La prueba del cielo (Ludvik)

por **Akroma** Dom Mar 23, 2014 11:08 pm

Su piel había sido curada mientras dormía, solo leves marcas quedaban alrededor de sus brazos y en su pecho. Normalmente quemaduras de ese grado no se hubiesen curado o hubiesen dejado marcas mucho mayores. La medicina olímpica estaba sin duda a otro nivel.
Sus sueños habían estado plagados de visiones. No pesadillas. Solo visiones muy confusas. Una voz nueva, una que no conocía lo estaba llamando. ¿Sera obra de la fatiga? O seria que alguien en el Olimpo lo estaba esperando.

Sus ojos azules se abrieron. Estaba en el Jardín donde lo había llevado Mordeth. Rodeado por Ninfas que se alborotaron como locas cuando vieron los orbes celestes de su rostro abrirse. Apresuradamente le ofrecieron comida, bebida, masajes, todo tipo de cosas. Su estómago rugió y una apresuro una manzana roja a sus manos.” Una manzana” pensó y dejo escapar una leve risa.
Dio una mordida al fruto. Era dulce y jugosa, en verdad una delicia. Lo devoro rápidamente 3 mordidas más y solo quedo el corazón. Las ninfas notaron su apetito y le trajeron muchas más frutas, uvas, bananas, melones, de todo. Comió hasta saciar su estómago y volvió la cabeza para donde sus pequeñas acompañantes.

-Muchas gracias por la comida. Pero necesito pedirles un favor… En realidad, dos.-

Su cuerpo estaba semi desnudo, no podía presentarse así. Pidió ropas. Ropas con las que se viera decente. Le dieron una camisa de lino blanca y pantalones de vestir negros con mocasines del mismo color. Lo único informal era la banda roja que llevaba alrededor de su cabeza. La camisa la llevaba dos botones suelta, no le gustaban las cosas que le apretaban el cuello.

-Bien. Por favor. Díganle a Zeus que estoy listo para mi prueba.-

Anuncio una vez que se sintió lo suficientemente presentable, a las ninfas parecía agradarle su nuevo “look” algo que hizo sonrojar al ex caballero dorado. En muchos aspectos seguía siendo un niño.
Las ninfas obedecieron su pedido. Después de todo Hera le dijo que le ayudarían en cualquier cosa, también había sido amable en ofrecerle una habitación pero el joven siempre había podido conciliar el sueño con facilidad incluso en el piso, en especial cuando estaba tan cansado.
No tardarían en encontrar al Rey de los Dioses. Hubiese ido el mismo de no ser porque seguramente se perdería y que con su excelente sentido del tiempo seguro llegaría cuando Zeus atendía una reunión importante o peor aun cuando hacía de las suyas. Ya fuese con su esposa o con alguna humana.

A esperar.

por Ludvik Miér Mar 26, 2014 6:43 pm

** Todo lo que sucedia en el olimpo llegaba a mis oidos, no habia algo que sucediera que escapara de mi consentimiento ... a menos que asi lo quisiera, cuidaba mi reino y a los que vivian en el. Me gusta creer que puedo protegerlos, que un rey es capaz de nutrir tanto a sus soldados como a su reinado para lograr el crecimiento conjunto de todos... era por eso que no me agradan en primera instancia aquellos que habian cometido la traicion hacia los valores que se habian impuesto inicialmente. Era precavido y culto respecto a estos temas, al punto de que no pude evitar desconfiar de aquel caballero que habia sido traido a mi reino por Mordeth. Me desidi a verlo por mi cuenta, a evaluarlo y juzgarlo bajo mis propias reglas ya que no aceptaria bajo mi cuidado a alguien en quien no confiara.

Camine hacia el lugar en cuestion vistiendo de manera holgada como solia hacerlo, una camiseta de mangas largas color crema y ancha de mangas como de cintura, un pantalon similar a los de vestir color oscuro y unas sandalias de color marron oscuro. Mi caminar era relajado y sereno, ademas al igual que todas las veces que abandonaba mis aposentos era seguido por un sequito de ninfas que eran atraidas por la elegante forma en la que todo mi ser se manifestaba. Finalmente logre llegar a aquel jardin donde un grupo de las muchachas que abundaban en el olimpo se encontraban compartiendo la morada con el recien llegado caballero. Mi caminar las obligo a voltear y un brillo en mi mirada basto para que todas ellas, tanto las que me seguian como las que estaban con el se asustaran un poco y se dispersaran por los pasillos del olimpo dejando aquella habitacion vacia. Le observe durante unos instantes, ya no poseia las heridas con las que habia llegado al olimpo.

││ Es agradable ver que has sido bien atendido por mis ninfas y tus heridas sanaron adecuadamente... ││

Camine con calma alrededor de el mientras pase mis manos por detras de mi espalda y las junte a la altura de la cintura, me mantuve calmo y en silencio unos instantes... queria leer el ambiente y ver que parte de la informacion que poseia debia ir dejando escapar a la vez. Mi rostro se veia calmo y se sentia bondadoso, pero si la persona que tenia en frente era un poco observadora notaria que deberia temer y respetar a aquel dios de cabellos rubios que le estaba analizando hasta en el mas minimo de los detalles.

││ Te sere franco, no me gusta la idea de simplemente sumar guerreros a mis filas por descarte. Dime porque guerrero, ¿Por que estas aqui ahora y por que deberia confiar en ti? Y no te atrevas a mentirme o a tratar de jugar con mi benevolencia ││

No me gustaba mostrarme de esta manera, pero no permitiria que se abalancen en mi reino de esta manera, un guerrero que habia abandonado su camino y pretendia unirse a otro reino de forma tan inmediata... lo mejor seria ver cuales eran sus motivos, que era lo que le llevaba a actuar de esta forma. **

por **Akroma** Miér Mar 26, 2014 9:01 pm

Temor. Esa era una sensación que ya ningún Dios podía provocarle, no obstante aquel que se paraba tan relajado y confiado frente al joven era sin duda algunas Zeus. Rey del Olimpo. Hizo una leve reverencia con la cabeza en forma de respeto. Lo normal es que los caballeros se arrodillen ante su Dios, pero Akroma no era un caballero, era un invitado. En ese momento era solo un hombre, sin un destino y sin nada que perder, pero mucho que ganar.

-El que debe agradecerles su gentileza soy yo.-

Pronuncio con una sonrisa, sus ojos azules se clavaron en los del Dios, no se atrevía a mirar a otro lado, debía dejar bien en claro quién era y que no tenía nada que ocultar. “Examina todo lo que quieras, no soy un traidor. No encontraras la maldad que buscas.”

-Estoy aquí porque pedí ayuda. Estoy aquí porque el camino en el que me embarque era el equivocado. Estoy aquí para remediar eso. –

Se sostuvo el pecho con la mano derecha, su corazón latía como de costumbre. Cerro el puño y lo guardo en su bolsillo donde busco las semillas de la manzana que había destruido en Rozan. “Mi destino es mío, de nadie más”.

-¿Necesitas una razón para confiar en alguien? Yo no la necesite para confiar en Mordeth. No puedo dártela, pero puedo ganarme tu confianza.-

Saco el puño del bolsillo y lo apoyo en su corazón, esta vez el antiguo caballero de Sagitario incoó su rodilla. Su cuerpo se sentía como nuevo, estaba deseoso de volver a combatir, de volver a portar una armadura. Un aura dorada emano del joven caballero, inspiraba lealtad y devoción, no para un Dios, para una causa. Su causa.

-Mi motivo es este y solo este: Quiero pelear y volverme más fuerte. Quiero convertirme en un ángel que proteja a los débiles.-Con la mano izquierda señalo la banda roja que estaba atada a su frente.- El mejor hombre que conocí me dijo. Que el deber de un guerrero es ser el escudo de los débiles.-

Sus ojos centellearon, su pulso se aceleró. Tomo una bocanada de aire y prosiguió con su discurso. Su mayor deseo en aquel momento era probar su valía. No quería servir a ningún Dios. Pero las palabras de Mordeth habían quedado grabadas en su mente. “Podras luchar por tus ideales.” Si se le daba esa libertad estaría contento. Solo debía expresar su cometido y este debía ser digno.

-Zeus. Dame una oportunidad de formar parte de tus filas, déjame proteger a aquellos que no pueden protegerse a sí mismos. Déjame vestir una armadura. Por favor.-

por Ludvik Jue Mar 27, 2014 6:53 pm

** Mis observaciones comenzaban a realizar una lista de cualidades que le atribuiria al caballero que se postulaba frente a mi para portar una de las armaduras divinas del reino del olimpo. Lo primero que podia observar era que no tenia miedo, sino mas bien conviccion... pero no estaba acostumbrada a demostrarla, quizas sus palabras no eran las mas adecuadas para ejemplificar sus acciones pero no parecia haber acciones ocultas tras ellas. Fortaleza era su objetivo, utilizada en nombre de los que no poseian aquella fuerza.

││ Estas jugando con mis capacidades joven guerrero si crees que tu situacion con Mordeth se parece en algo a la mia contigo en este momento... ││

Estas palabras salieron como navajas de mis labios, que no mostraban en la apariencia ofensividad alguna pero tampoco parecia doblegarse mi espiritu ante aquellas declaraciones que el joven realizaba. Aun que aquella provocacion fue dada en nombre de la prueba que estaba haciendo sobre el, era una realidad que el guerrero vencido simplemente pudo haber confiado en el representante de Marte por una cuestion de preservacion de la vida propia. Y aun asi hablaba a continuacion de la preservacion de la vida ajena... ¿O es que acaso el mismo creeria que su vida tambien era considerada debil frente a la de un guerrero de mayor porte como era el caso de Mordeth? Era extraño aquel joven.

││ Si por debiles te refieres a los humanos ¿No serian las filas de la diosa de la sabiduria las mas adecuadas para saciar tu espiritu?, ¿Que evita que en este momento te llene la cabeza de palabras bellas sobre la justicia y la proteccion que luego se conviertan en falsas promesas?, ¿Debo creer que simplemente me brindaras tu fuerza por que Mordeth te hablo de la justicia que prevalece en este lugar? ││

Cada pregunta era punsante, nisiquiera Mordeth me conocia en lo absoluto, entonces el joven guerrero hablaba con una seguridad que ni el propio guerrero de marte podia poseer y aun asi se mostraba firme como si ubiera sido algo por lo que lucho toda su vida.

││ La tarea principal de mi hija es la proteccion de la humanidad, si quieres servir como guerrero del olimpo debes ser capaz de luchar en mi nombre, de llevar en tu puño mi voluntad... ¿Como seras capaz de hacer eso si nisiquiera estas preocupado en saber la verdad de este lugar?, ¿Que es lo que haras respecto a todo eso que no sabes muchacho?... con que alimentaras la fe que necesitas para luchar en el nombre de un dios, en este caso en particular en mi nombre ││ **

por **Akroma** Jue Mar 27, 2014 7:45 pm

-Los humanos no son los únicos débiles-

Contesto, pensaba que obtener un puesto en el ejército del cielo sería mucho más sencillo, pero estaba bien. Debía acostumbrarse pues ahora todos le tacharían de traidor, la confianza sería algo mucho más difícil de ganar de ahora en adelante.

-Nada te impide engañarme. Pero así como confié en un extraño para salvarme debo confiar en que no me engañaras. Debo confiar en que tus ideales son los correctos. Puede creer en mí o puede desconfiar, está en su derecho. Pero la verdad no la sabrá si no me da una oportunidad-

Y cada vez más las palabras de Zeus ponían en duda la valía del caballero. Pero no podía titubear, más que nada ahora sabía cuál era su propósito. Y el único lugar donde podía esperar obtenerlo es aquí. Su cosmos seguía emanando aquella dorada aura de lealtad y convicción.

-Su hija señor, no puede esperar cumplir con su misión en la situación en la que se encuentra el santuario. Fui alguna vez su caballero y aunque no me arrepiento del tiempo que pase protegiéndola. Esa es una tarea que ya no puedo cumplir. Si tan poco se. Ilumíname. Dime tú ¿por qué no debería levantar mis puños en el nombre del rey del olimpo? ¿Acaso es un ser malvado? Su cosmos no me dice eso. Ni el de su esposa.-

Comenzaba a pesarle estar arrodillado ante aquel Dios que lo único que hacía era cuestionar sus motivos, pero la fatiga de su cuerpo era la menor de sus preocupaciones. Akroma no era bueno con las palabras. Era bueno con las acciones.

-No hace falta fe en un Dios para pelear. Hace falta fe en sus ideales. Fe en lo que representa. Dime entonces Zeus. Rey del Olimpo. ¿Qué representas tú? Y ¿Cómo puedo probarte que soy digno de pelear por ti?-

por Ludvik Jue Abr 03, 2014 9:06 pm

** Mi mirada se acercaba a su persona y la analisaba a cada paso, no dejaba detalle por rescatar en su mente y entendia tras cada accion que era lo que le faltaba al joven guerrero. Es que habia sido derrotado en batalla, pero en realidad su espiritu estaba derrotado desde un tiempo anterior... la verdad es que desconocia los motivos verdaderos pero estaba bastante seguro de que tenian que ver con Athena y con la consepcion del caballero sobre los ideales que ella portaba.

Escuche sus palabras con atencion, trate de entender su necesidad casi imperante de conseguir a alguien que le guie, un dios en el que creer y trataba a su manera de forzarse a tener fe en su bondad y en que sus ideales valdrian la pena. Lamentablemente eso era algo que me molestaba, las personas que encegecian ante un sentimiento, aun ante uno tan noble... no podian ser guias de su propio destino y terminarian siendo debiles, por lo que antes de desidir el valor de su compañia debia ponerlo a prueba de una manera poco ortodoxa.

││ Estas equivocado joven guerrero, tus sentimientos parecen nobles pero estas olvidado algo que es fundamental. Lo primero que necesitas es fe en ti mismo, te equivocaste, pediste ayuda y por eso estas aqui... por lo tanto ayuda es lo que recibiras, mas no compacion. Me niego a entregarte una de mis armaduras con un espiritu tan debil. No necesitas tu armadura, antes de eso necesitas aclarar tus ideas y darle mas valor a tu propio punto de vista. No actues en consecuensia de todo lo que se te ordene o diga y observa por ti mismo si mis ideales son los dignos para que tus puños se levanten en su nombre. ││

Mantuvo el silencio unos instantes, luego gire sobre mis pasos y me acerque a la entrada la habitacion, me mantuve pensativo un instante tratando de meditar la mejor forma de tratar esta situacion. La humildad estaba en su mirada pero tambien podia ver tristeza y desgano... solo una persona conocia en el olimpo que podia transmitir una luz. Su cosmos le llamo, esta vez de una manera mas calma y tranquila, pero tambien efectiva... el primer templo ocupado resiviria el llamado de su dios.

││ Conoceras al orgullo de este olimpo, capitana de mis guerreros... ella es el simbolo de lo que valoramos en este lugar. Aprende, todo lo que sea necesario, hasta que cautives mis ojos con el valor que espero de un guerrero de mi estirpe. ││ **

Off:
Ahora la prueba la vas a pasar con Venus. Ya veras muchacho, te vamos a sacar bueno o muerto en el olimpo XDDD.

por **Akroma** Jue Abr 03, 2014 10:07 pm

off: Suena perfecto :v

On:

Cada palabra, cada oración, todo era una puñalada en el estómago de Akroma que comenzaba a arder de enojo. “No necesito a un Dios. Necesito una armadura. Necesito pelear.” Pero debía soportarlo, No podía volver con Athena y El inframundo estaba fuera de consideración. Podria probar con las marinas, pero llegar hasta Poseidón podría ser fatal. No. Zeus era su única opción y lo sabía bien.

-No entiende. Yo…

Finalmente algo en el Rey del Olimpo cambio, una oportunidad. Era lo único que necesitaba. “Capitana” Ya conocía a Venus y a Mordeth. Ambos eran interesantes, especiales, y con un cosmos inmenso. “¿Quién será su líder?”. En ningún momento dejo de estar arrodillado.

-Le demostrare que soy digno de portar una armadura.-

Si no fuese porque había se había deshecho de su destino, pensaría que era el mismo el que lo había llevado a ese lugar. Pues fueron dos olímpicos quienes lo trajeron. “Aún tengo que darles las gracias a ambos” Cerro los ojos por un instante y recordó el calor abrazador y aquel dulce aroma que lo ayudo a soportarlo. “A él también tengo que darle las gracias” su mente entonces se llenó de recuerdos de la risa demencial de aquel monstruo vestido en armadura negra.

por **Leliana** Lun Abr 07, 2014 3:08 am

Su alma escucho el llamado de su Dios, tranquilo, calmado y se pregunto que era lo que necesitaría ahora mi amado Dios, no me preocupaba nunca yo sabia que el siempre estaría seguro mientras yo mantuviera mi lugar firme, tan firme como él era en el lugar que ocupaba, aquel que nadie más podía soportar en sus espaldas. Mi armadura vistió mi cuerpo y con suavidad la capa de seda, aquel velo blanco, me cubrió, llevaba el cabello en una cola alta, plateada y el casco se había vuelto en forma de tiara. La mascara cubría el rostro de la capitana de los Olímpicos porque al acercarse otra presencia fue descubierta.

- Mi señor – hice una reverencia leve cruzando mi brazo por sobre mi pecho, mi mirada se centro en el invitado, me lleve una sorpresa al ver de quien se trataba, el joven Akroma aquí, como es que había terminado en este lugar, acaso él... – la manzana – susurre bajo la mascara mientras mis dedos la acariciaron antes de hacerla desaparecer revelando mi rostro – Akroma de Sagitario.

Le mire detenidamente, algo había cambiado en aquel ser, aquel hombre tenia un perfume distinto al de la ultima vez que le había visto, tenia el aspecto de haberse desviado de su camino para tomar otro completamente diferente, pero al mismo tiempo su mirada me hacia sentir que estaba dañado, indeciso o demasiado obstinado con algo, no sabia bien que era pero supuse que el llamado de mi Dios a este pequeño encuentro era para averiguarlo, no necesitaba hablar directamente con Ludvik, ambos ya habíamos comprobado que pensábamos igual, que un hilo fuerte arrastraba las palabras en silencio de uno al otro.

- Dime... aun eres Sagitario o abandonaste ese camino y haz venido aquí a buscar... dime que exactamente?, una razón, una armadura, un lugar simplemente? Cuéntame Akroma... cuéntame porque tu camino fue este, antes de que comenzamos a bailar... sabes bailar?

Le sonreí, esta vez me mostraba muy distinta a la chica que había visto en los cinco picos, la que estaba cubierta de sangre, ahora era mas imponente, más tenaz, menos dulce, aunque el perfume que despedía mi cuerpo siguiese siendo el mismo que relajaba, cambiaba completamente la forma en que me paraba y en que avanzaba, si mi Dios quería que probara a Akroma entonces esperaba que estuviese preparado para seguirme el paso. Mi cosmos se hizo presente, alejándose como si fuese una brisa de aire que arrastraba un aroma a cerezos consigo, le invitaba a contestarme con la verdad antes de que tomase mi decisión de avanzar o mejor dicho de como avanzar hacia él.

- prometo que sera rápido esto mi querido ángel - mis pasos se acercaron hacia aquel hombro y mis manos alcanzaron su rostro acariciando sus mejillas, que le había traído realmente hasta la morada del rey de los dioses.

por Ludvik Mar Abr 08, 2014 5:16 pm

** Aquella flor era sin dudas el vehiculo mas precido a la victoria en el que podia confiar el rey de los dioses. Maduraba a cada paso y se volvia mas fuerte, eso podia notarlo a cada instante... aun ahora la veia mas segura y podia notar en cada una de sus acciones que no necesitaba nisiquiera comunicarme con ella para explicarle asuntos tan triviales pues ella y yo compartiamos ese tipo de nexo.

Decidi entonces dar unos pasos hacia atras y dejar el centro de la habitacion para ellos dos, siendo un observador pasivo de lo que alli sucediera. Sabia que ella encontraria la forma de traer a la luz de mis ojos la verdadera escensia de este muchacho y mostrarme si en verdad era valido tenerlo entre mis filas. No se trataba de elitismo, no pretendia que fuera el mas fuerte... pero pretendia que fuera sincero, seguro y consiente de sus actos, palabras que todavia no podia creer al 100%.

││ Permiteme observar... cual es tu verdadera escensia... ││

Mis palabras acarisiaron el ambiente y entonces me rendi al silencio sentandome sobre un aciento de madera bastante bonito a la vez que tome un durazno que habia sido traido por las ninfas y comenze a deborarlo con calma y pasciencia... dispuesto a aprender cada vez mas del comportamiento de los seres humanos. **

Off:
A partir de ahora pueden saltearme si lo desea, yo estare como un mero observador y posteare cuando crea que la prueba deba terminar. Venus tiene mis instrucciones asi que vamos a meterle trama al asunto.

por **Akroma** Mar Abr 08, 2014 9:10 pm

Una figura enmascarada aparece en la habitación. Su cosmos es inmenso y familiar pero Akroma descarta la idea de inmediato. “Esta es la capitana de Zeus.” Akroma se levantó expectante. Una sonrisa se dibujó en su rostro cuando su suposición se hizo realidad. “Venus” La mujer que había conocido en Rozan, aquella que le había permitido en cierta manera tomar control de su destino. Ya fuese que ella hubiera planeado aquel encuentro o no, poca importancia le daba, pues su destino era de él y de nadie más.

-Venus, un placer volver a verte.-

“Akroma de Sagitario” Bajo ese nombre la conoció, y en aquel entonces pensaba que su nombre era Venus, pero después de la conversación de Hera y Mordeth supo que este era su rango.

-Sagitario y yo ya no somos compañeros. Ahora solo soy Akroma. Me considero un buen bailarín. Pero solo si mi pareja es igual de buena.-

Respondió confiado con una mirada desafiante y una sonrisa pícara, su encuentro con el juez del infierno lo había dejado deseoso de más. Las leves marcas de quemaduras que quedaban en su pecho y brazos le ardieron. Eventualmente el ardor se propago a todo el cuerpo. “Quema.” Pero aquel calor no era doloroso, sino más bien placentero.

Guardo las manos en los bolsillos e intentaba disimuladamente aguantar la respiración cuando se acercaba a él. “Su perfume, si puede calmarme tanto como la última vez no podre pelear.” Su mano se acercó a su rostro y le acaricio las mejillas, estas se coloraron al tiempo que lo hacían. “¡Concéntrate!”. Dios dos pasos para atrás mientras le guiñaba el ojo a su nueva compañera de baile.

-Las caricias son para las heridas y para los amantes. Mi querida Venus.-

Anuncio finalmente el antiguo caballero a la vez que alzaba ambos de sus puños y sus cosmos se manifestaban. La figura del muchacho se vio envuelta en un aura dorada, sus ojos azul celeste brillaron con fuerza, como si hubiese rayos danzando dentro de los mismos, sentía como su temperatura comenzaba a aumentar, era su alma que estaba ardiendo con fuerza. El calor trajo a su mente recuerdos. Fuego. Dolor. Sed de batalla.

Un caballero protege al débil de los monstruos. Un guerrero es libre de cazar a los monstruos, ya sea que se vistan de negro o de dorado... Yo sigo siendo yo y mi objetivo sigue siendo el mismo: Volverme mas fuerte.

Un objetivo simple en verdad, que dentro de el, muy en lo profundo escondía algo mas, sus palabra terminaron ahí, pero sus pensamientos eran mas intrépidos, mas arrogantes. "Nadie podrá vencerme. Ni los caballeros. Ni los jueces. Ni los mismos Dioses"Bajo los puños y volvió a sonreír, esta vez de una forma mas honesta, mas no bajo la guardia en ningún momento. Extendió la mano derecha entonces en forma de invitación.

-¿Me concedes esta pieza?-

por **Leliana** Mar Abr 15, 2014 11:54 pm

No me sorprendió que aclarara que ya no era sagitario, aunque me entristecían un poco en cierto modo, era como verle haber perdido las alas por unos instantes, recordé la caja dorada, quizás aquel momento había sido una despedida con Sagitario tal vez?, no me podía imaginar el dolor que causaba desprenderse de aquel ser, porque para mí como para cualquier caballero que realmente comprendiera, las armaduras que portábamos eran más que eso, tenían sentimientos, se comunicaban, tenían vida y la daban para protegernos y darnos hasta el último aliento para seguir defendiendo en lo que creíamos, dejar atrás a tu armadura era dejar atrás parte de tu alma y ya eso para mí era una señal de que si había venido aquí su voluntad era más que fuerte y decidida.

- Pero si estas herido… aunque no pueda verlas las cicatrices allí están verdad Akroma? – sonreí con tranquilidad mientras se alejaba, estaba segura de que yo sabía a que baile, en alguna parte de su alborotado ser debía de haber una razón más que aquella simple de tan solo querer pelear y quería encontrarla para que Zeus viera que el antiguo Sagitario era y podía ser más que un simple mercenario – acepto gustosa.

Mi cosmos se encendió, pero a diferencia de alguien que iba a combatir el mío jamás demostraba ser agresivo ni estar a punto de estallar, tenía un control delicado y perfecto sobre mi cosmos, era señal de que realmente era capaz de hacer cualquier cosa sin perder el control jamás de mis pasos o de mis técnicas, lo bueno era que el sello estaba en perfecto estado por lo que no liberaría a mi otro ser a pelear. Lo peligroso no era mi cosmos sino mis labios y la lengua de víbora que poseía y que rara vez relucía pero en esta ocasión quizás si funcionara para hacer que Akroma demostrara su verdadero ser ante Zeus. Mis pies se movieron, como un rayo, fue menos de un segundo antes de terminar a escasos centímetros de él, podía sentir su respiración y él el perfume de mi piel, mis labios se acercaron a los suyos rozándolos apenas antes de desaparecer de nuevo alejándome, manteniendo ahora la distancia, bailando y cuando me había movido mi cosmos había dejado suspendidos en el aire pequeñas espinas, tan pequeñas que casi se podían ver, pero si atravesaban o se clavaba quemarían por dentro, estaban envenenadas, pero procure que el veneno era distinto, dolía pero obligaba al otro a decir siempre la verdad, no pretendía matarlo.

- Contéstame… Zeus te pide que no ataques, no te da razones… solo obedecerás? – mis manos jugaban en el aire como dándole ordenes a las espinas que comenzaron a moverse a la velocidad de la luz, me pregunte si podía esquivarlas todas o alguna impactaría sobre su cuerpo sin armadura – Si debieras atacar a un amigo o a la misma Athena lo harías con tal de proteger a tu nuevo Dios? – entonces mis puños se cerraron y todas las pequeñas agujas suspendidas en el aire se dispararon hacia su objetivo mientras yo no dejaba de moverme, mis pasos eran precisos siempre rodeando a mi compañero de baile – si te pido que mantengas la calma la mantendrás caballero?

Cuando un hombre solo estaba sediento de venganza, de ganas de pelear era propenso, siempre a cometer un error que le costaba la vida a él o a sus compañeros y yo como capitana no iba a sacrificar a nadie ni dejar que uno solo hiciese caer a los demás, era firme en el papel que me tocaba yo protegía a todos mis compañeros, que uno desestabilizara y no supiese o conociese sus límites solo provocaría desastres a la hora de pelear juntos, como individuo podía percibir lo fuerte que era su espíritu, que era eterno y que seguramente renacería una y otra vez para pelear pero era bueno peleando hombro con hombro con alguien más por un bien común o tan solo para cuidar a sus hermanos?, porque eso éramos aquí, cada planeta y estrella era hermano de la otra y todos nos protegíamos, Zeus no buscaba mercenarios sino fieles compañeros que pidiesen alinearse y vencer a todos sin perder ni una sola batalla.

- Si una orden no te gusta te irás Akroma?, porque abandonaste el santuario? Porque abandonaste a esa diosa que amas… o amabas? Harás lo mismo si Zeus no es lo que buscas? ten cuidado los monstruos que cazas pueden cazarte a ti si te descuidas.

por **Akroma** Miér Abr 16, 2014 1:56 am

Venus comienza sin rodeos, su velocidad es sorprendente y antes de que Akroma reaccione ella se pone frente a él, Su primera acción es aguantar la respiración, aquel perfume seria sin dudas un arma peligrosa, no obstante los labios de aquella mujer se encuentran peligrosamente cerca de los del muchacho, su mente le dice que retroceda, que ataque, que haga algo, los instintos animales le piden que haga otra cosa. Por suerte ella desaparece antes de que cometa algún error, se lleva la mano a la boca y se da cuenta que ya es tarde, dio una bocanada de aire para relajarse y sintió aquel extraño aroma invadir su cuerpo.

“¿Espinas?” pensó dudoso. Que eran aquellas extrañas cosas esparcidas en el aire. “Son muy grandes para ser esporas…” El brillo en los ojos del joven guerrero se expandió al resto de su cuerpo. Su cosmos era como una tormenta eléctrica, danzando salvaje en el cielo, apunto de destruir todo a su paso. “Yo soy el relámpago. La lluvia transformada”. Su existencia pareció desaparecer, se movía por todos lados evitando el ataque teledirigido de la capitana de Zeus, casi maravillado por la manera en la que lo realizaba. “Las guía con sus manos, pero no sé qué significa cada movimiento. Si lo supiese con ver sus manos bastaría” Comenzó entonces a ignorar a Venus para concentrarse en sus pequeños enemigos, el antiguo dorado hacia parecer el esquivarlas fácil, pero requería de una gran cantidad de concentración, concentración que se vio rota con la siguiente incógnita.

¡¿Qué clase de idiota sigue órdenes ciegamente?! Si lo que buscan es un títere a quien manipular me equivoque de lugar. -

“Mantener la calma, Hubiese sido una buena idea… Para variar” Lo sintió, aquel dolor punzante dentro de su brazo izquierdo. Tres espinas. “Son tres, queman como el diablo.” Entonces recordó, las quemaduras que recorrían su cuerpo, aunque fuesen leves, pudieron ser peores, aquel fuego había dejado marcas y no solo físicas, su mente estaría por siempre marcada “Pensándolo bien, aquello quemaba más”. El joven ex caballero se quitó lentamente la camiseta blanca que tenía pequeños puntos rojos de sangre en donde se habían clavado los proyectiles de Venus.

-¿Qué quieres que diga? ¿Qué obedeceré a Zeus sin importar nada? ¿Qué abandonare todo lo que alguna vez fui como si no importase?…No, no me iré si no me gusta una orden. – “Mírenme Bien” Pensó al momento de decir sus palabras, recuerdos de la vida en el santuario lo invadieron, muchas cosas de las que se arrepentía y muchas de las que se enorgullecía, nunca olvidaría lo que alguna vez fue.- Me iré en el momento en que sus órdenes, vayan en contra de MIS ideales. En el momento en el que me pidas abandonar MI honor, en el momento que me pidas lastimar a alguien inocente. En el momento en el que me pidas traicionar no solo quien soy si no a los que amo, en ese momento...- El aura que lo envolvía brillo con más fuerza.-En ese momento no me iré, por el contrario conocerás mi furia. Dejare de ser el guerrero que lucha contra los monstruos.

Con la mano derecha busca sus heridas, siente como su piel arde, hace presión con el brazo y expulsa los cuerpos extraños fuera de su cuerpo, pero ya es muy tarde, el ardor se mantiene, punzante y molesto. “¿Veneno? Debo pasar a la ofensiva. Rápido”

-Me convertiré en un monstruo yo mismo y desearan nunca haberme creado.-

Su mirada sombría y tétrica, como si estuviese listo para arrancarle la cabeza a alguien, calma su respiración y pronto su expresión vuelve a ser la tranquila de siempre. “Maldito perfume” Piensa mientras frunce el ceño, la cabeza ya empezaba a darle vueltas “¿O son las cosas que estaban en mi brazo?” .

-En mis planes no está perder. Si eso es lo que quieres saber. No obstante, si me pides matar a un enemigo derrotado puede que no te obedezca. Si me pides levantar mis puños contra alguien más, solo lo haré si considero que es justo y necesario. No seré tu soldadito de juguete. Me dijeron que aquí podía pelear y seguir mis propios objetivos. Si me mintieron dímelo ahora y nos ahorrare tiempo a los dos. –

Por desgracia para el guerrero de ojos azules, esta era una de esas cosas que no podía resolver a los golpes, debía hablar y aunque siempre lo hacia del corazón, era brutalmente honesto y se le hacia difícil venderse, llevándolo al punto de la terquedad y mala educacion.

por **Leliana** Miér Abr 16, 2014 7:33 am

Un dulce delirio, el joven caía estrepitosamente, concia de su valentía, de aquel espíritu tenaz y firme que había demostrado, dejado entre ver cuando nos conocimos y eso me daba apenas el pie de escoger las preguntas que podían molestarle realmente, me había bastado con escucharle antes para saber qué cosas le harían perder el equilibrio, observando cada movimiento al final cedía y su mente le entorpecía dejándose alcanzar por tan solo tres de aquellas pequeñas espinas, pero no quería dejarle caer más, no había sido suficientes sus palabras para Zeus aun?.

Yo había decidido que no quería probar más a aquel hombre, me pregunte entonces en que dudaba mi señor sobre la valentía del caballero que se entregaba, quizás era lo mismo, entonces entendí que ambos buscaban exactamente lo mismo y sonreí, mis manos bajaron tranquilas y las se transformaron en pétalos de cerezo, que cayeron como una lluvia de color rosado adornando el piso, mientras que mi perfume cambio a uno un tanto más fuerte, no tranquilizaba sino que bloqueaba el dolor que le había causado de nuevo tranquilizándolo, no necesitaba más, porque había comprendido.

- Tranquilo… - deje que mi armadura regresara a mi templo, mostrándome tranquila, de igual a igual que él, mis pasos se detuvieron de nuevo cerca de él – no te alteres solo quemaran más – le mire a los ojos en todo momento mientras mis dedos acariciaron su piel y el ardor desapareció por completo, el veneno volvió a mi rápidamente como un hijo perdido a su madre – no te pediré jamás que ataques a alguien inocente, perseguimos los mismos monstruos Akroma no dudes de eso, puedes pelear sin convertirte en un títere, aunque no me molestaría ~

Aquello ultimo fue una pequeña broma, le guiñe un ojo y camine a su alrededor observándole, había causado tres pequeñas heridas en él pero había logrado en tan solo algunos pasos de baile y unas cuantas preguntas sonsacarle lo que quería escuchar, hombres a veces acababan tan rápido… con la diversión que me entristecían pero no por eso me detenía.

- No son tan distintos – murmure volviendo a quedar frente a él pero guardando distancia esta vez, mis ojos verdes penetraron en los suyos de una manera dulce pero firme, guarde silencio antes de que mis labios volvieran a abrirse para hablar – ante todo y por sobre todo está el dios que proteges, nunca dejes que lleguen a él, primera regla, pero supongo ya la sabes, eres un caballero aun, pero piensa Akroma, mírate, buscas solo refugio aquí porque te convenía o por algún otro motivo?, tú buscas poder gritar y demostrar lo que eres, te admiro… pero él – mire a mi señor - no busca un soldadito que solo pelee y busque pelea donde crea ver monstruos, porque a veces los ojos mortales engañan… entonces ambos buscan desde su punto de vista lo mismo, como hare que ambos vean lo mismo sin envenenarlos?

Puse un dedo sobre mis labios de manera juguetona, en realidad yo sabía la respuesta pero quedaba en ellos dos ver cómo resolverla, Akroma debía ceder un poco eso que tanto deseaba sin sentido y menguar aquel deseo de vencer, porque ambos eran tercos pero un caballero que protegía a su dios nunca debía de querer imponerse a los golpes a este, debía de aprender a hablar las cosas y en cuanto a Zeus también debía dejar de lago tanta formalidad, cada caballero era distinto pero maravilloso en el interior si se lo sabia llevar, acompañar y comprender, mi dios tenía un guerrero noble ante él y Akroma un Dios justo al que podía seguir, con los mismos ideales de paz y justicia, ambos eran fuertes en carácter y era entendible que en ese punto chocaran… mire de soslayo a Zeus, por eso una chica que intermediara o otra cosa?, no pude ocultar la risita que solté – lo siento… estoy segura de que si ves en tu interior comprenderás que ambos buscan lo mismo el uno del otro, que tu no seas un títere movido por sed de pelea y tu no ser un títere que solo obedece porque si…

Mi mirada fue cálida, se poso en Akroma y luego en Ludvik, esperaba que ambos comprendieran tanto como yo lo que buscaban y querían, no era muy complicado pero estaba segura que solitos no habrían logrado llegar a entender eso, ahora quedaba en Akroma poder lograr arrodillarse ante otro dios que no fuese Athena, uno nuevo, dejar todo atrás, olvidar y volver a empezar y que Zeus comprendiera que aquel ángel era un guerrero noble que a pesar de lo que decía sería capaz de darlo todo por una causa justa, yo sabía que jamás llevaría a mis compañeros, a quienes guiaba, por un mal camino o les pediría que hicieran algo cruel porque yo misma que había crecido apartada de lo que amaba, nunca me había rendido y a pensar de ver tanto dolor siempre había luchado contra eso, nada de mis principios cambiaría y ninguno de ellos era cruel ni despiadada.

por **Akroma** Miér Abr 16, 2014 9:54 pm

Su mente nublada, su brazo envuelto en un ardor que mas que doloroso era molesto, pero todo eso cambia, un nuevo aroma entra en su sistema, el punzante y molesto "dolor" es bloqueado por completo, su brazo se siente adormilado y su cabeza poco a poco se despeja. "¿Que carajo?"

Con un leve toque de aquella mujer, todo el ardor de su brazo se esfumo, no obstante su estómago seguía quemando, era el enojo, no con los presentes. Consigo mismo, había fallado en ver de qué se trataba la prueba, había hecho arder su cosmos de una manera tan salvaje y poco propia de un caballero. “Pero ese es el chiste, ya no eres un caballero.”

Forzó una sonrisa ante la broma de la capitana de Zeus, no porque no le pareciera graciosa, sino porque no tenía ganas de sonreír, sentía que había fallado. No obstante Venus lo reconoce como un caballero, la siguiente es una sonrisa honesta, una que le quedaba mucho mejor al joven de ojos azules.

“Ella termino de bailar sin que yo pudiese hacer el primer movimiento. Aun me falta mucho.” Venus habla y con cada palabra el chico intenta comprender. “¿Falle? ¿Aprobé? ¿La prueba tuvo algún sentido?” Era obvio que la capitana lo consideraba digno, pero poco importaba su opinión, importaba era la del hombre que se había convertido en un silencioso espectador. “Incluso si dices que confías en ella, la palabra final la tienes tu.”

El discurso finaliza y Akroma sabe lo que debe hacer, Su espíritu no puede quebrarse y su voluntad no puede doblarse, no obstante, hay momentos y lugares para todo, en esta ocasión debe poner su orgullo de lado. “No soy una bestia salvaje. Pero tampoco me domaran fácilmente.” Se acercó con el semblante determinado y serio a donde se encontraba el señor del Olimpo.

-Mi nombre es Akroma. Antiguo caballero de Sagitario. Si tu estas dispuesto a aceptarme en tus filas…- Bajo una rodilla y después la otra, le dedico una última mirada desafiante y luego bajo la cabeza.
–Entonces yo estoy dispuesto a protegerte a ti y a lo que representas. Con mi vida de ser necesario.-

“La bola esta en tu cancha.” Pensó, cerro sus ojos, le hacía menos difícil el esperar. Su corazón se acelera ante la expectativa. “Para alguien que forjara su propia destino, estoy dependiendo demasiado de los demás” De su cuerpo comienzan a salir leves gotas de sudor, no por cansancio, más bien por los nervios. Pues sabe que esta es su ultima oprotunidad

por Ludvik Sáb Abr 19, 2014 6:34 pm

Off:

** Espectador silencioso, caracteristica que adoptaba bastante bien y que era parte de mi ser practicamente desde que tenia nocio de las cosas. Siempre observe y saque mi mejor resolucion estan en un punto neutro de las situaciones y observando meramente como cada uno de los personajes mostraban sus verdaderas formas de ser. Este era un nuevo caso que comprueba esa forma de pensar que se habia creado muy profundo dentro mio y podia diferenciar entre cada una de las palabras que el joven guerrero estaba tratando de que yo comprendiera, observaba sus gestos y tambien los de mi capitana, aquella muchacha que a cada paso solo me generaba satisfacciones ya que se mostraba segura y sabia que hacer en cada situacion logrando comprender mi accionar sin que siquiera tubiera yo que emitir sonido alguno.

Las palabras de uno y otro volaron en el aire asi como el intercambio de acciones, al parecer el muchacho estaba motivado por su propio deseo de auto superacion... pero entonces, una persona con un sentimiento noble me generaba una pregunta que necesitaba responder de manera imperante. ¿Por que no estaba al lado de mi hija Athena? Quizas era que la reencarnacion de la diosa de la sabiduria habia sido tan diferente a las anteriores... eso sonaba extraño pero tanto yo como mi hermano Hades somos diferentes a nuestros antepasados por lo que esa idea no me sonaba del todo descabellada. ¿Era eso unicamente? Esa era la intriga que sonaba en mi mente, y que no podia ser respondida como algo tan basico como "quiero ser mas fuerte". Entonces sus pensamientos y su observacion profunda fueron interrumpidos por una palabras que seria quizas la clave de este momento.

││ Titere, asi que esa es la clave de todo este asunto... ││

Las palabras trabajaban de otra manera en mi cererbro entonces, puesto que quizas el asunto si dependia de algo diferente. Aun asi no podia completar la idea de confianza que debia tener sobre el, pero el tiempo apremiaba y tendria a pesar de tanto tenia una respuesta desidida en mi cerebro con un factor importante que fue finalmente desisivo. Observe entonces, con la misma calma que solia caracterisarme, a mi fiel guerrera que daba su propio veredicto y esperaba escuchar el mio en una brevedad... a lo que no pude menos que responder incorporandome de mi asiento y caminando la distancia que nos seperaba entre ella y yo, en quellos primeros pasos la idea propuesta por la representante de Venus se me resulto interesante. La observe al estar a su lado, y mi mirada le regalo la sinceridad producto de la confianza que sentia hacia ella, no necesitaba agradecerle de otra manera mas que esa... y aun asi me desidi por colocar mi mano derecha sobre su hombro en señal de buen trabajo, se trato de una carisia cariñosa y segura a la vez que transmitia todo lo que era necesario.

││ Veamos entonces... ¿Que eh de hacer contigo? Akroma, no conosco los motivos por los cuales abandonaste el regazo de mi hija, y e de admitirte que las falencias existentes en su re-encarnacion me son preocupantes... pero abandonar a tu dios de esta forma no es algo que me agrade en lo mas minimo ... y me genera ciertas dudas ││

Dije mientras que gire mi rostro hacia el muchachoq eu arrodillado volvia a demostrar sus intenciones con una fuerza que verdaderamente sorprendia. Fue entonces que camine hacia el y observe su reverencia al igual que su gesto noble antes de volver a emitir el final de mi juramento. Eleve mi mano derecha y la pose entonces sobre su despeinado cabello, lo revolvi un poco en forma fraternal, demostrandole algo que hasta el momento no habia sido capaz de mostrar. Mi cosmos entonces cubrio mi cuerpo, se concentro en mi brazo y continuamente comenzo a esparcirse a travez del contorno del joven Akroma.

││ Decidi confiar entonces, en que el palpito de mi capitana es el correcto. Creere que eres simplemente un ingenuo soñador con unos valores mas altos que tu propia existencia. A ti, que te vales del valor de los debiles como guia y que ignoras practicamente todo lo demas, te vuelves grande para proteger y creces a cada paso... a ti te correspondera la estrella mas visible del sistema solar: Jupiter, pero no te confies, al igual que jupiter es inestable por estar compuesta de gas tu eres inestable por ser solo una serie de valores sin una existencia que les sostenga. ││

El cosmos alrededor del caballero se convirtio entonces en una masa solida que brillo hasta obligar a cerrar los ojos y se transformo entonces en una de las creaciones divinas del olimpo que vistio y protegio el cuerpo de akroma reconociendolo en ese momento como uno de los guerreros divinos del olimpo. Entonces solte su cabello dandole pie a que levantara la vista, recibiendolo entonces con una calida sonrisa, aun si no despejaba al 100% mis dudas, aun asi tendria que probar para saber... y la eleccion del nuevo caballero era una prueba para saber si verdaderamente el y la muchacha estaban positivamente coordinados.

││ Bienvenido, Akroma de Jupiter a las filas del Olimpo ││ **

por **Leliana** Jue Abr 24, 2014 12:31 am

Creo que me fue difícil apartar la pequeña sonrisa que se había formado en mi rostro, porque ambos habían entendido, al menos un poco, al otro y mi dios confiando en mi había logrado confiar en parte en Akroma, aquel ángel era más de lo que muchos podían ver, era como pudiese llevar a cualquiera al cielo con su forma de ser, al menos a mi me daba esa sensación, provocando en mi un capricho, algo que me hacia confiar ciegamente aunque no lo conociera bien, como si es no fuese necesario era capaz de darle la mano para pelar hombro con hombro, yo lo quería entre mi compañeros para poder conocerle, para conocer más de aquel ángel y ver como desplegaba esas alas. Mire a mi nuevo compañero, Júpiter, hice un gesto de aprobación y cariño, dándole por fin la bienvenida adecuada.

Me acerque a él y le di unas palmaditas en el hombro. Al pasar a su lado deje un beso en su mejilla - bien hecho compañero, ser uno de nosotros te convierte en hermano y aunque tengamos todos diferencias, todos nos cuidamos la espalda y si nos caemos estamos para levantarnos entre nosotros, una linea implacable imposible de flanquear, capaz de proteger al Dios entre los Dioses de cualquier mal que lo quiera dañar - acaricie su mejilla, para mi en aquel preciso momento había dejado de ser el hombre confundido que no sabia que camino tomar.

Ahora estaba firme allí, con un nuevo nombre, una nueva armadura, un nuevo camino, un nuevo destino... era hora de que volara más alto ahora que se le daba una segunda oportunidad, la vida le había desviado, dolorosamente, pero podía levantarse y seguir volando más y más, como capitana, compañera y amiga prometía en silencio acompañarlo y ayudarle. Estaría siempre en caso de que lo necesitara como esperaba lo mismo de él, como se esperaba de cualquiera de los guardianes divinos de Zeus.

- bienvenido a casa Akroma de Júpiter - esta vez le di una bienvenida más formal y regalandole una sonrisa cómplice a Zeus camine hacia la salida, mi señor ya no me necesitaba allí y Akroma ya era parte de la familia, mi tarea había terminado, limpia, delicada y precisa, ningún fallo, nadie herido, excelente como se esperaba de la capitana de los Olimpicos, me di la vuelta antes de cruzar por la puerta para mirar a Akroma - nos veremos pronto, tendremos una charla pronto Júpiter - tenia algunas cosas que explicarle, quizás charlar un poco para conocerlo reforzara los lazos que ahora lo unían al olimpo, me gustaba saber a quienes tenia a mi lado, cuales eran sus pros y sus contras para acompañarlos y empujarles siempre a dar lo mejor de ellos.

por **Akroma** Jue Abr 24, 2014 12:53 am

Al fin el momento había llegado, incluso si no era del todo, Zeus lo consideraba digno, lo había logrado, aquel magnifico cosmos se manifestó alrededor de su cuerpo y tomo la forma de una armadura, blanca y alada. “Este es… Júpiter.” –“Oh genial me toco un genio.”- La textura, el cosmos, la voz y la personalidad de la armadura fueron reveladas a él, todo al mismo tiempo. A diferencia de sagitario Júpiter era más viejo, al menos en edad de armaduras si es que eso existía. Sagitario tenía varias facetas mientras que Júpiter parecía un viejo quisquilloso todo el tiempo, el compañero perfecto para un niño insensato.

Se sonrojo ante el beso en la mejilla, una prueba más de que era un niño, se levantó con una sonrisa miro a los dos presentes. Se sentía casi, aceptado, como le hubiese gustado sentirse en el Santuario. Pero muy en el fondo sabía que aun estaría a prueba y que el ojo vigilante de Zeus estaría sobre él. “Porque después de todo soy un traidor.”

Muchas gracias.

Ya tendría tiempo para ponerse al día con Venus, También debía hablar con Mordeth y tenía mucho. MUCHO. De qué hablar con Júpiter, los planes de Akroma no habían ni empezado a tomar forma, pero ya estaba más que ocupado. Su revancha se avecinaba y batallas mucho mas difíciles le esperaban, pero el Ángel dorado que había muerto había dejado en sus cenizas a un Guerrero mucho mas poderoso. Se levantó y dedico una última sonrisa a ambos.

-Muchas gracias por esta oportunidad. No los decepcionare.-

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La prueba del cielo (Ludvik)

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