Encuentro predestinado [Pandora]
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Encuentro predestinado [Pandora]
Había puesto mis ojos en la acompañante de Hades, esa que estaba con él la última vez que lo vi caminando sobre la tierra, Siberia, que buen lugar para que ellos sostuviesen esa conversación. Sabía que Pandora estaba en el área, tendría que pasar por este campo tarde o temprano si quería pasar hacia ese pueblo y yo tenía que llamar su atención lo suficiente como para que me dejara acompañarla como su guardaespaldas o algo, era mi única oportunidad para conseguir uno de esos sapuris con los que se visten los espectros.
Todo lo que tenía que hacer era esperar, tarde o temprano pasaría.
Mientras que esperaba, me encontraba sentado en el pasto verde a un lado del camino pavimentado que se dirigía al pueblo, jugueteaba con unas criaturas mamíferas que me parecieron curiosas, esas a la que llaman “gatos”. Era la primera vez que jugaba con animales de hecho, nunca les había puesto atención porque no me eran relevantes.
-No me muerdas tanto.- era pequeño, quizá era un gato bebe con un par de semanas de edad, me mordisqueaba los dedos de forma insistente. Mientras jugaba, vigilaba desde el infinito todo lo que ocurría alrededor de este cuerpo, lo último que quería era que factores no esperados dañaran todo este encuentro.
Todo lo que tenía que hacer era esperar, tarde o temprano pasaría.
Mientras que esperaba, me encontraba sentado en el pasto verde a un lado del camino pavimentado que se dirigía al pueblo, jugueteaba con unas criaturas mamíferas que me parecieron curiosas, esas a la que llaman “gatos”. Era la primera vez que jugaba con animales de hecho, nunca les había puesto atención porque no me eran relevantes.
-No me muerdas tanto.- era pequeño, quizá era un gato bebe con un par de semanas de edad, me mordisqueaba los dedos de forma insistente. Mientras jugaba, vigilaba desde el infinito todo lo que ocurría alrededor de este cuerpo, lo último que quería era que factores no esperados dañaran todo este encuentro.
Tymep- 106
Re: Encuentro predestinado [Pandora]
Tenía que retirarse ya del lugar. Realmente le gustaba Siberia... Le parecía agradable ver a los humanos luchar por su vida en tan extremas condiciones... Cualquier detalle los hacía felices, incluso alguna comodidad sencilla les alegraba la existencia. De hecho estaba pensando en poner su hogar ahí, para cuando estuviera fuera del inframundo... Aunque eso debía esperar... Al parecer mucho, ya que ahora debía volver al lado de su señor.
Así que ese día en especifico comenzó a dejar todo en orden. Juntó todas sus maletas, retirándolas de la posada donde se había hospedado todo ese tiempo. Había llamado una carroza elegante -anticuado para la época, pero gustos son gustos-, de corceles negros de ojos rojos como el carbón ardiendo. Preparó todo y se dispuso a subir, levantando suavemente su vestido, mirando con recelo al cochero, quien ocultaba sus ojos debajo de un sombrero de copa.
Pero detuvo el pie justo antes de subir... Y miró el camino. Podía ver la salida del pueblo, aquella carretera que se perdía en la estepa. Hoy no estaba nevando y la nieve retrocedió un poco, dejando que el césped se luciera ante los rayos del poderoso sol. Bajó la pierna con suavidad y se encaminó a la salida, mirando de reojo al cochero.
- Regreso en un momento...
Y sin más explicaciones comenzó a andar. Y cabe destacar que tampoco había explicación para ella salvo el deseo infructuoso de ver por ultima vez los afueras del pueblo. Que sentimiento tan humano y tan patético... El extrañar algo apenas se pierde. ¿Acaso siempre estaría encadenada a la humanidad? Tristemente es muy probable que sí...
Sus zapatillas resonaban en el pavimento del camino, mientras andaba con la intensión de llegar al menos un poco lejos. Sus ojos negros se toparon con una curiosa figura sentada en el césped, aún lado del camino. Estaba... Pues no desnudo, pero si muy descubierto. A pesar de no estar nevando seguía haciendo frío y eso lo demostraba ella en su ropaje. Portaba un saco color púrpura con los bordes blancos, de cuello alto, hasta los muslos. Y debajo un vestido negro, ocultando gran parte de las botas de invierno que llevaba.
- Ey... ¿Estás bien?
Se acercó a él... De cierta manera se proyecto ya que hace un par de noches ella estaba de la misma forma... tirada en el frío de Siberia. Miró al gatito en sus manos y como trataba de controlarlo. Se inclinó frente a ambos, quitándose uno de sus guantes de gamusa.
- Debe tener frío y hambre... Por eso muerde tus dedos, busca algo de leche. - Le ofreció el guante al chico... No para él, sino para que metiera al gatito en éste, donde cabía perfectamente. - Si me acompañas, puedo darte algo para cubrirte del frío... No creo que mi saco te convine.
Sonrió un poco. Sería lo ultimo que haría antes de marcharse.
Así que ese día en especifico comenzó a dejar todo en orden. Juntó todas sus maletas, retirándolas de la posada donde se había hospedado todo ese tiempo. Había llamado una carroza elegante -anticuado para la época, pero gustos son gustos-, de corceles negros de ojos rojos como el carbón ardiendo. Preparó todo y se dispuso a subir, levantando suavemente su vestido, mirando con recelo al cochero, quien ocultaba sus ojos debajo de un sombrero de copa.
Pero detuvo el pie justo antes de subir... Y miró el camino. Podía ver la salida del pueblo, aquella carretera que se perdía en la estepa. Hoy no estaba nevando y la nieve retrocedió un poco, dejando que el césped se luciera ante los rayos del poderoso sol. Bajó la pierna con suavidad y se encaminó a la salida, mirando de reojo al cochero.
- Regreso en un momento...
Y sin más explicaciones comenzó a andar. Y cabe destacar que tampoco había explicación para ella salvo el deseo infructuoso de ver por ultima vez los afueras del pueblo. Que sentimiento tan humano y tan patético... El extrañar algo apenas se pierde. ¿Acaso siempre estaría encadenada a la humanidad? Tristemente es muy probable que sí...
Sus zapatillas resonaban en el pavimento del camino, mientras andaba con la intensión de llegar al menos un poco lejos. Sus ojos negros se toparon con una curiosa figura sentada en el césped, aún lado del camino. Estaba... Pues no desnudo, pero si muy descubierto. A pesar de no estar nevando seguía haciendo frío y eso lo demostraba ella en su ropaje. Portaba un saco color púrpura con los bordes blancos, de cuello alto, hasta los muslos. Y debajo un vestido negro, ocultando gran parte de las botas de invierno que llevaba.
- Ey... ¿Estás bien?
Se acercó a él... De cierta manera se proyecto ya que hace un par de noches ella estaba de la misma forma... tirada en el frío de Siberia. Miró al gatito en sus manos y como trataba de controlarlo. Se inclinó frente a ambos, quitándose uno de sus guantes de gamusa.
- Debe tener frío y hambre... Por eso muerde tus dedos, busca algo de leche. - Le ofreció el guante al chico... No para él, sino para que metiera al gatito en éste, donde cabía perfectamente. - Si me acompañas, puedo darte algo para cubrirte del frío... No creo que mi saco te convine.
Sonrió un poco. Sería lo ultimo que haría antes de marcharse.
Pandora- SSES - Moderadora
- 376
Re: Encuentro predestinado [Pandora]
-Frio?- cuestione a la pelinegra que espere con ansias por su llegada, y si era cierto, había estado ignorando el hecho de que el frio es intenso en estas tierras. –Cierto, hace frio… he vivido tanto tiempo al aire libre que a veces no me doy cuenta de los cambios de temperatura, generalmente no me molesta pero gracias por tu preocupación.- agarre el guante que me fue ofrecido y coloque al pequeño gato dentro de este, dándole un sitio cómodo y cálido en el que mantenerse a salvo.
Me levante del suelo con el gato entre las manos, iba descalzo y con la ropa algo desgastada, a de ser por eso que Pandora se apiado de mí, aunque eso es bastante extraño, tenía entendido que estas mujer no era exactamente la persona más amable en este mundo. –Es usted muy amable, gracias nuevamente.- sonreí alegre, en respuesta a la amabilidad que mostraba mi benefactora.
Vestía refinada, bastante para mis expectativas, eso o como no estaba acostumbrado a estar interactuando con humanos no tenía sentido del vestir, no sabía que usar en que ocasión, para mí la ropa era ropa sin importar el momento en el que la utilizara. –Mi nombre es Tymep, un placer conocerla.- me presente ante ella, inclinándome levemente en señal de reverencia y respeto, para volver a tomar la compostura.
El gato aun me mordía los dedos asomando su cabecita por la abertura del guante. –No tenía ni idea de que tiene hambre, es la primera vez que tengo un gato en mis manos.- levante mi pie izquierdo y frote la planta de este con mi tobillo derecho, justo sobre la tela de mi pantalón, solo para hacerlo entrar un poco en calor, lo baje e hice lo mismo con el otro. –Disculpe, cuál es su nombre señorita?-pregunte, a sabiendas de su nombre pero no podía ir por ahí llamándola Pandora esto y aquello sin que ella siquiera me lo comentara, es simple proceso lógico, en cuanto ella me lo diga podre empezarla a llamar así sin ningún tipo de repercusión.
Me levante del suelo con el gato entre las manos, iba descalzo y con la ropa algo desgastada, a de ser por eso que Pandora se apiado de mí, aunque eso es bastante extraño, tenía entendido que estas mujer no era exactamente la persona más amable en este mundo. –Es usted muy amable, gracias nuevamente.- sonreí alegre, en respuesta a la amabilidad que mostraba mi benefactora.
Vestía refinada, bastante para mis expectativas, eso o como no estaba acostumbrado a estar interactuando con humanos no tenía sentido del vestir, no sabía que usar en que ocasión, para mí la ropa era ropa sin importar el momento en el que la utilizara. –Mi nombre es Tymep, un placer conocerla.- me presente ante ella, inclinándome levemente en señal de reverencia y respeto, para volver a tomar la compostura.
El gato aun me mordía los dedos asomando su cabecita por la abertura del guante. –No tenía ni idea de que tiene hambre, es la primera vez que tengo un gato en mis manos.- levante mi pie izquierdo y frote la planta de este con mi tobillo derecho, justo sobre la tela de mi pantalón, solo para hacerlo entrar un poco en calor, lo baje e hice lo mismo con el otro. –Disculpe, cuál es su nombre señorita?-pregunte, a sabiendas de su nombre pero no podía ir por ahí llamándola Pandora esto y aquello sin que ella siquiera me lo comentara, es simple proceso lógico, en cuanto ella me lo diga podre empezarla a llamar así sin ningún tipo de repercusión.
Tymep- 106
Re: Encuentro predestinado [Pandora]
El chico reaccionó de forma curiosa cuando le preguntó acerca del frío. ¿De verdad no lo sentía? ¿Qué tanto podría estar alguien en el exterior para acostumbrarse a un frío tan remarcado? No es que tuviera un gusto por los vagabundos, o fuera conocida por caridad, pero sin duda le daba mucha curiosidad. Hizo lo que le recomendó y metió al minino en el guante, quien se acomodo un poco.
Ella se enderezó del mismo modo, sin responder a sus agradecimientos. El hecho de estar los dos de pie, le dio el chance de ver su ropa desgastada y lo poco que portaba encima. ¿Era un chico de la calle? ¿Un vividor? ¿Un pobre infeliz? No tenía la más mínima idea... Pero de menos lucía respetuoso, algo que incordiaba con su apariencia. ¿Una persona de bien caída en la desgracia?
"Mi nombre es Tymep, un placer conocerla". Asintió suavemente mientras señalaba hacia el pueblo con su mano desnuda, de dedos largos y pálidos.
- Ok, Tymep, sígueme...
No dio explicaciones ni nada por el estilo, no era de esas personas que gustaba de reportarse con cualquiera. Sería decisión de él si optaba por su camino, el de la incertidumbre, o se quedaba mendigando en la nieve -Sí, ella cree que es un vago-. Comenzó a andar, con paso firme, regresando al pueblo."No tenía ni idea de que tiene hambre, es la primera vez que tengo un gato en mis manos".
- Sí... Probablemente le salvaste la vida. Un felino de esas edad necesita alimento constante de parte de su madre y calor. - Le miró de reojo mientras se adentraba, de regreso - Mi nombre es Pandora...
Iba a decir su apellido pero no tenía demasiado sentido, era un platica informal después de todo; tampoco temía nada más, ya que las cosas apenas estaban comenzando y se encontraban algo frías, desde la perspectiva de la mujer. Si la seguía, lo llevaría ante la posada, de la cual se había despedido... Pero ahora regresaba, una vez más. Entró como si fuera su propia casa y se dirigió a la chica que se encontraba detrás de un minúsculo mostrador.
- Algo de ropa para caballero... Comida caliente y crema, la más liquida que tengas.
Dio la orden, esperando que se cumpliera de inmediato. La mujer salió corriendo a cumplir los deseos de la mujer que pagaba muy bien, sin chistar y sin pena alguna... Tampoco es que el sitio fuera caro, estando en un lugar tan poco turistico. La posada tenía todas las comodidades y modernidades esperadas, incluso tenía un pequeño cyber al lado del restaurante. Todo era de madera con enormes ventanales que daban a las calles.
Se giró para mirar a su invitado.
- Debo irme pronto... Pero te dejaré... Un poco mejor.
Ella se enderezó del mismo modo, sin responder a sus agradecimientos. El hecho de estar los dos de pie, le dio el chance de ver su ropa desgastada y lo poco que portaba encima. ¿Era un chico de la calle? ¿Un vividor? ¿Un pobre infeliz? No tenía la más mínima idea... Pero de menos lucía respetuoso, algo que incordiaba con su apariencia. ¿Una persona de bien caída en la desgracia?
"Mi nombre es Tymep, un placer conocerla". Asintió suavemente mientras señalaba hacia el pueblo con su mano desnuda, de dedos largos y pálidos.
- Ok, Tymep, sígueme...
No dio explicaciones ni nada por el estilo, no era de esas personas que gustaba de reportarse con cualquiera. Sería decisión de él si optaba por su camino, el de la incertidumbre, o se quedaba mendigando en la nieve -Sí, ella cree que es un vago-. Comenzó a andar, con paso firme, regresando al pueblo."No tenía ni idea de que tiene hambre, es la primera vez que tengo un gato en mis manos".
- Sí... Probablemente le salvaste la vida. Un felino de esas edad necesita alimento constante de parte de su madre y calor. - Le miró de reojo mientras se adentraba, de regreso - Mi nombre es Pandora...
Iba a decir su apellido pero no tenía demasiado sentido, era un platica informal después de todo; tampoco temía nada más, ya que las cosas apenas estaban comenzando y se encontraban algo frías, desde la perspectiva de la mujer. Si la seguía, lo llevaría ante la posada, de la cual se había despedido... Pero ahora regresaba, una vez más. Entró como si fuera su propia casa y se dirigió a la chica que se encontraba detrás de un minúsculo mostrador.
- Algo de ropa para caballero... Comida caliente y crema, la más liquida que tengas.
Dio la orden, esperando que se cumpliera de inmediato. La mujer salió corriendo a cumplir los deseos de la mujer que pagaba muy bien, sin chistar y sin pena alguna... Tampoco es que el sitio fuera caro, estando en un lugar tan poco turistico. La posada tenía todas las comodidades y modernidades esperadas, incluso tenía un pequeño cyber al lado del restaurante. Todo era de madera con enormes ventanales que daban a las calles.
Se giró para mirar a su invitado.
- Debo irme pronto... Pero te dejaré... Un poco mejor.
Pandora- SSES - Moderadora
- 376
Re: Encuentro predestinado [Pandora]
La seguí de cerca estando justo a un lado de ella con el gato en mis manos, era una mujer de pocas palabras por lo que veo, aunque no era agresiva como mi pequeña amiga que era una jueza, a la que por cierto le había quitado el ojo de encima, después debía informarme de que se supone que estaba haciendo que ignoro mi llamado aquella vez. –Tiene un nombre curioso… Pandora, siento que lo e escuchado en alguna parte pero es bonito.- ella no respondió a mi comentario de forma inmediata, pero sabía que me escucho así que era lo de menos.
Llegamos entonces a una posada, un edificio grande con aspecto casero, no sé cómo describirlo la verdad pero era muy acogedor con tan solo verlo. Al entrar empezó a dar órdenes a una de las encargadas del sitio, pidió ropa y comida, un muy buen detalle de su parte sin duda alguna.
-La gente por aquí no me ve con buenos ojos, supongo que es por mi aspecto.- la mujer se había estado tardando más de la cuenta, y lo peor de todo es que después de esta pequeña ayuda ella se iría directo al inframundo, de eso estaba seguro, al menos lo deduzco por sus palabras. –Es una lástima que se tenga que ir tan pronto, me hubiese gustado compartir un poco con usted antes de despedirnos.- la mujer llego con una carretilla en la que traía todo lo que Pandora le había ordenado traer, lo primero lo dejo en el suelo, la crema para que el gato comiera algo y dejara de pasar hambre.
Inmediatamente me agache y le ayude a salir del guante en el que lo había metido para cubrirlo del frio, y rápidamente se aproximó al plato de crema, comiendo como si hubiese sido lo primero que comía en mucho tiempo. –Se supone que soy un viajero, pero perdí el sentido de mi viaje no hace mucho, una vida en la que lo único que hago es dar vueltas por el mundo, esperando pacientemente a que la muerte me tenga entre sus brazos en el proceso.- Mis palabras iban dirigidas hacia Pandora obviamente, la mujer que nos atendía simplemente me dio esa mirada de loco que los demás ya me habían dado y se alejó de nosotros un poco, nos dio espacio.
-Disculpe mi atrevimiento, pero el pequeño tiempo que a apartado para ayudarme me a hecho pensar que usted no es el tipo de personas que hace esto a menudo, es más, pienso que usted es un poco solitaria… aunque puede corregirme si lo que digo está mal.- Me levante, el gato podía comer sin que yo estuviese mirándolo todo el rato. Mira sobre la carretilla un plato de comida y unos cubiertos a un lado, el sostuve con cuidado pero termine comiendo como si no hubiese un mañana, dejando a un lado todos los modales que debía tener una persona normal.
-Hacia a donde se dirige?- dije luego de haber terminado con mi comida a una velocidad impresionante, habiéndola masticado obviamente, porque es de mal gusto hablar con la boca llena.
Llegamos entonces a una posada, un edificio grande con aspecto casero, no sé cómo describirlo la verdad pero era muy acogedor con tan solo verlo. Al entrar empezó a dar órdenes a una de las encargadas del sitio, pidió ropa y comida, un muy buen detalle de su parte sin duda alguna.
-La gente por aquí no me ve con buenos ojos, supongo que es por mi aspecto.- la mujer se había estado tardando más de la cuenta, y lo peor de todo es que después de esta pequeña ayuda ella se iría directo al inframundo, de eso estaba seguro, al menos lo deduzco por sus palabras. –Es una lástima que se tenga que ir tan pronto, me hubiese gustado compartir un poco con usted antes de despedirnos.- la mujer llego con una carretilla en la que traía todo lo que Pandora le había ordenado traer, lo primero lo dejo en el suelo, la crema para que el gato comiera algo y dejara de pasar hambre.
Inmediatamente me agache y le ayude a salir del guante en el que lo había metido para cubrirlo del frio, y rápidamente se aproximó al plato de crema, comiendo como si hubiese sido lo primero que comía en mucho tiempo. –Se supone que soy un viajero, pero perdí el sentido de mi viaje no hace mucho, una vida en la que lo único que hago es dar vueltas por el mundo, esperando pacientemente a que la muerte me tenga entre sus brazos en el proceso.- Mis palabras iban dirigidas hacia Pandora obviamente, la mujer que nos atendía simplemente me dio esa mirada de loco que los demás ya me habían dado y se alejó de nosotros un poco, nos dio espacio.
-Disculpe mi atrevimiento, pero el pequeño tiempo que a apartado para ayudarme me a hecho pensar que usted no es el tipo de personas que hace esto a menudo, es más, pienso que usted es un poco solitaria… aunque puede corregirme si lo que digo está mal.- Me levante, el gato podía comer sin que yo estuviese mirándolo todo el rato. Mira sobre la carretilla un plato de comida y unos cubiertos a un lado, el sostuve con cuidado pero termine comiendo como si no hubiese un mañana, dejando a un lado todos los modales que debía tener una persona normal.
-Hacia a donde se dirige?- dije luego de haber terminado con mi comida a una velocidad impresionante, habiéndola masticado obviamente, porque es de mal gusto hablar con la boca llena.
Tymep- 106
Re: Encuentro predestinado [Pandora]
Así que él decidió seguirla, adentrándose al pueblo. De momento no contestó nada, escuchando sus palabras... Al parecer también era un parlanchin, ya que se expresaba bastante. No le molestaban esa clase de personas, simplemente se le hacía curioso el animo que portaba, a pesar de sus condiciones. Una vez dentro de la posada tuvieron que esperar las cosas que pidió, sólo ahí se tomó el tiempo de responder a sus argumentos.
- Bueno... Si conoces de mitología... Quizás ahí hayas escuchado el nombre.
No creía ni remotamente que aquél hombre sin cosmos pudiera ser parte de todo ese mundo al que ella pertenecía.
"La gente por aquí no me ve con buenos ojos, supongo que es por mi aspecto. Es una lástima que se tenga que ir tan pronto, me hubiese gustado compartir un poco con usted antes de despedirnos." Eso sí que era nuevo... Generalmente las personas, incluso las de la posada, solían alejarse de ella, a pesar de ser amable y hasta bondadosa. Ella lo atribuía a su cosmos de muerte, o quizás simplemente tenía "la sangre pesada" para los demás.
- Las personas suelen odiar a aquellos que son diferentes, les da miedo lo que se salga de su rutina. - Se acomodó el cabello un poco mientras miraba sus ojos, como si quisiera encontrar algo en ellos. - ¿Compartir? ¿No te parezco algo desagradable? Además... Sin ánimos de ofender... ¿Qué podrías compartir conmigo?
No lo dijo en una actitud malvada, sino en una sincera. Alguien como él, que no poseía nada... ¿Qué podía aportarle a ella? No tenía la más mínima idea de lo que se escondía detrás de esa cara amable y esos harapos. La carretilla de objetos llegó pronto, a lo que tomó la ropa doblada entre sus brazos, mirando como el chico le daba la crema al felino.
Se supone que soy un viajero, pero perdí el sentido de mi viaje no hace mucho, una vida en la que lo único que hago es dar vueltas por el mundo, esperando pacientemente a que la muerte me tenga entre sus brazos en el proceso. Ante aquello alzó la ceja, apretó la ropa en su pecho. De momento no contestó eso, pensándolo seriamente.
- Oh... Si, suelo... ser solitaria, normalmente. Pero, digamos que me identifique un poco contigo. ¿Tan raro se ve que le ayude? Jejeje - Era una broma por supuesto, riéndose bajito. De pronto lo vio comer tan deprisa que le sorprendió el parecido con el gato. - Vaya, si que eres rápido comiendo jejeje.
Sonrió animada, se giró y movió la mano para indicarle que le siguiera escaleras arriba, aún llevando la ropa consigo. El gatito estaría seguro ahí de momento.
- Sígueme... Y voy a un sitio donde, generalmente, no hay regreso. Y al respecto de aquello que decía - Refiriéndose a lo que no respondió hace unos segundos. - ¿De verdad puedes tomar a la ligera la muerte? Aunque es un hecho que a todos nos llegará... O quizás... ¿Pueda ayudarte a que llegue... lo que tanto esperas?
Le miró de reojo mientras subía por la posada, haciendo que aquella madera rechinara suavemente. Llegaron a un segundo piso alfombrado. Si le seguía entonces lo conduciría hasta una puerta a mitad del pasillo con la puerta numerada en "14". La abriría con la llave de su saco, para dar paso a una hermosa habitación con muebles rústicos. Una enorme pantalla, cama matrimonial y los muebles necesarios para una cómoda estancia.
- Aquí puedes limpiarte - Señaló la puerta del baño - Y después cambiarte.
Dejó la ropa sobre la cama.
- Bueno... Si conoces de mitología... Quizás ahí hayas escuchado el nombre.
No creía ni remotamente que aquél hombre sin cosmos pudiera ser parte de todo ese mundo al que ella pertenecía.
"La gente por aquí no me ve con buenos ojos, supongo que es por mi aspecto. Es una lástima que se tenga que ir tan pronto, me hubiese gustado compartir un poco con usted antes de despedirnos." Eso sí que era nuevo... Generalmente las personas, incluso las de la posada, solían alejarse de ella, a pesar de ser amable y hasta bondadosa. Ella lo atribuía a su cosmos de muerte, o quizás simplemente tenía "la sangre pesada" para los demás.
- Las personas suelen odiar a aquellos que son diferentes, les da miedo lo que se salga de su rutina. - Se acomodó el cabello un poco mientras miraba sus ojos, como si quisiera encontrar algo en ellos. - ¿Compartir? ¿No te parezco algo desagradable? Además... Sin ánimos de ofender... ¿Qué podrías compartir conmigo?
No lo dijo en una actitud malvada, sino en una sincera. Alguien como él, que no poseía nada... ¿Qué podía aportarle a ella? No tenía la más mínima idea de lo que se escondía detrás de esa cara amable y esos harapos. La carretilla de objetos llegó pronto, a lo que tomó la ropa doblada entre sus brazos, mirando como el chico le daba la crema al felino.
Se supone que soy un viajero, pero perdí el sentido de mi viaje no hace mucho, una vida en la que lo único que hago es dar vueltas por el mundo, esperando pacientemente a que la muerte me tenga entre sus brazos en el proceso. Ante aquello alzó la ceja, apretó la ropa en su pecho. De momento no contestó eso, pensándolo seriamente.
- Oh... Si, suelo... ser solitaria, normalmente. Pero, digamos que me identifique un poco contigo. ¿Tan raro se ve que le ayude? Jejeje - Era una broma por supuesto, riéndose bajito. De pronto lo vio comer tan deprisa que le sorprendió el parecido con el gato. - Vaya, si que eres rápido comiendo jejeje.
Sonrió animada, se giró y movió la mano para indicarle que le siguiera escaleras arriba, aún llevando la ropa consigo. El gatito estaría seguro ahí de momento.
- Sígueme... Y voy a un sitio donde, generalmente, no hay regreso. Y al respecto de aquello que decía - Refiriéndose a lo que no respondió hace unos segundos. - ¿De verdad puedes tomar a la ligera la muerte? Aunque es un hecho que a todos nos llegará... O quizás... ¿Pueda ayudarte a que llegue... lo que tanto esperas?
Le miró de reojo mientras subía por la posada, haciendo que aquella madera rechinara suavemente. Llegaron a un segundo piso alfombrado. Si le seguía entonces lo conduciría hasta una puerta a mitad del pasillo con la puerta numerada en "14". La abriría con la llave de su saco, para dar paso a una hermosa habitación con muebles rústicos. Una enorme pantalla, cama matrimonial y los muebles necesarios para una cómoda estancia.
- Aquí puedes limpiarte - Señaló la puerta del baño - Y después cambiarte.
Dejó la ropa sobre la cama.
Pandora- SSES - Moderadora
- 376
Re: Encuentro predestinado [Pandora]
A pesar de la amabilidad con la que me trataba, esas palabras tenían algo de verdad, se supone que estoy plasmado en este escenario como un vago que viste harapos que se identifica como un viajero, que se supone que una persona que hasta ahora se veía “normal” tenía que compartir con una mujer “común” que hasta ahora no se había revelado totalmente.
Al terminar de comer, me guio hacia una habitación para que me aseara y me pusiera la ropa que apretaba con fuerza, me pregunte qué pasaría con el pequeño gato pero supuse que la encargada lo cuidaría hasta que saliera la de habitación, tenía intenciones de conservarlo, me gustaba la compañía que me brindaba.
-No eres desagradable, con tu cosmos y el aura peculiar que cargas puede que alejes a la gente, pero eso no te impidió ayudar a un desconocido, es suficiente motivo para que te valore.- después de aquello me quede en silencio, ignorando la pregunta que me hizo hace unos momentos, y así fue hasta el momento que llegamos a la habitación número catorce de la posada, la cual estaba adornada como si fuese cualquier otra casa.
Al entrar, me señalo otra puerta la cual supuse que era donde me daría un baño y me desharía de esta ropa malgastada. –Puede que no tenga nada, o puede que tenga algo.- sonreí y me rasque la cabeza, sin quitarle la mirada de encima. –Sí, es cierto que estoy esperando que mi vida termine en cualquier momento, pero es porque no tengo nada por lo que seguir adelante, aunque gracias por ofrecerte a terminarla.- me quite la parte superior de mi vestimenta y la tire en el suelo, antes de meterme al baño quería deshacer la trenza y eso fue lo que empecé a hacer.
-No tengo nada que compartir de forma inmediata, es cierto, pero estaba pensando que quizá nuestro encuentro estaba predestinado, quiero decir, es una viajera con un lugar al que volver, pero que posiblemente se moverá de un lugar a otro constantemente y puede que le haga falta alguien que le cuide las espaldas, no le parece?- ya estaba a mitad de la trenza, me gustaba tener el cabello largo pero al mismo tiempo era un dolor de cabeza que llegara hasta mis rodillas, había mucho que lavar y peinar.
-Soy muy fuerte aunque no lo parezca, siempre puedo quitarle un par de problemas de encima, y yo consigo comida y un lugar en el que dormir, aunque claro, eso es si lo tomas en consideración.-termine de hablar y me aproxime a la puerta que me señalo previamente, dejándola ajustada a mi espaldas, terminando de desprenderme de la ropa vieja y desgastada que hasta ahora había estado vistiendo con este cuerpo.
Me metí a la ducha, abriendo la regadera curioso de que se supone que estaba por suceder, y me sorprendí al agua caer desde arriba de mí de esa forma, a duras penas me había acostumbrado a los baños en ríos, lagos o sitios en las que el agua estuviese estancada, esto era totalmente nuevo para mí. Lo siguiente fue el jabón, un objeto en forma de barra de material graso que se volvía resbaladizo una vez había sido tocado por el agua, emitía un perfume un tanto molesto pero supuse que este tipo de olores eran buenos para el olfato de los demás, así que lo frote sobre mi cuerpo en su totalidad, hasta la cara, y lego me quede en pie bajo el agua para que me quitara la espuma de encima, mientras meditaba.
Nunca pensé que la interacción humana fuese una cosa tan difícil, cuando llevo bastante tiempo viéndolos hacerlo de la manera más natural. Yo no era humano, tampoco nací como todos los demás seres, soy una existencia constante que jamás dejara de existir, que siempre ha estado, y aun así muchas cosas me parecían extrañas.
Habían unos productos frente a mí en envases plásticos, uno de ellos decía que era para el cuidado del cabello en lenguaje ruso, lo tome y casi que me eche una buena porción del contenido sobre mi cabello, confuso de cómo se supone que esto ayudaba a limpiarlo, lo frotaba contra todo mi cabello, hasta las puntas que alcanzaban mi rodilla, acabando rápidamente con la ducha, cubriendo de mi cintura hacia abajo con una de las toallas y llegando a la parte difícil del asunto.
-Oye, si no es mucha molestia me podrías ayudar con mi cabello?- dije en voz alta a Pandora la cual se encontraba todavía en la habitación, al menos aun sentía su presencia de ese lado. –Necesito secarlo rápido o si no mojara la ropa.- tome otra toalla y la pase sobre mi piel para quitarme las gotas de agua que aún seguían sobre mi cuerpo, y luego la pase sobre mi cabeza para quitarle un poco de agua a mi cabello, pero aun así seguía mojándome.
Al terminar de comer, me guio hacia una habitación para que me aseara y me pusiera la ropa que apretaba con fuerza, me pregunte qué pasaría con el pequeño gato pero supuse que la encargada lo cuidaría hasta que saliera la de habitación, tenía intenciones de conservarlo, me gustaba la compañía que me brindaba.
-No eres desagradable, con tu cosmos y el aura peculiar que cargas puede que alejes a la gente, pero eso no te impidió ayudar a un desconocido, es suficiente motivo para que te valore.- después de aquello me quede en silencio, ignorando la pregunta que me hizo hace unos momentos, y así fue hasta el momento que llegamos a la habitación número catorce de la posada, la cual estaba adornada como si fuese cualquier otra casa.
Al entrar, me señalo otra puerta la cual supuse que era donde me daría un baño y me desharía de esta ropa malgastada. –Puede que no tenga nada, o puede que tenga algo.- sonreí y me rasque la cabeza, sin quitarle la mirada de encima. –Sí, es cierto que estoy esperando que mi vida termine en cualquier momento, pero es porque no tengo nada por lo que seguir adelante, aunque gracias por ofrecerte a terminarla.- me quite la parte superior de mi vestimenta y la tire en el suelo, antes de meterme al baño quería deshacer la trenza y eso fue lo que empecé a hacer.
-No tengo nada que compartir de forma inmediata, es cierto, pero estaba pensando que quizá nuestro encuentro estaba predestinado, quiero decir, es una viajera con un lugar al que volver, pero que posiblemente se moverá de un lugar a otro constantemente y puede que le haga falta alguien que le cuide las espaldas, no le parece?- ya estaba a mitad de la trenza, me gustaba tener el cabello largo pero al mismo tiempo era un dolor de cabeza que llegara hasta mis rodillas, había mucho que lavar y peinar.
-Soy muy fuerte aunque no lo parezca, siempre puedo quitarle un par de problemas de encima, y yo consigo comida y un lugar en el que dormir, aunque claro, eso es si lo tomas en consideración.-termine de hablar y me aproxime a la puerta que me señalo previamente, dejándola ajustada a mi espaldas, terminando de desprenderme de la ropa vieja y desgastada que hasta ahora había estado vistiendo con este cuerpo.
Me metí a la ducha, abriendo la regadera curioso de que se supone que estaba por suceder, y me sorprendí al agua caer desde arriba de mí de esa forma, a duras penas me había acostumbrado a los baños en ríos, lagos o sitios en las que el agua estuviese estancada, esto era totalmente nuevo para mí. Lo siguiente fue el jabón, un objeto en forma de barra de material graso que se volvía resbaladizo una vez había sido tocado por el agua, emitía un perfume un tanto molesto pero supuse que este tipo de olores eran buenos para el olfato de los demás, así que lo frote sobre mi cuerpo en su totalidad, hasta la cara, y lego me quede en pie bajo el agua para que me quitara la espuma de encima, mientras meditaba.
Nunca pensé que la interacción humana fuese una cosa tan difícil, cuando llevo bastante tiempo viéndolos hacerlo de la manera más natural. Yo no era humano, tampoco nací como todos los demás seres, soy una existencia constante que jamás dejara de existir, que siempre ha estado, y aun así muchas cosas me parecían extrañas.
Habían unos productos frente a mí en envases plásticos, uno de ellos decía que era para el cuidado del cabello en lenguaje ruso, lo tome y casi que me eche una buena porción del contenido sobre mi cabello, confuso de cómo se supone que esto ayudaba a limpiarlo, lo frotaba contra todo mi cabello, hasta las puntas que alcanzaban mi rodilla, acabando rápidamente con la ducha, cubriendo de mi cintura hacia abajo con una de las toallas y llegando a la parte difícil del asunto.
-Oye, si no es mucha molestia me podrías ayudar con mi cabello?- dije en voz alta a Pandora la cual se encontraba todavía en la habitación, al menos aun sentía su presencia de ese lado. –Necesito secarlo rápido o si no mojara la ropa.- tome otra toalla y la pase sobre mi piel para quitarme las gotas de agua que aún seguían sobre mi cuerpo, y luego la pase sobre mi cabeza para quitarle un poco de agua a mi cabello, pero aun así seguía mojándome.
Tymep- 106
Re: Encuentro predestinado [Pandora]
"No eres desagradable, con tu cosmos y el aura peculiar que cargas puede que alejes a la gente, pero eso no te impidió ayudar a un desconocido, es suficiente motivo para que te valore." Abrió un poco más sus ojos negros, mirándole con sorpresa. ¿Sabía sentir el cosmos? Tampoco es que fuera una gran proeza, pero sí que significaba algo... Y en éste caso, aún más. La verdad es que el chico enfrente de ella le estaba intrigando cada vez más... ¿Será qué...?
Hubiera querido responder a eso, pero estaba algo confundida y un poquito apenada. De pronto vio a caer ante sus ojos un pedazo de ropa, así que levanto la mirada a su acompañante, quien comenzaba a deshacerse la trensa. Ahora le daba las gracias por el ofrecimiento, y daba sus razones. Un hombre sin nada que perder es valioso de alguna manera. Se llevó la mano aún enguantada al rostro, escondiendo una sonrisa sincera.
- Jejeje, me das las gracias por eso... De verdad eres bastante peculiar... Me pregunto si fue casualidad que nos hayamos encontrado.
"No tengo nada que compartir de forma inmediata, es cierto, pero estaba pensando que quizá nuestro encuentro estaba predestinado, quiero decir, es una viajera con un lugar al que volver, pero que posiblemente se moverá de un lugar a otro constantemente y puede que le haga falta alguien que le cuide las espaldas, no le parece?" No sabía si él estaba tirando dados al aire diciendo todo aquello, como que era una viajera y demás... ¿O sabía de más? Aun así, extrañamente, no le causaba desconfianza, especialmente porque no emanaba ningún tipo de cosmos. Además había dado al clavo de lo que rondaba en la cabeza de Pandora... Un encuentro predestinado. Luego habló de una especie de trato. Protección por comida... Y se decía a sí mismo bastante fuerte, para luego entrar al baño.
Lo dejó irse sin decir absolutamente nada... Se quedó de pie en su lugar, mientras pensaba todo. De ser un extraño harapiento con actitud algo tímida, había pasado a ser un hombre fuerte que buscaba una especie de empleo. Ambos avanzaban rápido en su encuentro y sabía que él tenía la razón... el destino había metido mano en ello. ¿Tener compañía entonces? Su señor se había mostrado muy cercano la ultima vez que se vieron, pero él tenía a su esposa y no siempre podría acompañarle. Y tener un guardaespaldas... No sonaba tan mal.
De pronto dio un pequeño salto, al escuchar la voz del chico. Al parecer se había quedado cavilando un buen rato en lo que él exploraba el mundo de la higiene. Le preguntó si podía ayudarle con el cabello a lo que ella estuvo a punto de repelar. No era la criada de nadie, era la heraldo de su señor. Pero antes de abrir la boca se dijo a si misma que ese era un favor y no una orden. Que extraño era todo aquello.
Se acercó al baño y empujó la puerta, entrando. No le miró de más, aunque ya estaba cubierto de cintura hacía abajo. Con poca gracilidad le quitó la toalla del cabello y comenzó a secarselo ella, colocándose enfrente, jalándolo para que se inclinara un poco y pudiera alcanzar a la perfección. Comenzó a mover las manos con movimientos firmes pero suaves, sin lastimarlo.
- Creo... Que podría aceptar su propuesta. Pero no estoy del todo segura. Mi... trabajo es demasiado delicado. Y aunque te acabo de ofrecer encontrar a la muerte... Si vas conmigo, probablemente se haga realidad. Es peligroso.
Expresó su preocupación... Acababa de darse cuenta que lo veía como un gatito mordiendo porque tenía hambre. Una gota de sudor resbaló por su frente... Se estaba preocupando por un mortal, sin duda jamás lo volvería a hacer.
Hubiera querido responder a eso, pero estaba algo confundida y un poquito apenada. De pronto vio a caer ante sus ojos un pedazo de ropa, así que levanto la mirada a su acompañante, quien comenzaba a deshacerse la trensa. Ahora le daba las gracias por el ofrecimiento, y daba sus razones. Un hombre sin nada que perder es valioso de alguna manera. Se llevó la mano aún enguantada al rostro, escondiendo una sonrisa sincera.
- Jejeje, me das las gracias por eso... De verdad eres bastante peculiar... Me pregunto si fue casualidad que nos hayamos encontrado.
"No tengo nada que compartir de forma inmediata, es cierto, pero estaba pensando que quizá nuestro encuentro estaba predestinado, quiero decir, es una viajera con un lugar al que volver, pero que posiblemente se moverá de un lugar a otro constantemente y puede que le haga falta alguien que le cuide las espaldas, no le parece?" No sabía si él estaba tirando dados al aire diciendo todo aquello, como que era una viajera y demás... ¿O sabía de más? Aun así, extrañamente, no le causaba desconfianza, especialmente porque no emanaba ningún tipo de cosmos. Además había dado al clavo de lo que rondaba en la cabeza de Pandora... Un encuentro predestinado. Luego habló de una especie de trato. Protección por comida... Y se decía a sí mismo bastante fuerte, para luego entrar al baño.
Lo dejó irse sin decir absolutamente nada... Se quedó de pie en su lugar, mientras pensaba todo. De ser un extraño harapiento con actitud algo tímida, había pasado a ser un hombre fuerte que buscaba una especie de empleo. Ambos avanzaban rápido en su encuentro y sabía que él tenía la razón... el destino había metido mano en ello. ¿Tener compañía entonces? Su señor se había mostrado muy cercano la ultima vez que se vieron, pero él tenía a su esposa y no siempre podría acompañarle. Y tener un guardaespaldas... No sonaba tan mal.
De pronto dio un pequeño salto, al escuchar la voz del chico. Al parecer se había quedado cavilando un buen rato en lo que él exploraba el mundo de la higiene. Le preguntó si podía ayudarle con el cabello a lo que ella estuvo a punto de repelar. No era la criada de nadie, era la heraldo de su señor. Pero antes de abrir la boca se dijo a si misma que ese era un favor y no una orden. Que extraño era todo aquello.
Se acercó al baño y empujó la puerta, entrando. No le miró de más, aunque ya estaba cubierto de cintura hacía abajo. Con poca gracilidad le quitó la toalla del cabello y comenzó a secarselo ella, colocándose enfrente, jalándolo para que se inclinara un poco y pudiera alcanzar a la perfección. Comenzó a mover las manos con movimientos firmes pero suaves, sin lastimarlo.
- Creo... Que podría aceptar su propuesta. Pero no estoy del todo segura. Mi... trabajo es demasiado delicado. Y aunque te acabo de ofrecer encontrar a la muerte... Si vas conmigo, probablemente se haga realidad. Es peligroso.
Expresó su preocupación... Acababa de darse cuenta que lo veía como un gatito mordiendo porque tenía hambre. Una gota de sudor resbaló por su frente... Se estaba preocupando por un mortal, sin duda jamás lo volvería a hacer.
Pandora- SSES - Moderadora
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Re: Encuentro predestinado [Pandora]
-La muerte es la menor de mis preocupaciones, tu misma lo dijiste, eventualmente la encontraremos, yo la esperaba por que no estaba haciendo nada con mi vida, pero como no sé cuándo llegara no estaría mal hacer algo mientras tanto, no le parece?- Pandora secaba mi cabello con la toalla que tenía en la cabeza hasta hace un momento, si usaría eso entonces lo habría hecho lo mismo, esto duraría mucho tiempo de secar pero tendría que ser paciente.
Paso un rato y ella seguía secando con fuerza, y poco a poco se hacía tedioso permanecer de pie sin hacer nada en lo absoluto, pero me impresionaba el hecho de que ella lo estaba haciendo sin siquiera reprochármelo por un momento, de hecho, sonaba como si en verdad estuviese preocupada por mi bienestar y no fuese simplemente un simple gesto de caridad o de lastima.
-Ya la he visto pasar frente a mi varias veces a lo largo de mi viaje, si no fuese fuerte ya habría muerto hace bastante tiempo.- la detuve, no creo que había hecho mucho progreso con lo del cabello, pero se aprecia el esfuerzo. –Disculpa, creo que sería mejor que lo dejara así, se va a cansar los brazos de esta forma.- mire a mi alrededor, había jurado haber visto que las mujeres utilizaban un pequeño aparato que les secaba el cabello haciendo uso de aire caliente, y efectivamente encontré uno frente a un espejo.
-Y si utiliza esa cosa de ahí? Creo que podría terminar más rápido.- reí un poco, se supone que el aparato es para uso femenino pero mírenme aquí pidiéndole que use una secadora para agilizar más las cosas.
Paso un rato y ella seguía secando con fuerza, y poco a poco se hacía tedioso permanecer de pie sin hacer nada en lo absoluto, pero me impresionaba el hecho de que ella lo estaba haciendo sin siquiera reprochármelo por un momento, de hecho, sonaba como si en verdad estuviese preocupada por mi bienestar y no fuese simplemente un simple gesto de caridad o de lastima.
-Ya la he visto pasar frente a mi varias veces a lo largo de mi viaje, si no fuese fuerte ya habría muerto hace bastante tiempo.- la detuve, no creo que había hecho mucho progreso con lo del cabello, pero se aprecia el esfuerzo. –Disculpa, creo que sería mejor que lo dejara así, se va a cansar los brazos de esta forma.- mire a mi alrededor, había jurado haber visto que las mujeres utilizaban un pequeño aparato que les secaba el cabello haciendo uso de aire caliente, y efectivamente encontré uno frente a un espejo.
-Y si utiliza esa cosa de ahí? Creo que podría terminar más rápido.- reí un poco, se supone que el aparato es para uso femenino pero mírenme aquí pidiéndole que use una secadora para agilizar más las cosas.
Tymep- 106
Re: Encuentro predestinado [Pandora]
"La muerte es la menor de mis preocupaciones, tu misma lo dijiste, eventualmente la encontraremos, yo la esperaba por que no estaba haciendo nada con mi vida, pero como no sé cuándo llegara no estaría mal hacer algo mientras tanto, no le parece?" Seguía en lo suyo, revolviendo y secando, distraídamente, escuchando todo y tratando de llegar a una conclusión. Suspiró un poco, en todo el proceso, mientras sus botas de nieve se humedecían.
Después la detuvo, argumentando que se iba a cansar. La verdad es que ya estaba algo entumida de los codos y el conejo. Pero luego él señalo la secadora... Ella miro el artefacto y luego el cabello aún muy húmedo... Y de nuevo miró la secadora. Se puso totalmente roja, arrugando la naricilla y viendo a otro lado.
- ¡JUM!
La verdad es que estaba tan abrumada con todo que se le había olvidado, pero como siempre, no quería demostrar que se había equivocado o que había pasado algo por alto, como es el caso en ésta ocasión. Fue hacía la secadora y la conecto. Lo llamó, para que se acercara al lavabo hecho de granito y madera, bastante cómodo. Se quitó su único guante y llevó la mano a su propio cabello, para retirar algunos pasadores negros. Comenzó a acomodar el cabello de Tymep, separandolo en mechones y sujetandolos para que no estorbaran, en un peinado estrafalario pero útil para el propósito del peinado.
Prendió la secadora y comenzó a secar -válgase la redundancia- el primer mechón, ayudándose con un peine que estaba en el baño; aunque le echaba aire en la cara a propósito como una venganza personal por hacerle ver que era despistada o algo lenta. Siguió con eso en silencio, secando cada mechón, dejando ya libres los que estuvieran libres de humedad, apreciando ese cabello que ahora lucía bastante bien.
- Ésta bien... acepto. Pero tendrás que darme una pequeña prueba de tu poder.
Después la detuvo, argumentando que se iba a cansar. La verdad es que ya estaba algo entumida de los codos y el conejo. Pero luego él señalo la secadora... Ella miro el artefacto y luego el cabello aún muy húmedo... Y de nuevo miró la secadora. Se puso totalmente roja, arrugando la naricilla y viendo a otro lado.
- ¡JUM!
La verdad es que estaba tan abrumada con todo que se le había olvidado, pero como siempre, no quería demostrar que se había equivocado o que había pasado algo por alto, como es el caso en ésta ocasión. Fue hacía la secadora y la conecto. Lo llamó, para que se acercara al lavabo hecho de granito y madera, bastante cómodo. Se quitó su único guante y llevó la mano a su propio cabello, para retirar algunos pasadores negros. Comenzó a acomodar el cabello de Tymep, separandolo en mechones y sujetandolos para que no estorbaran, en un peinado estrafalario pero útil para el propósito del peinado.
Prendió la secadora y comenzó a secar -válgase la redundancia- el primer mechón, ayudándose con un peine que estaba en el baño; aunque le echaba aire en la cara a propósito como una venganza personal por hacerle ver que era despistada o algo lenta. Siguió con eso en silencio, secando cada mechón, dejando ya libres los que estuvieran libres de humedad, apreciando ese cabello que ahora lucía bastante bien.
- Ésta bien... acepto. Pero tendrás que darme una pequeña prueba de tu poder.
Pandora- SSES - Moderadora
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Re: Encuentro predestinado [Pandora]
Por lo visto ella no era del tipo de personas que aceptaba sus errores, siempre hacían ver todo como si había sido planeado o simplemente era una alternativa. Después de habérmele acercado, ella me acomodo el cabello y prosiguió a encender la secadora, empezando con la ardua labor con era el secar mi cabello en su totalidad.
Note que a veces dirigía la secadora a mi rostro, ignore aquello y me quede tranquilo, esperando a que ella terminara lo que le había pedido hacer. Y lo mejor de todo esto es que acepto llevarme con ella, siempre y cuando le demostrara que tan fuerte se suponía que era, supongo que aquello le queda en duda por mi carencia de cosmos, algo que era fácil de recrear sin mucho esfuerzo.
-Así que una muestra de mi poder…- solo para jugar con su paciencia, hice aparecer unas orejas de gato en mi cabeza, las cuales se veían y se sentían reales, y lo eran, yo podía tomar la forma de lo que me diera la gana, no necesitaba verme exactamente como un humano. Las moví de manera divertida, desconocía totalmente cuál sería su reacción, pero era obvio que con muestra de poder no se refería a un simple truco como este.
-Qué te parece? No conozco a alguien más que pueda hacer eso.- quizá no era el momento para hacer ese tipo de gracias, pero no pude evitar reírme un poco en aquel momento, e incluso dejaría las orejas ahí por si ella se animaba a averiguar si eran tan verdaderas como lucían.
-Aunque si eso no te parece suficiente, puedo pensar en otra cosa.- mencione, manteniendo una sonrisa en mi rostro y las orejas moviéndose de vez en cuando, esperando a que ella terminara con mi cabello.
Note que a veces dirigía la secadora a mi rostro, ignore aquello y me quede tranquilo, esperando a que ella terminara lo que le había pedido hacer. Y lo mejor de todo esto es que acepto llevarme con ella, siempre y cuando le demostrara que tan fuerte se suponía que era, supongo que aquello le queda en duda por mi carencia de cosmos, algo que era fácil de recrear sin mucho esfuerzo.
-Así que una muestra de mi poder…- solo para jugar con su paciencia, hice aparecer unas orejas de gato en mi cabeza, las cuales se veían y se sentían reales, y lo eran, yo podía tomar la forma de lo que me diera la gana, no necesitaba verme exactamente como un humano. Las moví de manera divertida, desconocía totalmente cuál sería su reacción, pero era obvio que con muestra de poder no se refería a un simple truco como este.
-Qué te parece? No conozco a alguien más que pueda hacer eso.- quizá no era el momento para hacer ese tipo de gracias, pero no pude evitar reírme un poco en aquel momento, e incluso dejaría las orejas ahí por si ella se animaba a averiguar si eran tan verdaderas como lucían.
-Aunque si eso no te parece suficiente, puedo pensar en otra cosa.- mencione, manteniendo una sonrisa en mi rostro y las orejas moviéndose de vez en cuando, esperando a que ella terminara con mi cabello.
Tymep- 106
Re: Encuentro predestinado [Pandora]
Ya estaba por terminar cuando le pidió la muestra de poder. Él ni tardo ni perezoso lo hizo... La verdad es que ella estaba pensando en un sparring o algo parecido, pero lo que él decidió fue... justo lo contrario. Ya que estaba acomodando el ultimo mechón se topo con... con... Unas orejas de gato. Abrió los ojos como platos, dejando caer ya libre su cabello. ¿Una ilusión?
- ¿Que-e?
Estiró una de sus manos y la toco, primero con un dedo. Su reacción fue curiosa, un escalofrío paso desde su mano, por todo su cuerpo, como una onda curiosa. ¡¿Eran de verdad?! No esperaba poder tocarlas, sino traspasarlas, lo cual fue una verdadera sorpresa. Así que de verdad era un gato, como se lo imaginó. Sonrió tiernamente mientras la tomaba con dos dedos y la acariciaba, apretandola entre sus dedos.
- ¿Cómo lo hiciste? ¿Qué clase de poder es éste?
Soltó a regañadientes internas la orejita y tomó su cepillo. Se pasó a la espalda del chico y comenzó a peinar su largo cabello, mirando esas orejas con un brillo en sus ojos. Le daban ganas de morderlas... ¿Qué clase de persona podía hacer algo como eso? Ahora estaba el doble de confundida.
- Ahora puedes vestirte.
Dijo cuando terminó de peinarlo, apartándose un poco, tocando por ultima vez una oreja.
- ¿Que-e?
Estiró una de sus manos y la toco, primero con un dedo. Su reacción fue curiosa, un escalofrío paso desde su mano, por todo su cuerpo, como una onda curiosa. ¡¿Eran de verdad?! No esperaba poder tocarlas, sino traspasarlas, lo cual fue una verdadera sorpresa. Así que de verdad era un gato, como se lo imaginó. Sonrió tiernamente mientras la tomaba con dos dedos y la acariciaba, apretandola entre sus dedos.
- ¿Cómo lo hiciste? ¿Qué clase de poder es éste?
Soltó a regañadientes internas la orejita y tomó su cepillo. Se pasó a la espalda del chico y comenzó a peinar su largo cabello, mirando esas orejas con un brillo en sus ojos. Le daban ganas de morderlas... ¿Qué clase de persona podía hacer algo como eso? Ahora estaba el doble de confundida.
- Ahora puedes vestirte.
Dijo cuando terminó de peinarlo, apartándose un poco, tocando por ultima vez una oreja.
Pandora- SSES - Moderadora
- 376
Re: Encuentro predestinado [Pandora]
-No lo llamaría exactamente un poder, es más bien una habilidad que me es poco útil.- Ella termino de manipular mi cabello, obedecí dejándola a ella en el baño para ir a la habitación a vestirme, como había dejado la ropa en la cama tenía que ser de esa manera. Me quite la toalla restante y me vestí lo más rápido que pude. La ropa no era la cosa más elegante, pero no estaba estúpidamente desgastada como la que llevaba puesta antes, aunque tampoco dejaba mi torso a medio ver, lo que en parte me quitaba algo de comodidad pero no podía quejarme.
Era una camiseta de mangas largas de color purpura, unos pantalones largos negros, unos tenis del mismo color y un abrigo blanco que me pondría una vez estuviésemos fuera de la posada. –Ya puedes salir de ahí.- le dije, para que no se sofocara dentro del baño.
-Sobre esa pequeña demostración, es una habilidad que aprendí de unos escritos que habían en unas paredes en uno de los sitios que visite en mis viajes, se supone que el lenguaje estaba muerto pero logre descifrar parte de lo que decía. La habilidad completa consiste en utilizar elementos de animales en uno mismo para mejorar capacidades humanas, la oreja de gato para escuchar el ambiente de forma más atenta a la hora de una cacería, branquias de peces para un nado más eficiente, entre muchas otras posibilidades.- explique algo que de hecho era cierto, hace un par de milenios hubo una tribu que era capaz de tal cosa aunque aquella habilidad murió con el pasar del tiempo y nadie más hasta ahora podía replicarla.
-Yo solo domino la parte de las orejas de gato, era lo más básico.- agregue, para cortar con cualquier tipo de fantasía extraña que le fuese a surgir a Pandora, ya que note que no pudo evitar tocar más de dos veces. Empecé entonces a acomodar mi cabello, volviendo a hacer la larga trenza que tenía antes de bañarme, me gustaba tenerlo de esa forma porque era más cómodo. –Te hare una demostración apropiada después, mi poder no puede ser mostrado en un sitio como este… es peligroso.- no era que me importaran las vidas de las personas en este pueblo, pero quería mostrar que tenía algo de conciencia sobre el alcance de mis capacidades, a las cuales todavía no había puesto un límite como ahora estaba haciéndome pasar por un humano con cualidades de caballero.
-Hábleme un poco sobre su trabajo señorita Pandora, quiero prepararme para mi posible nuevo estilo de vida.- termine con la trenza y la acomode de forma tal que rodeaba mi cuello.
Era una camiseta de mangas largas de color purpura, unos pantalones largos negros, unos tenis del mismo color y un abrigo blanco que me pondría una vez estuviésemos fuera de la posada. –Ya puedes salir de ahí.- le dije, para que no se sofocara dentro del baño.
-Sobre esa pequeña demostración, es una habilidad que aprendí de unos escritos que habían en unas paredes en uno de los sitios que visite en mis viajes, se supone que el lenguaje estaba muerto pero logre descifrar parte de lo que decía. La habilidad completa consiste en utilizar elementos de animales en uno mismo para mejorar capacidades humanas, la oreja de gato para escuchar el ambiente de forma más atenta a la hora de una cacería, branquias de peces para un nado más eficiente, entre muchas otras posibilidades.- explique algo que de hecho era cierto, hace un par de milenios hubo una tribu que era capaz de tal cosa aunque aquella habilidad murió con el pasar del tiempo y nadie más hasta ahora podía replicarla.
-Yo solo domino la parte de las orejas de gato, era lo más básico.- agregue, para cortar con cualquier tipo de fantasía extraña que le fuese a surgir a Pandora, ya que note que no pudo evitar tocar más de dos veces. Empecé entonces a acomodar mi cabello, volviendo a hacer la larga trenza que tenía antes de bañarme, me gustaba tenerlo de esa forma porque era más cómodo. –Te hare una demostración apropiada después, mi poder no puede ser mostrado en un sitio como este… es peligroso.- no era que me importaran las vidas de las personas en este pueblo, pero quería mostrar que tenía algo de conciencia sobre el alcance de mis capacidades, a las cuales todavía no había puesto un límite como ahora estaba haciéndome pasar por un humano con cualidades de caballero.
-Hábleme un poco sobre su trabajo señorita Pandora, quiero prepararme para mi posible nuevo estilo de vida.- termine con la trenza y la acomode de forma tal que rodeaba mi cuello.
Tymep- 106
Re: Encuentro predestinado [Pandora]
Se quedo ahí sola en el baño, mientras arreglaba todo lo que habían usado, dejándolo en su lugar. Le acababa de decir que era una habilidad útil, mientras salía a vestirse. Comenzaba a preocuparle un poco pero también a intrigarle. ¿Era ésta una oportunidad para ella? ¿Para él? ¿Para ambos? Terminó de acomodar todo en su sitio cuando él le dijo que podía salir. Así lo hizo, observando una ropa más... moderna. La que traía anteriormente parecía un poco... de medio oriente.
"Sobre esa pequeña demostración, es una habilidad que aprendí de unos escritos que habían en unas paredes en uno de los sitios que visite en mis viajes, se supone que el lenguaje estaba muerto pero logre descifrar parte de lo que decía..." Y así fue como se explico de aquella habilidad perdida y todo lo que podía hacer con ella. Cuando dijo que sólo dominaba las orejas no puedo evitar sonreír un poco.
- ¿Y puedes seguir desarrollandola?
Luego dijo aquello aún mas preocupante, de tener que ocultarse. Cruzó los brazos y pensó mientras caminaba a la cama y se sentaba comodamente. No lo miraba mientras trenzaba su cabello...
- Bien... Mi trabajo es proteger y servir... al Dios de la muerte.
Le miró ahora sí... Tenía el ligero presentimiento de que eso no le sorprendería... Recargó sus brazos en la cama, detrás de ella, mientras sus ojos negros se fijaban en los de él.
- Si quieres venir conmigo... Debes decirme la verdad. ¿Quién eres...? La verdad sobre ti.
En la ventana de la habitación comenzaron a asomarse unos copos de nieve, anunciando la nevada que se estaba desatando en el exterior. De momento eran suaves indicios de nieve pero amenazaba con ponerse peor en cualquier momento, una verdadera ventisca. Seguramente su cochero tendría que buscar refugio para los corceles.
"Sobre esa pequeña demostración, es una habilidad que aprendí de unos escritos que habían en unas paredes en uno de los sitios que visite en mis viajes, se supone que el lenguaje estaba muerto pero logre descifrar parte de lo que decía..." Y así fue como se explico de aquella habilidad perdida y todo lo que podía hacer con ella. Cuando dijo que sólo dominaba las orejas no puedo evitar sonreír un poco.
- ¿Y puedes seguir desarrollandola?
Luego dijo aquello aún mas preocupante, de tener que ocultarse. Cruzó los brazos y pensó mientras caminaba a la cama y se sentaba comodamente. No lo miraba mientras trenzaba su cabello...
- Bien... Mi trabajo es proteger y servir... al Dios de la muerte.
Le miró ahora sí... Tenía el ligero presentimiento de que eso no le sorprendería... Recargó sus brazos en la cama, detrás de ella, mientras sus ojos negros se fijaban en los de él.
- Si quieres venir conmigo... Debes decirme la verdad. ¿Quién eres...? La verdad sobre ti.
En la ventana de la habitación comenzaron a asomarse unos copos de nieve, anunciando la nevada que se estaba desatando en el exterior. De momento eran suaves indicios de nieve pero amenazaba con ponerse peor en cualquier momento, una verdadera ventisca. Seguramente su cochero tendría que buscar refugio para los corceles.
Pandora- SSES - Moderadora
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Re: Encuentro predestinado [Pandora]
-La verdad?- habrá visto a través de mis palabras y acciones, o no estaba lo suficientemente convencida para tenerme a su alrededor? Podía ser una mujer un tanto extraña, pero definitivamente no era una tonta a la que se le podía engañar fácilmente por lo que veo. Suspire, me vi un tanto incomodo ante esa petición.
-La verdad es que soy huérfano de nacimiento, pase la mayor parte de mi infancia entrenando en contra de mi voluntad para ser convertido en un caballero de Atena, esos que pelean por motivos un tanto estúpidos.- bien, eso me serviría de momento como base para otra de mis grandes e ingeniosas mentiras, una que espero poder atar todos los cabos. –Decidí que ese no era el camino que quería seguir con mi vida, mate a mi maestro, a mis compañeros y hui, desde entonces soy un viajero sin rumbo.- un final un poco trágico, pero de esa forma no tenía que lidiar con esos incomodas preguntas de “y donde se encuentran ellos ahora?”.
-La justicia, proteger al débil, nada de eso me importa cuando los demás ni siquiera me volteaban a ver, y si llegaban a hacerlo eran penetrantes miradas llenas de repudio.- empecé a juguetear con la punta de mi trenza con absoluta tranquilidad, mirando de reojo a Pandora a la cual la respuesta debía de convencerla si es que quería seguir adelante con mi proyecto.
-Simplemente soy alguien que buscaba el motivo de su existencia, si no lo encuentro entonces puedo forjarme uno, no le parece? me parece que una vida protegiendo a mi benefactora seria lo ideal, es la unica persona en la que confió después de todo.- me acosté boca arriba, aun con los pies sobre el suelo, mis palabras no parecían haber sido dichas desde un tipo que uno consideraría un vagabundo cualquiera, supongo que ella no se dejaba llevar por las apariencias, no estaría sorprendida del todo.
-Dios de la muerte? Pensé que los dioses gemelos eran muy arrogantes para trabajar con humanos, o eso dicen las historias.- hice aparecer nuevamente las orejas de gato, solamente para molestar a Pandora a la que sabía que le gustaban. –Aunque creo que querrás decir Hades, el dios del inframundo.- solté unas risitas casi que a escondidas, probablemente ella no le gustaría sentir que se había equivocado nuevamente y buscaría la forma de vengarse.
-Y no creo que pueda hacer mucho sobre la habilidad, solo leí la parte de los gatos porque era lo único entendible, todo lo demás estaba borroso en su totalidad, y pues no creo que me sea muy útil si alguna vez la avanzo un poco.- quizá más adelante podría molestarla con bigotes, o una cola, sería bastante gracioso ver sus reacciones.
-La verdad es que soy huérfano de nacimiento, pase la mayor parte de mi infancia entrenando en contra de mi voluntad para ser convertido en un caballero de Atena, esos que pelean por motivos un tanto estúpidos.- bien, eso me serviría de momento como base para otra de mis grandes e ingeniosas mentiras, una que espero poder atar todos los cabos. –Decidí que ese no era el camino que quería seguir con mi vida, mate a mi maestro, a mis compañeros y hui, desde entonces soy un viajero sin rumbo.- un final un poco trágico, pero de esa forma no tenía que lidiar con esos incomodas preguntas de “y donde se encuentran ellos ahora?”.
-La justicia, proteger al débil, nada de eso me importa cuando los demás ni siquiera me volteaban a ver, y si llegaban a hacerlo eran penetrantes miradas llenas de repudio.- empecé a juguetear con la punta de mi trenza con absoluta tranquilidad, mirando de reojo a Pandora a la cual la respuesta debía de convencerla si es que quería seguir adelante con mi proyecto.
-Simplemente soy alguien que buscaba el motivo de su existencia, si no lo encuentro entonces puedo forjarme uno, no le parece? me parece que una vida protegiendo a mi benefactora seria lo ideal, es la unica persona en la que confió después de todo.- me acosté boca arriba, aun con los pies sobre el suelo, mis palabras no parecían haber sido dichas desde un tipo que uno consideraría un vagabundo cualquiera, supongo que ella no se dejaba llevar por las apariencias, no estaría sorprendida del todo.
-Dios de la muerte? Pensé que los dioses gemelos eran muy arrogantes para trabajar con humanos, o eso dicen las historias.- hice aparecer nuevamente las orejas de gato, solamente para molestar a Pandora a la que sabía que le gustaban. –Aunque creo que querrás decir Hades, el dios del inframundo.- solté unas risitas casi que a escondidas, probablemente ella no le gustaría sentir que se había equivocado nuevamente y buscaría la forma de vengarse.
-Y no creo que pueda hacer mucho sobre la habilidad, solo leí la parte de los gatos porque era lo único entendible, todo lo demás estaba borroso en su totalidad, y pues no creo que me sea muy útil si alguna vez la avanzo un poco.- quizá más adelante podría molestarla con bigotes, o una cola, sería bastante gracioso ver sus reacciones.
Tymep- 106
Re: Encuentro predestinado [Pandora]
Escuchó su suspiro y por supuesto que sintió la incomodidad y tensión en hablar acerca de la "verdad". Aún así, comenzó a hablar. Él había mencionado ya que confiaba en ella... ¿Por qué? Había muchas preguntas sin respuesta y creer que él había descubierto en ella a alguien noble solamente por su acto altruista era algo demasiado... Inocente. ¿Acaso esa persona estaba tanteando la inocencia de Pandora? Es muy probable... Y la pobre mujer estaba por caer.
Todo lo que dijo, esa historia... Todo le daba más sentido a la apariencia y forma de ser de Tymep. "Simplemente soy alguien que buscaba el motivo de su existencia, si no lo encuentro entonces puedo forjarme uno, no le parece? me parece que una vida protegiendo a mi benefactora seria lo ideal, es la única persona en la que confió después de todo" Aún sentada en la cama, al lado del chico recostado, cerró los ojos, pensando en las posibilidades.
- Entiendo... Ésta bien entonces. Debes saber que debes responder ante mi y obedecerme... Pero por sobre todo, el señor Hades sigue siendo el que tiene la ultima palabra. ¿Entendido?
"Dios de la muerte? Pensé que los dioses gemelos eran muy arrogantes para trabajar con humanos, o eso dicen las historias ... Aunque creo que querrás decir Hades, el dios del inframundo" La mujer cerró los ojos con el ceño fruncido, mientras sonreía nerviosamente. De nuevo corrigiéndola o mostrandole que se encuentra mal. Le miró de reojo, con los ojos afilados como si fuera a matarlo en cualquier momento. Realmente lo que iba a decir a continuación eran patadas de ahogado.
- Mi señor tiene el poder sobre la muerte... Incluso los dioses gemelos se verían mermados ante el gran Hades.
Aún así tenía que vengarse de alguna manera, esos actos de imprudencia debían pagarse caros. Él debía aprender ahora su nuevo lugar, y aceptar los castigos que le fuera a impartir, casi religiosamente, además, así reforzaba su lugar. Se giró un poco para verlo, mientras sus ojos negros le veían acusadoramente. De pronto se lanzó casi sobre él, para tomar sus orejas de gato y apretarlas y jalarlas sin lastimarlo.
- ¡No vuelvas a ponerte al "tu por tu" conmigo! ¡Ahora soy tu señora! Sqsh sqsh
Esa ultima onomatopeya era para indicar que aplastaba las orejas con sus dedos.
Todo lo que dijo, esa historia... Todo le daba más sentido a la apariencia y forma de ser de Tymep. "Simplemente soy alguien que buscaba el motivo de su existencia, si no lo encuentro entonces puedo forjarme uno, no le parece? me parece que una vida protegiendo a mi benefactora seria lo ideal, es la única persona en la que confió después de todo" Aún sentada en la cama, al lado del chico recostado, cerró los ojos, pensando en las posibilidades.
- Entiendo... Ésta bien entonces. Debes saber que debes responder ante mi y obedecerme... Pero por sobre todo, el señor Hades sigue siendo el que tiene la ultima palabra. ¿Entendido?
"Dios de la muerte? Pensé que los dioses gemelos eran muy arrogantes para trabajar con humanos, o eso dicen las historias ... Aunque creo que querrás decir Hades, el dios del inframundo" La mujer cerró los ojos con el ceño fruncido, mientras sonreía nerviosamente. De nuevo corrigiéndola o mostrandole que se encuentra mal. Le miró de reojo, con los ojos afilados como si fuera a matarlo en cualquier momento. Realmente lo que iba a decir a continuación eran patadas de ahogado.
- Mi señor tiene el poder sobre la muerte... Incluso los dioses gemelos se verían mermados ante el gran Hades.
Aún así tenía que vengarse de alguna manera, esos actos de imprudencia debían pagarse caros. Él debía aprender ahora su nuevo lugar, y aceptar los castigos que le fuera a impartir, casi religiosamente, además, así reforzaba su lugar. Se giró un poco para verlo, mientras sus ojos negros le veían acusadoramente. De pronto se lanzó casi sobre él, para tomar sus orejas de gato y apretarlas y jalarlas sin lastimarlo.
- ¡No vuelvas a ponerte al "tu por tu" conmigo! ¡Ahora soy tu señora! Sqsh sqsh
Esa ultima onomatopeya era para indicar que aplastaba las orejas con sus dedos.
Pandora- SSES - Moderadora
- 376
Re: Encuentro predestinado [Pandora]
-Como diga señorita Pandora.- por más serio que me quería poner en aquel momento no podía evitar el reírme un poco por la reacción de la joven de cabellos negros, una fuerte convicción pero un corazón inocente capaz de ser burlado fácilmente, de cualquier forma tenía que cuidar el no encariñarme con esta chica así como me apegue al pequeño que esperaba ver respirando cuando saliera de esta habitación, o habría cuentas que saldar con estos humanos.
-Aunque si sigue haciendo eso no la podre tomar enserio.- le mostré la lengua, para luego cruzar mis brazos atrás de mi cabeza, esperando que se me quitara de encima y pudiese levantarme, no sé, creo que había hecho todo lo necesario para ganarme su confianza, quizá me la había ganado, no estaba del todo seguro la verdad.
-Así que inframundo…- divague por un momento, sí que sería interesante ver que tan fuerte es la dictadura en ese sitio, después de todo Hades no es tan blando como Zeus y Poseidón, era mi dios favorito a la hora de las guerras santas porque siempre sorprendía con uno de sus planes que al final terminaban fallando, pero esta resurrección es totalmente diferente a las anteriores, no a hecho nada sorprendente.
-Y como prefiere que la llame? Oh todopoderosa Pandora, señorita Pandora, mi señora?...- seguí molestándola un poco, tratando de hacer gracia de un asunto que requería de seriedad, quizá me fuese a reprochar por eso, quizá me estabas excediendo un poco y tomando este asunto a la ligera. –Y entiendo a la perfección, tus órdenes y las de Hades son absolutas, eres libre de usarme de la manera que desees, soy su escudo y no dejare que su corazón deje de latir mientras el mío siga palpitando.- fue básicamente una confirmación de mi parte de a que extremos llegaba mi lealtad, quería hacerlo lo más creíble posible.
Voltee a mirar a la ventana, había una fuerte nevada afuera de la que no me había dado cuenta hasta ahora. –Disculpe, creí haberla escuchado decir que se tenía que ir, aun piensa ir con el clima en esas condiciones?- no creo que ella fuese del tipo de personas temerarias que van contra viento y marea… aunque quizá y me estaba equivocando.
-Aunque si sigue haciendo eso no la podre tomar enserio.- le mostré la lengua, para luego cruzar mis brazos atrás de mi cabeza, esperando que se me quitara de encima y pudiese levantarme, no sé, creo que había hecho todo lo necesario para ganarme su confianza, quizá me la había ganado, no estaba del todo seguro la verdad.
-Así que inframundo…- divague por un momento, sí que sería interesante ver que tan fuerte es la dictadura en ese sitio, después de todo Hades no es tan blando como Zeus y Poseidón, era mi dios favorito a la hora de las guerras santas porque siempre sorprendía con uno de sus planes que al final terminaban fallando, pero esta resurrección es totalmente diferente a las anteriores, no a hecho nada sorprendente.
-Y como prefiere que la llame? Oh todopoderosa Pandora, señorita Pandora, mi señora?...- seguí molestándola un poco, tratando de hacer gracia de un asunto que requería de seriedad, quizá me fuese a reprochar por eso, quizá me estabas excediendo un poco y tomando este asunto a la ligera. –Y entiendo a la perfección, tus órdenes y las de Hades son absolutas, eres libre de usarme de la manera que desees, soy su escudo y no dejare que su corazón deje de latir mientras el mío siga palpitando.- fue básicamente una confirmación de mi parte de a que extremos llegaba mi lealtad, quería hacerlo lo más creíble posible.
Voltee a mirar a la ventana, había una fuerte nevada afuera de la que no me había dado cuenta hasta ahora. –Disculpe, creí haberla escuchado decir que se tenía que ir, aun piensa ir con el clima en esas condiciones?- no creo que ella fuese del tipo de personas temerarias que van contra viento y marea… aunque quizá y me estaba equivocando.
Tymep- 106
Re: Encuentro predestinado [Pandora]
Seguía ahí tocando las orejas, con cara de gato igualmente e incluso él se puso más cómodo para resistir el ataque. "Aunque si sigue haciendo eso no la podre tomar enserio." Se rió un poco mientras le daba unos últimos apretones, para después ponerse algo sería. Volvió a sentarse y suspiró, acomodándose un mechón de cabello detrás de la oreja.
- Solamente será mientras estemos aquí. Una vez que "bajemos" mi comportamiento cambiará totalmente... No creo volver a tocarlas.
Y era verdad. Tenía que ganarse el respeto de todos, ahora que entraba como una nueva figura de autoridad y eso significaba verse dura ante los demás. Ninguna muestra de debilidad debía ser expuesta y eso incluía sonrisas amables, gestos divertidos o gustos mundanos como... gatos. Entrecerró un poco los ojos, jugando con un pequeño hilo que resaltaba del cubrecama.
- ¿Eh? Llámame como desees pero con respeto, sino de verdad te castigaré.
Le dijo con una media sonrisa, después escuchó aquello que dijo del escudo... Su sonrisa desapareció unos momentos, mientras le miraba. Abrió la boca para decir algo pero se arrepintió casi de inmediato. Miró a otro lado, casi como si estuviera escapando de algo en su mente. Pero agradeció cuando él preguntó lo de irse. La mujer miró la ventana.
- Parece que comenzó a nevar... Y no creo poder marcharme así. - Se levantó mientras comenzaba a desabotonarse el saco. - Iré a pedir otra habitación para ti... A menos que tengas algún otro sitio... E iré por tu invitado.
Se quitó el saco, que dejó extendido sobre la cama junto a él. Reveló un vestido de cuello en V, con un escote ligeramente pronunciado. Dentro hacía mucho menos frío que en el exterior gracias a los muebles, la madera, la gente y mayormente los calentadores estrategicamene puestos.
- Solamente será mientras estemos aquí. Una vez que "bajemos" mi comportamiento cambiará totalmente... No creo volver a tocarlas.
Y era verdad. Tenía que ganarse el respeto de todos, ahora que entraba como una nueva figura de autoridad y eso significaba verse dura ante los demás. Ninguna muestra de debilidad debía ser expuesta y eso incluía sonrisas amables, gestos divertidos o gustos mundanos como... gatos. Entrecerró un poco los ojos, jugando con un pequeño hilo que resaltaba del cubrecama.
- ¿Eh? Llámame como desees pero con respeto, sino de verdad te castigaré.
Le dijo con una media sonrisa, después escuchó aquello que dijo del escudo... Su sonrisa desapareció unos momentos, mientras le miraba. Abrió la boca para decir algo pero se arrepintió casi de inmediato. Miró a otro lado, casi como si estuviera escapando de algo en su mente. Pero agradeció cuando él preguntó lo de irse. La mujer miró la ventana.
- Parece que comenzó a nevar... Y no creo poder marcharme así. - Se levantó mientras comenzaba a desabotonarse el saco. - Iré a pedir otra habitación para ti... A menos que tengas algún otro sitio... E iré por tu invitado.
Se quitó el saco, que dejó extendido sobre la cama junto a él. Reveló un vestido de cuello en V, con un escote ligeramente pronunciado. Dentro hacía mucho menos frío que en el exterior gracias a los muebles, la madera, la gente y mayormente los calentadores estrategicamene puestos.
Pandora- SSES - Moderadora
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Re: Encuentro predestinado [Pandora]
-No, no gaste dinero en otra habitación, enserio, me conformo con usar una de esas sillas.- teníamos que esperar a que la nevada terminara para irnos al infierno, donde las cosas no serían tan amistosas como lo han sido hasta ahora. No era que disfrutara el estar tirado sin hacer nada, es por eso que empecé este pequeño juego de rol en primer lugar, pero ella parecía ponerse cómoda habiéndose resignado a esperar.
Si me daba la gana podía hacer que la nevada cambiara de dirección, aunque eso joderia con el clima de otro sitio por un tiempo prolongado, pero si lo hacía seria demasiada coincidencia y empezarían a sospechar de mí, mejor no lo hacía.
Antes de que ella siquiera pudiese ir a buscar al gato que había traído, este había llegado a la habitación en manos de la encargada la cual llego un poco amargada, recordándonos que ella no era ningún tipo de niñera de mascotas, y que deberíamos tener más cuidado. El gato automáticamente vino hacia a mí, se me aferro como si fuese alguna clase de madre y como ya tenía acostumbrado mordisqueaba mis dedos, aunque esta vez ya no eran tan fuertes los mordiscos.
Me quite de la cama, sentándome en el suelo no muy lejos de uno de los calentadores, acomodándome junto al pequeño felino que se acomodaba sobre mis piernas cruzadas para tomar un descanso. –Puedo considerarla una amiga?- esa pregunta era más que un simple dialogo con el que trataba de seguir comprándome la confianza de Pandora, era un cuestionamiento que tenía como la existencia constante que soy, una que solo tiene una protegida a la que llamo amiga sin saber si ella me consideraba su amigo. –Digo, sé que soy tu esclavo y todo eso, pero serias la primera persona a la que llamaría amiga.- comente, mientras acariciaba al gato dormilón.
Para hacer las cosas más fastidiosas, la energía del lugar se cortó y los calentadores simplemente dejaron de funcionar. –Y… a pasar frio se ha dicho.- murmure consternado por la situación en la que nos encontrábamos.
Si me daba la gana podía hacer que la nevada cambiara de dirección, aunque eso joderia con el clima de otro sitio por un tiempo prolongado, pero si lo hacía seria demasiada coincidencia y empezarían a sospechar de mí, mejor no lo hacía.
Antes de que ella siquiera pudiese ir a buscar al gato que había traído, este había llegado a la habitación en manos de la encargada la cual llego un poco amargada, recordándonos que ella no era ningún tipo de niñera de mascotas, y que deberíamos tener más cuidado. El gato automáticamente vino hacia a mí, se me aferro como si fuese alguna clase de madre y como ya tenía acostumbrado mordisqueaba mis dedos, aunque esta vez ya no eran tan fuertes los mordiscos.
Me quite de la cama, sentándome en el suelo no muy lejos de uno de los calentadores, acomodándome junto al pequeño felino que se acomodaba sobre mis piernas cruzadas para tomar un descanso. –Puedo considerarla una amiga?- esa pregunta era más que un simple dialogo con el que trataba de seguir comprándome la confianza de Pandora, era un cuestionamiento que tenía como la existencia constante que soy, una que solo tiene una protegida a la que llamo amiga sin saber si ella me consideraba su amigo. –Digo, sé que soy tu esclavo y todo eso, pero serias la primera persona a la que llamaría amiga.- comente, mientras acariciaba al gato dormilón.
Para hacer las cosas más fastidiosas, la energía del lugar se cortó y los calentadores simplemente dejaron de funcionar. –Y… a pasar frio se ha dicho.- murmure consternado por la situación en la que nos encontrábamos.
Tymep- 106
Re: Encuentro predestinado [Pandora]
El silencio hubiera reinado en el sitio si no fuera por el constante zumbido de los calentadores y la ventana vibrando ante el aire que comenzaba a subir de intensidad, anunciando la inminente tormenta. Aún así, en el pasillo y habitaciones adyacentes no se lograba escuchar nada, salvo quizás por la charla de ellos, enmudecida por las paredes. "No, no gaste dinero en otra habitación, enserio, me conformo con usar una de esas sillas". Comenzó a arremangarse, ya que su vestido era de mangas largas, hasta los codos.
- Aún así, no es--
Fue interrumpida cuando llamaron a la puerta. No demoró demasiado en abrir para revelar a la empleada con el animal, quien no se demoró en llegar a los brazos de su, al parecer, ahora dueño. Los miró de reojo mientras detenía el parloteo de la mujer, sin ponerle demasiada atención.
- Que traigan de nuevo mis maletas.
Dijo son más y cerró la puerta prácticamente en la cara de la mujer, esperando eficiencia. Se giró de nuevo hacía él, mientras veía como se sentaba en el suelo junto a un calentador, para dejarse morder los dedos por el pequeño felino. Iba a proseguir en lo que se quedó cuando preguntó aquello... de... la amistad. Abrió un poco más los ojos.
- A-am...
Que recordara jamás había tenido amigos... de verdad. En su niñez se la pasó rodeada de sus criados, a quienes consideraba amigos. Pero apenas se quedaron sin nada y se marcharon para jamás volver, lastimando en más de una forma a la joven Pandora. ¿Cómo podía considerar a alguien como él, un amigo, cuando no tenía ni la más remota idea de como reconocer a tales? Realmente le estaba costando decidir que responder.
"Digo, sé que soy tu esclavo y todo eso, pero serias la primera persona a la que llamaría amiga". Agradeció infinitamente que la luz se fuera de golpe, ya que ocultó su ligero sonrojo. Ahora solamente estaban iluminados por la tenue luz que entraba por la ventana, ahora azotada por la nieve y los fuertes vientos. Miró hacía arriba, ahora sí, solamente acompañados por la furia de la ventisca.
- Yo... - Se bajó las mangas de nuevo, esperando a que el frío invadiera la habitación poco a poco.- Su-supongo... que sí.
Dio un salto cuando llamaron a la puerta. Las maletas arribaron para quedarse de nuevo a solas. Colocó una sobre la cama y la abrió, buscando algo en su interior. Trataba de cambiar de tema, avergonzada.
- Será mejor que te prepares a descansar, apenas termine nos marcharemos...
Eran alrededor de las 8PM, buena hora para descansar y ponerse en marcha en la madrugada si es que el clima les dejaba. Buscó alguna manta extra sin demasiado éxito, suspirando.
- No se van a quedar ahí... En poco tiempo comenzará a bajar la temperatura
Les miró y señaló la cama, para después sentarse en ella y coger el teléfono para servicio a cuarto, esperando que no fuera de los nuevos que dependen de electricidad.
- Aún así, no es--
Fue interrumpida cuando llamaron a la puerta. No demoró demasiado en abrir para revelar a la empleada con el animal, quien no se demoró en llegar a los brazos de su, al parecer, ahora dueño. Los miró de reojo mientras detenía el parloteo de la mujer, sin ponerle demasiada atención.
- Que traigan de nuevo mis maletas.
Dijo son más y cerró la puerta prácticamente en la cara de la mujer, esperando eficiencia. Se giró de nuevo hacía él, mientras veía como se sentaba en el suelo junto a un calentador, para dejarse morder los dedos por el pequeño felino. Iba a proseguir en lo que se quedó cuando preguntó aquello... de... la amistad. Abrió un poco más los ojos.
- A-am...
Que recordara jamás había tenido amigos... de verdad. En su niñez se la pasó rodeada de sus criados, a quienes consideraba amigos. Pero apenas se quedaron sin nada y se marcharon para jamás volver, lastimando en más de una forma a la joven Pandora. ¿Cómo podía considerar a alguien como él, un amigo, cuando no tenía ni la más remota idea de como reconocer a tales? Realmente le estaba costando decidir que responder.
"Digo, sé que soy tu esclavo y todo eso, pero serias la primera persona a la que llamaría amiga". Agradeció infinitamente que la luz se fuera de golpe, ya que ocultó su ligero sonrojo. Ahora solamente estaban iluminados por la tenue luz que entraba por la ventana, ahora azotada por la nieve y los fuertes vientos. Miró hacía arriba, ahora sí, solamente acompañados por la furia de la ventisca.
- Yo... - Se bajó las mangas de nuevo, esperando a que el frío invadiera la habitación poco a poco.- Su-supongo... que sí.
Dio un salto cuando llamaron a la puerta. Las maletas arribaron para quedarse de nuevo a solas. Colocó una sobre la cama y la abrió, buscando algo en su interior. Trataba de cambiar de tema, avergonzada.
- Será mejor que te prepares a descansar, apenas termine nos marcharemos...
Eran alrededor de las 8PM, buena hora para descansar y ponerse en marcha en la madrugada si es que el clima les dejaba. Buscó alguna manta extra sin demasiado éxito, suspirando.
- No se van a quedar ahí... En poco tiempo comenzará a bajar la temperatura
Les miró y señaló la cama, para después sentarse en ella y coger el teléfono para servicio a cuarto, esperando que no fuera de los nuevos que dependen de electricidad.
Pandora- SSES - Moderadora
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Re: Encuentro predestinado [Pandora]
A continuación, empezaban las horas más aburridas de mi existencia, con todo este cambio climático, la noche y la falta de energía en este remoto sitio de Siberia, estábamos más que resignados a tener que esperar a que todo eso se resolviera para que pudiésemos marcharnos sin mayores contratiempos. Más que eso, tenía que esperar a que ella descansara lo suficiente y esperar que de maneras naturales todo acabara para cuando despertara, aunque si no se termina solo entonces tendré que intervenir, odio perder mi tiempo aunque este no tenga relación con mi existencia.
-Pero…- ella siguió mostrando esa amabilidad con la que me había tratado hasta ahora, esa que se supone que una vez estemos en el inframundo nunca más vería, me ofrecía un espacio en su cama para que nos cubriéramos todos con la misma cobija por el frio y todo eso, aunque a mí a pesar que sentía todo lo que un humano normal debía sentir, no me molestaba en lo absoluto. –Bueno, de acuerdo.- no me quedo más remedio que “obedecer”, lo tomaría como una orden. Me levante del suelo, llevando al gato en mis manos, y me fui directamente a la cama al espacio opuesto al que ella ocupaba, acomodando a la pequeña criatura sobre mi torso.
-Debería dormirse lo más pronto posible para irnos a primera hora.- eso y que si ella no se dormía, no podía deshacerme de ese clima en caso tal de que necesitara hacerlo. –Por cierto, no quiero molestar al gato, podría cubrirme un poco?.- esto ya parecía abusar de su amabilidad, pero viéndolo de esta manera ella abusaría de mi voluntad por “protegerla” a niveles mayores, no creo que eso fuese algo para ella.
A pesar de que le dije que durmiera, mis ojos se mantenían tan abiertos como siempre lo habían estado, como si me hubiese levantado hace un par de horas, esa era otra de las desventajas de intentar ser humano. Yo no podía dormir, yo no me agoto en lo más mínimo, no tengo energía la cual reservar o restaurar por lo que eso no era factible.
-Pero…- ella siguió mostrando esa amabilidad con la que me había tratado hasta ahora, esa que se supone que una vez estemos en el inframundo nunca más vería, me ofrecía un espacio en su cama para que nos cubriéramos todos con la misma cobija por el frio y todo eso, aunque a mí a pesar que sentía todo lo que un humano normal debía sentir, no me molestaba en lo absoluto. –Bueno, de acuerdo.- no me quedo más remedio que “obedecer”, lo tomaría como una orden. Me levante del suelo, llevando al gato en mis manos, y me fui directamente a la cama al espacio opuesto al que ella ocupaba, acomodando a la pequeña criatura sobre mi torso.
-Debería dormirse lo más pronto posible para irnos a primera hora.- eso y que si ella no se dormía, no podía deshacerme de ese clima en caso tal de que necesitara hacerlo. –Por cierto, no quiero molestar al gato, podría cubrirme un poco?.- esto ya parecía abusar de su amabilidad, pero viéndolo de esta manera ella abusaría de mi voluntad por “protegerla” a niveles mayores, no creo que eso fuese algo para ella.
A pesar de que le dije que durmiera, mis ojos se mantenían tan abiertos como siempre lo habían estado, como si me hubiese levantado hace un par de horas, esa era otra de las desventajas de intentar ser humano. Yo no podía dormir, yo no me agoto en lo más mínimo, no tengo energía la cual reservar o restaurar por lo que eso no era factible.
Tymep- 106
Re: Encuentro predestinado [Pandora]
Lamentablemente el teléfono estaba conectado a la luz... Una gotita de sudor recorrió su frente mientras colgaba con algo de fuerza, molesta. Escucho un "pero" venir del chico, pero se retractó casi de inmediato caminando a la cama. Le miró un momento para luego ella estirarse, haciendo que sus vertebras tronaran una por una. "Debería dormirse lo más pronto posible para irnos a primera hora" Mencionó él.
- Sí, primero haré algunas cosas... Tú eres el que deberías aprovechar que tienes una cama cómoda. Aunque ahora que tienes trabajo, no te faltará comida y un sitio cómodo donde dormir... Espero que estés consciente que el ambiente donde trabajaras es pesado.
Se levantó de la cama y sacó algunas cosas de su maleta, como ropa y una bolsa bastante femenina. De pronto él mencionó que si podía cubrirlo, a lo que puso cara de "claro que no", pero antes de que pusiera expresarlo miró la cara del felino... (Te odio jaja) Cerró los ojos mientras sonrió nerviosamente, resistiendo las ganas de lanzarle un rayo.
Se acercó y los cubrió a los dos, con un movimiento suave de la mano. "La ultima vez, es la ultima vez" se repitió a si misma, en sus interiores. Luego caminó hacia el baño, cerrando la puerta con calma. No sabía que el sujeto que se hacía llamar Tymep era una especie de Dios o avatar del caos, así que se imaginó que estaría durmiendo plácidamente en vez de aburrirse como ostra.
Se dio un baño lento, después de todo no tenían prisa, disfrutando de la tina. Después se pondría algo acorde para dormir, si es que la tormenta no pasaba mientras estuviera en el agua. Si nada más sucedía regresaría a la habitación, con un camisón de manga larga, escote y largo del ropaje hasta los tobillos, de seda negra. Se apresuró a andar a la cama entre el frío, esperando verlo dormido o muerto del aburrimiento.
- Sí, primero haré algunas cosas... Tú eres el que deberías aprovechar que tienes una cama cómoda. Aunque ahora que tienes trabajo, no te faltará comida y un sitio cómodo donde dormir... Espero que estés consciente que el ambiente donde trabajaras es pesado.
Se levantó de la cama y sacó algunas cosas de su maleta, como ropa y una bolsa bastante femenina. De pronto él mencionó que si podía cubrirlo, a lo que puso cara de "claro que no", pero antes de que pusiera expresarlo miró la cara del felino... (Te odio jaja) Cerró los ojos mientras sonrió nerviosamente, resistiendo las ganas de lanzarle un rayo.
Se acercó y los cubrió a los dos, con un movimiento suave de la mano. "La ultima vez, es la ultima vez" se repitió a si misma, en sus interiores. Luego caminó hacia el baño, cerrando la puerta con calma. No sabía que el sujeto que se hacía llamar Tymep era una especie de Dios o avatar del caos, así que se imaginó que estaría durmiendo plácidamente en vez de aburrirse como ostra.
Se dio un baño lento, después de todo no tenían prisa, disfrutando de la tina. Después se pondría algo acorde para dormir, si es que la tormenta no pasaba mientras estuviera en el agua. Si nada más sucedía regresaría a la habitación, con un camisón de manga larga, escote y largo del ropaje hasta los tobillos, de seda negra. Se apresuró a andar a la cama entre el frío, esperando verlo dormido o muerto del aburrimiento.
Pandora- SSES - Moderadora
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Re: Encuentro predestinado [Pandora]
-Sí, lo se.- ella me hacia hincapié de que recordara a donde pertenecía ahora y que tipo de expectativas debía de tener cuando llegáramos, yo lo sabía. Al rato se marchó en silencio hacia al baño, a lo que seguí sus movimientos con los ojos, y se encerró, supongo que a darse un baño caliente. Que se supone que debía hacer en ese tiempo?
Hice un escaneo de la habitación en los primeros dos minutos, miraba y miraba buscando algo interesante en lo que enfocarme, los adornos, el televisor inservible, la ventana vibrando ante los fuertes soplidos de aire frio en el exterior, el sonido de la estructura de madera crujiendo ante la crueldad de la naturaleza, era lo mismo que estar en el vacío cuando había que esperar a que esperara otra guerra santa, aburrido.
Podría jugar con el gato, pero está dormido. Moverme no era una opción, porque lo despertaría. Jugar con mis poderes, mucho menos lo era, ella volvería en cualquier momento y lo único que me hacía falta eran preguntas innecesarias que fuesen más difíciles que responder que las anteriores, eso y que a pesar de todo lo bien que nos hemos estado llevando pienso que tiene sospechas fuertes.
Por lo que lo único que pude hacer era… mirar… mis ojos solo se fijaban en una dirección sin mirar nada en especial, mientras pensaba todos los diferentes escenarios en los que podría involucrarme de ahora en adelante y la forma en la que debía manejarme en cada uno de ellos. A la larga, volvió Pandora a la que seguí sus movimientos nuevamente con mis ojos, estaba tan despierto como me había dejado, con una cara que ni siquiera mostraba cuan aburrido había estado en su tiempo de ausencia.
La mire de reojo por un momento y luego volví mi mirada hacia el techo, no lo había mirado cuando decidí hacer un tour visual por la habitación.
Hice un escaneo de la habitación en los primeros dos minutos, miraba y miraba buscando algo interesante en lo que enfocarme, los adornos, el televisor inservible, la ventana vibrando ante los fuertes soplidos de aire frio en el exterior, el sonido de la estructura de madera crujiendo ante la crueldad de la naturaleza, era lo mismo que estar en el vacío cuando había que esperar a que esperara otra guerra santa, aburrido.
Podría jugar con el gato, pero está dormido. Moverme no era una opción, porque lo despertaría. Jugar con mis poderes, mucho menos lo era, ella volvería en cualquier momento y lo único que me hacía falta eran preguntas innecesarias que fuesen más difíciles que responder que las anteriores, eso y que a pesar de todo lo bien que nos hemos estado llevando pienso que tiene sospechas fuertes.
Por lo que lo único que pude hacer era… mirar… mis ojos solo se fijaban en una dirección sin mirar nada en especial, mientras pensaba todos los diferentes escenarios en los que podría involucrarme de ahora en adelante y la forma en la que debía manejarme en cada uno de ellos. A la larga, volvió Pandora a la que seguí sus movimientos nuevamente con mis ojos, estaba tan despierto como me había dejado, con una cara que ni siquiera mostraba cuan aburrido había estado en su tiempo de ausencia.
La mire de reojo por un momento y luego volví mi mirada hacia el techo, no lo había mirado cuando decidí hacer un tour visual por la habitación.
Tymep- 106
Re: Encuentro predestinado [Pandora]
Se detuvo al pie de la cama y lo miró con los ojos bien abiertos, mirando el techo.
- ¿No puedes dormir?
Se metió a la cama con cuidado de no destaparlos demasiado, acomodó la almohada debajo de su nuca y se cubrió hasta el mentón, temblando de frío, tratando de disimular el temblor que la aquejaba. Se acostó boca arriba, mirando el techo también como si de pronto fuera algo muy interesante.
- Pensé que te gustaría el calor y suavidad de la cama.
Cerró los ojos mientras se disponía a dormir con su nuevo amigo y un pequeño gato. Que curiosa era la vida, que daba vueltas y vueltas como una rueda de la fortuna. Pronto regresaría al lado de su señor, pronto el infierno comenzaría a moverse -o eso esperaba- y las cosas tomarían otro rumbo.
Pero extrañamente... se sentía un poco mejor. Ya no se sentía tan sola... Y el frío que la aquejaba ya no era seco y doloroso. Espero a que las mantan le calentaran y que el sueño la consumiera, para quedar dormida. Logró escuchar el ronroneo del felino dormido, mientras disfrutaba de dormir sobre su amo. Se alegró de que las personas no ronronearan o se delataría ella sola.
- Hasta el rato.
Si él no conciliaba el sueño no podía hacer nada por él de momento, a menos que se dejara dar un golpe en la nuca.
- ¿No puedes dormir?
Se metió a la cama con cuidado de no destaparlos demasiado, acomodó la almohada debajo de su nuca y se cubrió hasta el mentón, temblando de frío, tratando de disimular el temblor que la aquejaba. Se acostó boca arriba, mirando el techo también como si de pronto fuera algo muy interesante.
- Pensé que te gustaría el calor y suavidad de la cama.
Cerró los ojos mientras se disponía a dormir con su nuevo amigo y un pequeño gato. Que curiosa era la vida, que daba vueltas y vueltas como una rueda de la fortuna. Pronto regresaría al lado de su señor, pronto el infierno comenzaría a moverse -o eso esperaba- y las cosas tomarían otro rumbo.
Pero extrañamente... se sentía un poco mejor. Ya no se sentía tan sola... Y el frío que la aquejaba ya no era seco y doloroso. Espero a que las mantan le calentaran y que el sueño la consumiera, para quedar dormida. Logró escuchar el ronroneo del felino dormido, mientras disfrutaba de dormir sobre su amo. Se alegró de que las personas no ronronearan o se delataría ella sola.
- Hasta el rato.
Si él no conciliaba el sueño no podía hacer nada por él de momento, a menos que se dejara dar un golpe en la nuca.
Pandora- SSES - Moderadora
- 376
Re: Encuentro predestinado [Pandora]
-No.- respondí un poco a secas. –Descansa.- agregue después de un prolongado tiempo, en el que ella ya estaba en la cama cubierta por la cobija. Deje que pasaran unos minutos, no creo que para ese entonces ella estuviese despierta. Era tan aburrida la vida humana si tenía que pensarlo, limitado a tener que recargar energías ocho horas por las dieciséis que usan diariamente, y generalmente ese tiempo para mí era un parpadeo pero esta vez se estaba haciendo una larga espera.
A mi lado, una mesa de noche, la cual para mi suerte tenía un hoja de papel la cual con solo concentrarme hice que se doblara en forma de uno de esos aviones de papel que los niños hacen, haciéndolo volar por la habitación dirigiendo su trayectoria con el dedo, a donde yo apuntara este se movía sin fallo alguno, era una buena forma de pasar el rato.
Silenciosa, eficiente, Pandora no se molestaría ni un poco y podría dormir tranquilamente. Había otro papel al que le hice lo mismo y lo puse a volar, no era la mejor forma de entretenimiento en todo el universo, pero era algo que podía mantenerte interesado por un tiempo.
A mi lado, una mesa de noche, la cual para mi suerte tenía un hoja de papel la cual con solo concentrarme hice que se doblara en forma de uno de esos aviones de papel que los niños hacen, haciéndolo volar por la habitación dirigiendo su trayectoria con el dedo, a donde yo apuntara este se movía sin fallo alguno, era una buena forma de pasar el rato.
Silenciosa, eficiente, Pandora no se molestaría ni un poco y podría dormir tranquilamente. Había otro papel al que le hice lo mismo y lo puse a volar, no era la mejor forma de entretenimiento en todo el universo, pero era algo que podía mantenerte interesado por un tiempo.
Tymep- 106
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