugar al que no me atrevía a pisar, y tenía mil y un formas de conseguir un sitio civilizado y acogedor donde pasar la noche. –No pongo en duda que seas fuerte, pero si quieres puedes venir conmigo. Digo, no soy la mejor compañía que vas a conseguir, pero al menos tendrás la seguridad de que no dejaría que alguien te llevara con ninguno de esos “científicos” que mencionaste, o ponga en peligro tu vida.- en teoría llevaría conmigo una carga, o una buena compañía dependiendo de cómo fuesen a resultar las cosas. Aunque… que haría con mis tendencias a proyectar a Natasha? Es solo una ilusión… pero se siente demasiado real como para dejar de hacerlo.

-Claro está, mientras no tengas problema con mis hábitos alimenticios.- y a decir verdad, sentía como si le estuviese dejando manipularme, le estaba dando permiso de hacerlo y no me gustaba la idea de que una mujer por ser mujer se aprovechara de mí, aunque era un tanto inevitable. –Me llamo Nessark.- hasta ahora no nos habíamos presentado, ahora que habíamos acordado no matarnos, o al menos yo no matarla a ella, era momento de empezar esta curiosa relación con el pie derecho, no?.

Me había quedado con la vista perdida a la calma del lago que apenas se veía a algún pez moverse en este, ese era mi mundo del cual provenía pero tenia miedo de volver porque seguro me matarían por desertora y por exponer la vida de las sirenas con los humanos, eramos una comunidad muy cerrada y secreta nadie debía conocer nuestra existencia...

- Si vuelvo me matan por desertora, y en tierra firme no puedo vivir tranquila por el miedo de que conozcan lo que soy y me maten también, en ambos lados soy sirena muerta..

Me mantuve viéndolo de reojo mientras escuchaba su historia, tenia también sufrimiento y soledad, esa maldita soledad que aunque “este” con muchos hombres eran solo juguetes de una sola noche, se sentía vacía al no poder confiar en nadie ni tener a ninguna persona en quien refugiarse, quien la cuide, quien se su confidente, y demás cualidades que tienen los amigos, pero había encontrado a este chico que no parece mentir...

-Sabes algo? Yo también me comí al chico que me traiciono pero solo por venganza, no creo que pueda volver a hacerlo, no me gusta comer personas; pero si a ti te gusta nunca te juzgare al contrario tengo algunas personas que quiero que te comas para que desaparezcan..

Me reí a carcajadas, mientras me paraba volviendo mis piernas a aparecer en la escena, cuando escuche su comentario sobre ellas...

-Viste son mejores que las de cualquier humana pero me manejo algo torpe con ellas, menos cuando bailo ahí me muevo danzando como si estuviera nadando...

Tenia una sonrisa simpática en mi cara, no se porque, tal vez en mi interior sentía que el chico era sincero...

-Ya ya si voy a ir con vos, porque no pareces un mounstrito como dices que eres * me reí * ademas vas a tener el lujo de andar con una diosa de verdad, pero de belleza * haciendo pose de modelo.

Y tomándolo de sorpresa se sentó sobre sus piernas sin importarle la desnudez de los dos, y lo abrazo dándole un beso en el cachete, para luego quedarme recostada sobre su hombro mi cabeza...

-Nunca nunca me vas a traicionar ni a abandonar, no?

En tono infantil como si una niña le estuviera pidiendo a su padre, entonces me levante y me acerque hacia donde estaba la ropa del chico...

-Ammm me vas a tener que prestar la remera, porque no voy a andar desnuda por ahí, porque mi ropa quedo en otro lado, porque al lago este llegue por un túnel subterráneo, si te gustara nadar te llevaría es muy hermoso lugar...* le sonreí con calidez* ahh perdón me llamo Anastasia.

Me quede jugando con mis pies sobre la tierra y el césped húmedo...

-Dale vístete vamos al pueblo tengo hambre!!!..

Quedándome esperándole entre medio de unos arboles...

Piernas al nivel de las coreanas.

Murmure después de que la rubia aceptara alegremente el acompañarme, cuanto tiempo durara esto? No tengo idea, pero por cómo iban las cosas no quería que acabara. Ella me estaba dando muchas razones para ponerle las manos encima, si tuviese que compararla al resto de mujeres con las que me he topado en mi vida, esta se llevaba el premio a la mejor proporcionada.

-No, nunca, mientras tú tampoco lo hagas.

Y con eso llegamos a un acuerdo, una “amistad” en la que ambos prometemos no traicionarnos, sea lo que signifique eso en la mente de cada uno. Bueno, debíamos apurarnos a ir a un pueblo, Rodorio en todo caso. Que haríamos ahí? Ni idea, no tenía nada planeado, todo esto era una improvisación que esperaba me saliera bien.

Me levante del suelo en lo que ella se me quito de encima, no perdí el tiempo manoseándola porque este no era precisamente el lugar más apto para algo así. Al agarrar mi camiseta desgastada, se la di a Anastasia, esperaba que le cubriera las área importantes y que no hubiese un hoyo ubicado en un lugar poco conveniente. –Tendrás que aguantar con eso, está desgastado lo se…- y con manchitas de sangre también, pero no se notaban tanto por lo oscuro de la tela.

Me puse mis pantalones entonces, y no tenía nada que ponerme en los pies así que tendría que andar así. En lo que me voltee ella ya estaba lista, mi camiseta le quedaba como si fuese un vestido corto que dejaba ver así toda su pierna, se notaba algo ceñida y todo…

Cierto, ella dijo que no estaba acostumbrada a andar en tierra. –Ven, te cargare.- le tome en mis brazos, era tan ligera como una pluma… bueno, no exageremos. Era ligerita, pero tampoco para tanto.

De cualquier forma, empecé a dar saltos de árbol en árbol como los personajes que los mangas, así todo habilidoso y ágil, todo un experto en la materia (¿), esperaba al menos que las cosas salieran bien en Rodorio.

___

terminado