Causalidad (Priv.Kura-chan)

Tanto buscar y buscar pero nada, no encontraba absolutamente nada que pudiera hacer en este día que no fuera dar alguna vuelta por los distintos lugares de la región, tratando de encontrar algo nuevo que haya perdido este tiempo fuera de escena, lejos de su hogar. No llevaba la armadura dorada de leo puesta ahora, primero que nada porque ya no era portador de esta y segundo porque ahora tenía otra armadura que representar. En un sentido era cómodo, aveces siempre tener que llevar armadura puesta era algo que no le agradaba mucho, llamaba la atención demasiado, y si bien no era tan molesto, tampoco era algo que le agradara del todo. Solo tenía de bueno el llevarla si era invierno, al menos protegía del frío!!, un punto positivo debía tener no?....

-Bueno sinceramente no se que hacer...supongo que seguiré caminando hasta encontrar algo que hacer....esto de tener tiempo libre pero nada que hacer, simplemente me pierdo...-

Llevó sus manos detrás de la nuca quedando los codos hacia afuera, hoy llevaba puesto un pantalón deportivo negro con líneas blancas a los costados, una remera color azul oscuro y championes deportivos del mismo color, oh claro, además de aquel amuleto escondido dentro de su remera al colgar de su cuello, ese que la deidad Démeter le había regalado hace dos años, mucho antes de siquiera haber iniciado como centinela en el santuario. Fue un regalo por salvarle la vida, así que no estaba en deuda ni nada, por lo que le agradaba llevar aquel dije no tan llamativo pero de buen gusto que había sido entregado.

Mientras transitaba los alrededores del pueblo aprovechando a patrullar de paso, ya que últimamente incluso el santuario había vuelto a estar caótico y nuevamente volvimos a perder miembros valiosos de este por culpa de los deseos individuales de aquellos, le pareció escuchar pasos de alguien que merodeaba por la zona tal vez. Su rostro pasó a ser uno serio, dejó caer sus brazos a los lados del torso, el cual por cierto estaba un poco más musculoso y bien formado que antes, gracias al entrenamiento con su maestro en el viaje que hicieron, y entonces solo dejó que sus pies lo llevaran para cruzar la trayectoria de quien fuera que estuviese ahí.

-Uhm?-

Detuvo la marcha abriendo un poco más los ojos, esa persona o mejor dicho chica que acababa de aparecer frente a su vista se le hacía familiar, aunque no podía decir si ella lo reconocería igualmente, ya que a diferencia de ella, él si había cambiado.

-Etsu?-

Tampoco podría decir que pudiera reconocer la voz, que también había cambiado un poco.

Era extraño, la manera en que la gente en este lugar podía quedar mirándole a uno, su manera sutil de señalar a los foráneos, actuaban como si nunca hubieran visto una chica con el cabello así, seguramente que no,  estaba más que segura que ninguna de esas amazonas podría siquiera igualar un estilo tan genial como el propio y no era conseguido a base de tintes sino una particularidad propia que adoraba por hacerme única, pero no por ello dejaba de ser incomodo que sus miradas fueran tan insistentes e incomodas.

A la vez se apartaban tan rápido como sus pies se los permitía, como si fueran consientes que acercarse a alguien tan extraño como lo era fuera sinónimo de problemas y era maravillosamente sublime la diversión que me producida reflejada en mi sonrisa que se desvaneció en cuanto un joven alto se atrevía a pronunciar mi nombre con tanta familiaridad-¿Quién eres tú? ¿Y porque sabes mi nombre?- cuestiono algo molesta, una molestia que no ocultaba.

Pocas personas ajenas al inframundo conocían el verdadero nombre, y estaba segura que en ese lugar era imposible que lo supieran cuando no era uno de los jueces más conocidos, dado que no había tenido misión alguna en ese lugar…de no ser que… -Kuruma? No tú no puedes ser él era más amenos así - con sus manos  trato de  medir la estatura casi similar a la de ella ,puesto que  era el tamaño que lo recordaba además este sujeto no solo era más alto sino que su cabello era más largo y  su rostro parecía más  maduro…

De la sorpresa casi tira el paquete que llevaba entre sus dedos, el cual sería un desperdicio pero parecía que su búsqueda  había llegado a su fin, pues  había encontrado a quien buscaba  bastante diferente de cómo lo recordaba –me alegra saber que no moriste siendo una paleta dorada de hielo-  mofo divertida ante la idea mientras extendía sus manos ofreciendo el presente que había traído para él.

Yo..yo espero sea de tu agrado- sus mejillas apenas si se tornaron con un suave carmín y evadía la mirada de aquellas orbes celestes, Era irónico que la primera persona que le viera "madurar" había sido Kuruma y que ahora fuera ella quien fuera encontrada por un Kura maduro, quizá él no recordaría que color tenían sus ojos cuando la conoció ni por qué ahora eran lo único diferente que tenía desde su último encuentro.

Probablemente no comprendería tampoco el porque se sonrojaba de entregar un presente que sentía se lo debía por tener una deuda y además de que seria la primera vez que le daba algo a alguien que no fuera Demian. A veces se preguntaba a si misma  si Kuruma viera sabido toda la verdad, quizá no le viera ayudado a volver con Hades- Considéralo como mi manera de agradecer tus consejos… Gracias a ellos él me volvió aceptar a su lado

Sin duda alguna debía ser ella, que claro no se veía tan tan diferente a como era antes, a no ser por la ropa claro, y sus ojos que si no mal recordaba, antes eran de un color más rojizo o similar, no podía aclarar bien la imagen en su mente porque fue hace tiempo y no fue mucho ese tiempo que compartieron en la cueva como para recordar cada detalle, pero al menos estaba seguro de que era Etsu, sobretodo por la forma en que respondió, mirándole tal vez con algo de indignación por no saber con quien hablaba ella.

Aún así no lo tomó a mal, sabía que no iba a reconocerlo por haber cambiado tanto desde que se vieron la primera y última vez en Siberia, por lo que respondió sonriendo un poco al caer ahora en la cuenta de que al menos veía nuevamente un rostro familiar, de alguien que como él era una guerrera que servía a su dios, nunca supo cual, pero no le importaba demasiado. Asintió suavemente cerrando los ojos en ese breve momento al bajar la cabeza, pasando a posar una mano sobre la cintura.

-Es Kurama, no Kuruma, pero me alegra que aún me recuerdes Etsu-

Suelta una pequeña risa al notar como ella aún no se creía que él hubiera crecido tanto, la verdad ni él mismo lo hacía pero como ya era hora de que pegara algún estirón, le agradaba ver como otros notaban el cambio que a él no le pareció tan drástico por vivirlo de forma gradual. Miraba esa caja que traía en sus manos, qué sería se preguntaba, tal vez algún objeto que había comprado al darse una vuelta por el pueblo o quien sabe qué, además casi se le rompe, incluso él reaccionó a moverse apenas como para atajar la caja cuando creyó que resbalaría de sus manos.

-Uff, salvado hehe...Cierto, no me hice paleta helada, aunque ya no traiga el sabor dorado encima haha, pero sobreviví, y veo que tu también, aunque nunca dudé de ello-

Recordaba la vez cuando vio que ella era capaz de abrir portales usando las sombras o algo así era su técnica, además de estar bien adaptada al frío, pudiendo manipular el agua en todos sus estados....rió un poco ya que también llego a su cabeza la escena de esa pequeña guerra de nieve que tuvieron en el apartado lugar de Siberia, a decir verdad era uno de los pocos buenos recuerdos que se hizo memorables en sus incontables viajes de misión en el santuario. Solo que lo siguiente lo dejaría aún más sorprendido y con los ojos abiertos, señalándose a si mismo.

-Eso es...para mi?, osea que me buscabas?....-

Parpadeó un par de veces pensando en lo raro pero agradable que se sintió saber eso, como si por una vez algo bueno le diera la vida que no fuera la muerte de sus camaradas o allegados.

-Vaya.....-

No sabía que palabras usar, su mente se puso en blanco y sin embargo si logró sentir tal vez un pequeño alivio en su pecho, era la primera vez que alguien le regalaba algo desde hace.....desde que había perdido a su familia o un poco después de eso, lo que generó que aunque fuera poco, se le humedecieran ligeramente los ojos, se aguantó el dejar que agua saliera de estos porque no quería que ella lo interpretara como que hizo mal en regalarme algo, después de todo era un lindo gesto y lo aceptaba con gusto. Así que tomó la caja con cuidado mirando sus orbes celestes aunque ella desviara su mirada.

-De nada, realmente no me lo esperaba....pero, me alegra que las cosas hayan salido bien y mis palabras te hayan ayudado, es bueno saber eso-

Expresa con una voz suave y gentil para luego hacerle una seña moviendo la cabeza, invitándole a que le siguiera. Abrió un poco la caja solo por curiosidad para ver que contenía, y sus ojos brillaron cuando se encontraron un pastel de chocolate con crema. Incluso simbólicamente su cabeza hizo una erupción de alegría y emoción por saber lo que iría a comer ahora, así que cerró la caja y pasó a sonreír sin quererlo.

-Esto se ve rico, vamos a comer conozco un lugar más despejado por aquí-

No aceptaría un no como respuesta, la llevaría aunque fuera a rastras porque había entrado en ese modo emocional que no podía frenar nadie, ni él mismo.