Roman Chavalry choirs are singing [Priv.]

Sentado en una esquina de la sala, en el suelo abrazando mis rodillas, así me encontraba yo esta noche.

Por qué? Una pesadilla había sido la causante de todo esto. Irónico no? El dios de las pesadillas también era una víctima más de sus propias artimañas. Era uno de los muchos sueños que tenía repetitivamente, esos de los que reflejaba normalmente a Natasha al mundo exterior. Como últimamente no había podido materializarla, había decidido sumergirme en el mundo de los sueños y conformarme con su imagen rondando por mi mente, pero no pude detenerme y vi algo que… no quería ver…

Dócil, débil y expuesto, las lágrimas corrían lentamente gota por gota.

Estaba totalmente asustado y me sentía solo, Ani salio de fiesta o algo así como usualmente hace, y la única que me hace compañía en estos momentos era Zampa, mi gata, quien se encontraba a mi lado acurrucándose.

Las lágrimas poco a poco secaban, paraban de fluir, pero la mirada de tristeza profunda aún se veía en mi rostro con total claridad, debía recuperar la compostura antes de que la rubia llegara de su recreo nocturno. Me era difícil, pero debo intentarlo.

Llevaba puesto una camisa manga larga remangada, corbata y solamente mis bóxers, perdí mis pantalones cuando iba en busca de una presa, resulto que quise morder más de lo normal y termine topándome con un aspirante a caballero, era fuerte, lo suficiente para joder mi vestimenta hasta el punto que mi camisa estaba manchada levemente con su sangre, rasgada en algunas partes, pero yo me encontraba completamente ileso.

Aun así estaba un poquito sucio, tenía que darme un baño.

Un día movido? Si lo había sido un día de mucho calor y sol radiante, esos perfectos para salir a pasear con alguien pero ese no era mi estilo, me había acostumbrado a andar solas, a pesar de andar siempre con algun tipo dándome vueltas, ninguno llegaba al tiempo de durar más de un día; era un alma solitaria por así decirlo pero ahora encontré a alguien en quien confiar para hacernos compañía, alguien con quien hablar y con quien descargar todas las necesidades no solo sexuales sino emocionales.
 
Había recorrido mucho hoy estaba agotada, al principio había estado por Rodorio en donde tuve un pequeño percance con la gente que se encontraba paseando por ahí, y luego de escaparme me había encontrado con un chico, pero que no llegue a conocer bien porque a pesar que estaba mal de salud me vine corriendo a casa, en la cual en ese momento no se encontraba nadie, di varias vueltas y trate de sacarme el calor del cuerpo; cuando cayó el anochecer aun Nessi seguía sin volver por lo cual decidí salir, necesitaba olvidar y las noches las usaba para desahogar penas, me vestí con lo que había comprado ayer, y de casualidad encontré unas pastillas en el cajón de esas que son para energizar supongo y no duda en agarrarlas para luego salir; la noche no había trascurrido tranquila, como era esperado las combinaciones de alcohol y drogas no era la mejor, por suerte un joven me “rescato” de caer en manos de cualquiera llevándome a su casa hasta que me sienta mejor, al parecer era un chico honesto y tímido ya que en ningún momento se quiso propasar, pero apenas llegaron las cinco de la mañana marche devuelta a mi hogar, volví a recoger el auto que había quedado en el boliche, y manejando como pude volví a casa.
 
Mientras subía en el ascensor me recosté en unos de los lados de este para descansar, los ojos se me cerraban y las piernas comenzaban a ceder pero cuando estaba por quedarme profundamente dormida llegue al último piso, habré tardado unos quince minutos o mas intentando embocar la llave en la cerradura, a pesar de que la borrachera se me había pasado el cansancio provocaba que mi visión sea borrosa, al entrar a casa todo estaba a oscuras seguro Nessi andaba durmiendo o habría salido a comer, hablando de comer… después de tanto trajín no había comida nada en todo el día, me dirigí a la cocina y al abrir la nevera lo único que me intereso fue un enorme pote de fresas, y además había crema!!!, asique prepare un poco de crema para echarle encima, una delicia, y con el pote me encamine al living y de repente vi a Nessi en un rincón, al principio me  asuste porque no esperaba encontrarlo ahí, tal fue el susto que casi tiro el pote con las fresas.
 
-Dios mío Ness!!!!! Casi muero del susto!!! Que haces ahí tirado?? Y encima casi desnudo??!! Tuviste problemas??.
 
Mi voz sonó preocupada pero luego se normalizo al acercarme y ver que estaba bien?, no bien no estaba algo en su semblante no estaba bien; le estire una mano para que se levantara y nos dirigí a sentarnos en el sofá, al sentarnos me senté encima suyo apoyando mis piernas sobre el sofá y manteniendo el copón de fresas sobre mis piernas, le di un tierno besa en sus labios deseando que no sienta el olor a alcohol que seguro emano y que no me diga nada al respecto.
 
-No dormiste? Quieres unas?? Están deliciosas…
 
Ofreciéndole una fresa acercándosela cerca de su boca, mientras yo seguía comiendo con la otra mano, un largo suspiro se escapo de entre mis labios estaba acongojada, mi corazón andaba molesto aun no lograba a olvidar al estúpido que me traiciono,  y si nunca lo podría olvidar?, si era una carga para toda la vida, agache mi mirada fijando mi vista en el copón…
 
-Nessi... *hice un largo silencio hasta volver a hablar* Podes arrancarme el corazón? No quiero sufrir más... No quiero sentir más. Mmm no me hagas caso, ya se me pasara supongo.
 
Le di un mordisco a una fresa y me quede inmersa en mis pensamientos fijando la vista en el copón.

como esta vestida:

Llego Anastasia.

Ella me ayudo a levantarme y me llevo de la mano hacia el sofá. Hizo lo que quiso conmigo y se acomodó encima de mis piernas, algo normal en ella a lo que me había acostumbrado.

No pude evitar ver la forma en la que estaba vestida, que no era ninguna novedad pero que no dejaba de sorprenderme lo suelta que era al vestirse. Eso me hacía pensar por un corto periodo de tiempo, me preguntaba si todas las mujeres van así a esas fiestas a las que le gusta ir. No que me quisiera ver a otras, más bien me sorprendería con eso de que las feministas no quieren que las vean como objetos sexuales, si no como mujeres fuertes e independientes… y… y... a quien engaño, me gusta lo que estoy viendo, es como caramelo pero para los ojos.

Me regalo otro de sus besos que me revolvían por dentro, pero me dio la sensación de haber sentido un olor familiar, alcohol? Sé que ella lo tomaba, pero para que pudiese sentirlo así como así debió haber tomado un montón…

A pesar de todo, me seguía viendo inexpresivo ante ella, vulnerable, aun tenia cosas en mi cabeza que quería tirar a un lado. –Problemas?- quizá lo eran, quizá no lo eran, fuese lo que fuese prefería no agobiarla con mis asuntos, total ella tiene los suyos y le quiero quitar ese peso de alguna forma.

Reaccione al sentir una fresa sobre mis labios, la mordí con algo de curiosidad, la mastique como si fuese la primera ves en mi vida que como una fresa y disfrute de su sabor, ese que se esparcía por todo mi paladar. –No, no hubo ningún problema.- sonreí forzadamente, no hay necesidad de preocuparla de manera innecesaria. –Mi comida era mas dura de morder hoy.- agregue.

Hablar de mi comida con ella sería hablarle de mi asesinando a otros para sobrevivir, cosa que a ella no le importaba siendo que seguía conmigo, pero se que no le gusta ver, de hecho, intento que no tenga que hacerlo.

-Si te arranco el corazón te vas a morir.- capitán obviedad al rescate. –Y me voy a quedar solo de nuevo.- algo que no quería que sucediera. –Voy a estar muy triste si eso pasa, sabes?- clave mi mirada en sus ojos, me gustaría terminar ese sufrir que arrastra consigo, pero no tengo idea de cómo hacerlo, la verdad que no.

-Por cierto, puedo oler el alcohol, tu perfume, el hedor a tabaco del lugar al que fuiste de fiesta…- no era solo eso, tengo la sensación de que estuvo mucho tiempo en otro lugar, no era para ponerme paranoico pero quizá fue a visitar otro lugar antes de venir acá, solo es una corazonada. –Me imagino que la pasaste muy bien, verdad?- le acaricie la cabeza como si fuese una niña pequeña, sintiendo su cabello entre mis dedos con cada caricia. –Si hay algo que quieras compartir conmigo, puedes hacerlo.- murmure a su oído, sin insinuar nada por supuesto, me mostraba calmado. No podía juzgarla, era esa la forma en que ella veía nuestra relación, pero a mí no me gusta compartir y espero no sea ese el casco.

-Bueno, no importa, no es que me gusten mucho las fiestas.- aleje mi rostro de ella y puse la palma derecha sobre su abdomen, tenía una idea, hace tiempo buscaba la manera de darle algo que me permite saber dónde se encuentra, que me deje ayudarle cuando sea necesario, pensé en joyas, pulseras, algún accesorio que se le viese bien, pero ahora tenía el regalo perfecto.

-Aquí?- era una pregunta para mí mismo, pasee mi mano desde debajo de sus pechos hasta un poco más abajo, colocando la punta de mis dedos dentro de su pantalón. –O acá?...- lo pensé por unos momentos, necesita visibilidad, pero no que se tenga que desnudar frente a alguien para que se vea. –Mejor aca.- volví a deslizar la mano, esta vez en el espacio entre su ombligo y el borde de su pantalón, mi palma brillo por un momento, la separe y en ese momento una mancha era visible sobre la perfecta piel de la sirena.

Aquella mancha se podía comparar a la tinta, lo era teóricamente. Aquello fuese tomando forma, la figura de una calavera un poco agrietada y sin la parte inferior de su mandíbula, una serie de alambres que salían del cráneo e iban adornados con flores.

Era un tatuaje, uno indoloro, y era lo suficientemente grande como para que mi nombre fuese legible sobre el cráneo, y a mi consideración había quedado perfecto. –Qué te parece?- pregunte sonriente, no sé si la figura fuese de su gusto y me esperaba que me pidiera que la cambiara, pero la idea de una marca sobre su cuerpo me parecía mejor que cualquier otro accesorio.

Me estaba comiendo una fresa detrás de otra, realmente estaba hambrienta casi no le deje ninguna a Nessi, al terminarlas me estiré un poco sin bajarme del peliplata para apoyarlo sobre la mesa ratona,  estaba satisfecha y el sueño junto con cansancio se apoderó de mi cuerpo provocando que me acurruque sobre el chico apoyando mi cabeza sobre su hombro,  un gran bostezo se escapó de mis labios escondiendolo detrás de mi mano.

Pero no me iba a dormir quería disfrutar de la compañía de mi compañero de casa por un tiempo más,  pero sin acotar nada escuche claramente lo que el chico me decía, y una sonrisa estúpida se mostró en mi rostro.

- En serio estarías triste si me muero?  Seguro conseguirías otra chica!

Y de repente un tema de reproche, sobre mis olores obvios de alcohol y tabaco, eran demasiados fuertes sobre mi cuerpo, pero dijo algo que no me gustó nada; acaso estaba queriéndome decir algo sin decirlo?  Intentará preguntarme si estuve con alguien?, si realmente era así no se lo permitiría!!!, ya que no tiene porqué reprocharme nada después de todo solo eramos amigos nada mas, cada uno era libre de hacer con su vida lo que quería,  y estar con quien quiera; mi rostro seguro de estaba volviendo rojo del enojo que se estaba formando dentro de mi.

Estaba por explotar y decirle todo pero de repente sentí sus manos sobre mi piel, provocando que contraiga el estómago deteniendo mi respiración por unos segundos, el roce de su piel con piel provocando en mi sensaciones que no podía controlar, mi mirada siguió sus movimientos intentando dilucidar que iba a hacer, y de repente vi como en mi abdomen una mancha se movía, abrí los ojos de par en par al principio asustada pero luego al ver en se habia convertido la mancha me sorprendí, me acaricie la zona para ver si se corría o algo pero no era un tatuaje genial y sin dolor,  pero al ver el nombre de Nessark en el se me transformó la cara, al principio una sonrisa falsa pero luego me puse seria.

- Ammm muy lindo el tatuaje me encanto, pero solo un pequeño detalle, el tener tu marca sobre mi piel significa que soy tuya?, al principio no soy una cosa, en segundo lugar creo que ya te lo había dicho pero no quiero ningún lazo "sentimental" nosotros estamos juntos y tenemos relaciones solo para hacernos compañía nada más, tú puedes estar con quien quieras como yo también;  no puedo querer ni amar...*me quede en silencio sentía como garganta se estrujaba* no quiero mi corazón esta muerto.

Me levanté de encima de él,  estaba enojada pero después de todo era su único mecanismo de defensa para evitar salir lastimada nuevamente, el alejarse de todo querer habia sido su estrategia para escapar y protegerse, pero aunque no quería admitirlo Nessark comenzaba a romper esa barrera, pero que tenía él de diferente para poder hacerlo? No lo sabia.

- Me voy a bañar!

Grite enojada como si con eso dejará en claro que no quería que me molestara;  me metí inmediatamente a la ducha sin esperar que se calentará esperando que el agua fría baje su enojo, comencé a pasarme la esponja con jabón por mi cuerpo y cuando llegue a la zona del tatuaje una sonrisa estúpida se mostró en mi rostro, pero agite mi cabeza alejando todo pensamiento de sentimentalismo, que haria ahora? No sabía cómo iba a reaccionar Nessi, debería irse de ahi o seguir? Pero adonde iba? Además no quería alejarse de Nessi, estaba enojada pero no quería dejarlo eso nunca....

En el momento que se encerró en el baño, sentí como todo en mi interior se derrumbaba, tenía la sensación de que le había caído sal a esa herida que tenía en mi corazón desde hace ya bastante tiempo.

No era de los que se resignaban cuando no conseguían lo que querían, sea un objeto o en este caso una persona. Sin embargo, como mierda poner mis manos en el corazón de una mujer que se niega a volver a sentir emociones que la liguen a otra persona? Las palabras bonitas no son mi fuerte, yo solo sirvo para destruir y matar, es más, por qué demonios siento la necesidad de aferrarme a esa sirena en primer lugar si en teoría solo es una de las muchas que habitan este mundo.

Me lleve las manos a la cabeza, estaba enojado, estaba frustrado, estaba triste y al borde de deprimirme. Quería poner mis manos sobre ella y hacer lo mismo que le hice a Natasha, pero de que me serviría eso al final si no para hacerme sufrir más de la cuenta?.

Apareció entonces la figura algo brillante de la peli violeta a la que tanto extrañaba, parada frente a mí. Mi primera reacción fue el intentar tenerla en mis brazos, pero me fue imposible por alguna razón, ella no era tangible. Si rostro angelical, su mirada alegre, sus ojos puestos sobre los míos leyendo mi corazón y viendo página por página lo que había escrito en el. Ella hablaba, o al menos observe sus labios moverse, pero mis oídos no eran capaces de escuchar una sola de las palabras, que era lo que me quería decir?

Repentinamente me intento abrazar, pero no lo logro, su cuerpo se volvió polvo brillante que se esparció por toda la habitación, ella había vuelto a desaparecer una vez más.

Lagrimas brotaban, se deslizaban por mis mejillas como si de una catarata se tratara, enrojeciendo la piel alrededor de mis ojos y haciendo mi rostro totalmente húmedo.

Me levante del asiento en el que fui abandonado, mi ojo izquierdo se volvió negro y la pupila roja, de mi espalda salió tentáculos que abrieron agujeros en mi camisa. Me estaba dejando llevar más por el enojo, no me gustaba volver a ser rechazado de esa manera, y me sed de sangre se había despertado.

Me dirigí hacia el baño, tratando de abrir la puerta pero me di cuenta de que estaba con seguro, no era problema alguno, termine rompiendo la perilla al aplicar mucha fuerza en el giro.

Camine lentamente a la ducha, yo aún seguía llorando como toda una niña, me relamía los labios con cada paso que daba, sentía ansias, las ansias de saber cómo saber la sirena cuya vida había decido preservar.

-Anastasia.- pronuncie su nombre lleno de melancolía, deslizando la puerta de la ducha y dedicándole una sonrisa que no se veía para nada amigable ni alentadora. La mire de pies a cabeza, ese cuerpo que satisfacía todos mis pensamientos lujuriosos, y con dos de los tentáculos la agarre de las muñecas, pegando su espalda a la pared.

-No parece que escuchaste las condiciones de nuestra amistad, el último párrafo del contrato, las letras pequeñas que pronuncie con claridad ese día en el lago.- pasaba mis manos por mis mejillas de ves en cuando para “secar” las lágrimas, pero aquello era imposible hasta cierto punto. –Te dije que si me traicionabas, te mataba.- reí un poco tras aquellas palabras, el solo hecho de hacerlo me hacía gracia porque no me creía capaz de hacerlo.

-Pero yo no quiero que seas otra Natasha…- con el tercero de los cuatro tentáculos que habían en mi espalda, volví a cerrar la ducha para que ella no tuviese a donde correr, básicamente éramos ella y yo en este no tan pequeño espacio. –Si quisiera estar con otras chicas, no crees que habrías muerto después de la primera noche, esa mañana en la cocina cuando te lastimaste el pie, tenías miedo porque no sabías que te iba a pasar, y todo este tiempo has permanecido sin un solo rasguño, respirando.- quería matarla… si, quería matarla.

-Creo que se notaba a kilómetros de distancia que mi interés por ti era más que sexo, pero porque alguien te lastimo en el pasado a mí no me das siquiera la oportunidad de demostrar mi valía, donde mierda esta lo justo en eso?- apreté mis puños así como el agarre de los tentáculos sobre sus muñecas, cuánto tiempo más prolongaría esto?

-Yo…- abrí la boca y deje ver mis colmillos, estaba listo para comer. Me acerque a la sirena, a su cuello, pero me detuve cuando mis dientes se encontraban a unos centímetros de su piel y mi respiración era percibida por sus nervios. –Yo no te quiero hacer daño…- di un paso atrás y clave mis colmillos en mis labios inferiores, dejando que el dolor distrajera mi mente.

Me puse de rodillas y apoye mi cabeza sobre el tatuaje que le hice. –Perdón Ani, perdón.- repetí varias veces. –No me dejes…- los tentáculos fueron desapareciendo como polvo brillante a nuestro alrededor, mi ojos izquierdo volvía a la normalidad lentamente. –No me dejes solo, por favor…- me aferre a ella, rodeándola con mis brazos sin dejarle ir y llorando desconsoladamente sobre ella.

No podía lastimarla, no quería volver a tener que pasar por lo mismo otra vez, no quería.

El agua recorría cada centímetro de mi cuerpo provocando que me relaje y un poco el enojo se vaya, reflexionando un poco tal vez me habia excedido con Nessi, habia sido muy dura pero así era mi realidad, si seguía conmigo debía aceptarla y tal vez quien sabe a la larga si podria sentir algo por él.

-  No creo que eso suceda!

Respondí a mis propios pensamientos mientras limpiaba mi cabello refregandolo con rico shampoo con olor a frutas, de repente me asuste al escuchar abrirse la puerta,  mi corazón por segundos se detuvo y aún más cuando la cortina de la ducha se abrió de par era Nessi o no, no parecía él su ojo izquierdo se veía raro, sus tentáculos me agarraron de las muñecas sin darme chance a liberar, definitivamente había hecho algo malo...

- Nessi por favor no tienes porque hacer esto, son discusiones todos las tienen, no te pongas asi... por favor...

Estaba totalmente indefensa frente a el, pero al verlo bien estaba llorando?  Si y no paraba dios mío que había hecho lo había lastimado, y mi corazón se estrujo no dejándome respirar,  en que me había transformado,  él monstruo en esta habitación era yo, me habia convertido en lo que mas odio, nunca quise lastimarlo pero lo había hecho, no merecía seguir y si Nessi me mataba estaba bien, no quería lastimar a nadie mas; agaché mi cabeza resignandome a mi destino, mis ojos se agolpaban lágrimas pero no las dejaba salir no debía llorar porque no soy la víctima sino la victimaria.

Me quede en silencio escuchando todo lo que tenía que decirme,  y en todo tenía razón era la única persona en mucho tiempo que mostraba un interés especial no solo sexual hacia mi,  me cuida y protege qué más podía pedirle?  Que iba a pretender que haga todo eso sin sentimiento alguno? Realmente soy una cínica; cuando apretó los tentáculos cerré fuerte los ojos como si con eso evitará el dolor, y por primera vez desde que me tiene sujeta lo vi fijamente a los ojos.

- Adelante Nessi, tienes razón soy un monstruo... tienes todo el derecho a deshacerte de mi vida...

Y vi fijamente como se acercaba con esos colmillos tan filosos y temibles,  que se sentirá ser devorada? Y cuando estuvo cerca de mi cuello cerré los ojos entregándome a la muerte; pero no lo hizo porque no lo hizo?!!!, me soltó dejándome caer de pie sobre la ducha y me abrazó apoyando su cabeza en mi vientre cuál niño llorandole a su mamá.

- No llores mas por mi no lo merezco, soy un monstruo, te lastime nunca quise lastimarte perdón Nessi, no me iré a ningún lado no jamás me alejare de ti, pero no será facil expresar sentimientos y emociones no se hacerlo,  ya me olvide como se hace, espero que me tengas paciencia; mientras vamos a bañarnos si?

Después de todo tenía todo el cabello enjabonado con shampoo, le saque la camisa y la remera, y él se saco la ropa interior, cerre la cortina y prendí nuevamente la ducha, primero me enjuague mi cabello para luego agarrar la esponja y limpiarle las espalda y torso a Nessi, mientras él se lavaba las partes yo le limpiaba el cabello con el mismo shampoo que me puse yo, al girarlo para que él quede debajo de la ducha para que se enjuague el shampoo aproveche a abrazarlo y darle pequeños besos en su cuello quedandome absorta con el perfume al jabón.

- Nunca te voy a dejar...

Mientras apoye mi cabeza en su pecho, una vez que ambos estábamos limpios salimos de la ducha, ayude a Nessi a ponerse la bata de baño y yo me envolví en un toallon al igual que mi cabello,  tomé de la mano a Nessi y lo dirigí hasta el cuarto, en donde del vestidor saque un baby doll blanco con ribetes en lila y ropa interior inferior haciendo juego, me recoste en la cama a esperar que el peli plata se vistiera para venir a dormir, una vez que se recostó me acerqué a él, subiendome encima de él de manera juguetona y apoyandome sobre su pecho me quede acostada ahi, dándole un beso tierno sobre sus labios...

- No me alejaría nunca de tus besos y tus caricias,  pero sobre de todo de vos, porque te... te extrañaría demasiado!

Le di un ultimo beso y me recoste sobre su pecho.

baby doll:

No sabía muy bien lo que había ocurrido, pase de estar arrodillado al suelo suplicando a la sirena que no me abandonara, dejándome llevar por mis emociones y los crecientes sentimientos que había adquirido por ella, y al otro fui mimado cual infante en brazos de su madre. Me ayudo a desvestirme, asearme y a recuperar un poco el ánimo de la única forma en que ella lo sabía hacer, siendo ella misma, siendo lo que mi corazón necesitaba en aquellos momentos, una presencia femenina que consolara las heridas de mi corazón.

Cuando terminamos ahí dentro, me vestí con uno de esos boxers ajustados que ella me compro en una de sus salidas, me acosté y ella hizo lo mismo al colocarse sobre mí, justando una vez más sus labios con los míos, llenándome de sensaciones que se alborotaban como mariposas en mi interior, me relajaba el como estábamos, no podía ser más feliz en aquel momento.

Pero, en mi cabeza circulaban sus palabras, que ella era un monstruo, que ella se merecía todo, de que hablaba ella? Que acaso no ve que el solo compartir una cama conmigo es peligroso? Soy el tipo de persona que puede malinterpretar las cosas si no se las explican con la suficiente claridad, puedo reaccionar de manera violenta en cuestión de segundos y tomar una decisión de la que me arrepentiría en el futuro.

-Anastasia…- murmure un tanto confuso, ella no estaba asustada? Acaso no me veía como un peligro? Llevo una de mis manos lentamente a su cabeza y acaricie su cabello, no estaba totalmente seco pero si lo suficiente para no salpicarle agua a la cama. –No estas molesta por… el tatuaje?...- titubee al preguntar, teniendo miedo de joder el momento con una pregunta que no se si debía hacer, total, esa era la raíz del problema. –Este… yo… podre aparecer donde estés en caso tal me necesites, podre saber dónde estás y no tener que preocuparme rompiéndome la cabeza cuando no se tu paradero…- porque ese también era la finalidad de aquella marca, tenerla vigilada… eso sonaba intrusivo, pero lo hacia por su seguridad, o al menos quería verlo así.

-Si sirve de algo, me gusta cómo se te ve.- en mis palabras ya no se sentía esa seguridad de las otras veces que hablamos, todo lo contrario, sonaba como un chico tímido que se moría de vergüenza al estar tan cerca de
una chica, es más, mi rostro se ruborizaba de vez en cuando.

Cambie un poco la posición en la que estábamos acosados, buscando sus brazos para esconder mi rostro entre sus senos, embriagándome con el olor del jabón floral que despedía su piel, y la suavidad placentera de su tacto. –No me gusta compartir.- le replique de manera infantil, haciendo una mueca de molestia en mi rostro que no se veía por la posición en la que estábamos.

Mi cuerpo estaba agotado, este me estaba reclamando descansar después de tanto movimiento y consumo de sustancias, por lo cual estaba sintiendo como el efecto se estaba yendo, mis ojos se iban cerrando de a poco pero estaba haciendo la máxima fuerza para no dormirme encima de Nessi, aunque su perfume y su calidez no me ayudaban mucho.

Ya estaba calmada después de lo sucedido anteriormente, aunque sentí que una parte de la coraza se estaba rompiendo mientras que la que quedo en pie trataba de protegerse de cualquier peligro, no me podía permitir sentir pero a la vez no quería lastimar a Nessi, verlo llorar me provoco que me horrorise en lo que me había convertido, en una persona no muy diferente al maldito traidor que me traiciono, no yo no queria ser como él, definitivamente no.

Me quede boquiabierta con lo que me dijo que podía hacer con el tatuaje, por un lado me sorprendí y por otro estaba ofuscada, aunque intente disimularlo no quería otra discusión, pero no podía evadir su pregunta, debía sincerarme.

- No, no se realmente no se lo que siento, por un lado me encanta el tatuaje pero me siento atada y eso yo yo lo veo como amenaza, quiero que entiendas que no es algo personal con vos; es que no puedo me duele...pero no te quiero lastimar, y al hacerlo soy un monstruo... una mala persona, vos siempre estas para cuidarme y yo no puedo darte algo realmente simple pero no se si es fácil que es mi amor...

En mis ojos se agolpaban lágrimas que salían en silencio sin molestar, lo abracé jugando con sus cabellos escondiendo mi rostro en estos, un suspiro se escapo de mis labios, el llorar estaba cansandome dejándome exhausta, de a poco mis ojos se iban cerrando y dejando que el sueño tome mi cuerpo, y cuando mis defensas por estar muy cansada cedieron de mis labios se escapo...

- Nessi soy tuya.

Y me adentré en el mundo de los sueños dejando que mi cuerpo por fin descanse...